Amigos y amigas, ciudadanas y ciudadanos, he de comunicar a todos un feliz acontecimiento: ya somos iguales y se acabaron las discriminaciones. Un Juzgado de Badajoz acaba de dictar sentencia a favor de la mujer que disputaba un título nobiliario a su hermano varón y menor. Bien, muy bien está y así sea la igualdad entre hombres y mujeres. Pero, por cierto, ¿para cuándo la igualdad entre los ciudadanos, sin que unos pocos hereden títulos nobiliarios sin ni siquiera tener que someterse a un control de ADN (¡ay, cuantos condes y marquesitos llevarán el butano en las venas!), mientras otros nos quedamos para siempre –salvo oportuno braguetazo con infanta- de puros plebeyos? ¿De verdad es tan grande conquista de la igualdad el que ahora las mujeres hijas de noble tengan el mismo derecho que sus hermanos a heredar el título? A lo mejor, el día que haya tantas condesas, marquesas y duquesas como varones con los mismos títulos habrá avanzado la mujer un paso decisivo en la lucha contra su secular opresión. Desde luego, a las paisanas de mi pueblo les va a reconfortar un montón tamaña conquista.
Un servidor, retorcido y perverso como es, hallaría mayor satisfacción intelectual y más alto goce vital si los títulos se sorteasen entre todos los que llamen a la tele para contestar alguna pregunta chorras. O que se rifen un par de ducados y un marquesado entre todos los que acudan a votar en las próximas elecciones, verás cómo baja la abstención. Inclúyase en alguna de esas loterías el título de rey, claro. No olvidemos que ésa va a ser otra enorme conquista para la igualdad entre los españoles, cuando se ponga fin a la preferencia sucesoria del varón a la Corona.
Lo que en la sentencia de Badajoz se dirime es a quién corresponde el título de Marqués de la Alameda de Mendoza, que ahí es nada. La primogénita del Marqués reclamaba el título con base en tal primogenitura, mientras que su hermano varón lo quería y lo tenía por macho. El juez falló a favor de la dama en aplicación -muy problemática en el caso particular- de la Disposción Transitoria Única de la Ley 33/2006, de 30 de octubre, sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios. En efecto, establece dicha Disposición que a los expedientes administrativos y judiciales sobre títulos que estuvieran tramitándose a día 27 de julio de 2005 se aplicará ya la nueva norma que elimina la preferencia del varón, mientras que se respetarán los títulos transmitidos con anterioridad a esa fecha y en aplicación de la legislación anterior, la que sentaba la prioridad del varón.
Sobre los razonamientos de la Sentencia he de confesar humildemente –es sincera la confesión, palabra- que no entiendo nada. Pero de eso a lo mejor hablamos otro día. Por hoy, bástenos calar en el profundo y muy avanzado sentido de la ley.
Un servidor, retorcido y perverso como es, hallaría mayor satisfacción intelectual y más alto goce vital si los títulos se sorteasen entre todos los que llamen a la tele para contestar alguna pregunta chorras. O que se rifen un par de ducados y un marquesado entre todos los que acudan a votar en las próximas elecciones, verás cómo baja la abstención. Inclúyase en alguna de esas loterías el título de rey, claro. No olvidemos que ésa va a ser otra enorme conquista para la igualdad entre los españoles, cuando se ponga fin a la preferencia sucesoria del varón a la Corona.
Lo que en la sentencia de Badajoz se dirime es a quién corresponde el título de Marqués de la Alameda de Mendoza, que ahí es nada. La primogénita del Marqués reclamaba el título con base en tal primogenitura, mientras que su hermano varón lo quería y lo tenía por macho. El juez falló a favor de la dama en aplicación -muy problemática en el caso particular- de la Disposción Transitoria Única de la Ley 33/2006, de 30 de octubre, sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios. En efecto, establece dicha Disposición que a los expedientes administrativos y judiciales sobre títulos que estuvieran tramitándose a día 27 de julio de 2005 se aplicará ya la nueva norma que elimina la preferencia del varón, mientras que se respetarán los títulos transmitidos con anterioridad a esa fecha y en aplicación de la legislación anterior, la que sentaba la prioridad del varón.
Sobre los razonamientos de la Sentencia he de confesar humildemente –es sincera la confesión, palabra- que no entiendo nada. Pero de eso a lo mejor hablamos otro día. Por hoy, bástenos calar en el profundo y muy avanzado sentido de la ley.
Dice su Exposición de Motivos que “Actualmente la posesión de un título nobiliario no otorga ningún estatuto de privilegio, al tratarse de una distinción meramente honorífica cuyo contenido se agota en el derecho a usarlo y a protegerlo frente a terceros”. Perfecto, pero entonces me pregunto: si ostentar un título nobiliario no supone ningún privilegio o ventaja, ¿dónde estaba la discriminación contra las mujeres en la anterior preferencia del varón? El asunto es puramente simbólico y, se supone, la discriminación era también simbólica. La Exposición de Motivos, por tanto, justifica así el nuevo régimen: “Sin embargo, las normas que regulan la sucesión en los títulos nobiliarios proceden de la época histórica en que la nobleza titulada se consolidó como un estamento social privilegiado, y contienen reglas como el principio de masculinidad o preferencia del varón sin duda ajustadas a los valores del antiguo régimen, pero incompatibles con la sociedad actual en la cual las mujeres participan plenamente en la vida política, económica, cultural y social”. Bueno, pues vale; si se trata de jugar con símbolos, juguemos como se quiera, no hay problema. Mientras no nos lo creamos y no pensemos que de verdad estamos luchando contra la desigualdad y la injusticia social...
Por otro lado, me juego una cena de las caras a que el régimen temporal que establece la Disposición Transitoria Única de la citada Ley se debe a que algún jerifalte gubernamental o parlamentario se lo estaba haciendo con señora que aspiraba a título y que con esa transitoria lo logró. Bien se sabe en este país de la nobleza de ciertos gestos y de cuánto hay que tragar para conseguir algunas cosas.
Ilmo sr catedrático
ResponderEliminarle diré que respecto a la sentencia de Badajoz del marqués de la Alameda de Mendoza, le diré que no puede tener el mismo derecho la primogénita del sr Marqués ya que desde la edad de piedra siempre han sido los varones los que han ostentado toda la clase de títulos desde arriba hasta abajo y desde abajo hasta arriba porque me gustaría saber de verdad si el 75% de las mujeres están capacitadas para trabajar en la mina con un martillo o con un pico y una pala o para cargar sacos de cemento de 50 kilos a la espalda y subir desde una planta baja hasta un séptimo o una quinta planta.
Por lo tanto, yo no creo en la igualdad entre el hombre y la mujer porque Dios creó a la mujer para fundar y crear y casarse y formar toda una familia y para educar a sus respectivos hijos que es lo que deberían de hacer actualmente las mujeres de ahora que tanto exijen al hombre, pero esos son parafernalias del sr ZP con la ley de paridad que creo que la ley de paridad fue un decretazo de dicho sujeto porque me da la impresión que está hecho de recortes de la maternidad, por lo tanto, de todas las maneras, le diré que no creo en los títulos nobiliarios ni en los borbonazos, no hay mayor dignidad y título que la nobleza del trabajo, no me mamporree VI mentalmente con tantos títulos nobiliarios porque ya nada más se estilan y se llevan en los países árabes con los famosos jeques que tienen unos harenes de 200 o de 300 mujeres porque con esto de la igualdad que VI dice que el tribunal de Badajoz ha concedido a la marquesita, con tantas igualdades como dice el tribunal opine por VI mismo que gracia le haría quer VI tuiviera en el banco 20 millones de euros y un buen piso y como ahora con la ley de paridad todos los derechos son para la clásica mujer del siglo XXI ¿qué le parecería a VI si su señora se separase de VI y le diesen a la sra el piso y los millones? Yo creo que VI mismo llamaría fascista a dichos tribunales o por educación les llamaría HP.
¿El porqué? ¿Que Ágatha Ruiz de la Prada pueda ser marquesa de Castelldosrius con grandeza de España?
ResponderEliminarhttp://www.elconfidencial.com/noticias/noticia.asp?id=22128&sec=7&edicion=30/05/2007&pass=
Gracias, Achab. Esa noticia vale un potosí y confirma la sospecha.
ResponderEliminarSon buenas noticias, diría yo. El desprestigio de la llamada nobleza -incluyendo la llamada realeza, por supuesto- es ciertamente positivo.
ResponderEliminarEn cuanto a usos patateros de los principios de igualdad, amigas y amigos foreros, los hay mucho más graves: ¿pues no se ha llegado a decir que tropas españolas, y otras, están haciendo el ridículo inútil y criminal que aún hacen en Afganistán por la igualdad de las mujeres afganas?
Junto a eso, no me parecen especialmente relevantes las pataletas familiares de la pinturera patética y del fantoche agitador de la piscina. Bien venga discordia en nido de tarántulas.
Gerifalte, se escribe gerifalte, con g de gañán.
ResponderEliminarEp-ep-ep
ResponderEliminarHOYGAN
Ese "AnteTodoOrtografía" no soy yo. Es un usurpanombres.
Firmado: Garcíamado
(que nooooo: Firmado: ATMC).
Pues, sea quien sea al AnteTodoBis, tiene mucha razón. No lo corrijo para que permanezca sobre mi cabeza el baldón y no se pierda el sentido de estos comentarios sesudos. Pero lo que es, hes. Sorry
ResponderEliminarVox es mi líder moral.
ResponderEliminarNo es decir mucho, dada mi corta estatura moral... ¡pero a mi modesta escala, significa un montón!
Como es esto que de verdad que no me entero.
ResponderEliminar¿Este Ante es ATMC, es un imitador, es garciamado?