Qué le vamos a hacer. Se levanta uno temprano y con buen ánimo para trabajar en lo que se debe, pone la radio mientras se ducha y se atusa un poco, y salen con la noticia de que Nuestra Desgracia Política Suprema (NDPS, también conocido como “NosDaPolSaco) le va a decir al Presidente de los vascos y las vascas, (también conocido como lehendakari en el idioma de algunos de ellos y algunas de ellas) que de referéndum y eso nanay mientras no alcance un acuerdo entre todos los vascos (y las vascas, supongo). Así que, somnoliento aún y en ese duermevela en que te sume la prosa polsaquista, me digo: pues escribo ahora mismo el post de hoy y dedico el resto del día a pensar en cosas más serias, tipo qué me pondré para la comida que tengo a mediodía o qué tal me quedaría la raya en medio.
Veamos eso del acuerdo previo de los vascos (y las vascas, leches). ¿Qué quiere decir semejante aserto zapatérico? ¿Adónde quiere ir a parar? ¿Le está ofreciendo ahora al tontaina de Ibarreche la misma muñeca chochona que hace meses intentaba venderles a los de ETA? ¿Ya empezamos otra vez con lo de la puntita nada más y cuando nos casemos allá va tó y te concedo hasta lo del látigo, los cueros y las vías alternativas? No está de más, aunque sea perfectamente inútil en estos tiempos, puntualizar alguna cosilla:
a) En democracia los acuerdos se toman por mayoría, pues en una sociedad plural y pluralista, como por definición tiene que ser una sociedad en democracia, las unanimidades son imposibles, y hasta indeseables. Si acaso, el acuerdo más general y firme se ha de dar respecto de las reglas básicas del juego, esto es, de la Constitución. Pero un tipo como el ZP (si ya no les gusta lo de las letritas, que se jodan, seguimos con ellas), que se pasa los consensos constitucionales por el arco del triunfo, hace de la suprema norma un cojín para sus cazurras posaderas presidenciales y pone a su vicepresidenta, Tere, a echarle una bronca en toda regla –es un decir- nada menos que a la Presidenta del TC (¿se lo monta de sumisa y tal la Emilia?), ¿viene ahora a pedir acuerdos de fondo o les va a invocar a los vascos que un respeto y una cosa para los consensos constitucionales y la legalidad básica del Estado? Como si Drácula vendiera leche desnatada, vamos, o como si el jefe de una tribu de antropófagos anunciara hamburguesas de tofu: no cuela.
b) Si el acuerdo en cuestión hubiera de ser de toda la sociedad vasca o, lo que no es lo mismo, de todos los partidos, nos podrá decir el Presidente de los vascos (y las vascas), también conocido como lehendakari (Kari para los amigos y las amigas), que dicho acuerdo general tampoco lo tiene ni lo tuvo ni la mismísima Constitución, ni allá, en la tierra de los vascos (y las vascas) ni en parte alguna del Estado (también conocido fuera del país de los vascos y las vascas como España). Así que es un argumento de los que rebotan, cuidadín.
c) ¿Cuál es la única manera de ver si hay acuerdo general en una sociedad en torno a determinada idea o propuesta? Je, pues convocar un referéndum. No cabe otro camino. Así que sigue rebotando el argumento. Porque, ¿cómo es eso de que primero hacemos el acuerdo y luego hacemos la consulta? La consulta es la manera de ver si hay acuerdo, así que habrá que empezar por ahí, si lo determinante es el acuerdo.
Claro, a lo mejor se refiere ZP a un acuerdo entre los partidos. Es curioso lo de los titulares de los periódicos ahora mismo. No tengo tiempo -ni ánimo- para pararme en este momento a ver el vídeo con la intervención completa de NDPS, pero tiene gracia cómo la explican los periódicos digitales a esta hora mañanera. El Mundo y Abc resaltan que ha dicho que pedirá al Presidente de los vascos y las vascas (etc.) un acuerdo previo entre los vascos (y las vascas, supongo). El País, despechado pero calientes aún los rescoldos de lo que fue un amor apasionado y ahora es ardor no plenamente correspondido (o sea: que le han puesto los cuernos al que hasta ayer mismo fue el diario independiente de la mañana) titula, más caritativamente: “Zapatero exige a Ibarretxe un acuerdo con las fuerzas políticas vascas”. Aunque luego pincha uno en la noticia y lo que sale es esto otro: que Zapatero exige a Ibarretxe “que logre el consenso entre los vascos”. ¿En qué quedamos? ¿Cuál consenso? ¿Entre quienes? Va uno a la cita literal de Nuestra Eminentísima Cazurrez Presidencial y el desconcierto crece, pues nos enteramos de que ese acuerdo ha de ser “plural y transversal”. Sí, los acuerdos conviene que sean plurales, claro. Ahí anduvo fino. Porque un acuerdo no plural es el acuerdo de uno consigo mismo, cosa que, no nos engañemos, tampoco se da siempre así como así. En cuanto a lo de transversal, me imagino que es como una manera de meter el acuerdo, como que te atraviesa hasta lo hondo. Aclaradas quedan las dudas. Da gusto.
d) A lo mejor le está tendiendo ZP al Presidente de los vascos y las vascas una trampa saducea, pues sabe que el acuerdo total y transversal a tope es imposible en la sociedad vasca o entre los partidos vascos (y las partidas vascas), y aun por mucho que el Pachi (también conocido como Patxi) López (esto se escribe igual) se coloque en una postura apta para una mejor penetración transversal del acuerdo. Porque a los que no se lo van a meter, el acuerdo, es a los del PP, y supongo que tampoco a los de Savater y Díez. Si eso es lo que tiene en la cabeza ZP para frenar al profeta de los vascos y las vascas, es un auténtico cabronazo, pues equivaldría a que quiere utilizar en beneficio propio y para su personal propaganda la resistencia ajena, esa misma que todo el día llama cerrazón y facherío. Tendría gracia.
e) Por cierto, y si llegara ese acuerdo, transversal o del misionero, si el Presidente de los vascos y las vascas lo lograra, ¿ya sería constitucional el referéndum y ya podría hacerse tranquilamente? ¿Volvemos a la perversa doctrina de que la verdadera Constitución es el consenso y que, por tanto, es constitucional todo lo que esté consensuado, aunque sea por cuatro gatos y un par de marranos y aunque vayan los negociadores con una pistola en la faltriquera o pongan al primo psicótico de Zumosol a amenazar en la puerta?
f) Me parece que por ahí van los tiros -es una manera de hablar-. ZP anda tramando otra de las suyas y quiere volver a hacer con la Constitución lo mismo que en estos pasados años y meses: pulírsela con una sonrisa en los labios y una mano en los muslos del TC. Con acuerdo de todos, eso sí, porque si no sería violación; de la Constitución, quiero decir.
Pobre ZP. A lo mejor lo único que pasa es que está poco y mal asesorado. Y nosotros aquí criticándolo malamente. No hay derecho; ni Derecho.
Veamos eso del acuerdo previo de los vascos (y las vascas, leches). ¿Qué quiere decir semejante aserto zapatérico? ¿Adónde quiere ir a parar? ¿Le está ofreciendo ahora al tontaina de Ibarreche la misma muñeca chochona que hace meses intentaba venderles a los de ETA? ¿Ya empezamos otra vez con lo de la puntita nada más y cuando nos casemos allá va tó y te concedo hasta lo del látigo, los cueros y las vías alternativas? No está de más, aunque sea perfectamente inútil en estos tiempos, puntualizar alguna cosilla:
a) En democracia los acuerdos se toman por mayoría, pues en una sociedad plural y pluralista, como por definición tiene que ser una sociedad en democracia, las unanimidades son imposibles, y hasta indeseables. Si acaso, el acuerdo más general y firme se ha de dar respecto de las reglas básicas del juego, esto es, de la Constitución. Pero un tipo como el ZP (si ya no les gusta lo de las letritas, que se jodan, seguimos con ellas), que se pasa los consensos constitucionales por el arco del triunfo, hace de la suprema norma un cojín para sus cazurras posaderas presidenciales y pone a su vicepresidenta, Tere, a echarle una bronca en toda regla –es un decir- nada menos que a la Presidenta del TC (¿se lo monta de sumisa y tal la Emilia?), ¿viene ahora a pedir acuerdos de fondo o les va a invocar a los vascos que un respeto y una cosa para los consensos constitucionales y la legalidad básica del Estado? Como si Drácula vendiera leche desnatada, vamos, o como si el jefe de una tribu de antropófagos anunciara hamburguesas de tofu: no cuela.
b) Si el acuerdo en cuestión hubiera de ser de toda la sociedad vasca o, lo que no es lo mismo, de todos los partidos, nos podrá decir el Presidente de los vascos (y las vascas), también conocido como lehendakari (Kari para los amigos y las amigas), que dicho acuerdo general tampoco lo tiene ni lo tuvo ni la mismísima Constitución, ni allá, en la tierra de los vascos (y las vascas) ni en parte alguna del Estado (también conocido fuera del país de los vascos y las vascas como España). Así que es un argumento de los que rebotan, cuidadín.
c) ¿Cuál es la única manera de ver si hay acuerdo general en una sociedad en torno a determinada idea o propuesta? Je, pues convocar un referéndum. No cabe otro camino. Así que sigue rebotando el argumento. Porque, ¿cómo es eso de que primero hacemos el acuerdo y luego hacemos la consulta? La consulta es la manera de ver si hay acuerdo, así que habrá que empezar por ahí, si lo determinante es el acuerdo.
Claro, a lo mejor se refiere ZP a un acuerdo entre los partidos. Es curioso lo de los titulares de los periódicos ahora mismo. No tengo tiempo -ni ánimo- para pararme en este momento a ver el vídeo con la intervención completa de NDPS, pero tiene gracia cómo la explican los periódicos digitales a esta hora mañanera. El Mundo y Abc resaltan que ha dicho que pedirá al Presidente de los vascos y las vascas (etc.) un acuerdo previo entre los vascos (y las vascas, supongo). El País, despechado pero calientes aún los rescoldos de lo que fue un amor apasionado y ahora es ardor no plenamente correspondido (o sea: que le han puesto los cuernos al que hasta ayer mismo fue el diario independiente de la mañana) titula, más caritativamente: “Zapatero exige a Ibarretxe un acuerdo con las fuerzas políticas vascas”. Aunque luego pincha uno en la noticia y lo que sale es esto otro: que Zapatero exige a Ibarretxe “que logre el consenso entre los vascos”. ¿En qué quedamos? ¿Cuál consenso? ¿Entre quienes? Va uno a la cita literal de Nuestra Eminentísima Cazurrez Presidencial y el desconcierto crece, pues nos enteramos de que ese acuerdo ha de ser “plural y transversal”. Sí, los acuerdos conviene que sean plurales, claro. Ahí anduvo fino. Porque un acuerdo no plural es el acuerdo de uno consigo mismo, cosa que, no nos engañemos, tampoco se da siempre así como así. En cuanto a lo de transversal, me imagino que es como una manera de meter el acuerdo, como que te atraviesa hasta lo hondo. Aclaradas quedan las dudas. Da gusto.
d) A lo mejor le está tendiendo ZP al Presidente de los vascos y las vascas una trampa saducea, pues sabe que el acuerdo total y transversal a tope es imposible en la sociedad vasca o entre los partidos vascos (y las partidas vascas), y aun por mucho que el Pachi (también conocido como Patxi) López (esto se escribe igual) se coloque en una postura apta para una mejor penetración transversal del acuerdo. Porque a los que no se lo van a meter, el acuerdo, es a los del PP, y supongo que tampoco a los de Savater y Díez. Si eso es lo que tiene en la cabeza ZP para frenar al profeta de los vascos y las vascas, es un auténtico cabronazo, pues equivaldría a que quiere utilizar en beneficio propio y para su personal propaganda la resistencia ajena, esa misma que todo el día llama cerrazón y facherío. Tendría gracia.
e) Por cierto, y si llegara ese acuerdo, transversal o del misionero, si el Presidente de los vascos y las vascas lo lograra, ¿ya sería constitucional el referéndum y ya podría hacerse tranquilamente? ¿Volvemos a la perversa doctrina de que la verdadera Constitución es el consenso y que, por tanto, es constitucional todo lo que esté consensuado, aunque sea por cuatro gatos y un par de marranos y aunque vayan los negociadores con una pistola en la faltriquera o pongan al primo psicótico de Zumosol a amenazar en la puerta?
f) Me parece que por ahí van los tiros -es una manera de hablar-. ZP anda tramando otra de las suyas y quiere volver a hacer con la Constitución lo mismo que en estos pasados años y meses: pulírsela con una sonrisa en los labios y una mano en los muslos del TC. Con acuerdo de todos, eso sí, porque si no sería violación; de la Constitución, quiero decir.
Pobre ZP. A lo mejor lo único que pasa es que está poco y mal asesorado. Y nosotros aquí criticándolo malamente. No hay derecho; ni Derecho.
Todavía me estoy riendo. Genial lo de NDPS.
ResponderEliminarY no puedo parar de descojonarme.