Estaba éste que les escribe con el cotidiano ataque de mala baba, cagándose en las entrañas de los pedabobos, los tontibuenistas y los pijoprogres, cuando, ¡zas!, entro en trance y vuelvo a captar momentos del futuro. Últimamente ando todo el día poseído, y no sólo por mi banco y mi señora. Veo cosas y algunos días hasta oigo voces así como del más allá que me dicen, “confianzaaa....”, “esfuerzooo....”, “imasdemasiii....”. Uf, un sinvivir. Y lo bueno del caso es que esas visiones mías son anticipatorias, acaba ocurriendo lo que se me aparece. Da mucho miedo.
Ahora mismo les cuento de qué va la profecía de hoy, pero antes permítanme que los ponga en situación. La razón de mi mal humor era la noticia de que una universidad madrileña, la Rey Juan Carlos, quiere implantar un grado en Igualdad. Entiéndanme, no es que ahora tenga la igualdad en grado cero y pretendan sumar el primer tanto, no. Es que quieren organizar una carrera que se llame así, Igualdad. Oye, como Arquitectura, Derecho, Medicina, Química... Ahora igualdad. De puto padre, tío. Mola. Esta gente se mete de todo, seguro. Además, ¿estos de la Rey no eran del PP? Pues ahí los tienes, coronándose again y deseosos de homologarse de pijoprogres como los otros.
De ese jaez eran mis reflexiones y me subía como un calor por la espalda, empezando mismamente en el culo, a medida que iba leyendo más sobre la simpática noticia. Luego la sensación tomó la vía descendente, pasando por los mismos lugares, y tuve que irme corriendo al excusado. Ustedes perdonen la confianza. Ya más tranquilo, me disponía a leer alguna cosa sobre las normas anankástico-constitutivas, cuando a mi alrededor todo empezó a moverse y llegaron las visiones. Pero esperen, no nos precipitemos. Antes de desvelarles el prodigio déjenme explicarles que, según dicen los periódicos que dicen los de la universidad real, «Se trata de formar profesionales que vigilen el cumplimiento de la Ley de Igualdad, de la misma manera que ocurre con la Ley de Dependencia o como ya sucedió con las relaciones laborales». Ya ven, y yo sin enterarme de que ya existe un título universitario de grado sobre la Ley de Dependencia. ¿Cómo se llama? ¿Grado de Dependencia? Oigan, ¿y los titulados? Ya me imagino el pergamino: “Juan Carlos I, Rey de España y tal, le otorgo el título universitario de Dependiente”. ¿Habrá también dependientas? ¿Podrán ejercer el título en El Corte Inglés o en Mercadona? Joer, cómo se está complicando el mundo de la educación. Y, a propósito, ¿los que se gradúen en Igualdad serán conocidos como iguales? ¿Se imaginan el día que se gradúen los dos primeros? Todos gritando aquello de dos iguales para hoy.
Es una idea bien potable esa de hacer un título universitario por cada ley. Por ejemplo, cualquier universidad monárquica o de la Señorita Pepis podría poner en marcha un grado en Memoria Histórica, con dos especialidades luego, para el máster: héroes y tumbas. También quedaría de lo más mono un grado en Aborto, al hilo de la ley de tal cosa. Habría asignaturas de matemáticas, para lo del cómputo de plazos, y de zoología, por lo de los bichitos esos que dice la menestra poetisa. ¿Y qué tal un título universitario sobre los títulos universitarios? Grado en Grados, podría llamarse. La monda, eso ya sería la universidad mordiéndose la cola, la muy guarra. Cabrían asignaturas de geografía, para que los pedagogos dejen de confundir Bolonia con Colonia y con Polonia, criaturas de Dios, y de corte y confección, para enhebrar créditos ECTS con competencias, habilidades, destrezas y eyaculaciones. Por cierto, ¿saben que la pasada semana, en un debate por ahí sobre esas cochinadas, un pedagogo que dicen que manda un huevo en varias anecas de carretera me aseguró que en realidad competencias, habilidades y destrezas eran la misma cosa? Yo le respondí que ya me parecía a mí que eso era un misterio como el de la Santísima Trinidad y me replicó, perplejo y perdido, que a qué me refería. Esa gente nunca deja de hacer de sí misma y tiene a gala no disimular lo que sabe.
Bueno, pues en ésas andábamos cuando, ¡zas!, como ya he dicho. Que resulta que veo el BOE del 28 de diciembre de 2014 y que en él se publica el plan de estudios de un nuevo grado que se va a impartir en la Universidad Carlos III, of course (otra que es monárquica. ¿Para cuándo una universidad Carlos II el Hechizado?) y que se llama.... ¡tachán....!: Grado en Fraternidad. Como te lo cuento, hija. De lo que deduzco yo, aunque al respecto nada se me ha aparecido, que después del grado en Igualdad en la Juancar vendría el grado en Libertad en la de Navarra y, al fin, el de Fraternidad en la pontificia gregoriana (digo esto porque en el mismo BOE venía algo sobre una propuesta de cambio de nombre de esa universidad, pero no sé a qué se refería, no lo entendí).
Las asignaturas serán todas de primera, por lo que he visto. Habrá latín, para convencer a los estudiantes de que fraternidad viene de frater, fratris, hermano (o, como escribiría una pedagoga afín al gobierno: frater, fratris, hermano/a); griego, por lo de la no discriminación por razón de opción sexual (esta asignatura es de las transversales), y francés, porque fue en la Revolución francesa donde andaban todo el día gritando lo de la fraternité. También figura una materia de ciencia política, por lo de los cuñados, que, como se sabe, son hermanos políticos y no hay por qué llevarse mal; y otra sobre historia de la vida conventual, pues, al parecer, aunque no se ha divulgado suficientemente, hay monasterios en los que los monjes se llaman entre sí hermanos. En el último semestre aparece la asignatura de Fraternidad Sostenible, que imparten los de tiro con arco porque sí, qué pasa, ¿eh?.
Ahora mismo les cuento de qué va la profecía de hoy, pero antes permítanme que los ponga en situación. La razón de mi mal humor era la noticia de que una universidad madrileña, la Rey Juan Carlos, quiere implantar un grado en Igualdad. Entiéndanme, no es que ahora tenga la igualdad en grado cero y pretendan sumar el primer tanto, no. Es que quieren organizar una carrera que se llame así, Igualdad. Oye, como Arquitectura, Derecho, Medicina, Química... Ahora igualdad. De puto padre, tío. Mola. Esta gente se mete de todo, seguro. Además, ¿estos de la Rey no eran del PP? Pues ahí los tienes, coronándose again y deseosos de homologarse de pijoprogres como los otros.
De ese jaez eran mis reflexiones y me subía como un calor por la espalda, empezando mismamente en el culo, a medida que iba leyendo más sobre la simpática noticia. Luego la sensación tomó la vía descendente, pasando por los mismos lugares, y tuve que irme corriendo al excusado. Ustedes perdonen la confianza. Ya más tranquilo, me disponía a leer alguna cosa sobre las normas anankástico-constitutivas, cuando a mi alrededor todo empezó a moverse y llegaron las visiones. Pero esperen, no nos precipitemos. Antes de desvelarles el prodigio déjenme explicarles que, según dicen los periódicos que dicen los de la universidad real, «Se trata de formar profesionales que vigilen el cumplimiento de la Ley de Igualdad, de la misma manera que ocurre con la Ley de Dependencia o como ya sucedió con las relaciones laborales». Ya ven, y yo sin enterarme de que ya existe un título universitario de grado sobre la Ley de Dependencia. ¿Cómo se llama? ¿Grado de Dependencia? Oigan, ¿y los titulados? Ya me imagino el pergamino: “Juan Carlos I, Rey de España y tal, le otorgo el título universitario de Dependiente”. ¿Habrá también dependientas? ¿Podrán ejercer el título en El Corte Inglés o en Mercadona? Joer, cómo se está complicando el mundo de la educación. Y, a propósito, ¿los que se gradúen en Igualdad serán conocidos como iguales? ¿Se imaginan el día que se gradúen los dos primeros? Todos gritando aquello de dos iguales para hoy.
Es una idea bien potable esa de hacer un título universitario por cada ley. Por ejemplo, cualquier universidad monárquica o de la Señorita Pepis podría poner en marcha un grado en Memoria Histórica, con dos especialidades luego, para el máster: héroes y tumbas. También quedaría de lo más mono un grado en Aborto, al hilo de la ley de tal cosa. Habría asignaturas de matemáticas, para lo del cómputo de plazos, y de zoología, por lo de los bichitos esos que dice la menestra poetisa. ¿Y qué tal un título universitario sobre los títulos universitarios? Grado en Grados, podría llamarse. La monda, eso ya sería la universidad mordiéndose la cola, la muy guarra. Cabrían asignaturas de geografía, para que los pedagogos dejen de confundir Bolonia con Colonia y con Polonia, criaturas de Dios, y de corte y confección, para enhebrar créditos ECTS con competencias, habilidades, destrezas y eyaculaciones. Por cierto, ¿saben que la pasada semana, en un debate por ahí sobre esas cochinadas, un pedagogo que dicen que manda un huevo en varias anecas de carretera me aseguró que en realidad competencias, habilidades y destrezas eran la misma cosa? Yo le respondí que ya me parecía a mí que eso era un misterio como el de la Santísima Trinidad y me replicó, perplejo y perdido, que a qué me refería. Esa gente nunca deja de hacer de sí misma y tiene a gala no disimular lo que sabe.
Bueno, pues en ésas andábamos cuando, ¡zas!, como ya he dicho. Que resulta que veo el BOE del 28 de diciembre de 2014 y que en él se publica el plan de estudios de un nuevo grado que se va a impartir en la Universidad Carlos III, of course (otra que es monárquica. ¿Para cuándo una universidad Carlos II el Hechizado?) y que se llama.... ¡tachán....!: Grado en Fraternidad. Como te lo cuento, hija. De lo que deduzco yo, aunque al respecto nada se me ha aparecido, que después del grado en Igualdad en la Juancar vendría el grado en Libertad en la de Navarra y, al fin, el de Fraternidad en la pontificia gregoriana (digo esto porque en el mismo BOE venía algo sobre una propuesta de cambio de nombre de esa universidad, pero no sé a qué se refería, no lo entendí).
Las asignaturas serán todas de primera, por lo que he visto. Habrá latín, para convencer a los estudiantes de que fraternidad viene de frater, fratris, hermano (o, como escribiría una pedagoga afín al gobierno: frater, fratris, hermano/a); griego, por lo de la no discriminación por razón de opción sexual (esta asignatura es de las transversales), y francés, porque fue en la Revolución francesa donde andaban todo el día gritando lo de la fraternité. También figura una materia de ciencia política, por lo de los cuñados, que, como se sabe, son hermanos políticos y no hay por qué llevarse mal; y otra sobre historia de la vida conventual, pues, al parecer, aunque no se ha divulgado suficientemente, hay monasterios en los que los monjes se llaman entre sí hermanos. En el último semestre aparece la asignatura de Fraternidad Sostenible, que imparten los de tiro con arco porque sí, qué pasa, ¿eh?.
Como no había ninguna ley sobre la fraternidad en la que los nuevos titulados pudieran especializarse, el Gobierno, que sigue presidido por Rodríguez Zapatero, se ha comprometido a sacar adelante una Ley de Fraternidad, en la que se dispondrán cosas tan importantes como que en el caso de partos múltiples deberá mantenerse en secreto el orden de nacimiento, a fin de evitar discriminaciones fraternas, o que el programa El Gran Hermano deberá llamarse en el futuro la Gran Fraternidad, para impedir el trato desigual de las hermanas en el título. “¿O acaso una hermana no puede ser tan grande como un hermano?”, se preguntaba días antes la que será por entonces Vicepresidenta Primera, Bibiana Aido.
Lo que no comprendí es por qué el empeño de poner un mandil como símbolo de ese título de Fraternidad. Será por lo de la igualdad en las tareas domésticas o lo de la conciliación de la vida laboral y familiar.
Por lo que pude comprobar en mi visión, la gente seguía muy contenta y, mientras hacía cola con la cartilla de racionamiento, comentaba que caray, progresamos de cojones y que a ver cuándo montan un título de quemar curas y monjas o de pegar tiros a los árbitros. Se notaba más que de sobra que la reforma educativa está dando y dará aún unos resultados del copón.
Por lo que pude comprobar en mi visión, la gente seguía muy contenta y, mientras hacía cola con la cartilla de racionamiento, comentaba que caray, progresamos de cojones y que a ver cuándo montan un título de quemar curas y monjas o de pegar tiros a los árbitros. Se notaba más que de sobra que la reforma educativa está dando y dará aún unos resultados del copón.
Nunca vienen solas!. ¿Sabe, querido profesor lo que es el PECA?. Pues el Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía. Si está aburrido puede intentar conseguir una ayuda para:
ResponderEliminara) Economía y Flamenco.
b) Historia y Flamenco.
c) Sociedad y Flamenco.
d) Musicología y Flamenco.
e) Antropología y Flamenco.
Pero los proyectos de investigación que se presenten deberán ser originales e inéditos.
Y la cuantía máxima será de 9000 euros. Ya sabe, tacita a tacita...
Referencia: BOJA. Boletín número 35 de 19/02/2008.
Ah!, mecachis ya se ha pasado el plazo. Haber estado más atento!
"De puto padre".
ResponderEliminarXDDDDDD
Fabuloso, menudas carcajadas.
ResponderEliminarFdo.: Carlos X (digo yo que no se permite discriminar a la numeración romana de la arábiga, ¿no? Por aquello de la igualdad, vamos).
Es curioso el moñaco que muestra la Aido: "El con una escoba, ella con una cartera quizás ministerial".
ResponderEliminarPensaba que la igualdad consistía en que ambos portasen sendas escobas y carteras en ambas dos manos.
Ya que aparenta ser tan aplicada y espabilada quizás sabría responder a ¿ quien sería el legítimo heredero de la Corona si, merced a lo avanzado de la legislación española en esa materia, la Infanta Elena decidiese cambiar de sexo y se convirtiese en varón ?.
¿ La Seguridad Social debería costear la inserción de un pito al uso ?.
Además del titula pá la fraternidad habrá que hacer otro pá la sororidad.......o qué?
ResponderEliminarSe legisla todo lo que no funcion. Así estamos de leyes; dependencias, violencia, concialiación,etc.etc.
http://www.efeta.org/ES/
Esta página, por si quieres seguir con tus delirios, alucionaciones o visiones...en el Boja-vaticano o como se llame.hay gente pa to por mi mare de mi arma.
Que me troncho, profesor , por el almica de la raza , que me parto , por Dios, que sigan estos en el gobierno que están proporcionándele post de antología.
ResponderEliminarEstimado profesor:
ResponderEliminarPseudópodo me ha enlazado aquí y me es muy grato decirle que me he reído mucho y que gracias a los dioses varios todavía nos quedan arrestos para mofarnos de tanta gilipollez. Andábamos en el blog del susodicho comentando asuntos semejantes (http://pseudopodo.wordpress.com/2009/05/21/a-mas-ordenadores-peores-resultados/#comments).
Un saludo.