11 octubre, 2009

Y luego hablan de naciones

Todo un símbolo de los tiempos lo de los atuneros vascos en el Índico. Llevan bandera de las Islas Seychelles (¿por qué no una “guerra de las banderas” con esos vascos? ¿Por qué no los asaltan unos batasunos kaleborriqueros en lugar de hacerlo los piraras somalíes que probablemente no entienden de banderas ni de antepasados ni de naciones en escabeche ni de nada?), contratan como custodios con metralleta a ex militares británicos bregados en guerras y refriegas, faenan en el Índico que, como se sabe cualquier pachi, cae bien lejos de Ondárroa o Lekeitio, seguro que son vascos a tope y preocupan al Gobierno español cuando les secuestran el barco, lo preocupan tanto que enseguida mandan para allá la gloriosa armada hispana cargada de calderilla para los angelitos negros, barato, barato, secuestro barato.
Así son las cosas de esta época, sobreabundancia de símbolos, incontinencia discursiva, humanismo de grifo y luego..., cada uno a buscarse la pela como y donde pueda y a montárselo por libre, sea para dar el palo o para que no se lo den. La culpa no es de los ciudadanos que se hacen cosmopolitas a empellones y pícaros de circunstancias, sino de los Estados que se niegan a morir y de los antiabortistas que quieren que la historia alumbre a esos Estados-feto concebidos en la noche loca de las leyendas con pacharán, una parida auténtica. El ejército dizque español, en Afganistán y lleno de latinoamericanos que no se la juegan por su patria, sino por la nuestra, si es que hay tal. Los atuneros españoles vs. vascos pescando mercenarios bonitos en el mercado británico de supermanes y terminators. Los gudaris de chichinabo poniendo de vez en cuando una bomba para que Euzkadi sea un día como España y tenga atuneros con bandera de conveniencia, y Obama recibiendo el Nobel como ruego sutil para que nos deje en paz en cuanto acabe de fumigar la ratonera afgana con la ayuda de los pacifistas del mundo, comenzando por el nuestro, nuestro chiquirriquitín de la ceja erecta.
Es cuestión de unas pocas décadas más, pocas. El nuevo Estado se llamará Minimal Risk y los ciudadanos serán de cuota. El resto, al puto estado de naturaleza. Creo que fue Nozick el que una vez explicó cómo iba eso. Así que sigamos cantando nuestros himnos, muchachos, mientras nos vamos a tomar por el saco juntos, en unión y defendiendo la bandera de la santa tradición.

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