A veces se dan casualidades así. Enseguida vamos con la sustancia del acaso, pero primero déjenme contarles que en León, ciudad en la que vivo y trabajo, hay una concejalía de Bienestar Social, Mujer y Escuelas Infantiles. Me parece una amalgama la mar de interesante. Si no me importara parecer políticamente incorrecto, haría unos chistes sobre las combinaciones posibles entre mujer y bienestar, incluso social, o sobre las analogías y diferencias entre la política de género y las labores de educación infantil, pero como hoy me he levantado de un correcto que te haces caca (¿ven?) y como hay que comprender que las cuestiones de sexo dan hasta donde alcanza el seso, pues me ahorro tales comentarios. Igualmente, si fuera mujer me indignaría pero que muy en serio y preguntaría por qué a nadie se le ocurre organizar una concejalía de Bienestar Social, Varón y Escuelas Infantiles o, por poner otro ejemplo inventado, pero no inverosímil, una de Juegos Populares, Hombre y Festejos. Pero, como no soy mujer y feministas tiene la Santa Madre Iglesia, que se lo gestionen ellas, no vaya a ser que alguien confunda mis intenciones o me crea pariente del juez Serrano y me mande unos dardos envenenados con carmín. No sé, algo me dice que, pese a mis buenos propósitos, hoy ando rozando el abismo. Me va a caer una bronca como de ésas que los maridos machistas echaban o echan por un quítame allá esas pajas.
Pero a lo que íbamos, a la dichosa coincidencia. Vean lo que son las cosas. Hoy, día 29 de diciembre del año Obama, la concejala de Bienestar Social, Mujer y Escuelas Infantiles del Ayuntamiento de León presenta públicamente la guía de lenguaje no sexista, titulada “Tu lenguaje tiene consecuencias. Cuídalo”. Como explica un periódico del día, “esta iniciativa está dentro del tercer Plan de Igualdad aprobado por el Ayuntamiento para evitar que exista discriminación por razón de sexo” y “esta guía está dirigida a toda la población de la capital leonesa”.
Pero a lo que íbamos, a la dichosa coincidencia. Vean lo que son las cosas. Hoy, día 29 de diciembre del año Obama, la concejala de Bienestar Social, Mujer y Escuelas Infantiles del Ayuntamiento de León presenta públicamente la guía de lenguaje no sexista, titulada “Tu lenguaje tiene consecuencias. Cuídalo”. Como explica un periódico del día, “esta iniciativa está dentro del tercer Plan de Igualdad aprobado por el Ayuntamiento para evitar que exista discriminación por razón de sexo” y “esta guía está dirigida a toda la población de la capital leonesa”.
Estoy deseando recibir un ejemplar. Lo que lamento es que no me hayan consultado, pues tengo algunas ideas que seguro que a la concejala y sus asesores no se les han ocurrido. Por ejemplo, lo de las vacas. ¿Se acuerdan de las vacas locas? Pues nadie habló ni una palabra de los toros locos, y también los había, vaya que sí. Y ahora con lo de la capa de ozono y los pedos vacunos pasa lo mismo. Todo el mundo insistiendo en que las vacas se pedean sin parar y ponen todo perdido de CO2, pero los toros siguen yéndose de rositas. Reivindiquemos, pues, que se hable de las emisiones bovinas y que no sigamos cargando la mano con las hembras nada más. ¿Y eso de describir a un loco diciendo que está como una chota? ¿No hay chotos locos, o qué? En cuestión de sexismo lingüístico, se empieza con los animales y ya se sabe cómo se acaba.
Pero volvamos a lo de la increíble casualidad del día. Decíamos que una concejala de León/a presenta hoy una guía del lenguaje no sexista que se titula “Tu lenguaje tiene consecuencias. Cuídalo”. Y, lo que son las cosas, a la misma hora el obispo de Astorga expone una guía elaborada por una comisión diocesana para la cristiana virtud y que lleva el siguiente rótulo: “Tu sexo tiene consecuencias. Cuídalo”. En palabras del prelado, recogidas por el mismo medio informativo, se trata de una guía de sexo no lingüístico. “El sexo se degrada con nuestra lengua y se torna impropio y pecaminoso”. También ha anunciado la autoridad eclesiástica que en las próximas semanas verán la luz nuevas guías contra el sexo manual, el pedestre y el anal, todas ellas dirigidas a “toda la población del episcopado astorgano”. Dichos documentos son parte del Tercer Plan Ecuménico para el Misionero, plan dirigido a la evitar la discriminación de los órganos sexuales debidos por el uso de los indebidos.
Pero volvamos a lo de la increíble casualidad del día. Decíamos que una concejala de León/a presenta hoy una guía del lenguaje no sexista que se titula “Tu lenguaje tiene consecuencias. Cuídalo”. Y, lo que son las cosas, a la misma hora el obispo de Astorga expone una guía elaborada por una comisión diocesana para la cristiana virtud y que lleva el siguiente rótulo: “Tu sexo tiene consecuencias. Cuídalo”. En palabras del prelado, recogidas por el mismo medio informativo, se trata de una guía de sexo no lingüístico. “El sexo se degrada con nuestra lengua y se torna impropio y pecaminoso”. También ha anunciado la autoridad eclesiástica que en las próximas semanas verán la luz nuevas guías contra el sexo manual, el pedestre y el anal, todas ellas dirigidas a “toda la población del episcopado astorgano”. Dichos documentos son parte del Tercer Plan Ecuménico para el Misionero, plan dirigido a la evitar la discriminación de los órganos sexuales debidos por el uso de los indebidos.
Tranquilos, ya pasó el Día de los Inocentes, que fue ayer. Así que sólo una de las dos noticias es verdadera. Adivine usted cuál y, para comprobar si acertó (no es tan fácil, ojo, dadas las similitudes de los sujetos y el paralelismo de los asuntos), pulse aquí.
(Ilustraciones: Camilo Uribe)
Por favor, profesor, en cuanto tenga la guía póngala a disposición de su ferviente público, porque yo, particularmente, y otros como yo, seguramente, querremos ofrecerla como presente de Reyes a nuestros más adorados allegados.
ResponderEliminarPaz en la Tierra.
P.D.: Me refiero, por supuesto, a la del sexo no lingüístico de su Reverencia el señor obispo.
En seguida*
ResponderEliminarGracias, estimado anónimo. Pero caben las dos formas, "enseguida" y "en seguida", si el Diccionario no engaña o yo no lo entiendo mal.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Nos toman por gilis a todas horas, sin duda.
ResponderEliminar¿Cómo tienen el valor de aseverar que el lenguaje es machista? Hombre, por Dios...lo que es machista es intentar modificarlo.
Vamos a ver, si decimos "puta" es femenino y no hay ambigüedad alguna, una puta es mujer y ya está. En nuestro idioma el genérico se utiliza para ambos sexos, si se dice gilipollas (aunque polla sea femenino, pertenece al género masculino) se puede referir tanto a un hombre como a una mujer,incluso a ambos. Por lo tanto, el español es femenino porque sólo (salvo excepciones) es ambigüo cuando se refiere al hombre, dado que coincide con el genérico.
Por cierto, ¿no hay mejor causa para gastar mi dinero como contribuyente?
Un cordial saludo.