Antes que nada, véanla ustedes mismos.
Quizá no se aprecia bien lo que quiero resaltar. Pueden verla mejor, más ampliada, si pinchan aquí. Háganlo, se lo ruego.
Miren esas caras. Contemplen despacio esas expresiones. Son legionarios de Cristo, esa congregación fundada por Marcial Maciel, de quien El Vaticano ya tiene constancia plena de que era un pederasta redomado que, pese a ser cura y favorito de Juan Pablo II, mantenía ocultas varias mujeres y varios hijos, de los que también abusaba. Ellos mismos han declarado que de pequeños los obligaba a masturbarlo. Una rata. Un mal hijo de perra. Basura de la peor. El otro día escribía Manuel Castells (creo que era él) en La Vanguardia que a lo mejor todo el escándalo de pederastia de curas que se le ha venido encima a este Papa se debe a que él fue quien al fin permitió que se investigaran las numerosísimas denuncias contra Marcial Maciel, y que cabe que los Legionarios, tan potentes en lo económico como indecentes en su moral, traten de vengarse así, repartiendo de su mierda y echándosela al Papa. Me da igual, son cosas que se hablan por ahí.
Yo quería que ustedes se fijaran en esas caras. Me he encontrado a un puñado de ellos en más de una ocasión en que en algún viaje transoceánico Iberia me ha pasado a clase ejecutiva por causa del overbooking y de mis muchos puntos en la Iberia Plus. Ellos no iban ahí ni por azar ni por puntos. Acojonan. Asustan. Dan ganas de matar(los). Fíjense bien en sus caras, insisto.
Con esos rostros, esos peinados, esa manera de sonreír, esas atildadas deformidades, y con el alzacuello, son los hijos que muchas madres de cuando nosotros hubieran querido tener. Madres psíquicamente enfermas, madres alienadas, malas madres, qué carajo.
Reparen en cómo miran al Papa, en el gesto con que lo saludan, en el arrobo frío. Tengo conocidos y parientes a los que encontrarse con tipos así les produce una especie de místico encantamiento, les caen bien, les hacen sentirse seguros y hablan con ellos, si pueden -no es fácil, son altivos y soberbios-, con timidez y admiración. Esos conocidos y amigos míos también andan jodidos de la azotea, no voy a negarlo.
No se me ofenda, querido lector, si es creyente y buen católico, esto no va con usted. Es usted el que debería salir con mi trabuco a cazar cretinos de tal porte. Mire sus caras y dígame a cuántos ve ayudando al prójimo que en verdad necesite ayuda o simple consuelo. ¿Así de planchados? Ni de coña. Estos van a lo que van. ¿A qué? Dígamelo usted, no disimule; lo imagina tan bien como yo.
Esta gente, con esa pinta y ese estilo, además tiene pitirrín; sí, sexo y tal. Usted sabrá lo que hace y allá cada cual con su conciencia. Yo a un hijo pequeño mío no lo dejo a solas con una camada de éstos ni aunque me maten. A una hija tampoco. En realidad, ni el gato les prestaría.
Cantan a la legua. Pera el que quiera verlo; u olerlo. ¿De pederastas? No, yo no he mencionado esa palabra. De cabrones en general, eso sí.
¿Ustedes obsevaron bien esas jetas y esas sonrisitas? Vuelvan a mirarlos, háganme el favor. Y luego hablamos.
PD 1.- Si el Dios de los buenos católicos existiera, ¿qué haría con estos legionarios suyos? Se admiten hipótesis. ¿Empalamiento, dice usted? Hombre, no sé. Quizá.
PD 2.- Otro día trataremos, más en serio, de cuáles pueden ser las razones de que la Iglesia ensalce y ascienda sistemáticamente a los más perversos, sinvergüenzas y degenerados, contando, como cuenta también, con tantos fieles honestos, consecuentes o simplemente normales. No sé cómo esos buenos católicos lo soportan, la verdad. Ellos sabrán.
NO se si es lo que quieres resaltar, pero la parte izquierda de la fotografía, parece un desfile de Hitler de tantos brazos extendidos al alto.
ResponderEliminarSalu2
No sé, pero cuando se te va la pinza, parece que le estás escribiendo el discurso a Adolf o a un Carod cualquiera.
ResponderEliminarImaginación, odio visceral, deseos de matar, hummm, curiosa mezcla.
Como diría Pérez Reverte, en España siempre hemos estado bien servidos de hijos de puta en todos lados, permítame la expresión coloquial.
PD. Y esa superioridad desde la que podría cazar a sus semejantes, vaya, qué dolor.
PD2. La especulación sobre la venganza de los legionarios es absurda, no resiste el más mínimo análisis cronológico. Creo que la mayoría están tan dolidos por el baño de mierda que les ha dejado el difunto fundador como la mayoría de la gente que no sabía nada de la doble vida del fundador.
¡Coño, juzgar por el aspecto!.
ResponderEliminarEso es nuevo, por mucho que efectivamete el lider de esos legionelas fuera un consumado hijo de... según algo he oído.
¿Pero, tampoco fue juzgar por el aspecto esto otro?:
http://eldescodificador.wordpress.com/2009/11/30/la-mirada-del-asesino/
Y que conste que al tal fundador le iba a hacer comer sus propios órganos de placer, si es todo como se dice en el artículo.
ResponderEliminarNo soy catolico, ni apostolico, ni romano. Pero me pilla de cerca esta asquerosidad, esta aberracion.
ResponderEliminarEsta gente que criticas por sus miradas simplemente estan viendo nada menos que al papa... pienso que muchos de ellos (no debemos olvidarnos) son VICTIMAS, de este hijo de la chingada. Gente que le ha seguido como si fuera "la luz", su "dios" y que hoy se ven huerfanos. No porque se muriera el "fundador", Sino porque se van dando cuenta de que han estado "adorando" al mismisimo diablo.
Seguramente que encontraran la forma de justificarlo... poniendo a dios de por medio todo tiene sentido... dios lo ha querido asi, bla, bla, bla.
Pero no perdono a todos los grandes poderes de la iglesia que sabiendolo no han hecho nada... NADAAAAAAAAA. esto es lo que me parece mas grave... IMPERDONABLE.
esta claro que dion NO EXITE.
saludos
En la foto no sé, pero en el texto casi una versión contemporánea del Malleus Maleficarum. No tengo la menor simpatía por las que considero sectas que parasitan la Iglesia Católica, pero
ResponderEliminar1) ¿Cuántos y quiénes de los fotografiados son pederastas? ¿Todos?
2) Es muy posible que entre los Legionarios de Cristo abunden más las víctimas que los verdugos (y por descontado los inocentes).
3) No hay "rostro criminal". No confíe nunca su seguridad (ni la de su gato) en juzgar un rostro. Los falsarios ponen la cara que Ud. quiere ver. Identificarlos a posteriori es tan fácil y acientífico como esos análisis grafológicos que se hacen de celebridades.
Hay que andarse con ojo. Dado que los sacerdotes pederastas abusan más de niños que de niñas (homosexuales), y la orientación sexual puede en muchas ocasiones adivinarse por el rostro, se podría invertir falazmente la relación y acabar acusando a un sacerdote de pederasta solo por ser homosexual.
Para quien tenga curiosidad sobre la identificación de la orientación sexual por el rostro: http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=something-queer-about-that-face
¿Por qué no hay un sólo negro en la foto?
ResponderEliminarUna lectura recomendada: La puta de Babiolonia, de Fernando Vallejo, colombiano él, sobre la sangrienta y dolorosa historia de la Iglesia Católica.
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