No soporto esta ola de farisaica pudibundez, esta manera de cogérsela (la inteligencia) con papel de fumar o látex reforzado, esta manía de ponerle al pensamiento condón de colores. Que no. Siguen mezclando churras con merinas, siguen montándoselo de represores por reprimidos, aunque esta vez no son curas preconciliares, sino su exacto reflejo especular. Son unos puritanos puteros, como suelen ser los puritanos, unos artistas de la doble moral, unos charlatanes indigestos. Tenemos urgentísimamente que librarnos de esa tropa que lleva el hisopo incorporado y nos asperja con sus propias babas.
Me pongo así por el asunto de Sánchez Dragó y las supuestas catorceañeras con las que supuestamente se acostó en Japón. Valiente mamarrachada, todo ello, lo del Sánchez y lo de sus escandalizadísimos críticos hipócritas.
Vayan primero las puntualizaciones y los avisos para lectores precipitados o de la misma camada que los dragós y los antidragós. No me cae particularmente bien ese señor ni le tengo afición ninguna a lo que escribe, aunque recuerdo que en mi adolescencia, o casi, leí con fruición aquello de Gárgoris y Habidis. Luego creo que se dedicó a amarse a sí mismo por encima de todas las cosas y a mí dejó de interesarme, por si me salpicaba. Tampoco he visto nunca ese programa que tiene en Telemadrid, ni falta que me hace. Por supuesto, paso por completo de esa tele y de su dueña, doña Espe. Y entiendo que los enemigos de la Esperanza ven en esta memez de ahora la ocasión peripintada para intentar cargarse el programa y hacerle daño a la madame. No es mi guerra nada de eso. Por mí como si se los come a todos una piara de ilustrados chanchos. Ojalá. Aunque, ¿han visto que ella, amén de defender a su Sánchez, también declaró que lo de acostarse con esas jóvenes es una cochinada reprobable? Dios los cría... Al gobierno y a la oposición, digo.
A lo que voy es al escándalo de estos politicastros travestidos de Laly Soldevilla o de un monseñor cualquiera. Horror, el pecado, el pecado. Se les ve indignados, soltando espumarajos por la boca, encendiendo la hoguera de quemar pervertidos, ensayando el auto de fe -laica pero fe-, releyendo el manual del Santo Oficio, dominicos con corbata de Armani, refocilándose en historias de diablos, infiernos y condenaciones, enjalbegando la tapia del cementerio para aplicarse allí a los fusilamientos con el mismo celo que sus malditos abuelos. Pues qué pasó, qué sucedió que sea tan gravísimo, por qué se ponen así. Ah, ¿usted no lo sabe? Pues resulta que, en un libro de conversaciones, el Dragó éste, que si no da el cante no se nota su propia personalidad pequeña, contó que en 1967 y en un viaje a Japón se acostó con dos chavalas de catorce años. ¡Qué crimen atroz!
Sí, ¡en 1967! Ha llovido lo suyo, en efecto. Pero para los soplapollas esos delitos de sexo no prescriben, igual que a los narcisos pajilleros no se les pasan los recuerdos más tontos. Pero vamos a ver, vamos a ver. Dónde está el problema, si se puede saber. Aquí y ahora, encamarse sin violencia ni malas artes con una chica de catorce años no es delito. No, no lo es. ¿Ah, no? No. Lo que sí es delito es andar pagando coimas a concejales o cobrando mordidas a constructores, por ejemplo; pero de eso hablaremos luego.
No será delito, pero constituye una grandísima inmoralidad, grita el retroprogre. Y yo no entiendo por qué. Sí admito que para hacérselo sexual con Sánchez Dragó sin estar poseída por algún mal espíritu hacen falta estómago y ganas de que te aburran. De todos modos, concedamos que la historia del escándalo pasó hace cuarenta años. Sí, cuarenta. Pero ésa no es la cuestión. La cuestión es que la gran mayoría de las crías de catorce abriles, aquí y ahora, se dan al sexo sin mayores reparos. ¿Que usted ignoraba esto? Será que tiene hijas y mira para otro lado porque es otro reprimido como los retroprogres complementarios de la Espe, lo comprendo. Olvide que lo leyó y siga en su feliz inopia, mi amigo.
Pero, ¿no estaba usted tan de acuerdo con que las mocillas de dieciséis puedan abortar libremente y sin comentarlo en casa siquiera? Ojo, yo no me pronuncio aquí sobre el fondo de eso, sólo se lo recuerdo. ¿O es que usted pensaba que las de dieciséis abortan porque empiezan a hacer el amor con varones a los quince y tres meses exactamente, nunca antes? Qué calculador es usted, querido sepulcro blanqueado. ¿Cómo dice? ¿Que usted considera que pueden las mayores de doce acostarse con varones pero que han de ser éstos menores de edad también, para que no haya inmoralidad? Claro, porque usted está pensando que el sexo libre y sin comeduras de tarro es cosa de inconscientes e inmaduros y por eso se indigna cuando hay adultos aplicándose al tema. Lo dicho, es usted un obseso precoz.
Se me olvidó antes otro matiz en la sección de avisos y advertencias. Esta hipocresía lubricada es transversal, como diría un pedabobo. Quiere decirse que afecta por igual a todos los partidos. Si el que hubiera confesado lo de las japonesas jovencitas fuera Gabilondo (huy, me refiero al periodista; lo del hermano me parece impensable), andarían los del PP igual que andan ahora los del PSOE, poniendo esa cara de hienas escocidas antes de salir corriendo para el baño a imaginarse el evento con todo detalle. Puaj.
Se alarman de esta manera, truenan y despotrican porque un menda dice ahora que ¡hace cuarenta y pico años! se acostó en Japón con dos mujeres de catorce primaveras. Vale, están en su derecho los escandalizados, ellos también tienen su Camino y sus maneras, de acuerdo. Pero no se me van a escapar de aquí sin escucharme esta cosita de nada: miren, so cretinos, lo de verdad escandaloso no es que Dragó siga en su puesto en Teleaguirre, lo que clama al cielo es que tanto politicastro corrupto hasta la médula aguante en sus sillones y sus escaños, sea en Valencia, en Benidorm y... en todo el maldito país que ustedes, los unos más los otros gobiernan. Lo inadmisible es que ustedes den tanta importancia a los temas de bragueta nada más que para distraer la atención de cómo ustedes mismos o sus amiguetes roban a manos llenas y abusan y explotan y se forran y nos vacilan. Todo lo cual, lo uno más lo otro, la obsesión sexual más el latrocinio constante, demuestra que este maldito país sigue como en tiempos de Franco, igual. Porque ustedes son unos franquistas de libro.
Dicho todo lo anterior, permítanme terminar con una declaración seria y formal, que no es de solidaridad con Sánchez Dragó, porque Sánchez Dragó me trae al fresco, sino con el propósito de que ustedes, aborrecibles censores, sepan a qué atenerse y suelten unos litros más de pútridas babas. Esto digo: ahora no estoy en época ni fase de andarme enredando fuera de casa, pero, si así no fuera, no tendría ni el más mínimo inconveniente en irme a la cama a darme unos mimos con una hermosa y dulce muchacha de catorce años que consintiera. O con dos. Ni el más mínimo inconveniente.
Pues lo dicho.
Me pongo así por el asunto de Sánchez Dragó y las supuestas catorceañeras con las que supuestamente se acostó en Japón. Valiente mamarrachada, todo ello, lo del Sánchez y lo de sus escandalizadísimos críticos hipócritas.
Vayan primero las puntualizaciones y los avisos para lectores precipitados o de la misma camada que los dragós y los antidragós. No me cae particularmente bien ese señor ni le tengo afición ninguna a lo que escribe, aunque recuerdo que en mi adolescencia, o casi, leí con fruición aquello de Gárgoris y Habidis. Luego creo que se dedicó a amarse a sí mismo por encima de todas las cosas y a mí dejó de interesarme, por si me salpicaba. Tampoco he visto nunca ese programa que tiene en Telemadrid, ni falta que me hace. Por supuesto, paso por completo de esa tele y de su dueña, doña Espe. Y entiendo que los enemigos de la Esperanza ven en esta memez de ahora la ocasión peripintada para intentar cargarse el programa y hacerle daño a la madame. No es mi guerra nada de eso. Por mí como si se los come a todos una piara de ilustrados chanchos. Ojalá. Aunque, ¿han visto que ella, amén de defender a su Sánchez, también declaró que lo de acostarse con esas jóvenes es una cochinada reprobable? Dios los cría... Al gobierno y a la oposición, digo.
A lo que voy es al escándalo de estos politicastros travestidos de Laly Soldevilla o de un monseñor cualquiera. Horror, el pecado, el pecado. Se les ve indignados, soltando espumarajos por la boca, encendiendo la hoguera de quemar pervertidos, ensayando el auto de fe -laica pero fe-, releyendo el manual del Santo Oficio, dominicos con corbata de Armani, refocilándose en historias de diablos, infiernos y condenaciones, enjalbegando la tapia del cementerio para aplicarse allí a los fusilamientos con el mismo celo que sus malditos abuelos. Pues qué pasó, qué sucedió que sea tan gravísimo, por qué se ponen así. Ah, ¿usted no lo sabe? Pues resulta que, en un libro de conversaciones, el Dragó éste, que si no da el cante no se nota su propia personalidad pequeña, contó que en 1967 y en un viaje a Japón se acostó con dos chavalas de catorce años. ¡Qué crimen atroz!
Sí, ¡en 1967! Ha llovido lo suyo, en efecto. Pero para los soplapollas esos delitos de sexo no prescriben, igual que a los narcisos pajilleros no se les pasan los recuerdos más tontos. Pero vamos a ver, vamos a ver. Dónde está el problema, si se puede saber. Aquí y ahora, encamarse sin violencia ni malas artes con una chica de catorce años no es delito. No, no lo es. ¿Ah, no? No. Lo que sí es delito es andar pagando coimas a concejales o cobrando mordidas a constructores, por ejemplo; pero de eso hablaremos luego.
No será delito, pero constituye una grandísima inmoralidad, grita el retroprogre. Y yo no entiendo por qué. Sí admito que para hacérselo sexual con Sánchez Dragó sin estar poseída por algún mal espíritu hacen falta estómago y ganas de que te aburran. De todos modos, concedamos que la historia del escándalo pasó hace cuarenta años. Sí, cuarenta. Pero ésa no es la cuestión. La cuestión es que la gran mayoría de las crías de catorce abriles, aquí y ahora, se dan al sexo sin mayores reparos. ¿Que usted ignoraba esto? Será que tiene hijas y mira para otro lado porque es otro reprimido como los retroprogres complementarios de la Espe, lo comprendo. Olvide que lo leyó y siga en su feliz inopia, mi amigo.
Pero, ¿no estaba usted tan de acuerdo con que las mocillas de dieciséis puedan abortar libremente y sin comentarlo en casa siquiera? Ojo, yo no me pronuncio aquí sobre el fondo de eso, sólo se lo recuerdo. ¿O es que usted pensaba que las de dieciséis abortan porque empiezan a hacer el amor con varones a los quince y tres meses exactamente, nunca antes? Qué calculador es usted, querido sepulcro blanqueado. ¿Cómo dice? ¿Que usted considera que pueden las mayores de doce acostarse con varones pero que han de ser éstos menores de edad también, para que no haya inmoralidad? Claro, porque usted está pensando que el sexo libre y sin comeduras de tarro es cosa de inconscientes e inmaduros y por eso se indigna cuando hay adultos aplicándose al tema. Lo dicho, es usted un obseso precoz.
Se me olvidó antes otro matiz en la sección de avisos y advertencias. Esta hipocresía lubricada es transversal, como diría un pedabobo. Quiere decirse que afecta por igual a todos los partidos. Si el que hubiera confesado lo de las japonesas jovencitas fuera Gabilondo (huy, me refiero al periodista; lo del hermano me parece impensable), andarían los del PP igual que andan ahora los del PSOE, poniendo esa cara de hienas escocidas antes de salir corriendo para el baño a imaginarse el evento con todo detalle. Puaj.
Se alarman de esta manera, truenan y despotrican porque un menda dice ahora que ¡hace cuarenta y pico años! se acostó en Japón con dos mujeres de catorce primaveras. Vale, están en su derecho los escandalizados, ellos también tienen su Camino y sus maneras, de acuerdo. Pero no se me van a escapar de aquí sin escucharme esta cosita de nada: miren, so cretinos, lo de verdad escandaloso no es que Dragó siga en su puesto en Teleaguirre, lo que clama al cielo es que tanto politicastro corrupto hasta la médula aguante en sus sillones y sus escaños, sea en Valencia, en Benidorm y... en todo el maldito país que ustedes, los unos más los otros gobiernan. Lo inadmisible es que ustedes den tanta importancia a los temas de bragueta nada más que para distraer la atención de cómo ustedes mismos o sus amiguetes roban a manos llenas y abusan y explotan y se forran y nos vacilan. Todo lo cual, lo uno más lo otro, la obsesión sexual más el latrocinio constante, demuestra que este maldito país sigue como en tiempos de Franco, igual. Porque ustedes son unos franquistas de libro.
Dicho todo lo anterior, permítanme terminar con una declaración seria y formal, que no es de solidaridad con Sánchez Dragó, porque Sánchez Dragó me trae al fresco, sino con el propósito de que ustedes, aborrecibles censores, sepan a qué atenerse y suelten unos litros más de pútridas babas. Esto digo: ahora no estoy en época ni fase de andarme enredando fuera de casa, pero, si así no fuera, no tendría ni el más mínimo inconveniente en irme a la cama a darme unos mimos con una hermosa y dulce muchacha de catorce años que consintiera. O con dos. Ni el más mínimo inconveniente.
Pues lo dicho.
Pues a mí me parece repugnante, igual es porque tengo sobrinas de esa edad. Tal vez, quienes tengan hijas de 13 años sientan el mismo rechazo.
ResponderEliminarEl pedante de Dragó, dijo que tenían 13 años...luego que 18 y al final puede que tuvieran 10, a saber.
Por cierto, que no sea delito no implica que la repugnancia que me produce sea menor.
Parece que no es casualidad que fijara la edad en 13 (justo la edad de consentimiento sexual).
Un cordial saludo.
Era un pervertido y lo anunciaba públicamente el tipejo asqueroso. Desgraciados así hacen que tenga miedo por mi hija. Un degenerado.
EliminarJoder, lo que da asco de Dragó es que tenga las santas narices de hablar así de mal de unas chicas que, por motivos que desconozco, se acostaron con el. Si tanto se gusta a si mismo debería alabar el delicado gusto de las japonesas al escoger amantes, no llamarles putas, zorras y delincuentes.
ResponderEliminarYo tengo una teoría sobre la atracción y el género. A mi de jovencita me encantaba los de treinta, cuarenta; algo complementario pues hay reciprocidad. Esto es: a lo tipos más mayores les gustan las niñas y a las niñas le gustan los más mayores. En Córdoba estuvieron a punto de meter a un profe de educación física en la cárcel por acostarse con su alumna de solo 13 años. Y no le pasó nada al final. La niña consintió, estaba loquita por el profesor; y él no pudo resistirse a sus encantos. Pero obviamente la niña está en inferioridad de condiciones, pues es una niña que duerme con un adulto. Aunque a veces cuesta discernir quien es el adulto quien es la niña. El caso de Dragó es aparte, porque ese caso casi con toda seguridad es un caso de prostitución infantil y ese caso es aparte. Muchas niñas asiáticas son explotadas y no pueden elegir y en ese caso ya podría el tio pegarse un punto en la boca, es algo vergonzante. Pero sea como sea donde se ponga un hombre, que se quiten los "niñatillos". Aunque, en el caso de los hombres...no sé. Que nos ilustre el género masculino sobre sus gustos y debilidades.
ResponderEliminarEn cuanto al profe que escribe la entrada, seguro tendrá alguna que otra veinteañera colgada de él, en su clase. ¿o no? No de catorce porque no la tiene cerca pero..Estoy harta de verlo e incluso me ha pasado a mi. Nos enamoramos la mayor parte por admiración (ese es mi caso, creo)..se admiten hipótesis ¿qué hace que nos sintamos atraidos por otra persona? Fundamentalmente, la admiración.
ResponderEliminarpero eso, ¿vale para el caso de los hombres? alguna que otra antropologa se ha ocupado de estos temas. y siempre se recomienda no hacer sexo continuado con la misma persona si no te gusta lo suficiente porque te acabarías enganchando como consecuencia de " la sabia naturaleza", esa era una de la tesis de una famosa antropologa...ana fisher,o parecido, creo recordar.
ResponderEliminarhelen fisher, archiconocida; aunque yo le haya cambiado el nombre de pila
ResponderEliminar¿Se solicita opinión masculina? Pues aquí está la mía, aunque en ningún caso es representativa del estereotipo "macho dominante". ¿A mí me van las chicas guapas? Sí. ¿Aunque tengan catorce? Creo que no, pero no puedo decir lo que sucederá en el futuro. Pero el criterio fundamental para mí es qué me devuelve esa otra persona. Si es una admiración hueca (como la de la alumna al profesor que se menciona por aquí), pues no me resulta demasiado placentero. Personalmente prefiero el encanto que para mí tiene una mujer con la que comparta sensibilidad e intereses. Como de esas no hay, ¡pues viva la soltería sine die!
ResponderEliminarque mono el "macho flojillo". Me suena a convencionalismo. Yo quiero una chica " que comparta mis intereses, o sea" . Menos mal, que has admitido que te gustan que estén buenas, eso me suena más sincera. En cualquier caso, gracias por tu aportación. Por increible que parezca los tios siguen siendo un enigma para mi, y siento que de verdad interpretamos diferente, sobre todo; en materia sexo y atracción.
ResponderEliminarNo sé, cuando queráis "quedamos en el botellon" " darse a la mala vida" dice, pero "un amigo" seguro se apunta ( por antecedentes) (yo tb) y ya discutimos si los de León son unos distantes sosos que no te saludan por la mañanas. Es que en León hace mucho frío para saludar y menos por la mañana (más frio hace). O si es mejor hacerselo con los/las de catorde o con los de 40/45, ¿me salto a alguien? si alguien tiene más de 45 que proteste, si está bueno le incluimos.
ResponderEliminarBueno, esto empieza a parecer un tercer grado sobre mis gustos personales, que ya digo que no encajan con los del 97% del resto de los "machos" (y eso contrastado después de innumerables conversaciones con congéneres a propósito de las chicas, para nosotros un misterio equivalente al que representamos para ellas). Empecemos con los matices.
ResponderEliminarLo primero es que yo no he dicho que me guste que "estén buenas", sino que sean guapas. Hay una enorme diferencia entre ambas cosas, porque a mí hay chicas que "están buenas" que me dejan absolutamente indiferente y otras que no lo están (pero que son guapas) y que me vuelven loco. Así estoy...
Y aun así, ese no es un criterio esencial y definitivo a la hora de determinar si una chica me atrae sexualmente o no. Para mí, el definido como "convencionalismo" de los intereses compartidos resulta mucho más excitante (pero mucho, mucho más) que el que una chica con la que nada comparto (por muy "buena" que esté) se dedique al sexo oral con fruición. Por eso digo que no represento a la mayoría de los integrantes del sector "macho". Y por eso todavía admito mi soltería.
No, no represento a los machos... ¡Que opinen ellos!
Pues nada chaval, si tan bien te parece la pedofilia, vete a la puerta de un colegio de primaria y a ligar con las jovencitas que estén "buenas".
EliminarEvidente.
ResponderEliminarLo único que cuenta en toda esta historia (¿fantasía? de cualquier manera, indemostrable) es un elemento. Se llama edad legal de consentimiento. Al que no le guste, que haga campaña para cambiarla.
Lo demás, muchas 'emes'. Maniobrillas del politiqueo de siempre, para atacar oblicuamente a ésa que se merece tantos ataques directos. Miserias del cantamañanas exhibicionista en cuestión. Moralinas de unos cuantos que pasaban por allí.
Salud,
"un amigo", creo que esa edad son doce años ¿me equivocó?
ResponderEliminar"macho flojillo" lo que dices no te lo crees ni tú. En cualquier caso, ojalá hubiesen diez como tú opinando; serían muy ilustrativos y útiles para satisfacer nuestra curiosidad.
¡Por supuesto que creo lo que digo! Cosa distinta es que los demás no lo hagan, pero ese ya no es mi problema.
ResponderEliminarAunque, ahora que lo pienso, igual es por eso que todas mis amantes terminan reconociéndome que soy increíble... :-P
A mi me la suda con quiens e acueste cada quien siemrpe que sea con su consentimiento sentimental o economico, que al final tanto da. Lo que si tiene mosqueado es lo facilmente que se els perdonan a literatos, como el tal Danchez Dragó, o a politicos, com el famoso Cohn Bendit, este tipo de deslices mientras se condena a la hoguera al vecino del quinto (o al del primero, da igual) por mirar libidinosamente a una vecinita de edad juvenil.
ResponderEliminarEn España, 13 años (CP 1995 180.1.3 y 181.2), salvo que medie engaño (CP 183.1).
ResponderEliminarEn Febrero de 2009 el PNV anunció que iba a presentar una proposición para que se suba a 14 años, pero no estoy al corriente de cómo hayan ido efectivamente las cosas. Personalmente soy contrario -creo que 183.1, aplicada con tino, proporciona suficiente protección-, simplemente porque el sexo a partir de los trece años es bastante frecuente, tanto entre coetáneos como con personas algo o mucho más mayores, y pienso que carece de sentido empujar a la clandestinidad a todas las personas que lo practican, haciéndolas susceptibles de extorsiones, etc. En sociedades basadas sobre el principio de encarcelamiento del máximo número posible de ciudadanos, como los EEUU, estas prácticas llevan a verdaderos horrores.
En Japón, actualmente, 13 años, aunque parece ser que ciertas prefecturas cuentan con jurisdicción para elevarla hasta los 18.
Salud,
Veo en usted una mezcla entre el broncas Pérez Reverte y el egocéntrico Sánchez Dragó. Me han acabado pareciendo tristes, pesadísimos y absolutamente decadentes. Bueno y usted también, García Amado.
ResponderEliminar¿Ustedes no tienen la sensación de que existe un código moral más laxo para artistas, intelectuales y gente de alto standing (por ej,un catedrático) que para el resto de las personas? ¿No es esto de un clasismo repugnante y atroz?
ResponderEliminarTengo catorce años y estoy bastante buena. ¿Alguno quiere conocerme?
ResponderEliminardrago@tontolaba.com
y Almodóvar, ¿no se ha pronunciado aún sobre el tema? con lo preocupado que estuvo el hombre con Polanski.
ResponderEliminarUn post acertadísimo profesor. Estos censores el sepulcro no lo tienen blanqueado con blanco ESPAÑA sino con tonalidad 500 eruso.
ResponderEliminarExcelentísimo post. Comenté lo mismo que usted en los comentarios de los periódicos y todo el mundo se me echó encima.
ResponderEliminarMucho peor que lo de Dragó me pareció la prensa de este país y las huestes que la rodean. ¿Cómo puede, a partir de unas declaraciones de un libro, difundirse un titular por todos los medios rezando: "Dragó presume de ser pederasta"?
Y, a partir de ahí, todo el mundo a la hoguera con él. Sabiendo que a) la edad era legal, b) fue consentido, c) sólo está basado en su testimonio.
Maldita prensa manipuladora y maldita gente. No me extraña nada que aquí tuviéramos a la Inquisición.
Esto no ha hecho más que empezar. La cosa va a más:
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/20101030/cultura-cine/rumores-mentiras-201010301152.html
Según la RAE, pederastia significa: "Abuso sexual cometido con niños."
ResponderEliminarLos periódicos, a partir del texto aislado de un libro de Dragó, han publicado por toda España: "Dragó presume de ser pederasta". Según la RAE, es equivalente a "Dragó presume de ser una personas que comete abusos sexuales con niños".
Pregunto, ¿no es esto denunciable?
Lo sea o no, la prensa de este país, así como sus lectores, dan vergüenza ajena.
Pues va a ser verdad eso de que hay sexo antes de los 16...
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/espana/nina/anos/da/luz/bebe/Jerez/elpepuesp/20101102elpepunac_5/Tes
Jurídica (e incluso) moralmente, la cuestión es si pagó o no por acostarse. En caso afirmativo, mal. Si no pagó, pues nada.
ResponderEliminarhttp://www.girleffect.org/share/the-big-picture/the-girl-effect-ticking-clock?ref=nf
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