(Publicado el pasado jueves en El Mundo de León)
Yo conozco bastante bien cómo funcionan las universidades, pero lo que vamos a tratar vale igual, o más, para otras muchas administraciones, especialmente para aquellas en las que quien manda puede inventarse cargos nuevos y puestos para rellenar con nombramientos digitales.
Todo comienza porque un politicastro con más salero que seso quiere ganar las elecciones para ser jefe ahí o pretende mantenerse en su puesto supremo a base de triquiñuelas y conchabamientos. Sea por un voto, por compasión o por unos achuchones, le propone un carguete de nuevo diseño a uno que se mueve bien en la urna o que se ha quedado en paro y da pena. Dicho y nombrado, ya tenemos al beneficiado con flamante despacho, ordenador guapo y personal al que dar unas órdenes. Pero qué ordenes voy a dar yo, pobre de mí, se dice el mindundi, sabedor de que el órgano tiene que justificarse por su función y que o pone el suyo a trajinar o alguien se hará preguntas. Pasadas las primeras semanas de angustia, a todos se les ocurre la solución que es mano de santo: vamos a hacer una encuesta o a preparar un memorando o a elaborar unos informes, lo que sea, pero es preciso que todo el personal de la institución haga esto que paso a enumerar: a) enviar el currículo de cada uno en un formato nuevo que no permita el corta y pega de lo que cada cual ya tenía de antes; b) rellenar una aplicación informática que siempre se cuelgue al dar a la tecla de enviar, con pérdida inmediata de toda la información hasta entonces guardada; no es un accidente, lo programan así aposta, nada más que para joder y que parezca todo muy sofisticado; c) ir a veinticinco reuniones donde se explique con todo lujo tecnológico la relación entre esa mema ocurrencia y la inteligencia emocional de los primates; d) enviar y reenviar docenas de borradores del mismo documento infame y con faltas ortográficas.
Es impepinable: el órgano administrativo crea su función y el órgano administrativo inútil crea funciones bobas. Los nombran para que obliguen a los demás a perder el tiempo. Sería mejor que a los así favorecidos por el dedo del boss les pagaran lo mismo o les pusieran el típico apartamento para encamarse, pero suplicándoles que no hagan nada ni toquen más cosa. Saldríamos ganando todos.
Yo conozco bastante bien cómo funcionan las universidades, pero lo que vamos a tratar vale igual, o más, para otras muchas administraciones, especialmente para aquellas en las que quien manda puede inventarse cargos nuevos y puestos para rellenar con nombramientos digitales.
Todo comienza porque un politicastro con más salero que seso quiere ganar las elecciones para ser jefe ahí o pretende mantenerse en su puesto supremo a base de triquiñuelas y conchabamientos. Sea por un voto, por compasión o por unos achuchones, le propone un carguete de nuevo diseño a uno que se mueve bien en la urna o que se ha quedado en paro y da pena. Dicho y nombrado, ya tenemos al beneficiado con flamante despacho, ordenador guapo y personal al que dar unas órdenes. Pero qué ordenes voy a dar yo, pobre de mí, se dice el mindundi, sabedor de que el órgano tiene que justificarse por su función y que o pone el suyo a trajinar o alguien se hará preguntas. Pasadas las primeras semanas de angustia, a todos se les ocurre la solución que es mano de santo: vamos a hacer una encuesta o a preparar un memorando o a elaborar unos informes, lo que sea, pero es preciso que todo el personal de la institución haga esto que paso a enumerar: a) enviar el currículo de cada uno en un formato nuevo que no permita el corta y pega de lo que cada cual ya tenía de antes; b) rellenar una aplicación informática que siempre se cuelgue al dar a la tecla de enviar, con pérdida inmediata de toda la información hasta entonces guardada; no es un accidente, lo programan así aposta, nada más que para joder y que parezca todo muy sofisticado; c) ir a veinticinco reuniones donde se explique con todo lujo tecnológico la relación entre esa mema ocurrencia y la inteligencia emocional de los primates; d) enviar y reenviar docenas de borradores del mismo documento infame y con faltas ortográficas.
Es impepinable: el órgano administrativo crea su función y el órgano administrativo inútil crea funciones bobas. Los nombran para que obliguen a los demás a perder el tiempo. Sería mejor que a los así favorecidos por el dedo del boss les pagaran lo mismo o les pusieran el típico apartamento para encamarse, pero suplicándoles que no hagan nada ni toquen más cosa. Saldríamos ganando todos.
Creo que da todo igual, esto se cae irremisiblemente y en los próximos años vamos a ver deshacer las costuras una y otra vez para paulatinamente reducir la talla de unos pantalones, que hasta hoy nos quedaban tan entalladitos.
ResponderEliminarAsí por ejemplo en el SESCAM de Castilla-La Mancha se han creado unas unidades de nombre tan rimbombante como De Calidad Asistencial y de Atención al Usuario, una especie de "la jodimos con ventanas a la calle", tan inútiles como difíciles de memorizar.
Eso sí, les hemos dado un continente a la altura de la denominación y dotado de excelentes profesionales, cuyo cobertura; al no existir plantillas y bolsas de empleo previas; nos hemos visto obligados a encomendarla a algunos de nuestros colegas y colegos, así por ejemplo hemos tenido que cubrir una vacante sin contenido funcional alguno con la sufrida esposa de un alcalde del partido en el poder, cuyo título universitario no estaba adecuadamente homologado, pero cuya vocación de servicio superó todas las dificultades que iban apareciendo por el camino.
El matrimonio entre la ínclita y su esposo lo celebró la Presidenta de la Diputación del partido en el poder y como aquello de las arras está tan en desuso por estar asociado al anterior régimen, lo sustituimos por la abundancia derivada del clientelismo-enchufismo-mamoneo-apropiación indebida-caciquismo, que mejora ampliamente la chuminada de las 12 monedillas, premonitorias en muchas ocasiones de hambruna y necesidad.
vale, la política mueve al mundo.Yo creo firmemente en esa premisa. pero...Si yo me hago política ¿tengo al mundo académico a mis pies?? "cargos y cargas" es tan así???...en serio..?y tú tb respondes a ese patrón??? o no? eres acaso la excepción que confirma la regla, te eriges por encima de todos y todo??
ResponderEliminarimagina que escribes para gente ajena al tema...¿qué impresiones transmites?? qué...
ResponderEliminar¡Fíjese usted cómo está el negocio de la encuadernación! Bien está que el libro electrónico se lleve parte del pastel, porque hay para repartir, ¿verdad?
ResponderEliminarhttp://www.cadenaser.com/espana/articulo/roban-monjas-millones-euros-guardados-bolsas-plastico-dentro-armario/csrcsrpor/20110308csrcsrnac_5/Tes