30 noviembre, 2011

Alargamientos de lengua

De derroche en derroche hasta la ruina final. Los derroches ya se hicieron durante estos años con euros y a lo loco. En la ruina estamos ahora, y para durar. A alguien habrá que dar las gracias. Esta semana se cuenta que durante los últimos cinco años el Ayuntamiento de León gastó más de cuatrocientos mil euros en impartir clases de leonés a los leoneses. A unos trescientos leoneses que se inscribieron en dichos cursos, con lo que resulta un coste por alumno de más de mil trescientos euros. Confiemos en que el aprovechamiento haya sido alto y que esos leoneses ya hablen la lengua autóctona mejor que los leoneses restantes.

Lo de implantarse trozos de identidad tiene su gracia. Lo sé hasta por experiencia propia. Soy feliz leonés de adopción, pero me crié en una aldea asturiana y en ella viví hasta los veintidós años. Cuando me mandaron a un colegio fino de Gijón, con diez años, yo hablaba el bable de mi pueblo y los compañeritos burgueses de burlaban de mí. Con el paso de los años algunos de ellos se hicieron nacionalistas astures y se dedicaron a aprender la “llingua” en cursitos acelerados. Como quien se pone silicona o se hace un estiramiento de nación con unas cirugías de nada. Mi padre, labriego asturiano de pura cepa, nunca les entendió ni una palabra de su jerga plastificada. A mí aquella gente me daba una mezcla de lástima y risa. Su asturianía lingüística era postiza y se les movía en cuanto tosían, como un peluquín cutre. Los había que, adornándose además con una boina, se sentían celtas del todo y algunas noches hasta se veían un poco vikingos.

Es divertido disfrazarse y resulta estimulante inventarse genealogías y encargar sagas para llevar. A unos cuantos también les dio buen resultado la invocación de agravios históricos o de discriminaciones culturales. Primero te tomas un cursillo de la lengua tradicional, aunque sea uperisada y en tretra brik, y luego empiezas a pedir subvenciones para sus hablantes de toda la vida, entre los que te cuentas, naturalmente. O te haces profesor tú mismo, ya puestos a vivir de algo. El que no corre fala. Hasta que llega la crisis y el personal de a pie empieza a protestar por las frivolidades caras. Tanto va el cántaro a la fuente...

6 comentarios:

  1. Qué cansino es usted, siempre repitiendo la misma historia acomplejada sobre el habla o fala de ASTURIAS/ES, tierra guapina y en la que se fartucó bien, faciendo risión asgaya de una montonera de coses y situaciones.

    Asturias no se puede entender o se no se podía entender hasta hace poco años, sin su bable, asturiano o variedades asturianas de la lengua asturiana, autóctona de Asturias, especialmente claro está en el ámbito rural. El asturiano no es un misérrimo dialecto del castellano, hablado por los más acémilas del lugar, es una variedad romance con numerosos subdialectos, que goza de predicamento dentro de la romanística internacional. En mi casa, se habló bable toda la vida y soy de Oviedo. Si no quieres ( por fanatismo ) aceptar que existe una diferencia lingüística en Asturias ( dialecto o lengua romance asturiana y gallego asturiano) aceptarás que el castellano asturianizado es aún muy vigente y existente, y no tenemos, ya acomodados, que estar todo el día, ridiculizándolo, menospreciándolo o abominando de él. Forma parte de nosotros, los naturales de Asturias, como singularidad sentimental rica y querida. No inventada ni impostada.

    El Leonés es el nombre que recibió el asturiano todo, por Menéndez Pidal, y todo el Reino de León comenzó en Asturias y se fue extendiendo. León está muchísimo más castellanizado que Asturias,desde hace siglos, mal que les pese ahora, y prueba de ello es que forma parte de la comunidad castellano-leonesa. Los asturianos al atravesar la cordillera cantábrica seguimos diciendo aquello de " vamos a Castilla ".
    León no es Castilla, ya lo sé, pero los intentos, en Asturias, al menos, por enaltecer o recuperar la lengua asturiana tradicional, no son todos bastardos, malsanos, interesados hasta la médula, separatistas, rojos y masones. Somos diglósicos y si yes asturianu, defender coses d'Asturies fáite ser meyor persona porque ponéste del llau de los piquiñinos,ruinos y tarrecíos, arrequexaos y humildaos inxustamente.

    ResponderEliminar
  2. Qué inspirado estaba Éluard cuando dijo aquello tantas veces repetido...

    ResponderEliminar
  3. Como siempre genial. Por cierto ¿cuando vamos a dejar de subvencionar a la fantasmagórica Academia de la Llingua Asturiana?.

    ResponderEliminar
  4. pepín garcía: "pero los intentos, en Asturias, al menos, por enaltecer o recuperar la lengua asturiana tradicional, no son todos bastardos, malsanos, interesados hasta la médula, separatistas, rojos y masones. Somos diglósicos y si yes asturianu, defender coses d'Asturies fáite ser meyor persona porque ponéste del llau de los piquiñinos,ruinos y tarrecíos, arrequexaos y humildaos inxustamente."

    Si Vd. se siente mejor persona me parece genial. Ahora bien, no pretenda que el resto nos veamos obligados a colaborar en que Vd. se sienta mejor persona. Y, mucho menos, la administración pública.

    ResponderEliminar
  5. listo el que se montaba semejantes historias para vivir del cuento. Eso es vender humo, no? no sé, ahora no colará tanto, o sí? cómo lo ves?

    ResponderEliminar
  6. Este post tiene una virtud: resume perfectamente lo más penoso, intolerante e ignorante del cainismo asturiano.

    Señor mío, antes de esbabayar de este modo aprenda un mínimo de lingüística, filología y dialectología. Aprenda sobre la normalización de un idioma, sobre registros y normas de cultura, sobre diglosia... en definitiva aprenda a no hacer el ridículo plasmando por escrito una serie de prejuicios indocumentados que nunca deberían pasar de la barra de un chigre. Su post puede engañar a cuatro intolerantes, pero a los que conocemos bien nuestra tierra y su lengua, pues no.

    Y sí, yo sí soy asturfalante de nacimiento y sí comprendo, asumo y hago mías las normas de la Academia de la Llingua para mi idoma, que sin ningún género de dudas constituyen un trabajo riguroso de muchos años y son de vital importancia para preservar el idioma. Por supuesto considero necesario e importante alfabetizar mediante cursos a los miles de hablantes que de forma voluntaria lo requieran, para poder utilizar su lengua como norma de cultura.

    Y que conste que no soy un vividor, ni recibo subvenciones, ni tengo otra relación con todo esto, salvo la de hablante de asturiano.

    Que pena de prejuicios, de verdad.

    ResponderEliminar