Viene en la edición digital de El Mundo un pequeño reportaje sobre la manía que muchos tenemos a muchos personajetes de la farándula y se pregunta a algunos intelectuales sobre a qué se puede deber esa gana de tirarlos al pilón y taparlo. Así que me aplico la pregunta e intento desesperadamente contestarla del modo más desprejuiciado que pueda, que no sé cuánto será.
¿De quiénes estamos hablando? Pues creo que de cantantes, actores y directores de cine que suelen salir hablando de política y de asuntos sociales y que se gustan en su labor de guías espirituales de esta parte parroquial y aldeana de Occidente. ¿Nombres? No sé, los Sabina, Serrat, Miguel Ríos, Víctor Manual y Ana Belén, los Bardem, unos cuantos actores de los que salen en las series recientes de la tele y de los que no me sé el nombre de ninguno, salvo el del tal Willi Toledo, Pedro Almodóvar, José Luis Cuerda (no sé si a este lo confundo con otro, pero da igual), y así.
¿Les tengo algo de manía yo? Pues sí, un poco. Vamos, que en conjunto y de promedio me caen como una patada en el culo. Sin embargo, si los veo uno a uno, los hay que no me repelen ni lo más mínimo. Por ejemplo Miguel Ríos o Serrat.
Primera cuestión por la que tal vez me provocan rechazo: porque esos no son ni los cantantes ni los actores ni los directores de cine de este país, ni siquiera los principales de ellos: son los que dan la vara y la matraca y se gustan y se lo quieren montar de líderes culturales, sin ser cultura de la buena lo suyo, y de gurús de la política y el pensamiento social, sin que conste que hayan leído más de tres libros en los últimos diez años. ¿Por qué estos cuatro gatos pasan por “los” actores, “los” directores de cine y “los” cantantes o músicos a los que hay que hacer caso cuando hablan de cosas distintas de las de su oficio? Buena cuestión, no me digan que no. Mi hipótesis: son impostores y se aprovechan de la discreción de la mayoría de sus compañeros de profesión.
Segundo, me molesta una barbaridad su izquierdismo pijo y de pega. Ahí sí me dan donde me duele. No soy yo quien para repartir acreditaciones de izquierdistas o derechistas, pero que este personal pase por quintaesencia del progresismo me parece indicio claro de algo que lamento bastante: de a dónde ha ido a parar el progresismo de este país. Posturitas, pijerío, lamentos insustanciales, peloteo con los que pagan, búsqueda desesperada de la subvención por ser vos quien sois… Verlos de la mano de Zapatero ya fue la última y definitiva vuelta de tuerca y el pesimismo sin paliativos: si esos políticos y esos “intelectuales” y “gentes del mundo de la cultura” son lo que tenemos para construir una sociedad con justicia social y con derecho sociales, apaga y vámonos y date por jodido.
Tercero. Lo del cine. En cuestión de música “moderna” me gustan gentes como Serrat y Sabina, claro que sí, y cómo no recordar al gran Víctor Manuel de hace unas cuantas décadas o al Miguel Ríos de entonces. Pero, ay, con el cine español ya he tirado la toalla. De los Berlanga y compañía no queda ni rastro. Pasan años y no consigo ver entera una película española, o aguanto hasta el final pero me pongo a pensar en mis cosas para no cabrearme. Caspa a raudales, salvo cuando no parece cine español o no lo hacen estos que van de culturetas de aquí. Seamos sinceros: ¿alguien soporta las últimas películas de Almodóvar? Y, sobre todo: ¿a alguien le importa un pito lo que piense Almodóvar sobre tal o cual problema político o social?
Y ahora sí que llegamos al meollo que otro día habrá que mirar con algo más de calma: por qué importan más y se valoran más y tienen más eco las opiniones de Almodóvar o Javier Bardem que las de, pongamos por caso, Camilo Sesto o Juan Pardo o María del Monte o mi compatriota Melendi. El día que desentrañamos ese misterio habremos descubierto algo medianamente interesante sobre el funcionamiento de nuestro sistema político-cultural-mediático.
PD.- Otra bonita pregunta con afanes teóricos es esta: ¿de dónde saca esta gente el presunto sentido del humor que aplican los presentadores de la llamada "ceremonia de los Goya"? ¿Lo mamaron en su casa? Pero, entonces,¿dónde estaba su casa? Porque el humor español habitual es infinitamente más fino, ocurrente y divertido que esas gracietas de malos payasos de risa enlatada. ¿Dónde consiguen los guionistas o a quién se le ocurre tantísima insustancialidad pretenciosa?
¿De quiénes estamos hablando? Pues creo que de cantantes, actores y directores de cine que suelen salir hablando de política y de asuntos sociales y que se gustan en su labor de guías espirituales de esta parte parroquial y aldeana de Occidente. ¿Nombres? No sé, los Sabina, Serrat, Miguel Ríos, Víctor Manual y Ana Belén, los Bardem, unos cuantos actores de los que salen en las series recientes de la tele y de los que no me sé el nombre de ninguno, salvo el del tal Willi Toledo, Pedro Almodóvar, José Luis Cuerda (no sé si a este lo confundo con otro, pero da igual), y así.
¿Les tengo algo de manía yo? Pues sí, un poco. Vamos, que en conjunto y de promedio me caen como una patada en el culo. Sin embargo, si los veo uno a uno, los hay que no me repelen ni lo más mínimo. Por ejemplo Miguel Ríos o Serrat.
Primera cuestión por la que tal vez me provocan rechazo: porque esos no son ni los cantantes ni los actores ni los directores de cine de este país, ni siquiera los principales de ellos: son los que dan la vara y la matraca y se gustan y se lo quieren montar de líderes culturales, sin ser cultura de la buena lo suyo, y de gurús de la política y el pensamiento social, sin que conste que hayan leído más de tres libros en los últimos diez años. ¿Por qué estos cuatro gatos pasan por “los” actores, “los” directores de cine y “los” cantantes o músicos a los que hay que hacer caso cuando hablan de cosas distintas de las de su oficio? Buena cuestión, no me digan que no. Mi hipótesis: son impostores y se aprovechan de la discreción de la mayoría de sus compañeros de profesión.
Segundo, me molesta una barbaridad su izquierdismo pijo y de pega. Ahí sí me dan donde me duele. No soy yo quien para repartir acreditaciones de izquierdistas o derechistas, pero que este personal pase por quintaesencia del progresismo me parece indicio claro de algo que lamento bastante: de a dónde ha ido a parar el progresismo de este país. Posturitas, pijerío, lamentos insustanciales, peloteo con los que pagan, búsqueda desesperada de la subvención por ser vos quien sois… Verlos de la mano de Zapatero ya fue la última y definitiva vuelta de tuerca y el pesimismo sin paliativos: si esos políticos y esos “intelectuales” y “gentes del mundo de la cultura” son lo que tenemos para construir una sociedad con justicia social y con derecho sociales, apaga y vámonos y date por jodido.
Tercero. Lo del cine. En cuestión de música “moderna” me gustan gentes como Serrat y Sabina, claro que sí, y cómo no recordar al gran Víctor Manuel de hace unas cuantas décadas o al Miguel Ríos de entonces. Pero, ay, con el cine español ya he tirado la toalla. De los Berlanga y compañía no queda ni rastro. Pasan años y no consigo ver entera una película española, o aguanto hasta el final pero me pongo a pensar en mis cosas para no cabrearme. Caspa a raudales, salvo cuando no parece cine español o no lo hacen estos que van de culturetas de aquí. Seamos sinceros: ¿alguien soporta las últimas películas de Almodóvar? Y, sobre todo: ¿a alguien le importa un pito lo que piense Almodóvar sobre tal o cual problema político o social?
Y ahora sí que llegamos al meollo que otro día habrá que mirar con algo más de calma: por qué importan más y se valoran más y tienen más eco las opiniones de Almodóvar o Javier Bardem que las de, pongamos por caso, Camilo Sesto o Juan Pardo o María del Monte o mi compatriota Melendi. El día que desentrañamos ese misterio habremos descubierto algo medianamente interesante sobre el funcionamiento de nuestro sistema político-cultural-mediático.
PD.- Otra bonita pregunta con afanes teóricos es esta: ¿de dónde saca esta gente el presunto sentido del humor que aplican los presentadores de la llamada "ceremonia de los Goya"? ¿Lo mamaron en su casa? Pero, entonces,¿dónde estaba su casa? Porque el humor español habitual es infinitamente más fino, ocurrente y divertido que esas gracietas de malos payasos de risa enlatada. ¿Dónde consiguen los guionistas o a quién se le ocurre tantísima insustancialidad pretenciosa?
¿El Víctor Manuel de hace unas cuantas décadas? ¿te refieres a este?:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=loeu1AvqRyE
Meter en el mismo saco a Pedro Almodovar y a la familia Bardem es un terrible error.
ResponderEliminarAquel movimiento de apoyo a Zapatero conocido como “los de la ceja” englobó a una masa de actores, directores, músicos… y demás farándula de aquello llamado como “cultura”. Se subieron a la política del leonés como el que apuesta a caballo ganador. Pedían varias absurdidades, pero entre las que se encontraba una necesidad para ellos: protección de sus creaciones.
En verdad, lo que hicieron es bastante normal, es más, creo que es lo que deberían de hacer todos los votantes, ¿no debería el votante apostar por aquel partido que le va a favorecer o que se va a preocupar por su situación?
Tras el fracaso de la era “Zapatero” muchos de ellos se desentendieron de la política, pero, y aquí está la diferencia entre Almodovar y los otros que has nombrado, el resto se pasó a Izquierda Unida. Siguen buscando como seguir en el circo político pero han perdido la credibilidad, ya no buscan un objetivo propio.
http://www.rtve.es/noticias/20111026/muchos-ceja-apoyaron-zapatero-2008-animan-ahora-llamazares/471281.shtml
Por último, respecto a tú crítica hacia las películas de Pedro Almodovar , he de decir, que sin llegar a ser un fanático, me he visto unas cuantas. Es destacable que este director ha creado un género propio, su género, su estilo. Al menos sus largometrajes expresan algo, aunque sea su forma de entender el mundo que nos rodea. ¿O es mejor Agustín Villaronga por dirigir “Pa Negre” la gran novedad del 2010: una película de la Guerra Civil española? ¿o Benito Zambrano por adaptar una novela de Dulce Chacón de argumento conocido: Guerra Civil española?
Siguiendo con Almodovar, creo que, independientemente de sus ideas políticas, ha sido infravalorado en multitud de ocasiones, ¿alguien todavía piensa que “Los lunes al sol” puede sobrepasar la obra culmen del manchego: “Hable con ella”? ¿o es que en ese año (creo que en 2003) era preferible que al cine español lo representara una película que desteñía color rojo?
Y para terminar, aquellos que relacionan buenas películas con la recaudación, tienen en este director un referente, no conseguirá obtener cifras astronómicas pero su recaudación siempre cubre gastos y obtiene notables beneficios.
*Recomiendo ver la última de Almodovar: “La piel que habito” y después nos cuentes tus impresiones (no es de su “estilo”, es diferente, es indescriptible: para lo bueno y para lo malo).
Estoy totalmente de acuerdo, esto es demencial, y como hablan los actores...., no han aprendido dicción, ?, no , por supuesto, y físicamente, y siento tener que llegar a esto, donde esta su atractivo?, no digo que tengan que ser adonis, pero un poco de presencia deberían de tener, y la interpretación? En fin que no veo nada de cine de este país, es terrorifico, y , francamente me da pena y vergüenza.
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