19 mayo, 2012

Mi señora de premio


Pues sí, ahí la tienen, mi dueña y señora, doctora Pilar Gutiérrez Santiago, en el momento de recibir el XXVI Premio La Ley de trabajos doctrinales, de manos del Fiscal General del Estado, don Eduardo Torres-Dulce. Fue todo un evento. Es el premio más veterano y mejor dotado de cuantos se convocan en España para trabajos de investigación en materia jurídica. 

Allí estábamos Elsa y yo, encantados al verlo todo y al verla a ella. Y menudo discurso hizo para la ocasión, por cierto. 

Sí, ya sé, afortunado que es uno. O que la tierra para el que la trabaja, qué diantre. 

 


5 comentarios:

  1. Enhorabuena a Pilar. Y, por extensión, a la familia.
    Saludos.

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  2. ¡Enhorabuena! Los premios son otro arquetipo cultural, demasiado cultural, que se las trae…, pero qué diantre, hay que tener también seguridad en nosotros mismos y estar convencido no sólo de que ella merece el premio, sino sobre todo de que el premio se merece a ella (lo doy por sentado, desde el momento en el que lo ha aceptado y lo ha recogido), y de que están ganando ambas partes. Cuando se aporta trabajo solvente y honesto, se da a un premio más de lo que se recibe - situación que en la vida es la más confortable, de por lejos.

    Después de lo cual, la vida sigue - el premio es estar aquí, el premio es pensar, el premio es gozar, el premio es amar…

    ¿Por qué no cuelgan aquí el discurso?

    Salud,

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  3. Todo lo que se diga doctrinalmente de Dª Pilar queda corto y encima guapa.
    Me ataca la envidia de forma bestial.
    Mi aplauso y mi admiración.

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  4. Enhorabuena Pilar,
    en estos tiempos de alegrías tan escasas, noticias como esta son estupendas, para tí, para los tuyos y para quienes sabemos que mereces esto y mucho mas

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  5. Me gustaría saber cómo puede distinguirse un premio bien concedido (como asumo que este es) de otro basado en criterio cuestionables...

    http://www.fedeablogs.net/economia/?p=21239

    Los premios son un velo que todo lo cubren...

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