16 febrero, 2013

Olvido de España y olé



                Estoy cada día más desmoralizado. Es este un país que se cae trozo a trozo, irremisiblemente, sin pausa, de manera implacable, sistemática, feroz. No sé con qué linterna habrá que alumbrarse para encontrar gente íntegra, ciudadanos de una pieza. De acuerdo, todos tendremos un precio, o la gran mayoría, cualquiera puede alguna vez sucumbir a una gran tentación, no se trata tampoco de ponerse maniqueos y, menos, de no mirarse la viga del ojo propio. Pero vaya tela y qué pocos para animarse.
                Acabo de leer que aquella señora llamada Olvido Hormigos se pasa a la telebasura. Ha dimitido de su cargo de concejal en aquel pequeño ayuntamiento y va a salir en uno de esos estúpidos programas para tontos, concretamente uno en el que primero aprenden los participantes a tirarse desde un trampolín y luego hacen no sé qué pruebas con el trampolín o con yo qué sé qué. Por lo que cuentan los diarios, va a estar acompañada por un torero que es hermano de otro torero, por algunos antiguos concursantes de El Gran Hermano y por algunos otros personajes de la tele que solo lo son de la tele.
                Esa mujer se hizo famosa cuando se difundió por esa maravilla democrática de las redes sociales un vídeo que se había grabado masturbándose. Ella era casada y se dijo que la peli íntima se la había mandado a su amante, portero de fútbol por más señas. Total, que muchos nos indignamos porque la hispana Inquisición se le echara al cuello a la señora, no sé si por tener amante, por tener órganos sexuales o por tocárselos. Hasta un servidor, modestamente, escribió aquí alguna cosilla irónica para apoyarla un poco. Fue bonito, o lo pareció, aquel pulso entre la vieja España taimada y represora y la acoquinada España éticamente liberal.
                Me arrepiento. Ahora se va a una porcotele a ganar dinero y su único mérito es haberse tocado el coño en la película aquella y que los imbéciles le hiciéramos caso al caso, aunque fuera para defenderla. Nos deja a unos con el culo al aire y se va a enseñar lo suyo a los mismos que la querían lapidar. Porque no nos engañemos sobre qué personal ve esos programas a medio camino entre el morbo casposo y la diversión para tarados, son los mismos que la llamaron puta y que le van a tirar monedas ahora mientras la llaman puta otra vez y se les caen las babas y se masturban con el faldón de la mesa camilla sin dejar de sentirse sin pecado concebidos.
                Quién sabe cuánto le habrán ofrecido, pero tal vez ni es tanto. Quizá hasta fue todo aquello un montaje. Es una buena idea, al fin. Usted está sin trabajo o gana poco o busca mayor gloria y reconocimiento social, aunque sea como ramera o gigoló o soplagaitas, y de pronto se le viene la idea luminosa mientras se lava los bajos. Le pide al primo del pueblo la cabra un par de días y se graba con el móvil unos vídeos tórridos con ella, que tú por aquí, que yo por allá, que ahora te miro, que luego me tocas, que al final nos besamos y nos zampamos unas berzas. Le mandas la película al conocido más cerdo y cotilla que tengas o a ciertos periodistas que vienen a ser lo mismo. ¡Y zas!, al día siguiente estás en todos los medios de comunicación y eres trending topic o como se digan estas cosas democráticas.
                Entonces es cuando decenas de miles gritan que qué guarro y otras decenas de miles que pobre cabra y cuatro ingenuos escribimos que dónde está el problema si hubo consentimiento por parte y parte. Y tú, so cabronazo, achantando porque sabes lo que ha de venir. Y viene. Te llaman, al cabo, de una telecaca de esas y te ofrecen una pasta gansa de las que no se ganan en un año ni en diez escribiendo libros o dando clases o construyendo puentes o haciendo vacunas en un laboratorio. Y te tronchas de risa a costa del país y de tus críticos aquellos y, sobre todo, de los que quisieron defenderte pensando que merecías defensa.
                ¿Ensañarse con la tal Olvido? Dolerse, pero sin más. Otra que tal, y sigue la cuenta. Pero sorpresa poca, si somos sinceros. Alrededor pasa cada día. Al fin, ella va a mover el culo o enseñar las ingles por unos buenos miles de euros, pero yo los veo a diario callar por dar una horita de clase menos, o no firmar no sé qué protesta no vaya a ser que no acrediten en la agencia tal a un primo segundo mío, o sonreír con arrobo ante el politicastro corrupto porque a lo mejor me encarga un dictamen o se encoña con mi mujer y me pone a mí de inspector de jardines y parques eólicos.
                Olvido Hormigos es Olvido de España y olé, otra más que nos resume y nos marca el futuro. Prostituirse ya ha dejado de ser una opción o mera vocación, se ha vuelto un destino. O asumirlo o escapar lejos. No hay más.

6 comentarios:

  1. Hermano, esta vez me lo has quitado de la boca (no a la mismísima Hormigios, no, el asunto, el comentario). Dios bendito, ya no se puede defender a nadie. Abrazos fuertes

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  2. Hombre, la diferencia es notable, ha pasado de la mierdapolítica pública a la telebasura privada.
    Ya podía cundir el ejemplo, ju.

    Un cordial saludo.

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  3. Pues supongo que andará preparando una portada de Interviu...El salto al porno no lo veo porque la industria en España no está desarrollada al nivel de otras, como la de EEUU. por ejemplo, pero al tiempo...
    Tampoco es que tuviera muchas opciones la "pobre" de Olvido. Era eso o ser puesta al frente de algún organismo público de pro; no sé, un observatorio sobre igualdad, una dirección general de privacidad de datos, la propia SGAE (que ahora anda con alguna vacante)y, bueno, haríamos bien en no descartarla para algo con más prosapia porque las próximas elecciones darán a luz candidatas a tutiplén y los partidos buscan perfiles con "tirón" (nótese el doble sentido)
    ¡Cuánta incertidumbre, qué desasosiego! ¿se marcará su venado-maridín un sálvame, manquesea, para regocijo general de la plebe?

    Un saludo

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  4. A ver...
    Supuesto que no fuera un montaje, que no lo parece, lo que hicieron a Hormigos fue inadmisible. Y bien defendida estuvo, pues en aquel momento no había justificación para difundir la foto de marras y hacer el montaje que hicieron unos y otros.
    Cosa distinta es la valoración de lo que hace ahora, que para mí no es precisamente edificante.
    Que el amputado enseñe los muñones en una barraca de feria junto a la mujer barbuda, el hombre elefante y otros monstruos, no justifica al criminal que le cortó las manos, ni el hecho de que se los cortaran.

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  5. Yo creo que está en la 'reserva' para entrar a Gran Hermano muy pronto. Sin embargo, hay quien dice haber leido en un confidencial que será la nueva modelo para una versión telivisiva de 'El Origen del mundo'. Ella, de momento, no ha despegado los labios.

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  6. En medio de la debacle política y del desarme moral al que estamos asistiendo, la verdad es que el asunto de esta señora me parece muy secundario. A no ser que se tome como síntoma, claro.

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