En la mañana de hoy, 3 de octubre, a las 12:00h, ha tenido lugar una concentración de apoyo al
Estado de Derecho y sus instituciones en la Facultad de Derecho de la
Universidad de Córdoba, convocada por su Decano, D. Luis Miranda,
Catedrático de Derecho Mercantil, en la que se ha leído el "Comunicado" que más abajo copio.
Me descubro ante esa Facultad y su Decano. Sé que en la Facultad de Derecho de Albacete se ha hecho algo así, y quiero imaginar que en algunas más. En otras, no. Para la Historia quedará la relación de las unas y las otras. Los indiferentes nunca son inocentes y la prudencia no siempre es virtud.
COMUNICADO CONCENTRACIÓN DÍA 4 DE OCTUBRE
1. Ante la crítica situación que
atraviesa nuestro país por los graves acontecimientos acaecidos hasta la fecha
en Cataluña, quienes en estos momentos integramos el equipo decanal de la
Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de
Córdoba, en el ejercicio de nuestras funciones, hemos decidido convocar para el
día de hoy, 4 de octubre de 2017, a toda la comunidad universitaria de Puerta
Nueva y, en general, a todos los que deseen acompañarnos, a esta concentración
de apoyo a nuestro Estado de Derecho y a sus instituciones.
Queremos hacerlo, además, a
través de una declaración que el próximo lunes, día 9 de octubre, es nuestro
deseo someter a votación en nuestra Junta de Facultad, para que, en caso de que
finalmente resulte aprobada, se convierta en la voz de nuestro centro
universitario ante el desafío soberanista catalán.
No olvidemos que, dado su perfil
docente e investigador, en nuestra Facultad desde el primer día se intenta
educar al alumnado que en ella cursa sus estudios en el conocimiento —y el
respeto— de los valores que sustentan nuestro ordenamiento y nuestra
convivencia, que se encuentran recogidos en nuestra Constitución, máxima
expresión de la voluntad de todos los españoles. De ahí que el personal docente
y de administración y servicios así como el alumnado que conformamos la
comunidad universitaria de Puerta Nueva nos sintamos especialmente concernidos
e interpelados por todo lo que está sucediendo en la Comunidad Autónoma de
Cataluña.
A través de esta declaración
deseamos manifestar públicamente nuestra condena a la actitud de quienes desde
hace ya demasiado tiempo vienen cuestionando y subvirtiendo la legalidad
democrática vigente en nuestro país, lo que ha culminado con la celebración de
un simulacro de referéndum en Cataluña, en un ambiente de franca violencia
promovido por los dirigentes de esa Comunidad y tolerado por las fuerzas de
seguridad bajo su control, y que ha continuado durante los días siguientes.
No queremos ser tibios ni
equidistantes. Solo los miembros del Gobierno autonómico catalán, con el
apoyo de buena parte de los parlamentarios autonómicos de esa región e importantes
sectores de su ciudadanía son responsables de lo ocurrido y de lo que pueda
ocurrir en los próximos días.
Se trata de hechos sencillamente
inadmisibles e ilegítimos, y que recuerdan bien a las claras los procedimientos
fascistas de asalto al poder.
2. Asimismo deseamos manifestar
nuestro pesar y perplejidad ante las reacciones de instancias y organismos
internacionales que han denunciado la supuesta violencia de las fuerzas de
seguridad del Estado y no han pronunciado una sola palabra contra la no escasa
violencia de los promotores de estos hechos y su descarada manipulación de lo
ocurrido el día 1 de octubre. Como dice —muy certeramente— el viejo proverbio
oriental, cuando el dedo apunta al cielo, el necio mira al dedo.
Confiamos en que la inmediata
aplicación de los mecanismos del Estado de Derecho conduzca a la mayor brevedad
posible al restablecimiento del orden constitucional y de los valores
fundamentales que inspiran y vertebran nuestra convivencia.
Expresamos así, como demócratas
que somos, un sentimiento de denuncia y profunda tristeza por todo lo que está
sucediendo, pero al mismo tiempo albergamos la sincera esperanza y la firme
confianza en que la situación cambie cuanto antes, y se ponga fin a la
alarmante fractura social, de imprevisibles consecuencias, que los
acontecimientos acaecidos han creado entre la ciudadanía.
Las leyes están para ser
cumplidas. Si no satisfacen en alguno de sus extremos, han de ser modificadas.
Pero siempre por los procedimientos y cauces legítimamente establecidos. De lo
contrario, desmantelamos los principios de nuestra convivencia con alto riesgo
de poner en peligro nuestro Estado de Derecho y los principios de igualdad,
libertad, justicia y pluralismo político que lo sustentan
En Córdoba a 4 de octubre de
2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario