TÁNGER BEAT
(Tánger, 1999)
¿Cuánta fue la inocencia asesinada
-tan necesariamente asesinada-
de adolescentes, de jóvenes efebos,
para alumbrar así vuestra hermosa poesía descarnada?
Aquí, en el Tánger beat,
¿cuántos Ahmed y Alí yacieron en los lechos
del hotel Ville de France
para alumbrar poemas necesarios
que asombraron al mundo?
Les rompían el culo
-los poetas necesarios-
y cantaban más tarde
la moral necesaria de un mundo diferente.
¿Cuánto valía un culo, acaso un dólar?
¿Y cuánto cobraban por palabra
aquellos poetas necesarios
en la prensa de América?:
¿acaso un dólar?
Recuerdo a Bowles:
el descubrió la mina de oro a los poetas,
la mina de oro de un culo por un dólar;
luego, la absolución por un poema
a dólar por palabra.
Ellos están en las antologías,
en nobles bibliotecas,
doctas tesis,
quién sabe si en estatuas.
Pero ¿qué fue de Alí, de Ahmed y Mustafá,
aquellos niños bellos
hijos de la miseria y de panes desnudos?
¿Aprendieron a leer a los poetas necesarios,
a entender los dolores, las dudas metafísicas,
de aquel digno poeta que les rompía el culo?,
¿pagaron un colegio con su dólar?
Javier Reverte, Trazas de polizón. Poesía: 1979-2004.
A un juez mercadería
ResponderEliminarLas leyes con que juzgas, ¡oh Batino!,
menos bien las estudias que las vendes;
lo que te compran solamente entiendes;
más que Jasón te agrada el Vellocino.
El humano derecho y el divino,
cuando los interpretas, los ofendes,
y al compás que la encoges o la extiendes,
tu mano para el fallo se previno.
No sabes escuchar ruegos baratos,
y sólo quien te da te quita dudas;
no te gobiernan textos, sino tratos.
Pues que de intento y de interés no mudas,
o lávate las manos con Pilatos,
o, con la bolsa, ahórcate con Judas.
Poemas del Alma. Francisco de Quevedo.