27 enero, 2006

Sevilla con lluvia

Cuando llueve en Sevilla llueve más triste. Se les vela la mirada a los sevillanos y hasta los muros toman una expresión hosca. Es más oscuro el cielo aquí en esos días porque lo sienten todos con nostalgia de azul, de ese azul posesivo al que se abandonan.
No hay algarabía, la gente habla menos y habla bajo. O será que el premio del agua se vive con religioso recogimiento, algo que no puede entender fácilmente un asturiano, seríamos como monjes en tal caso en mi tierra.
Llueve en Sevilla hoy torrencialmente, pero no huele a tierra mojada, no hay aromas, ni sabores, ni sonidos, sólo el bronco motor de los coches que pasan.
Reventará mañana la luz de nuevo y traerá las risas. Ya no estaré.

1 comentario: