Podemos respirar aliviados. En verdad, en verdad. Todo se alía para hacernos felices: el lenguaje, la lógica, la experiencia y el sentido común. Lo mires por donde lo mires no hay de qué preocuparse.
Comencemos por el lenguaje. ETA ha dicho que el alto el fuego es permanente. No ha dicho definitivo, no, pero qué importa. Basta analizar con alguna minucia lo que quiere decir permanente. Permanente es lo que permanece y una cosa permanece en tanto dura o está. Cuando deja de durar o estar ya no permanece más y, con ello, se acabó su permanencia. Un dolor de duelas permanente es un dolor de muelas que se prolonga de continuo y sin pausa todo el tiempo que duele, pero, por largo que sea o se haga, en cuanto cese deja de permanecer y ya no es dolor. Así que el término elegido por ETA no puede ser menos engañoso en lo que se refiere a la duración de su tregua: durará mientras dure y será mientras sea.
Pero comprendámoslos. Si dijeran alto el fuego definitivo sería como que se dan por vencidos y acabados, o cansados sin remisión, o que piensan que ya no tiene razón de ser su guerra. No han dicho definitivo, no, pero para no quedar en muy mal lugar, no porque pretendan nada en términos políticos o de mutaciones en la forma o los alcances del Estado español. Y, aunque lo pretendieran, no lo conseguirían, eso es más que obvio.
Y que no van a conseguir nada de eso bien nos lo enseña la experiencia. ¿Qué experiencia? Hombre, la experiencia de ser gobernados por un político de la integridad de ZP. Ha dicho bien clarito que ni se han negociado ya concesiones políticas ni va a tener el más mínimo precio político la paz con ETA. Todo lo referido a la organización del poder del Estado, incluida la organización territorial, es cuestión de cariz político, así que... nada que rascar les queda por ahí. Y si el presidente Zapatero mantiene, serio, tal cosa, para mí va a misa. Sufriré una decepción morrocotuda el día que descubra que un personaje de esa talla y de tamaño talante nos miente o nos engrasa las trolillas para que nos entren sin molestas rozaduras. Y si yo, modesto entre los modestos, le conozco tal cualidad de hombre cabal y sincero, qué no van a saberlo los etarras. Sin duda lo tuvieron en cuenta al tomar su decisión, y por eso, para mí, en los hechos es como si se hubieran rendido y su despedida fuera para siempre, pues bien conocen que nada tienen que ganar, salvo, todo lo más, una honrosa gestión de su derrota con el acercamiento de presos y algunos indultos menos graves. Estupendo.
Tampoco es descartable que sus más lúcidos dirigentes estén genuinamente ilusionados con el cariz abierto, participativo y ejemplarmente democrático que está tomando la política del Estado español. En tal sentido, el ejemplo del Estatuto catalán, modélico tanto en la precisión de sus contenidos como en la transparencia de su génesis, y eso por no hablar de lo bien medido de sus consecuencias futuras, ha podido animar a los gudaris a probar por análoga vía para labrar el futuro legal y político de esa tierra suya, a la que tanto aman y por la que tanto han dado. Bien conscientes son de que una norma como la catalana ni reseca la soberanía del Estado ni cuestiona la unidad de España como nación de naciones ni abre vía ninguna hacia la independencia que pueda resultar más barata en tiempos y vidas que la del terrorismo. Y más siendo nuestro Presidente del Gobierno el garante último de todos esos valores constitucionales en juego. Y, con todo y con eso, esos etarras, reflexivos y probablemente arrepentidos de pasados yerros, se avienen y se integran para hacer dentro del Estado español una política tan leal con la Constitución y las instituciones y tan atenta al interés general de su comunidad autónoma y del Estado todo, como pueda ser la de ERC, pongamos por caso. Quizá les tienta, pues humanos son al fin y al cabo, la ilusión de ser un día socios de ZP por la parte del sostén del Gobierno central, bisagra incluso, gozne, aun a sabiendas de que nunca podrán esperar de él concesiones onerosas para el conjunto del Estado o disolventes de los preceptos constitucionales. Pues menudo es para esas cosas, firme y sólido como el que más, de una pieza.
Yo creo que en cuanto se solucione medianamente bien el tema de los presos, los otros entregarán las armas y todos tranquilos y a casa. Y nosotros, ciudadanos, a seguir disfrutando, más felices aún, del pastel de cabracho y ese Ribera del Duero tan rico que compramos por cajitas. Y del cava. Nos esperan días de vino y rosas. Y de paz y amor entre las naciones y los nacionales. Jo, qué bien.
Comencemos por el lenguaje. ETA ha dicho que el alto el fuego es permanente. No ha dicho definitivo, no, pero qué importa. Basta analizar con alguna minucia lo que quiere decir permanente. Permanente es lo que permanece y una cosa permanece en tanto dura o está. Cuando deja de durar o estar ya no permanece más y, con ello, se acabó su permanencia. Un dolor de duelas permanente es un dolor de muelas que se prolonga de continuo y sin pausa todo el tiempo que duele, pero, por largo que sea o se haga, en cuanto cese deja de permanecer y ya no es dolor. Así que el término elegido por ETA no puede ser menos engañoso en lo que se refiere a la duración de su tregua: durará mientras dure y será mientras sea.
Pero comprendámoslos. Si dijeran alto el fuego definitivo sería como que se dan por vencidos y acabados, o cansados sin remisión, o que piensan que ya no tiene razón de ser su guerra. No han dicho definitivo, no, pero para no quedar en muy mal lugar, no porque pretendan nada en términos políticos o de mutaciones en la forma o los alcances del Estado español. Y, aunque lo pretendieran, no lo conseguirían, eso es más que obvio.
Y que no van a conseguir nada de eso bien nos lo enseña la experiencia. ¿Qué experiencia? Hombre, la experiencia de ser gobernados por un político de la integridad de ZP. Ha dicho bien clarito que ni se han negociado ya concesiones políticas ni va a tener el más mínimo precio político la paz con ETA. Todo lo referido a la organización del poder del Estado, incluida la organización territorial, es cuestión de cariz político, así que... nada que rascar les queda por ahí. Y si el presidente Zapatero mantiene, serio, tal cosa, para mí va a misa. Sufriré una decepción morrocotuda el día que descubra que un personaje de esa talla y de tamaño talante nos miente o nos engrasa las trolillas para que nos entren sin molestas rozaduras. Y si yo, modesto entre los modestos, le conozco tal cualidad de hombre cabal y sincero, qué no van a saberlo los etarras. Sin duda lo tuvieron en cuenta al tomar su decisión, y por eso, para mí, en los hechos es como si se hubieran rendido y su despedida fuera para siempre, pues bien conocen que nada tienen que ganar, salvo, todo lo más, una honrosa gestión de su derrota con el acercamiento de presos y algunos indultos menos graves. Estupendo.
Tampoco es descartable que sus más lúcidos dirigentes estén genuinamente ilusionados con el cariz abierto, participativo y ejemplarmente democrático que está tomando la política del Estado español. En tal sentido, el ejemplo del Estatuto catalán, modélico tanto en la precisión de sus contenidos como en la transparencia de su génesis, y eso por no hablar de lo bien medido de sus consecuencias futuras, ha podido animar a los gudaris a probar por análoga vía para labrar el futuro legal y político de esa tierra suya, a la que tanto aman y por la que tanto han dado. Bien conscientes son de que una norma como la catalana ni reseca la soberanía del Estado ni cuestiona la unidad de España como nación de naciones ni abre vía ninguna hacia la independencia que pueda resultar más barata en tiempos y vidas que la del terrorismo. Y más siendo nuestro Presidente del Gobierno el garante último de todos esos valores constitucionales en juego. Y, con todo y con eso, esos etarras, reflexivos y probablemente arrepentidos de pasados yerros, se avienen y se integran para hacer dentro del Estado español una política tan leal con la Constitución y las instituciones y tan atenta al interés general de su comunidad autónoma y del Estado todo, como pueda ser la de ERC, pongamos por caso. Quizá les tienta, pues humanos son al fin y al cabo, la ilusión de ser un día socios de ZP por la parte del sostén del Gobierno central, bisagra incluso, gozne, aun a sabiendas de que nunca podrán esperar de él concesiones onerosas para el conjunto del Estado o disolventes de los preceptos constitucionales. Pues menudo es para esas cosas, firme y sólido como el que más, de una pieza.
Yo creo que en cuanto se solucione medianamente bien el tema de los presos, los otros entregarán las armas y todos tranquilos y a casa. Y nosotros, ciudadanos, a seguir disfrutando, más felices aún, del pastel de cabracho y ese Ribera del Duero tan rico que compramos por cajitas. Y del cava. Nos esperan días de vino y rosas. Y de paz y amor entre las naciones y los nacionales. Jo, qué bien.
Ilmo Sr catedrático le diré que aquí no hay ninguna tregua a nivel nacional ni del señorío de Castilla y León como es Vizcaya, un alto el fuego permanente es cuando esos sujetos entreguen las armas entonces podremos decir que la tregua es permanente, lo que estos terroristas de ETA están haciendo es coger un margen de tiempo para poder estructurar sus comandos que están debilitados por las FOP, así que no sea VI tan iluso y nos hable de tolerancia del sr ZP. Y que los españoles con tanta tolerancia como VI dice hemos empezado a pagar permanentemente a Marruecos y a Mauritania la pensión completa en los campos de refugiados que actualmente existe en esos dos paises para que esto no sea un caladero como el del bacalao ¿qué tolerancia es ésta cuando el sr ZP hace un desembolso de cientos de millones de euros para mantener esos campamentos? y después va lloriqueando a la UE para que se implique en el problema de la inmigración cuando el fue el inductor con su frase mágica de que aquí teníamos que ser más solidarios con esa pobre gente, le diré que el mal que padece España y la vergüenza de los españoles que nos ha hecho pasar el sr Zapatero con la bajada de pantalones con el moro, si aquí vale todo, viva la constitución de la Pepa, no sea VI tan iluso que aquí en España en estos momentos, de democracia nada, ja ja ja.
ResponderEliminar¿Qué quieres dar a entender, Juan Antonio? ¿Que la realidad no corresponde a las apariencias?
ResponderEliminarPor supuesto que habrá concesiones políticas, desde el momento en que hay un 50% largo del electorado vasco que las desea. Pero se podrá argumentar (y a mi modo de ver, razonablemente) que son concesiones a esa voluntad popular, y no a los terroristas. La coincidencia de algunas, o muchas, de dichas concesiones con las peticiones de ETA es un hecho accesorio, y si alguien lo lamenta, que se queje ante quienes diseñaron una política de exclusión y acorralamiento del independentismo no violento.
De lo contrario, llegaríamos a absurdos. Ya sé que circula por el país una doctrina política según la cual, si ETA incluyera el teorema de Pitágoras en un comunicado, sería preciso abolir su enseñanza inmediatamente.
Pero la realidad no depende de las doctrinas políticas. Los cuadrados de los catetos, mira qué casualidad, coinciden con el cuadrado de la hipotenusa. Y las negociaciones de cualquier tipo, mira qué otra casualidad, requieren concesiones recíprocas. Crear valor, y repartirlo.
Post postum: Evidentemente, lo anterior no vale ... si no se considera la paz un valor. Sépase que yo soy uno de los ingenuos desorientados que sí la considera tal.
ResponderEliminarPost post postum. Sobre nuestro Presidente del Gobierno. No se lea lo anterior como una defensa suya a ultranza. Pienso que haya abundante materia para criticarlo. Pero precisamente desde esa convicción me parece poco productivo escoger motivos que no me parecen criticables.
ResponderEliminarHaré un ejemplo: Rodríguez Zapatero y su equipo han repetido hasta la saciedad, en los meses pasados, que por supuesto no había contactos de ningún tipo con ETA ... precisamente mientras los estaba habiendo. ¿Vamos a llamarlo por ello mentiroso? En este caso, conociendo un poco la importancia que tiene la discreción para ciertas negociaciones, me parecería desproporcionado.
un amigo: ahora entiendo la hipotenusa es justamente la cicratiz que une el trapo abanderado de castilla y león.
ResponderEliminarMe gustaría pensar que las afirmaciones contundetes de ZP no esconden,no son una jugada al 50%.
Me gustaría pensar que los jefecillos de ate ya se sienten mayores para jugar a pistoleros, y sus abezarros retoños viajan entre el espeluznante sueño radical combinado con momentos de lucidez democrática, me gustría pensar que su esquizofrenía es tan fuerte que no pueden organizarse ya solidamente a pesar de la plata.
Pero no tengo idea de lo que está pasando, me encantaría sentir y palpar la pequeñez que es capaz de chantagear a todo un estado, para comprender las afirmaciones de ZP.
No me queda otra que creer en zapatero. No me queda otra que pensar que debajo de su apelación a una larga prudencia tanta como la que requiere la palabra permanente, hay realmente una sustancia misteriosa, una realidad que solo zp conoce y que nos es vedada a los tristes mortales, la cual nos llevará a todos a una convivencia en paz. Amen
Querido amigo:
ResponderEliminar1. Por supuesto que la paz es un valor. Y por eso son unos cabrones los que la rompieron y los que le ponen precio a algo tan valioso.
2. Entre unos y otros, yo ya no sé quién acorraló, acorrala o acorralará a quién. Sospecho que en el País Vasco no fueron los independentistas los únicos acorralados.
2bis. Que yo sepa, los independentistas catalanes no han estado tan acorralados, pues no mataban. No olvidemos alguna sutil diferencia, que se cuenta en vidas.
3. Si usted está tan de acuerdo como yo en que va a haber, inevitablemente, concesiones políticas, preguntémonos simplemente por qué no se puede llamar a las cosas por su nombre desde el principio, en lugar de engañar todo el rato a la gente.
4. ¿A Rajoy se le ha dicho que las va a haber y lo ha aceptado, aunque lo niegue, en cuyo caso es un cínico de tomo y lomo, o se la han metido doblada otra vez, jeje? Me da igual, pero es por pura curiosidad.
5. La razón por la que no se dice la verdad es porque a los ciudadanos se nos considera tontitos y menores de edad. Y mire usted quién se da el lujo de vernos así, manda güevos la cosa.
6. Si nuestra única opción es elegir a los maquiavelos más maquiavélicos, yo me desapunto de la cosa esta de la política y la preocupación por el Estado.
7. Dicho todo lo anterior, puede parecer que a mí me importa algo que se hagan concesiones políticas. No me importa ni un bledo. Me fastidia más que se vaya el dinero en mayor proporción a una parte del Estado que mira mal a la otra en la que yo vivo o en la que yo nací. Nada más. Pero creáme que soy absolutamente sincero si le digo que me parece muy bien que les den banderas, himnos, selecciones e... independencia. Aire. Ya ve usted que uno se pasa la vida viajando y leyendo a alemanes, franceses, ingleses, norteamericanos o colombianos. Gran pérdida para mi si Eibar pasa a ser parte de otro Estado, compréndalo.
8. Por eso la concesión política que yo querría, porque es la que más barata le sale a la comunidad en la que vivo o a aquella en que nací, sería ésta: referendum de autodeterminación ya y campaña de todos juntos para el voto favorable a la independencia total. Aire.
9. Mi tono poco amable -no con usted, desde luego- se debe a mi fobia a los nacionalismos, con base en ese individualismo universalista que aquí mismo se me reprocha amigablemente a veces. E incluyo el nacionalismo españolista. Por eso tampoco comparto el discurso del PP y por eso me importa un rábano que España acabe en esta cordillera o en aquel río o que no exista más.
10. Dicho todo lo anterior y con independencia de políticas, Estados, medidas y pactos, afirmo: los que matan en nombre de conceptos como el de nación son unos hijos de la gran puta. No son los únicos, los hay de todo pelaje y por diversas causas. Pero que haya otros no quita para que ellos, los etarras y los que los jalean, sean unos hijos de la gran puta.
¿Que hay que firmar la paz con ellos para que no maten más? Hágase en nombre de la vida y de la paz, pero sépase que esos chicos con los que firmamos son unos hijos de la gran puta. Y es la tercera vez que lo afirmo, por las dudas.
11.Algún papel he firmado yo, promovido por Amnistía Internacional, entre otros, contra la inmunidad y la impunidad que aquí en Colombia consiguen algunos de esos grupos innombrables a base de negociar la paz con el gobierno de aquí. Me replantearé mi actitud, tal vez se me olvidó que la paz es lo que más importa, tal vez lo único que importa. Lo digo en serio.
12. Siento no ser políticamente correcto ni estar a la moda. La cabra tira al monte. Pero la cabra embiste de frente.
Un saludo con el afecto de siempre.
Juan Antonio,
ResponderEliminarcompletamente de acuerdo sobre lo de asignar a los individuos que emplean la violencia sobre sus compañeros de especie la etiqueta de grandísimas canallas (a las señoras putas, y a su prole, propondría yo dejarlos en paz, pues me parecen infinitamente más honorables y antiviolentas).
Y concuerdo con que tratarnos los unos a los otros con respeto implica darnos información transparente.
Como respeto mucho a los compañeros de blog donde amablemente nos acoges, aporto un granito de arena, comparando dos tristes fenómenos históricos:
LO CUANTITATIVO
1) dictadura franquista:
1.a) duración: 1 Abril 1939 al 20 Noviembre 1975 = 13.382 días
1.b) víctimas mortales (no enumeradas, ni honradas adecuadamente): del orden de 250.000 (estimación conservadora, unos 190.000 muertos en cárceles, reconocidos por el propio régimen, y unos 60.000 ejecutados en la represión),
1.c) tasa de violencia temporal: 250.000/13.382 = 18,68 víctimas/día
2) organización terrorista ETA
2.a) duración (dato provisional): 31 Julio 1959 (*) al 24 Marzo 2006 = 17.038 días
fecha de fundación, no del primer asesinato, 7/6/1968; con esta segunda fecha saldrían 13.804 días)
2.b) víctimas mortales (perfectamente identificadas): 817,
2.c) tasa de violencia temporal: 817/17.038 = 0,05 víctimas/día
3) relaciones cuantitativas entre ambos tristes fenómenos
3.a) duración (dato provisional): la de ETA es a fecha de hoy un 27% mayor que la del régimen franquista,
3.b) violencia absoluta, medida a través de las víctimas mortales: la del régimen franquista es unas 389 veces mayor,
3.c) violencia temporal, medida a través de las víctimas/día: la del régimen franquista es unas 306 veces mayor.
LO CUALITATIVO
4) actitudes sociales ante ambas violencias y sus víctimas
4.a) en el caso de la dictadura franquista, hubo una amnistía de los responsables (con enorme consenso social, o al menos así se nos dijo).
Hasta hoy no ha habido un adecuado reconocimiento de sus víctimas, a las que con frecuencia se les niegan reparaciones morales y prácticas (por ejemplo, acceso a archivos, o revisión de juicios).
4.b) en el caso de la violencia de ETA, no se sabe lo que va a haber. Una pequeña parte del país pide amnistía, una parte sustancial la califica irritada de "contraprestación inaceptable", y otra parte no se pronuncia.
Los familiares de las víctimas, y víctimas no mortales, reciben ayudas públicas, y pueden organizarse en asociaciones reivindicativas, que reciben notable escucha en el proceso político.
5) actitudes de (algunos) partidos políticos justificando dichas violencias,
5.a) en el caso de la violencia franquista, un partido mayoritario (37,71% en las elecciones de 2004), se niega taxativamente a condenarla; otro partido mayoritario (42,59% en las elecciones de 2004), la condena nominalmente, pero se niega a implantar medidas efectivas de reconocimiento moral y práctico de las víctimas, o a revisar las leyes de punto final. Sólo un partido de ámbito nacional (4,96% en las elecciones de 2004), la condena claramente, e intenta proponer medidas efectivas de reparación.
5.b) en el caso de la violencia de ETA, un partido minoritario (10,1% en las elecciones autonómicas de 2001) se niega taxativamente a condenarla. Los demás partidos las condenan claramente.
6) posiciones legales
6.a) la no condena de la violencia del periodo franquista no está tipificada por la ley,
6.b) la no condena de la violencia de ETA, y de otras organizaciones terroristas, está tipificada por la Ley Orgánica 6/2002 de Partidos Políticos, y penada con la privación de un derecho fundamental, el de la libre asociación política.
- - -
No formularé conclusiones. Simplemente presento los datos, como adulto que respeta a otros adultos. Y quiero hacer constar que cuando lo hago, no estoy pensando en los canallas de una y otra calamidad. Estoy pensando en los demás, en María y en Pepe, en los que nunca hemos dado ni una bofetada, y hemos pagado nuestros impuestos, e ido -inocentemente- a votar.
Y se me cae la cara de vergüenza, Juan Antonio.
Cordiales saludos,