Esto es un putiferio pluscuamperfecto, no un país; y una nación tampoco, sólo faltaba, usted por quién nos toma. Naciones son las otras, las de toda la vida y que siempre lo han sido y deben seguir siéndolo, of course: Cataluña, Euzkadi, Galicia, Andalucía, La Rioja y Cartagena. ¿Y un Estado? ¿Seremos un Estado? Pues tiempo hubo, no hace mucho, en que amagábamos por ahí. Pero ya tampoco. Se nos quedan cortas las categorías politológicas, estamos pariendo, con dolor de unos y regocijo de otros, un nuevo ente político-administrativo al que habrá que poner nombre. Yo propongo uno: Policoña. Esto es una Policoña. Como diría Pepiño, "poli" de "polis" y "coña" de "risa".
Nuestra originalísima e innovadora Policoña se afirma día a día, crece sin pausa. Ayer, por ejemplo, fue el asunto del trasvase Tajo-Segura. Los castellano-manchegos no se han emperrado en ser nación, ni nacionalidad, ni realidad nacional ni guasa semejante, pero la han tomado con el trasvase. Los nuevos Estatutos hacen aguas o las deshacen. Este charco es mío, en aquel río que no se bañe nadie que calce menos del cuarenta y cinco, esas nubes pasajeras me las apunta, por favor, que de mi propiedad quedan, aunque descarguen en otra comunidad, etc., etc.
Resulta que el Parlamento castellano-manchego, Parlamento curado donde los haya, ha aprobado, creo que por unanimidad, el texto del nuevo Estatuto de Autonomía, que, como se sabe, les estaba haciendo muchísima falta, pues andaban flojos de autoestima, de lírica y de competencias; esto es, se sentían incompetentes, como los demás. Pues bien, en uno de sus artículos se dispone que el trasvase Tajo-Segura se acaba en el 2015. Ni un día más, ni una gota adicional. Con un par de metros cúbicos de sustancia testicular.
¿Y la Constitución? En el fondo del mar, matarilerilerile. Se la llevaron los ríos porque era mocita y no tenía marío nacional. Se nos quedó para vestir santos por falta de Estado que la desposara. Ella se había engalanado con tiempo, mismamente para el tema éste de las aguas, para el que había determinado que “El Estado tiene competencia exclusiva sobre... La legislación, ordenación y concesión de recursos y aprovechamientos hidráulicos cuando las aguas discurran por más de una Comunidad Autónoma...”. Nones. Ni puto caso. El Ebro para Aragón, el Tajo para Castilla-La Mancha y que nadie nos toque una gota sin permiso.
¿Y el papelón de los partidos políticos? Lo más penoso de todo, con diferencia. Jaulas de grillos sin más criterio que la demagogia local. Díganme si no: PP y PSOE votan juntos y felices, en el Parlamento manchego, que del Tajo se va a acabar lo que se daba. Al mismo tiempo, PP y PSOE de Valencia y Murcia dicen que de eso nada y que Santa Rita (¡?), lo que se da no se quita y que en el Parlamento del Estado tumbarán ese articulillo. De lo que con toda rotundidad se desprende una conclusión apabullante: PSOE y PP no tienen ni la más mínima política territorial ni hidráulica ni mediambiental ni nada de nada de nada, y todo su juego es dar la razón en cada caso a los caprichos locales y luego confiar en que llueva bastante. ¿Que los de Murcia quieren agua del Tajo? Diles que sí, Mariví. Que los de Toledo dicen que el Tajo es suyo? Diles que sí, Mariví. Estos políticos son como chicas fáciles de las de antes. Ante el menor requiebro, ceden, y luego se encuentran la cama abarrotada de varones furiosos.
¿Tanto costaría un acuerdo entre los grandes partidos para que se evitara cada uno este ridículo y esta competición de despropósitos y excesos? Pero, ¿no son capaces de sentarse juntos un rato el PP y el PSOE y hacer una listita de nada de las cosas de comer con las que no se puede permitir que jueguen los sátrapas autonómicos?
Y esto por no hablar de los criterios de financiación autonómica, eso ya es el despelote completo. Acabo de escuchar en la radio lo siguiente, que supongo verdadero, aunque no puedo probarlo: se han aprobado hasta el momento en el Parlamento Español cuatro nuevos estatutos de autonomía (Cataluña, Baleares, Valencia, Andalucía). Cada uno fija unos mínimos presupuestarios que el Estado ha de garantizar a la respectiva comunidad, mínimos que cada cual calcula como le conviene. Pues bien, si se respetaran esas previsiones financieras de los cuatro, habría quedado ya repartido el noventa por ciento del presupuesto del Estado, con lo que a las trece Comunidades Autónomas que todavía no han pujado en esta subasta les quedaría sólo un diez por ciento de los recursos a repartir. Ridículo. Estúpido. Degenerado. Pero, ¿no hay cuatro puñeteras cabezas en cada partido con capacidad para sentarse a hablar con los del otro partido y poner coto a estos desmanes que no van a mejorar (casi) ninguna economía autonómica, pero que van a servir para que nos liemos todos a zurriagazos por el agua o por un quítame allá esas pajas? ¿Le parecen progresistas estos cachondeos a los del PSOE -por los de IU no pregunto, que uno tiene su dignidad, oiga-? ¿No está el PP tan preocupado por España y no dice que se nos disuelve toa, toa?
A la larga, todo esto tendrá peor arreglo que lo del terrorismo etarra. Al tiempo.
Por si las moscas y todo continúa igual, tengo el serio propósito de dirigirme a los poderes de mi Asturias patria querida para proponerles que no se olviden de unos pocos detallitos cuando redacten nuestro nuevo Estatuto de Autonomía, tan angustiosamente necesario. Es indispensable que en norma tan fundamental de la Nación Asturiana figure lo siguiente:
a) A partir del 2010 no se permitirá que se beba sidra asturiana fuera de los límites de nuestra Comunidad, pues es previsible que aumente la sed de los asturianos y bonito estaría que anduviéramos repartiendo la producción con cazurros o extremeños.
b) De 2015 en adelante Madrid dejará de ser capital de España y retornará la capitalidad del Estado español a Cangas de Onís. ¿Qué dice usted del artículo 5 de la Constitución? Ja, estamos listos, ahora nos van a hacer valer la Constitución a nosotros, con todo lo que ha llovido este año, no te joroba. La Constitución son los Estatutos de Autonomía, ¿o es que usted no se ha enterado?
c) Toda primera niña que nazca de una familia en el Estado español deberá llamarse Covadonga de primer nombre, y todo primer niño Pelayo. A los restantes podrá ponérseles el nombre que los padres quieran.
d) Cuando juegue la selección española de fútbol en nuestro país, en lugar del himno nacional deberá sonar el “Asturias patria querida”, que todos los espectadores escucharán en respetuoso silencio, de pie y con gesto de escanciar.
e) Se acometerán las obras e infraestructuras necesarias para que el río Nalón deje de verter sus aguas tontamente al mar Cantábrico y para que se desparrame sobre la meseta castellana, vía Pajares o Tarna, según convenga. Será por agua lo nuestro, ya te digo. Se la regalamos, pa que vean, y que la embotellen si quieren. Menudos somos.
f) Los mingitorios públicos, tanto masculinos como femeninos, se rotularán obligatoriamente como “mexaeru”, y se aplicará multa tres mil euros a quien los denomine con términos foráneos como toilette, wc, servicio o retrete.
g) La aportación del Estado al presupuesto asturiano se determinará cada año en una partida de póquer entre el Ministro de Hacienda, el Consejero de Economía y Xuacón el Trileru, éste en representación de la sociedad civil asturiana.
Y si no nos faen casu, dámosyos dos hosties y declarámonos independientes, mecagunmimantu.
Nuestra originalísima e innovadora Policoña se afirma día a día, crece sin pausa. Ayer, por ejemplo, fue el asunto del trasvase Tajo-Segura. Los castellano-manchegos no se han emperrado en ser nación, ni nacionalidad, ni realidad nacional ni guasa semejante, pero la han tomado con el trasvase. Los nuevos Estatutos hacen aguas o las deshacen. Este charco es mío, en aquel río que no se bañe nadie que calce menos del cuarenta y cinco, esas nubes pasajeras me las apunta, por favor, que de mi propiedad quedan, aunque descarguen en otra comunidad, etc., etc.
Resulta que el Parlamento castellano-manchego, Parlamento curado donde los haya, ha aprobado, creo que por unanimidad, el texto del nuevo Estatuto de Autonomía, que, como se sabe, les estaba haciendo muchísima falta, pues andaban flojos de autoestima, de lírica y de competencias; esto es, se sentían incompetentes, como los demás. Pues bien, en uno de sus artículos se dispone que el trasvase Tajo-Segura se acaba en el 2015. Ni un día más, ni una gota adicional. Con un par de metros cúbicos de sustancia testicular.
¿Y la Constitución? En el fondo del mar, matarilerilerile. Se la llevaron los ríos porque era mocita y no tenía marío nacional. Se nos quedó para vestir santos por falta de Estado que la desposara. Ella se había engalanado con tiempo, mismamente para el tema éste de las aguas, para el que había determinado que “El Estado tiene competencia exclusiva sobre... La legislación, ordenación y concesión de recursos y aprovechamientos hidráulicos cuando las aguas discurran por más de una Comunidad Autónoma...”. Nones. Ni puto caso. El Ebro para Aragón, el Tajo para Castilla-La Mancha y que nadie nos toque una gota sin permiso.
¿Y el papelón de los partidos políticos? Lo más penoso de todo, con diferencia. Jaulas de grillos sin más criterio que la demagogia local. Díganme si no: PP y PSOE votan juntos y felices, en el Parlamento manchego, que del Tajo se va a acabar lo que se daba. Al mismo tiempo, PP y PSOE de Valencia y Murcia dicen que de eso nada y que Santa Rita (¡?), lo que se da no se quita y que en el Parlamento del Estado tumbarán ese articulillo. De lo que con toda rotundidad se desprende una conclusión apabullante: PSOE y PP no tienen ni la más mínima política territorial ni hidráulica ni mediambiental ni nada de nada de nada, y todo su juego es dar la razón en cada caso a los caprichos locales y luego confiar en que llueva bastante. ¿Que los de Murcia quieren agua del Tajo? Diles que sí, Mariví. Que los de Toledo dicen que el Tajo es suyo? Diles que sí, Mariví. Estos políticos son como chicas fáciles de las de antes. Ante el menor requiebro, ceden, y luego se encuentran la cama abarrotada de varones furiosos.
¿Tanto costaría un acuerdo entre los grandes partidos para que se evitara cada uno este ridículo y esta competición de despropósitos y excesos? Pero, ¿no son capaces de sentarse juntos un rato el PP y el PSOE y hacer una listita de nada de las cosas de comer con las que no se puede permitir que jueguen los sátrapas autonómicos?
Y esto por no hablar de los criterios de financiación autonómica, eso ya es el despelote completo. Acabo de escuchar en la radio lo siguiente, que supongo verdadero, aunque no puedo probarlo: se han aprobado hasta el momento en el Parlamento Español cuatro nuevos estatutos de autonomía (Cataluña, Baleares, Valencia, Andalucía). Cada uno fija unos mínimos presupuestarios que el Estado ha de garantizar a la respectiva comunidad, mínimos que cada cual calcula como le conviene. Pues bien, si se respetaran esas previsiones financieras de los cuatro, habría quedado ya repartido el noventa por ciento del presupuesto del Estado, con lo que a las trece Comunidades Autónomas que todavía no han pujado en esta subasta les quedaría sólo un diez por ciento de los recursos a repartir. Ridículo. Estúpido. Degenerado. Pero, ¿no hay cuatro puñeteras cabezas en cada partido con capacidad para sentarse a hablar con los del otro partido y poner coto a estos desmanes que no van a mejorar (casi) ninguna economía autonómica, pero que van a servir para que nos liemos todos a zurriagazos por el agua o por un quítame allá esas pajas? ¿Le parecen progresistas estos cachondeos a los del PSOE -por los de IU no pregunto, que uno tiene su dignidad, oiga-? ¿No está el PP tan preocupado por España y no dice que se nos disuelve toa, toa?
A la larga, todo esto tendrá peor arreglo que lo del terrorismo etarra. Al tiempo.
Por si las moscas y todo continúa igual, tengo el serio propósito de dirigirme a los poderes de mi Asturias patria querida para proponerles que no se olviden de unos pocos detallitos cuando redacten nuestro nuevo Estatuto de Autonomía, tan angustiosamente necesario. Es indispensable que en norma tan fundamental de la Nación Asturiana figure lo siguiente:
a) A partir del 2010 no se permitirá que se beba sidra asturiana fuera de los límites de nuestra Comunidad, pues es previsible que aumente la sed de los asturianos y bonito estaría que anduviéramos repartiendo la producción con cazurros o extremeños.
b) De 2015 en adelante Madrid dejará de ser capital de España y retornará la capitalidad del Estado español a Cangas de Onís. ¿Qué dice usted del artículo 5 de la Constitución? Ja, estamos listos, ahora nos van a hacer valer la Constitución a nosotros, con todo lo que ha llovido este año, no te joroba. La Constitución son los Estatutos de Autonomía, ¿o es que usted no se ha enterado?
c) Toda primera niña que nazca de una familia en el Estado español deberá llamarse Covadonga de primer nombre, y todo primer niño Pelayo. A los restantes podrá ponérseles el nombre que los padres quieran.
d) Cuando juegue la selección española de fútbol en nuestro país, en lugar del himno nacional deberá sonar el “Asturias patria querida”, que todos los espectadores escucharán en respetuoso silencio, de pie y con gesto de escanciar.
e) Se acometerán las obras e infraestructuras necesarias para que el río Nalón deje de verter sus aguas tontamente al mar Cantábrico y para que se desparrame sobre la meseta castellana, vía Pajares o Tarna, según convenga. Será por agua lo nuestro, ya te digo. Se la regalamos, pa que vean, y que la embotellen si quieren. Menudos somos.
f) Los mingitorios públicos, tanto masculinos como femeninos, se rotularán obligatoriamente como “mexaeru”, y se aplicará multa tres mil euros a quien los denomine con términos foráneos como toilette, wc, servicio o retrete.
g) La aportación del Estado al presupuesto asturiano se determinará cada año en una partida de póquer entre el Ministro de Hacienda, el Consejero de Economía y Xuacón el Trileru, éste en representación de la sociedad civil asturiana.
Y si no nos faen casu, dámosyos dos hosties y declarámonos independientes, mecagunmimantu.
Como suelen decir los que trabajan en el campo, probablemente hubiera sido más sabio consolidar como autonomías las cuencas hidrográficas :) en vez de los áridos pintarrajos de Pascual Madoz.
ResponderEliminarSaludos, y mucha lluvia,
Pues el Bierzo no es de Castilla y León, ni Posada ni Valdeón
ResponderEliminarY por el norte que hacemos? una única comunidad autónoma o unas 15.
Ah, y parte de Burgos se iría a la comunidad autónoma del Ebro.
Menudo putiferio hidrológico.
ResponderEliminarEn fin. Respetuosamente quisiera exponerle una objeción, pero a continuación subrayar lo que considero un gran acierto.
La objeción es la rotunda oposición de todo estudiante de Derecho que se precie a la alteración del artículo 5 de la Constitución. Cambien lo que quieran, cárguense el Parlamento, instituyan una nueva dinastía desde Ramoncín I: LO QUE QUIERAN, pero no cambien ni el artículo 5 ni el 12, que son los que todo estudiante de Derecho, por malo que sea, se sabe de memoria. Si quieren, pongan un 5 bis, cuyo tenor literal sería:
"Que no, que no, que la capital del Estado es la villa de Cangas de Onís".
Como se ve, no hay por qué ponerse rupturistas si es consensuable consensuar el consenso (ATENCIÓN: si ha leído esta frase y no se le ha hecho la boca sopas, tiene un problema de secreción salivar: consulte con su constituto posesorio).
Y subrayo como gran acierto la obligatoriedad del gesto escanciador durante el cántico del Himno Asturiano. Los gestos que se adoptaban hasta el momento en actos oficiales y extraoficiales no respetaban el fechu diferencial (ni en actos oficiales, en los que la mano derecha agarra la muñeca izquierda y ambas reposan sobre la cintura, o sobre el puñetero culo, si uno es bracilargo cual orangután; ni en los extraoficiales, donde el brazo izquierdo se pasa sobre los hombros de un compadre, mientras la mano derecha lleva pendularmente el compás, regando de sidrina -¿dexidrina?- a la concurrencia).
El gesto escanciador hará que los actos oficiales (y las vistas panorámicas del estadiu en los partius de la selección) se tiñan de asturianidad e inunden YouTube.