Vean lo que me indica un amigo muy querido. Así terminaba manifiesto electoral de la coalición del Frente Popular que ganó las elecciones en 1936:
"... las reformas necesarias para que ese niño, lleno de ilusiones, pobre y descalzo, símbolo de la España que queremos redimir, cuando llegue a la madurez no tenga que arrepentirse de haber nacido español".
Pregunta para el señor García Amado:
ResponderEliminar¿Puede ser que la Universidad de "cuyo nombre no puedo acordarme pero usted conoce como la palma de su mano" haya contratado a Profesores Contratados Doctores que no tenían aún la acreditación de la ANECA para dicho contrato?
¿Puede ser que alguien pida a la ANECA la acreditación como Contratado Doctor poniendo como mérito que "es contratado doctor por la Universidad de allí mismo donde dije "?
Estimado Anónimo:
ResponderEliminarCon toda sinceridad le diré dos cosas. Una, que no conozco el caso que usted menciona. Dos, que todo es posible en una universidad de este país hoy en día, y más si es tan conocida como, al parecer, conocida es ésa a que usted se refiere. Como regla general funciona la siguiente: a más cercanía de una universidad al poder, más posibilidad y probabilidad de variopintas alcaldadas. Pero si son "de los nuestros" no pasa nada, todos tranquilos.
De todos modos, a su muy aleccionadora historia le falta un detalle que sería bonito conocer: ¿qué dijo la ANECA de mérito tan peculiar como que le hubieran puesto los cuernos a ella misma con un contrato ilegal?
De por qué no me entero apenas de lo que en los últimos tiempos pasa por ahí tiene bastante culpa este blog, créame. Ya no me tienen aquella confianza en muchas partes. Ay, qué tristeza tan grande.
Rajoy, ese hombre que llama continuista a los demás, sin mirarse a si mismo.
ResponderEliminar¡Qué bueno!
ResponderEliminarIdentificado pues (otro) invariante de nuestra historia común reciente: el gusto por la pedopolitica.
Salud y República (aunque tocara decirlo ayer),
Vaya fallo de los asesores de Rajoy, aunque bueno no me extraña...
ResponderEliminarSalud y República!
Muy estimado amigo (permítame esta intención), no he podido leer su respuesta por encontrarme faciendo muchas venturas en otros lugares lejanos. Ahora que lo leo le diré dos cosas: lo de la ANECA no tiene precio, ¡Ah, si las piedras hablasen!. Lo de la Universidad que tal cosa ha fecho, sólo puedo decirle que la tiene más próxima de lo que pueda imaginar. De todas formas este caso sólo es una minúscula gota que ya no colmará vaso alguno porque los han roto todos con la vulgarización descomunal de la universidad en la que nos han metido. Una cosa sí le prometo. Si consigo acercarme por León trataré de localizarle y, en persona, le daré los detalles que ahora la prudencia me obliga a omitir.
ResponderEliminarCuente con ello. Y no se apure porque el blog le distraiga de las miserias universitarias. Eso que se ahorra en salud.