Sí, pero que conste que lo jodieron ellos

He estado echando un vistazo en la web de esa cosa que se llama Esto sólo lo arreglamos entre todos (www.estosololoarreglamosentretodos.org).

Digo “esa cosa” sin ánimo despectivo, únicamente porque no sé esto qué es lo que es, si una organización benéfica, un club social, una ONG, una terapia de grupo, un nuevo partido, un proyecto de investigación, una broma o la antesala del purgatorio. Da igual.
Ya he oído por ahí que se ha armado buena discusión en la red con la cosa que sea la cosa. Ni quito ni pongo. A mí me va poco el rollo así, pues me recuerda a aquellos jóvenes cristianos de base que ahora ya serán viejos cristianos de cúspide, los de viva la gente la hay donde quiera que vas y tal. También se me parece a los inventos de los pedabobos, en plan poned a vuestros estudiantes a hacer el trenecito y que cada uno explique con cinco palabras qué siente al tocar el culo del de delante y luego que formen equipos para hacer listas de palabras que empiecen por ka y tengan cuatro letras. Obsesiones mías, bobadas, ciertamente. Me gustan los dulces, pero en la vida social me cansa un poco el exceso de crema pastelera tipo aquí os presento a Wilson Picatoste, que con una sola pierna se marca unos zapateados que parece que tuviera tres, o a Edelmira Tatequieto, que empezó en la prostitución callejera y ahora regenta un exclusivo club para potentados y dice que tiene vis(i)ones. Bah, no me hagan caso.
Ya sé, ya sé, las pretensiones son loables y se trata de animar a la gente para que se vea que de este embrollo de la crisis se puede salir y que los que salgan será porque salieron y formarán un magnífico ejemplo de que sí pudieron salir algunos y los otros que tomen nota antes de pegarse un tiro doblemente deprimidos: por lo suyo y porque, encima, conocen a un par de esos que triunfaron en mala época, y vaya tela.
Bueno, pues me parece bien. En serio. Que a mí no me pongan ni los himnos ni los aquelarres no significa que no se pueda organizar dignamente una página de autoayuda colectiva en la que se ha metido un pastón y sólo hay que ver qué anuncios se pagan por ahí. Que un servidor fuera de la cama o del sofá no sea muy dado a la promiscuidad no implica que haya que condenar para siempre esos ensayos de democracia orgánica e interclasista consistentes en poner en la misma lista a unos cuantos superempresarios, a unos pocos políticos camuflados de algo, a un jugador de la NBA y a tres peones de albañil y por navidad siente una crisis a su mesa y todo eso. Lo natural sería que esa gente se peleara en lugar de andar haciendo juntos páginas web y arreglando entre todos lo que muchos de ellos tienen perfectamente arreglado y otos chungo for ever, pero esto ya nada más que lo pensamos los que sentimos nostalgia de la revolución cuando nos vuelve a apretar el braguero.
Sentado, pues, que en sustancia apruebo lo de esto lo arreglamos entre todos, bwana, sólo me permito sugerir que se haga la otra parte, lo que falta, la otra cara de la moneda. Aunque no sea más que por afanes simétricos y gusto por la obra completa. Esto es, propongo -y voluntario me brindo para poner manos a la obra si alguien más se apunta- una nueva cosa, con su página web y su publicidad, que se llame así: “Siperoqueconstequelojodieronellos.org”. ¿Con qué fin? Veamos.
Aceptado que hay una crisis aunque votamos para que no la hubiera y ahora vamos a ver si la arreglamos entre todos antes de que haya que volver a votar y así votamos a los mismos porque ya no la hay y es como si no la hubiera habido nunca (son sutilezas de la psicología de masas), y asumido que es una crisis puñetera de verdad y que ahora nos llaman para empujar a nosotros que ni la causamos ni les reímos las gracias a los que se forraron mientras tanto, exigimos que conste quiénes fueron los descendientes de cuestionables progenitores (iba a decir los hijos de la gran puta, pero luego vienen los comentaristas y dicen que pierdo mucha brillantez cuando me excito) que nos han llevado a esta situación y que ahora silban tangos o se apuntan al esto sólo lo arreglamos entre todos pero ponte en pompa tú, corazón, futuro del país, votante de mis entretelas, tontín, alma-corazón-y-vida, orgullo de mi nación, que siempre te quise yo a ti más que a ná, hombre.
A ver si lo explico mejor y sin que me dé la risa floja que antecede a las ganas de matar. Elaboremos una paginagüé en la que saquemos a muchos de esos que nos han dejado así, compuestos y sin PIB, deprimidos, parados y además quietos, abandonados y con la virginidad ideológica vendida en cualquier esquina. Mismamente gentes de esta España plural y sucia que ha hecho y hace cositas como estas:
- Dar pelotazos sin parar.
- Poner el cazo a cambio de lo que sea que no se deba hacer pero dé pasta o poderío, como recalificar unos terrenitos, aprobar al sobrino de tal, escribir un articulito laudatorio con éste o crítico con aquél...
- Encomendarse al absentismo laboral puro y duro, hoy porque siento como un pinchazo aquí donde me pincha, mañana porque hay días que no me encuentro a mi mismo y pasado porque venía caminando para acá, doctor, y dejé de notarme los pies.
- Ejercer el digno oficio de funcionario en el bar de la esquina en cafés de diez a doce durante los que se diserta sobre que este país es un país de ladrones y que encima se está llenando de negros que vienen a lo que vienen.
- Crear plazas en la Administración para padres, hijos y espíritus santos, para felones y feladores, para coterráneos, para compis de partida y de partido, para los del sindi verti, para ti, cielín, que ya te estaba echando de menos, para ti, que estás de morros esta noche, que descubres los secretos de tu cuerpo, que sonrojas tu nariz casi queriendo, que eres un gran aprendiz de seductor. Etc.
- Organizar concursos amañados, promociones internas, ascensos para este chico/a tan majo, ventajas para este/a discípulo/a que tiene un pico de oro, lo estás haciendo muy bien, muy bien, etc.
- Subvenciones para este por ser del género que es, para el otro por haber nacido en el pueblo en que nació, para el de más allá porque habla como nadie una lengua que, en efecto, no habla nadie, para el de al lado porque es un gran artista a cualquier hora que lo llames y le pidas lo que le pidas...
- Montar una empresa para trincar subvención (véase la nota anterior) y sin el más mínimo propósito de que jamás produzca cosa alguna.
- Repartirse el iva, el (se) venía, la cuota de la seguridad social, etc., etc.
- Llenar la empresa de ilegales sin contrato y salir gritando que hay que abaratar el despido y rebajar las cuotas de no sé qué.
- Venirnos ahora con que nosotros hemos de apretarnos el Gürtel.
- Presentarse a unas elecciones generales afirmando que no hay crisis y que se va a conseguir el pleno empleo en esa legislatura.
- Insistir cada día en que ya pasó lo peor.
- Repetir que con un poco más de confianza, vaselina y un liguero esto lo arreglamos entre todos. Etc., etc., etc.
Y ya lo creo que lo arreglamos. El siguiente paso de nuestra organización sería tal que así. Una vez localizada y clasificada una buena muestra de los que nos han puesto en esta tesitura, diez o doce fusilamientos. Al mes. Con la tele retransmitiendo en directo y la gente votando mediante sms para ver quién ha de ser el próximo. Y con lo que saquemos de publicidad en los intermedios montamos una empresa de ataúdes.
Sería mano de santo. Luego, el santo al pilón, como los otros, por no haber hecho acto de presencia cuando más se lo necesitaba. Y porque él también votó lo que votó, que nos hemos enterado. O qué.