Los movimientos sociales también tienen sus dinámicas y efectos que parecen determinados por la física. Mismamente, están sometidos a la inercia. En situaciones de injusticia y de consiguiente lucha social, meritoria y necesaria, se acumulan hábitos y se despliegan energías que, luego, provocan problemas de frenada. De tal forma, el desequilibrio anterior termina en desequilibrio nuevo, pues no fue posible detenerse en un razonable punto sin tensiones.
Los ejemplos abundan. Los homosexuales estaban perseguidos y discriminados en nuestro medio político, jurídico y cultural hasta hace muy poco, pero ahora, cuando sus derechos y su consideración ya no son menores que los de cualquier otro grupo social -o casi-, se mantienen y se acrecientan ritos como el del día del orgullo gay (no se nos ocurriría hacer un día del orgullo hetero) o, en ciertos círculos cercanos al poder y el control social real, se tiene por timbre de gloria y pasaporte hacia el éxito la homosexualidad. Ni tanto ni tan calvo. En esa materia toda discriminación, en uno u otro sentido, desaparecerá cuando la opción sexual de cada cual acabe resultando invisible por irrelevante. El tránsito adecuado es el que va de la “invisibilización” (qué horrenda palabra actual) del homosexual a la invisibilización de homos y héteros a una, porque a nadie le importe un rábano (¿un pito?), en cuanto fenómeno con relevancia y repercusión social, la inclinación sexual de cada uno.
Con el feminismo me parece que sucede otro tanto. Nadie con dos dedos de frente negará la justicia de esa lucha de siglos y lo que de muy bueno nos ha traído a todos, a los hombres y, en especial y cómo no, a las mujeres. Pero, en verdad, ¿cuándo se logra la plena equiparación de la mujer? ¿Se habrá conseguido ya o faltará mucho aún? Sabemos que en algunas cosas las mujeres ya adelantan a los varones con claridad, como es el caso, por poner uno, del acceso actual a los estudios de Derecho y las profesiones jurídicas. En otras cuestiones se avanza, aunque con lentitud, como en la equiparación salarial entre machos y hembras, a igual trabajo.
Hagamos el experimento de imaginar que en un momento dado y no lejano la igualdad jurídica y material entre hombres y mujeres fuera perfecta. ¿Sería el momento en que el feminismo habría de detenerse, de disolverse o de permanecer, todo lo más, en actitud vigilante tan sólo para evitar retrocesos o recaídas, retornos al viejo machismo -por ejemplo por la acción de un comunitarismo tradicionalista mal digerido o de un multiculturalismo que relativice también el valor de los derechos de las mujeres-? Para contestar a tal pregunta se impone un depende. Depende de cómo concibamos los fines y el programa del feminismo, o de esta o aquella corriente del feminismo.
Del feminismo podemos suponer tres versiones paralelas a las del marxismo y su evolución: la que desenmascara la desigualdad real y la alienación con ella relacionada (Marx joven), la que ve necesario invertir las tornas, pero para que un día no haya tornas y se acabe la desigualdad (la dictadura del proletariado, pero como paso a la sociedad sin clases en el Marx veterano) y la que al fin descree de la posibilidad de la igualdad y sólo aspira a perpetuar los privilegios de los que ahora, después de la revolución, tienen las riendas (leninismo-stalinismo).
Toda doctrina igualitarista tiene su horizonte de disolución en el logro de la igualdad pretendida. Y tiene su pretexto de perpetuación en la idea misma de horizonte, que se aleja a medida que hacia él se avanza. Pero esa metáfora es difícilmente aplicable al estatuto social de los sexos, pues es por completo imaginable una superación cierta de las desigualdades entre hombres y mujeres, sean las jurídicas, las políticas, las económicas y las culturales. Cuando ese momento se alcance, y aquí se alcanzará ya pronto, la lucha contra la discriminación será sustituida por la pelea por el privilegio, y ello por efecto de la inercia o por lo que los militares llaman la fase de explotación del éxito, como último paso de la batalla. Pero las iniquidades de este tipo sólo desaparecen cuando no reemplaza una nueva a la anterior, cuando el péndulo se estabiliza, cuando los polos pierden su magnetismo, cuando ya se puede pensar en otra cosa o atender a nuevas injusticias o a injusticias viejas que se mantienen, como la desigualdad de oportunidades entre seres humanos. Porque, si no se para a tiempo, volveremos a ver una película que conocemos, pero con distinto sexo de los protagonistas: mujeres que dominan a los hombres por razón de género y que se dominan entre sí y dominan a los hombres por razón de dinero.
Ojalá los géneros se acaben pronto, para que podamos volver a hablar de sexo tranquilamente.
Los ejemplos abundan. Los homosexuales estaban perseguidos y discriminados en nuestro medio político, jurídico y cultural hasta hace muy poco, pero ahora, cuando sus derechos y su consideración ya no son menores que los de cualquier otro grupo social -o casi-, se mantienen y se acrecientan ritos como el del día del orgullo gay (no se nos ocurriría hacer un día del orgullo hetero) o, en ciertos círculos cercanos al poder y el control social real, se tiene por timbre de gloria y pasaporte hacia el éxito la homosexualidad. Ni tanto ni tan calvo. En esa materia toda discriminación, en uno u otro sentido, desaparecerá cuando la opción sexual de cada cual acabe resultando invisible por irrelevante. El tránsito adecuado es el que va de la “invisibilización” (qué horrenda palabra actual) del homosexual a la invisibilización de homos y héteros a una, porque a nadie le importe un rábano (¿un pito?), en cuanto fenómeno con relevancia y repercusión social, la inclinación sexual de cada uno.
Con el feminismo me parece que sucede otro tanto. Nadie con dos dedos de frente negará la justicia de esa lucha de siglos y lo que de muy bueno nos ha traído a todos, a los hombres y, en especial y cómo no, a las mujeres. Pero, en verdad, ¿cuándo se logra la plena equiparación de la mujer? ¿Se habrá conseguido ya o faltará mucho aún? Sabemos que en algunas cosas las mujeres ya adelantan a los varones con claridad, como es el caso, por poner uno, del acceso actual a los estudios de Derecho y las profesiones jurídicas. En otras cuestiones se avanza, aunque con lentitud, como en la equiparación salarial entre machos y hembras, a igual trabajo.
Hagamos el experimento de imaginar que en un momento dado y no lejano la igualdad jurídica y material entre hombres y mujeres fuera perfecta. ¿Sería el momento en que el feminismo habría de detenerse, de disolverse o de permanecer, todo lo más, en actitud vigilante tan sólo para evitar retrocesos o recaídas, retornos al viejo machismo -por ejemplo por la acción de un comunitarismo tradicionalista mal digerido o de un multiculturalismo que relativice también el valor de los derechos de las mujeres-? Para contestar a tal pregunta se impone un depende. Depende de cómo concibamos los fines y el programa del feminismo, o de esta o aquella corriente del feminismo.
Del feminismo podemos suponer tres versiones paralelas a las del marxismo y su evolución: la que desenmascara la desigualdad real y la alienación con ella relacionada (Marx joven), la que ve necesario invertir las tornas, pero para que un día no haya tornas y se acabe la desigualdad (la dictadura del proletariado, pero como paso a la sociedad sin clases en el Marx veterano) y la que al fin descree de la posibilidad de la igualdad y sólo aspira a perpetuar los privilegios de los que ahora, después de la revolución, tienen las riendas (leninismo-stalinismo).
Toda doctrina igualitarista tiene su horizonte de disolución en el logro de la igualdad pretendida. Y tiene su pretexto de perpetuación en la idea misma de horizonte, que se aleja a medida que hacia él se avanza. Pero esa metáfora es difícilmente aplicable al estatuto social de los sexos, pues es por completo imaginable una superación cierta de las desigualdades entre hombres y mujeres, sean las jurídicas, las políticas, las económicas y las culturales. Cuando ese momento se alcance, y aquí se alcanzará ya pronto, la lucha contra la discriminación será sustituida por la pelea por el privilegio, y ello por efecto de la inercia o por lo que los militares llaman la fase de explotación del éxito, como último paso de la batalla. Pero las iniquidades de este tipo sólo desaparecen cuando no reemplaza una nueva a la anterior, cuando el péndulo se estabiliza, cuando los polos pierden su magnetismo, cuando ya se puede pensar en otra cosa o atender a nuevas injusticias o a injusticias viejas que se mantienen, como la desigualdad de oportunidades entre seres humanos. Porque, si no se para a tiempo, volveremos a ver una película que conocemos, pero con distinto sexo de los protagonistas: mujeres que dominan a los hombres por razón de género y que se dominan entre sí y dominan a los hombres por razón de dinero.
Ojalá los géneros se acaben pronto, para que podamos volver a hablar de sexo tranquilamente.
Por cierto, no es ociosa la comparación con las dinámicas del nacionalismo. Puede haber razones, por qué no, para que en una comunidad surja un movimiento nacionalista que reclame autodeterminación y consiguiente liberación de opresiones reales o supuestas -las del feminismo de toda la vida no son supuestas, desde luego que no-; pero, ¿qué pasa cuando la autodeterminación plena o independencia se logra? ¿Desaparece el nacionalismo? No, se mantiene y busca con desesperación un enemigo fuera, en el extranjero, o dentro, en imaginarios traidores a la causa del pueblo libre. Las élites políticas nacionalisas de países tales no sobreviven sin ese alimento, no subsisten en un ambiente de pueblo libre, despreocupado y feliz. Aplíquese el cuento en lo que sirva.
PD.- Estos asuntos me vinieron a la cabeza al leer en El País la tribuna de Manuel Ruíz Zamorano titulada "Feminismos". A ese señor le van a caer unos buenos gorrazos por cuenta de los/as censores/as de guardia.
Feminismo de la razón, feminismo feroz, feminismo clásico... son varias de las etiquetas que el autor del artículo al que se alude utiliza para distinguir básicamente un feminismo que le agrada (pocos intelectuales hay que le nieguen a las mujeres su derecho a reclamar la igualdad social y salarial)de uno que le molesta. Pero qué cansino resulta ya tener que explicara a personas (hombres en su mayoría) que hay muchos feminismos desde tiempo inmemorial, vamos desde que Aristóteles dijera que las mujeres son inferiores a los hombres y sólo ligeramente superiores a los esclavos, y que ya Christine de Pizan protestaba en el siglo XIV por la representación de la mujer como objeto sexual en el Roman de la Rose (será éste el feminismo clásico)aunque algunas feministas la tildan de conservadora. No sé cuando frenará el feminismo (¿cuál?), ni si lo hará bien, mal o regular. Pero aún no entiendo porqué el feminismo sigue teniendo connotaciones tan negativas (feminismo feroz: ¿qué es eso?) ni porqué hay que explicar ahora que los estudios de género no los han inventado unos políticos oportunistas, sino que surgieron en los años 80 (en Estados Unidos) en un intento de ofrecer una visión más amplia del género social, además del biológico, que la que ofrecía el feminismo. Y la comparación con el marxismo, por favor, suelo leer este blog con admiración, pero últimamente detecto un cierto resentimiento (no feminista, precisamente). No conozco al autor del artículo del País, pero estoy segura de que el autor de este blog puede ser más sutil y cuidadoso con situaciones complejas que no merecen simplezas. Por cierto, por si a alguien le interesa, sí hay 3 fases en el feminismo, pero no son las que se mencionan aquí. Si alguien está interesado, hay abundante bibliografía sobre el tema.
ResponderEliminarCiertamente el feminismo, como todo lo acabado en -ismo, denota una desviación hacia un polo, desprendiéndose de aquí que hay un polo opuesto.
ResponderEliminarEl equilibrio entre dos polos, como mejor se alcanza es con la moderación. No vale de nada tirar desde el polo opuesto al que predomina, pues se puede dar más fuerza de la necesaria y pasarse, como le está ocurriendo por ejemplo a este gobierno.
Es como pegar un acelerón para aparcar el coche más rápido, te acabas dando con los coches cercanos. A veces es mejor calcular e ir despacio.
El problema del feminismo, y quizás por lo que tiene connotaciones negativas (aparte de lo primero que he explicado) es que actúa cuando le viene en gana y para armar polémica, como el resto de -ismos. Personalmente todavía espero una respuesta del feminismo de esas que hacen eco a temas como la indemnización de Puerta (por una jueza, por cierto) o a ese nuevo programa en la que nosecuántas mujeres tienen que pelearse por un hombre.
En especial este último programa me parece especialmente denigrante para la figura de la mujer, y peor aún me parece que haya mujeres dipuestas a aparecer así en la tele, vendiéndose de tal modo. ¿Dónde está el feminismo cuando de verdad se lo necesita?
Ojalá que todas las desigualdades se acaben pronto, si es por eso.
ResponderEliminarPero hojeando la historia, los "ojalás" han movido bien poco. Las luchas de los grupos sojuzgados han sido una miajita más eficaces. Ponerles el punto tiene su aquél, qué duda cabe, pero miren Vds., yo prefiero que se pasen un poquito a que se queden cortos, por aquello del derecho a la compensación. Y por el valor didáctico que tiene proclamar públicamente que donde las dan, las toman.
Desconfío en cambio de aquellos que insisten en que como las cosas están "casi" igualadas (adverbio subjetivísimo donde las haya), pues dejen de molestar, joder, y confórmense con su derecho al voto, ¿qué más quieren, hostias?
Parafraseando a El Roto, se podría decir que "quien no vea que las desigualdades sociales están casi resueltas, no está cerrando suficientemente los ojos".
En cuanto a los "días de ...", qué duda cabe que son un invento de jardín zoológico, un caramelito para calmar conciencias. Día del orgullo heterosexual no hace falta marcarlo en el calendario, porque hay de ellos 364 al año, como hay 364 días del año dedicados al capital desmelenado, desregulado, y puesto de coca hasta arriba, y hay 364 días al año de los machos irredentos y controladores ... A pesar de ello, con tanta ingenuidad como buenas intenciones, ciertos grupos histórica y contemporáneamente jodidos siguen celebrando el 27 de Junio, el 1 de Mayo, y el 8 de Marzo ... e incluso tiene algo simpático, si sirve para rechazar el caramelito, para (contra)joder vistosamente, al menos en un día de símbolos flameantes, a aquellos que siguen apostando por el mantenimiento de sus privilegios.
Pero el famoso "casi" es obcecado, y está ante los ojos de cualquiera que quiera entreabrirlos. Cita el anfitrión correctamente el testarudo, y cuantioso, diferencial salarial que sigue penalizando a las mujeres. Cabría citar, siempre en la misma línea, la caída en picado de las rentas del trabajo relativamente a las rentas del capital, testimoniada por más de un decenio de estadísticas incontestables. O lo inconcebible que sigue resultando -tanto por citar algunos círculos "cercanos al poder y el control social real"- cuando se es futbolista de primera división, ministro, candidato a presidente de gobierno, presidente autonómico, alcalde de ciudad puntera, o miembro de conferencias episcopales o colegios cardenalicios, decir sin más que le van los seres humanos con la misma tipología de atributos -protuberancias u oquedades que sean- que le adornan al interfecto/a la entrepierna.
Y quedan algunos otros grupitos más ...
¿Será que la solución es la frenada?
¡Trabajadores del mundo, reinas por un día del mundo, maricones y bolleras del mundo, inmigrantes del mundo, desposeídos del mundo ... frenemos unidos! ¡No nos vayamos a pasar una cuarta, y arañar con la llanta de nuestra bicicleta herrumbrosa el imponente parachoques del cochazo que nos va "casi" por delante"! ¡Que estaría muy feo!
Salud,
El feminismo de Aído y sus delicadas hordas es, me temo, un feminismo sin freno ni mesura. Es ya un feminismo adepto al victimismo y preocupado por perpetuar los muchos privilegios que ha generado para ciertos grupos de mujeres. El feminismo de igualdad es justo y necesario. El de género, degenerado; plagado de sinvergüenzas sin el menor escrúpulo ni respeto por la verdad.
ResponderEliminarPero el famoso "casi" es obcecado, y está ante los ojos de cualquiera que quiera entreabrirlos. Cita el anfitrión correctamente el testarudo, y cuantioso, diferencial salarial que sigue penalizando a las mujeres
ResponderEliminary lo cita equivocadamente.
No hay diferencial salarial entre hombre y mujeres a igual trabajo. No hay que creerse titulares de periódicos redactados por periodistas que no han abierto un manual de estadística en su vida y que comparan por tanto media con media. Así, a lo bruto.
Lo que hay es desigualdad en los cargos a los que se accede, donde es evidnete que los hombres están en extremo sobrerrepresentados en los altos cargos. De ahí que esa media aritmética toscamente comparada salga favorable a los hombres.
Hoy no puedo estar más en desacuerdo con el post.
ResponderEliminar--> FRENADA
Pues supongo que el feminismo tendrá tanta frenada como
- el pensamiento demócrata,
- la lucha por el Estado de Derecho,
- la defensa de los derechos de los trabajadores,
- la lucha de la libertad de expresión,
- la defensa de la separación de poderes y la defensa de la Ley,
... etc.
Si alguien me pregunta hasta cuándo seguiré sosteniendo la necesidad de defender la libertad de expresión, amartillo mi pistola.
Y la razón de que haya una sobre-representación masculina en los altos cargos no responde, necesariamente, a ningún tipo de discriminación patriarcal, ni al famosos "techo de cristal", sino a ciertas diferencias naturales entre hombres y mujeres, tales como es el afán de competir o medrar en el trabajo, que favorecen sistemáticamente al hombre. No hay ningún impedimento estructural para que la mujer ocupe los más altos cargos. Y, de hecho, el número de universitarias es ya mayor que el de universitarios. ¿Por qué no medidas de "discriminación positiva" para equiparar el número de chicos y chicas universitarios?
ResponderEliminarTambién hay una sobre-representación masculina en los más peligrosos y penosos puestos de trabajo, y de eso no se dice nada. Las mayores tasas de accidentalidad laboral se da entre los hombres. Los trabajos más duros y penosos son para los hombres. Lo que está ocurriendo hoy en política de "igualdad" es sencillamente bochornoso. Hay censura informativa descarada para ocultar las verdaderas cifras sobre maltrato y uxoricidios femeninos. Sólo unos cuantos profesionales del derecho (Sanahuja, Serrano...) se han atrevido a denunciar parte de los abusos del feminismo radical que nos señorea.
El "día del orgullo hetero" frente al "día del orgullo gay" es como el "día del orgullo ario" frente al "black pride".
ResponderEliminarLa única diferencia es que ya todos estamos de acuerdo en que el "día del orgullo ario" es propaganda nazi.
A nadie que lea a los de "WHITE PRIDE" le ocurre decir "claro, ¿cómo no va a estar orgulloso el blanco? ¿Hasta cuándo va a tener que oír a los gitanos reivindicar su orgullo, como si los arios fuesen menos? ¡Es que ahora, con tantos negros en la tele, los que somos menos somos los blancos!".
Ahora cambie "gitano" por "homosexual", "blanco" por "hetero" y...
HOYGA, Raus, lo de descalificar de sinvergüenzas a los que disienten de usted en materia de [discriminación - género] (entre los que me cuento...) ¿es para abrir un verdadero debate de ideas?
ResponderEliminarPorque vaya usted a saber si eso tan divertido de las diferencias laborales hombre-mujer por motivos biológicos a alguien también le merece una calificación ética.
¿Tiene usted también alguna teoría biologista sobre por qué en igualdad de formación son sudamericanos ocupan los peores puestos de trabajo? ¿Y sobre criminalidad y raza? Desde mi sinvergonzonería, ardo en deseos de leer su investigación...
¡Raus, me uno a su preocupación sobre los uxoricidios femeninos!
ResponderEliminarCalifico de sinvergüenzas, señor Jacobo, no ha quien disiente de mis opiniones, sino a quien tergiversa la verdad, miente y censura información para mantener en vilo la asquerosa y detestable industria del maltrato que hoy tenemos aquí implantada: el 90% de las denuncias por maltrato son falsas, cosa que ya han advertido públicamente la decano Sanahuja, el juez Serrano, diversos forenses y otros profesionales de la magistratura y la psicología. Quizá usted, que tan preocupado parece por esto del maltrato, tenga la amabilidad de decirnos cuáles son las cifras de maltrato materno de nuestro país. ¿Las sabe usted? ¿Sí, caballero? ¿Se ha enterado de esas cifras gracias a los “veraces” medios de comunicación masivos, o ha tenido que hurgar en Internet en busca del Arca Perdida? ¿Conoce las cifras de maridos y novios muertos a manos de sus parejas femeninas? ¿Sabe usted cuáles son las cifras sobre suicidio de hombres en procesos de separación? Ilústreme, por favor. Cuando me diga unas y otras cifras, quizá estemos en condiciones de empezar a hablar en serio. Si no las proporciona aquí, no me voy a molestar en discutir con alguien despreocupado de esa realidad. Averígüelas, por favor. Veremos entonces si hay o no fundamento para mi acusación.
ResponderEliminarEl famoso techo de cristal, que es fantasmal más que de cristal, no explica que haya, por ejemplo, menos mujeres con el Premio Nobel, sino que lo explica cierto dimorfismo sexual en capacidades intelectuales. Puede consultar a Helen Cronin (una señora) para informarse de este hecho, señor mío. Encontrará que las cifras de superdotados son significativamente superiores a las de superdotadas. La media es prácticamente la misma. Esto es un hecho mil veces constatado por la psicometría. Como también es un hecho comprobado que la cantidad de hombres tarados y torpes es bastante superior al de mujeres. ¿Tiene usted conocimientos de psicología, quizá? Me temo que no. O quizá tantos como los de gramática.
Quizá usted me pueda explicar a mí por qué a igualdad o inferioridad de capacidad profesional se elige a una mujer para ministra en vez de a un hombre. Ya, pobrecitas, necesitan una ley que las “discrimine” positivamente. Será por eso que tenemos una impresionante colección de analfabetas como ministras: Carmen Calvo, Chacón, Magdalena Alvárez, Bibiana Aído… Son cosas anejas a la ley de cuotas.
ResponderEliminarTambién usted podrá explicar por qué un español necesita pagar matrícula, alquiler y los impuestos correspondientes a la apertura de un local comercial (un todo a cien, un restaurante… por ejemplo) y, sin embargo, un chino no.
Sí hay, fíjese usted, una teoría biológica para explicar por qué el 90% de los asesinatos los cometen los hombres (y, por cierto, el mayor número de víctimas no son mujeres, señor, sino hombres. ¿Esto lo sabía usted, mi honrado contertulio?). Reside en las diferencias de testosterona entre hombres y mujeres. ¿Sabe usted lo que es la testosterona, verdad? Doy por supuesto que algo sabe. Pues esas diferencias hormonales explican, en efecto, ciertas e importantes diferencias conductuales entre hombres y mujeres. Por ejemplo, nivel de agresividad física, ciertas taras psíquicas (por ejemplo, autismo), competitividad, talento espacial, etc. Y si quiere le explico también que los niveles de testosterona intervienen, además, en el sentido de orientación espacial, menor, estadísticamente hablando, en la mujer que en el hombre. Son misterios que usted quizá desee explicar aludiendo a enigmáticos influjos sociales o educativos.
¿Criminalidad y raza? Es un tema que usted se saca de la chistera, guiado de sus soberbios prejuicios. Temas que yo no tengo por qué explicarle a usted, pues su petición es gratuita e impertinente. Yo no he dicho nada de esas cuestiones. Explíquelas usted, que se le nota muy leído. Si usted me pide que explique teorías biológicas para dar cuenta de ciertas diferencias conductuales entre hombres y mujeres, pues lo hago, porque a ellas sí me he referido. Pero no me venga usted pidiendo que explique lo que no me corresponde explicar. Y algo le podría decir al respecto para documentarlo a usted, pero no me da la gana. Lea y cultívese un poco. No le afectará a la salud, créame.
Perdón por la errata. Se me coló una espuria "h" en "no a quien disiente..."
ResponderEliminarSr. Raus, por favor, díganos de dónde saca eso de que el 90% de las denuncias de malos tratos son falsas. Es usted quien lo afirma, y no me puedo creer que se lo haya inventado.
ResponderEliminarMientras, si no le importa (y si sí, también), lo mantendremos a efectos dialécticos en el ámbito de la ocurrencia sin fundamento.
Sigo investigando esa cosita que se inventa usted del "uxoricidio femenino". Qué bueno, oiga.
Respecto de las cifras de delincuencia, estimado Raus, demuestra usted un conocimiento de la materia está al nivel de su cultura política. ¿Por qué no entra de nuevas a cara descubierta fingiendo que se incorpora de nuevas al debate y lo hablamos? Porque seguro que firmando con su nombre reduce el número de improperios (expresión, por lo general, de impotencia en el debate) del tipo "soberbio prejuicio", "sinvergüenza", etc. Cuando uno sólo tiene insulto, es que no tiene argumento. Estaré encantado de oír sus argumentos y los hechos sobre los que los apoya.
Lo de los chinos me parece buenísimo también. Todos los pequeños empresarios españoles cumpliendo, pero por culpa de esos jodidos chinos España se rompe. ¡Ay, los extranjeros! ¿Por qué no podrán ser como los españoles, buenos y benéficos? Un día le cuento que tengo una teoría al respecto, de base biológica. Figura.
más que "falsas", parece ser que el 90% de estas denuncias se acaban archivando. Lo cual realmente no quiere decir que todas sean falsas (ni que todas sean verdaderas).
ResponderEliminarcon todo yo sí estaría interesado en lo de la violencia física de mujeres contra hombres. Entre otras cosas, porque uno de los mitos que nos rodean es que este tipo de 'violencia de género' (de hombres a mujeres) se explica con referencia genérica a un 'machismo ambiental' en la sociedad española. Tal vez sea así, pero no puede ser la única explicación, pues este tipo de violencia es en España menor que en países nórdicos, que son tenidos por el colmo de la liberación de género (aunque tal vez también de forma estereotipada...).
Por ello, repito, estoy interesado en la violencia de mujeres contra hombres, evidentemente cuando se cumpla el requisito de que no se trata de legítima defensa.
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ResponderEliminarEstimado último anónimo:
ResponderEliminarLos estudios estadísticos sobre HOMICIDIOS son relativamente sencillos, en la medida en que la cifra negra es muy baja (se investigan casi todos y se condena un número altísimo, en relación con el resto de los delitos).
En estos momentos en España hay 170 mujeres cumpliendo pena por delitos de homicidio (doloso e imprudente) y asesinato, frente a 2.858 hombres (o sea: menos de un 6% de los homicidas en prisión son mujeres). Habría que desagregar la cifra de homicidios imprudentes, por lo general alta, aunque los homicidios dolosos tienen una sobrerrepresentación estadística (porque tienen las penas más altas)
La tasa de homicidios dolosos y asesinatos (aquí sí, sin contar los imprudentes), tras bajar sin parar en los últimos años, ha repuntado un poquillo en el último año del que hay datos: 1019. Pero ya sabrá usted que delitos dolosos contra la vida cometidos por mujeres hay POQUÍSIMOS (el 6% de antes puede ser vagamente orientativo).
Eso sí: si queremos prescindir de los datos, desde el punto de vista biológico debe ser jodido investigarlo. Raus por una parte nos dice que hay un complot para mantener oculta la criminalidad violenta femenina... aunque, por otra parte, nos dice que como las féminas vienen de serie sin testosterona, no pueden ser tan violentas y se les da fatal lo de matar (de ahí, supongo, lo del "uxoricidio femenino": ¿insinnuará que sólo matan mujeres las lesbianas?). Como ve, un mundo complicado, este de los varones en pie de guerra en lucha contra el maltrato femenino.
Dicho esto: en efecto, tiene usted razón, Last Anonymous. No tenemos datos de lo que usted dice como no tenemos datos de CASI NADA. Las cifras policiales y penitenciarias, que son las que uso, sirven para hacerse ideas "a bulto" en algunos delitos (homicidio, asesinato...), pero son casi irrelevantes en delincuencia menor. Sería interesante gastar un poquito más en estudios criminológicos antes de liarse a hacer el idiota con modificaciones ciegas de las leyes penales.
Raus: o miente usted como un bellaco o no se ha leído lo de la Señora Sanahuja:
ResponderEliminarSe lo dejo aquí para que lo lea, a ver si encuentra eso del 90 % de las denuncias falsas:
http://www.pensamientocritico.org/marsan0109.html
De las cifras de maltrato materno: no las hay. Ni de asesinatos a gitanos. Ni de maltrato de calvos. Ni de lesiones a madridistas. Tiene usted un desconocimiento enciclopédico de cuál es la situación de la investigación criminológica en España. Pero habla, y habla, y habla... por boca de asno.
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ResponderEliminarVamos a ver, vamos a ver. Esto se ha calentado más de la cuenta y hay gente llamándome a restaurar el orden. Muy interesantes las polémicas, pero, esperando ser comprendido o, al menos, no muy criticado, voy a suprimir ahora mismo comentarios en los que se insulten amigos que firmen con su nombre. Invito a todos a tomar o retomar el debate como quieran, pero bajo esa única condición. Con mis disculpas para todos, pues ni suelo hacer estas cosas ni me gusta hacerlas.
ResponderEliminargracias por los datos, Jacobo Dopico.
ResponderEliminarSí, señor Administrador, ya he visto que ha censurado usted uno de mis comentarios. Quizá lleve usted razón. Me voy de aquí sea así o no, para tranquilidad, supongo, de quien tiene permitido llenarse la boca del mensaje políticamente correcto y tachar de asnos a los demás.
ResponderEliminarAl señor Jacobo le diré que sí, que está usted en lo cierto al hacer hincapié en el gazapo en que incurrí al hablar de "uxoricidio femenino". Monte uted una fiesta de petardos y cohetes para celebrar mi error. Desahóguese, hombre. Y no voy comentar los erroes lingüísticos que usted perpetra, oiga.
Pero, centrándonos en el asunto tratado, diré lo siguiente: que usted diga aquí, y se quede tan pancho, que no hay estadísticas sobre maltrato materno y pretenda que ello es tan normal y lógio como que no haya estadísticas sobre muertes de calvos, me parece sencillamente espeluznante (si la expresión me es permitida), además de falsa y necia. Por supuesto que hay estudios oficiales y registros sobre maltrato paterno y materno: ¡faltaría más! Faltaría más que eso no fuera una información relevante para una sociedad medianamente civilizada y preocupada por la violencia y el maltrato, faltaría más. ¿Acaso si se aireasen públicamente las escandalosas cifras de maltrato materno (y de padres varones, por supuesto) no se vería la sociedad en la obligación de repensar las "teorías" feministas sobre el maltrato doméstico? Válgame el cielo.
Y aunque, señor Jacobo, las cifras sobre asesinatos masculinos sean las que son, eso no significa, en absoluto, que las mujeres no puedan ser agresivas, tanto con sus parejas como con sus hijos, o que no sean muy capaces de maltratar a unos y otros. Lo uno no está reñido con lo otro. O a ver si va a resultar que el hecho de no matar tan frecuentemente implica mansedumbre.
¿Yo miento como un bellaco? Bien, como "bellaco" no es palabra merecedora de censura aquí, le diré, Jacobo, que yo no miento sobre las palabras de Sanahuja ni de muhcos otros profesionales de la magistratura que la apoyaron. Quizá el que miente como bellaco sea usted. Pero vamos a callar todos y a decir amén ante los dogmas oficiales que usted vocea por boca de (piiiii).
Buenas noches.
En España, respecto del maltrato DE la madre a los hijos, no conozco datos estadísticos. ¡¡No los tenemos de CASI NADA y los vamos a tener de algo tan concreto!!. El maltrato a menores en la familia es un mundo donde (como sabe cualquiera con dos dedos de frente criminológica) NO HAY DATOS RELEVANTES. La cifra negra es el iceberg sumergido.
ResponderEliminar(Excurso: una cosa especialmente irritante: sólo desde la ignorancia periodística habitual se pueden confundir los datos de la Memoria de la Fiscalía con datos fiables de criminalidad. Aquí, claves para entender ese error).
Ah: si lo que digo respecto de los datos de malos tratos a hijos por parte de sus madres no es correcto, por favor, que alguien saque la fuente de datos estadísticos al respecto. Me retracto al momento: no me duelen prendas, pues sólo niego que existan esos datos en el ámbito de la estadística criminológica que yo conozco. Si resulta que más allá de ese estrecho margen existe esa estadística, corregiré mi afirmación.
Pero claro: afirmar que existen los datos pero guardarlos celosamente para uno mismo... suena curioso.
En fin. Suicidios de los varones despechados y que los chinos no pagan. Jurar que Sanahuja dijo que el 90% de las mujeres que denuncian ser maltratadas están mintiendo (lea, lea aquí quien quiera saber si es una afirmación falsa). Todo esto al hilo de la frenada del feminismo. Qué perfil, carajo, qué perfil.
En España se ha realizado en tres ocasiones una encuesta oficial para descubrir los niveles a los que llega la violencia doméstica, pero en las tres ocasiones sólo se entrevistó a mujeres y sólo se les preguntó por la violencia de la que eran víctimas, y no por aquella de que eran autoras. Por otra parte, para que una mujer sea contabilizada como víctima, bastaba con que respondiera "alguna vez" a una única pregunta del tipo de "ironiza sobre sus creencias religiosas o políticas".
ResponderEliminarHace ya bastantes años que otros países realizan encuestas oficiales en las que se entrevista tanto a hombres como a mujeres, y en las que, además, no sólo se pregunta por las acciones violentas de las que el entrevistado se considera víctima, sino también de aquellas de las que se reconoce culpable. Además de las encuestas oficiales (me constan las de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda), hay cientos (sin exagerar) de encuestas realizadas por investigadores académicos que demuestran que la responsabilidad de las agresiones dentro de la pareja se reparte por igual entre hombres y mujeres. De hecho en España me consta que al menos se ha realizado un estudio de este tipo respecto a parejas de jóvenes de la Comunidad de Madrid el cual, en efecto, concluyó que las chicas eran igual de agresivas que los chicos:
http://www.psicothema.com/pdf/3418.pdf
Las referencias concretas a los cientos de estudios oficiales y académicos a que me he referido, con los correspondientes vínculos electrónicos, puede encontrarse en la siguiente página (véase la sección "crónicas de investigación"):
www.absurdistan.eu
.
En relación a si en estos momentos nuestros organismos oficiales ofrecen o no cifras fiables sobre el número de víctimas mortales de la violencia de género, creo que puedo aportar algunos datos, de hace ya cuatro años, pero mucho me temo que representativos aún del "modus operandi" de ciertas instituciones.
Hace ya, como digo, cuatro años, realicé una pequeña comprobación: simplemente con buscar un par de horas en Internet, sin más herramienta que Google, encontré noticias relativas a al menos ocho varones asesinados por sus compañeras durante el primer semestre de 2005, en tanto que para aquel mismo período el Observatorio para la Violencia Doméstica del CGPJ afirmaba que el número de varones asesinados en tales circunstancias era de sólo cuatro (otro tanto, por cierto, sucedía con la cifra de niños asesinados por sus madres: yo encontré noticias sobre ocho niños asesinados, en tanto que dicho Observatorio afirmaba que sólo habían sido cuatro).
Nótese que el número de víctimas que yo encontré no era exhaustivo (sólo era una pequeña "cata" en Internet), por lo que es verosímil que el número real de varones y niños asesinados durante dicho período hubiera sido mucho más alto.
La metodología de mi búsqueda, por cierto, no podía ser más sencilla: el texto buscado era "detenida + mujer". He aquí, por si alguien quiere consultarlo, el pequeño "corpus" de noticias sobre mujeres agresoras que conseguí así para aquel primer semestre del 2005:
http://blogs.elmundo.es/elmundo/2009/04/16/elmundopordentro/1239871863.html
Y aquí está la notica donde se recogen los datos oficiales proporcionados por el Observatorio para la Violencia Doméstica (presidido entonces por Montserrat Comas):
http://terranoticias.terra.es/sociedad/articulo/total_muertas_semestre_suben_denuncias_553133.htm
(athini_glaucopis@hotmail.com)
Varones en prisión por homicidio o asesinato: 2858 a diciembre de 2009.
ResponderEliminarMujeres en prisión por homicidio o asesinato: 170 a diciembre de 2009.
Pero no se preocupen: tengo un link a El Caso y unos enlaces sin una triste referencia a estadísticas españolas de HE-CHOS (no de "es que se muestra agresivas, ¡ay, se muestran!"), y con eso puedo montar un blog, y me autocitaré como si fuera el jodido Harvard Law Review.
Suele considerarse como una prueba definitiva de hasta qué punto están discriminados los negros en Estados Unidos la altísima proporción de ellos que están en prisión. Aplíquese esto a los varones en relación con las mujeres.
ResponderEliminar(Athini)
En mi opinión no hay que esperar para comprobar cuál vaya a ser su frenada. El feminismo institucional ahora mismo ya está absolutamente desbocado. Pienso además que está ocasionando mucho daño y que lo va a seguir provocando.
ResponderEliminar¿Como es posible que en los estudios serios en los que se aborda la violencia dentro de la pareja y en los que se tiene en cuenta la opinion y valoracion de los hombres lleguen a la conclusion casi unanimemente de que esta violencia y agresividad es bidireccional y simetrica? Incluso en varios de estos estudios se dice que casi siempre son ellas las que provocan y generan agresiones sin que haya un ataque previo del hombre.
ResponderEliminarTiene gracia lo de Jacobo Dopico hablando de que ignora o desconoce datos y estadisticas sobre violencia femenina en España. En este pais todavia no es posible realizar un estudio profundo y exhaustivo de la violencia femenina contra los hombres porque desgraciadamente padecemos un feminismo fundamentalista y censor que controla y domina medios de comunicacion y instituciones estatales, que no tolera discrepancia y dudas acerca de sus postulados y sus datos indiscutibles.
¿Si es cierto que la testosterona produce una conducta agresiva en el hombre como es posible que la mujer sea en el ambito de la pareja tan violenta o mas que el hombre si no tiene tanta testosterona?
Que haya mas hombres encarcelados y en peores condiciones que las presas no significa necesariamente que seamos mas violentos sino que por algun motivo probablemente social y educacional nos veamos mas abocados a cometer delitos, quizas por haber recibido una educacion mas dura y con mayor castigo fisico que las mujeres o por contar con menores oportunidades de formacion exitosa. Por lo visto el sistema educativo que tenemos favorece mas a las mujeres que a los hombres los cuales al madurar mentalmente un poco mas tarde se les obliga a competir en desigualdad con ellas, no por menor capacidad intelectual sino porque la desarrollan un poco mas tarde.
Por ultimo decir que es justo albergar dudas y resentimiento contra un feminismo dominante que relega legalmente a los hombres y los discrimina en nombre de la igualdad. No hace falta poner ejemplos ya que los mismos discriminadores llevan varios años considerandose los mas avanzados del mundo en asuntos de igualdad y este avance significa obviamente un retroceso en derechos y libertades para los hombres a los que se nos pide sacrificio pero no se nos pregunta en ninguna encuesta si nos gusta ser discriminados o si queremos ser discriminados.