(Publicado ayer en El Mundo de León)
Venía en este periódico el otro día que el señor Aparicio, don Juan Pedro, no comprende que los Sanfermines, fiesta poco refinada, despierten en el vulgo más interés que los actos organizados con motivo del 1100 aniversario del Reino de León. En fin. Aterriza como puedas. Cada uno cae de donde cae y cada cual se lo monta como le viene. A mí también me extraña que el personal lea más el Diez Minutos o el As que la excelente prosa literaria del señor Aparicio; o que la paternidad responsable de Cristiano Ronaldo o las andanzas amorosas de Iker Casillas y una señora que no acabó la carrera ocupen en los medios más lugar que una exposición de los formalistas rusos o un nuevo libro de poemas de Antonio Colinas, pongamos por caso. Pero si no hubiera mayorías asilvestradas, a ver de qué iban a presumir las minorías, y si con lo sublime se hiciera tanto ruido como con lo soez, habría que encerrarse herméticamente y para largo en la torre de marfil. ¿O es que nos gustaría más que las celebraciones del Reino de León acabaran en borrachera colectiva con calimocho y petardos, en chanclas y con alarde de sobacos?
De todos modos, he de confesar algo horrible, a riesgo de que se me considere miembro prototípico de las masas iletradas y de la turba más cerril y pese a que jamás he estado en los Sanfermines, ni ganas: vivo y trabajo en León, pero de los actos y festejos sobre la efemérides del Reino de aquí no me he enterado mayormente. A lo mejor el eco sería más y hasta los torpes nos haríamos lenguas si se organizara un encierro de historiadores leonesistas o un torneo tipo Supervivientes entre intelectuales locales. Y, ya puestos, un concurso de disfraces reales o una peli sobre la vida erótica en aquellos tiempos de cuando aquí inventaron el parlamentarismo y yo con estos pelos. No sé, algo que al pueblo le diera morbo y emoción. Porque lo que es ponerse a recitar de seguido la lista de los reyes leoneses al cabo de mil y pico años y con la que está cayendo, como que no.
Hombre, y ahora que lo pienso: ya que va de reyes y parlamentarios, que vengan don Juan Carlos y don José Luis y que se marquen unos agarraos con un par de urracas de aquí. Sería un exitazo de público y prensa, más que los Sanfermines.
De todos modos, he de confesar algo horrible, a riesgo de que se me considere miembro prototípico de las masas iletradas y de la turba más cerril y pese a que jamás he estado en los Sanfermines, ni ganas: vivo y trabajo en León, pero de los actos y festejos sobre la efemérides del Reino de aquí no me he enterado mayormente. A lo mejor el eco sería más y hasta los torpes nos haríamos lenguas si se organizara un encierro de historiadores leonesistas o un torneo tipo Supervivientes entre intelectuales locales. Y, ya puestos, un concurso de disfraces reales o una peli sobre la vida erótica en aquellos tiempos de cuando aquí inventaron el parlamentarismo y yo con estos pelos. No sé, algo que al pueblo le diera morbo y emoción. Porque lo que es ponerse a recitar de seguido la lista de los reyes leoneses al cabo de mil y pico años y con la que está cayendo, como que no.
Hombre, y ahora que lo pienso: ya que va de reyes y parlamentarios, que vengan don Juan Carlos y don José Luis y que se marquen unos agarraos con un par de urracas de aquí. Sería un exitazo de público y prensa, más que los Sanfermines.
Me extrañaría más.. que el mencionado aniversario despertara el más mínimo interés.
ResponderEliminarTampoco me resulta chocante.. que la visita de la Obama despierte más interés que los Sanfermines.
Ni siquiera me sorprende que cueste cubrir un puesto de trabajo a media jornada porque los candidatos están cobrando los ultimos meses de paro o ayuda familiar y no quieren estar asegurados.
Ni esto...
http://www.expansion.com/index.html?a=a47d6754b742d24e90f8f0e491529293&t=1264013262
Ni ná de ná.
Todo es normal y lógico ¿qué quieren?
Un cordial saludo.
y quien serían las urracas? Sr Amado?
ResponderEliminarpues si la verdad es que eso si quizás me divirtiese a mi, ver como chupópteros se rien de ellos mismos..jeje
lo que si no me hace ni "papa" gracia es los san fermines esos, y una verdad con respecto a los toros; encuentro divertido las cornadas a toreros...y encuentro pueril y minúsculo hacer sufrir al toro y sobretodo cuando la "corrida" va a llegar a su fin...empeiza la pachanga y el ruido...asi no se oyen los lamentos horribles del toro a punto de morir sufriendo las atrocidades del hombre..que hace que a otros hombres se les ponga el bígaro de aquella manera...y así quizás lo sacan del escondite donde lo guardan los cobardes
Edith