11 febrero, 2011

Dando ejemplo. O de la guasa como arma contra la estupidez académica

Esta semana andamos de monográfico sobre la universidad y sus pe(s)cados. Procuraré que no se repita. Pero, antes de cambiar de tema, hoy quiero contarles algo y proponerles, modestamente, mi propio ejemplo.

El pasado día 7 el Vicerrectorado de Ordenación Académica de mi universidad envió a los profesores de los nuevos grados boloñacos, entre los que me cuento, un mensaje del siguiente tenor, en lo que aquí importa: "... del 11 al 17 de febrero de 2011 los profesores responsables de asignaturas de Grado y Másteres deberán redactar un informe sobre sistemas de evaluación". Esto es en el marco de la elaboración del plan docente para el curso que viene. Amablemente, dan, para las dudas, una persona de contacto en el "Área de Organización Docente". En la universidad española actual, como es bien sabido, la organización administrativa va por áreas y cada cien áreas hacen una hectárea. Lógico, tratándose de campus. Yo de mayor quiero ser director de la Hectárea de Transferencia y Transfusión, que supongo que existe o existirá pronto en todas partes.

Sigamos con lo nuestro. Un servidor tiene que impartir en el Grado en Derecho una asignatura en el semestre que ahora va a comenzar. Así que, tonto de mí, pienso que no va conmigo esa petición vicerrect(or)al. Pero una consulta desde el Departamento me desengaña: que no, no, no, que eso se exige a toditos los profesores del Grado.

Pues vale, acabo de redactar y enviar mi informe. Aquí lo copio ahora mismo para general enseñanza. Más allá de la anécdota concreta, sí pienso medio en serio que los chupatintas y meapilas de la universidad nos están ganando la partida y comiendo la moral porque eligen, ellos, el campo y las armas. Y contra sus pamemas no hay recurso mejor que la ironía más hiriente: riámonos en sus propias narices. Y, si no están conformes, que vengan sin embozos petulantes y que nos pregunten de frente nuestros porqués. Se van a enterar. Así que, amigos, ánimo y que cunda el ejemplo. A por ellos, que son muchos, pero ridículos.

Pues este es el papelillo mío que ha iniciado hace un rato su periplo administrativo:

INFORME DE EVALUACIÓN DE LA MATERIA “RAZONAMIENTO JURÍDICO Y ARGUMENTACIÓN”, CORRESPONDIENTE AL SEGUNDO SEMESTRE DEL GRADO EN DERECHO. Por Juan Antonio García Amado.

Como profesor responsable de la asignatura, me complace grandemente esta oportunidad para reflexionar sobre los pormenores de su evaluación, oportunidad que con carácter imperativo se me brinda. Dado que la impartición de dicha materia comenzará después del próximo día 17 de los corrientes y puesto que el sistema de evaluación de la asignatura no ha sido puesto a prueba todavía y habrá de serlo en los meses venideros, cabe aprovechar para unas reflexiones generales bien útiles. Paso a ellas.

En primer lugar, podemos preguntarnos sobre los efectos y resultados del modo de evaluar inicialmente previsto. Mas, en lo que a mi materia concierne, sigue la evaluación siendo la inicialmente prevista y nada más que prevista, puesto que materialmente no ha podido verse del todo, debido a que tales enseñanzas de grado no se han aplicado nunca y, en consecuencia, a ninguno se evaluó todavía de esa manera. En consecuencia, considero que no existe motivo para cambiar las previsiones y mantenemos el sistema de evaluación hasta ver qué pasa, y, una vez que lo sepamos, daremos cumplida cuenta a ese Vicerrectorado y a su Área de Organización Docente.

En segundo lugar, cabría meditar sobre si las razones que me llevaron y nos llevaron, a los profesores de esta área de conocimiento, a pergeñar el sistema de evaluación que figura en el plan de estudios y en la correspondiente guía de la asignatura son razones que todavía merecen ser mantenidas, o si queremos cambiarlas ya, aun sin haberlas sometido a contrastación práctica. Personalmente me inclino por la primera opción, y no porque no nos asalte cada tanto la inquietud sobre el acierto de nuestras elecciones o la duda sobre las consecuencias de la intención nuestra, sino para que no se diga que somos veleidosos y que en materia de tanta enjundia nos movemos por impulsos irreflexivos. Comunicamos pues, respetuosamente, que no encontramos razón para incumplir este curso el modo de evaluación anunciado, pero nos comprometemos a comunicar a ese Vicerrectorado y a su mencionada Área cualquier altibajo en dicha determinación.

En resumidas cuentas, nada podemos decir de cómo ha ido la evaluación de esta materia, pues no ha ido todavía y no conviene adelantar acontecimientos, y no deseamos tampoco proponer que vaya de otra manera, puesto que todavía no ha marchado de ninguna. En cualquier caso, agradecemos el interés mostrado por la autoridad académica y confiamos en que la solicitud de este tipo de informes sea cada vez más frecuente, semanal a ser posible; por lo que pueda pasar, que nunca se sabe.

León, 11 de febrero de 2011.

7 comentarios:

  1. Verás como te riñen... O, lo que es peor, no te entienden.
    Buen fin de semana

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  2. JE!!Lo mejor, el último párrafo.

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  3. En el fondo les pierde la fe y la metafísica, ambas en su rama estúpida. Irremediablemente. Y a la ironía la llaman fascismo. Hay que se j...er.
    Salud al fin y al cabo.

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  4. JAJAJAJA JAJA JA JAJAJAJAA AJAJAJAJAJAAJJA

    "confiamos en que la solicitud de este tipo de informes sea cada vez más frecuente, semanal a ser posible; por lo que pueda pasar, que nunca se sabe".

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJJA

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  5. no les des ideas!!!, que seguro que sacan una tabla excel para rellenar cada semana!!!!

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  6. Aplausos y abrazos desde la frontera. Apenas puedo escribir porque me ciegan las lágrimas de lo que me he reido con la entrada. ¡Bravo!

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