1. Lo que le acaba de pasar el PSOE de Zapatero estaba cantado para quien no anduviera con anteojeras de forofo. Pero no cantado de ahora o de dos o tres años para acá, sino de hace mucho. Aquí mismo se venía anunciando desde que este blog existe. Lo prodigioso y sorprendente no es que hayan perdido así estas elecciones municipales y autonómicas, sino que ganaran hace tres años las últimas generales. Ya se conocía al personaje y a su séquito más que de sobra.
2. No será un servidor quien lamente la derrota del catastrófico zapaterismo. Sólo faltaba. Ha sido una lacra, por mil y una razones. No sólo ha dejado el país hecho unos zorros, se mire por donde se mire, sino que nos ha puesto a casi todos muy quemados y de pésimo talante. Talante, ¿se acuerdan de esa palabra? La dialéctica amigo-enemigo la impuso la peste zapateril y el PP se contagió pronto, si es que no iba ya con su propia dosis del mismo mal. Quizá no podía ser de otra manera, pero es una pena todo. Hasta en este modesto blog se ha notado el enfado de unos cuantos amigos que no perdonan que uno no esté a muerte con Rajoy. El bipartidismo de barricada nos impregna. Y hay para rato.
3. No creo que el PP vaya a hacer las cosas peor o mucho peor que el zapaterismo, pues habría que rebasar marcas casi inauditas. Tampoco me parece que, más allá de la palabrería y los eslóganes, haya grandes diferencias ideológicas o programáticas, a la hora de la verdad. Opino que el nuestro es un bipartidismo monoideológico o medio desideologizado, que no existe una verdadera alternativa programática, aunque se alternen en el poder. Con todo, la alternancia es buena cosa. Menos da una piedra. Y sí vendrá bien que los que lleguen abran cajones y levanten alfombras.
4. Las mayorías absolutas que se han impuesto y la que se ve venir harán más fácil ciertas reformas que muchos consideran inevitables y que nos van a doler. Recortes de gasto, a menudo en lo que más fuertemente nos puede afectar a los ciudadanos de a pie. Entre un Zapatero descontrolado que se va y un Rajoy que viene cargado de respaldo electoral, nos van a aplicar sin miramientos un tratamiento ciertamente cruel. Es probable que no se hagan las reformas debidas para una mejor y más sana gestión de los asuntos públicos, sino que simplemente se vaya quedando en caricatura el llamado Estado social y que crezcan las desigualdades. Pero eso ya iba así con el PSOE.
5. Habría que someter al país a un tratamiento estricto de honradez y de lucha contra las variadas corrupciones. Ojalá el PP acierte, ya que el PSOE no supo o quiso en todos estos años. Pero, visto lo visto y teniendo en cuenta el respaldo que han recibido los Camps y compañía, parece difícil librarse del escepticismo y la desesperanza.
6. ¿Elecciones generales anticipadas? En realidad, seguramente al PP no le convienen, dígase lo que se diga. Lo beneficia más que Zapatero consume las reformas económicas, al parecer inevitables, que van a acabar de poner al electorado de pésimo humor. Creo que si Zapatero fuera medianamente inteligente y pensara en su propio partido, debería convocarlas de inmediato. Para no quemar más el partido y para que su regeneración empezara ya mismo, desde la oposición, pues es mucho lo que habrán de regenerar y cambiar. Pero con su pan se lo coman.
7. El llamado movimiento del 15-M se desinfla y pasará a vida puramente vegetativa, si no muere. Sigo sin creer en conspiraciones ni de un lado ni de otro, pero sí es cierto que no hay más eco social y político que el eco mediático. Esas son las más duras cadenas que debería romper una sociedad civil fuerte y bien engrasada de aplomo y justas reclamaciones. Verdad es también que lo que en ese movimiento había de elemental exigencia de una mejor democracia va quedando cegado por reivindicaciones muy poco propicias para grandes acuerdos. No sé cómo ni cuándo, pero la sociedad tendrá que reinventarse frente a los variados poderes que la aprisionan de la peor manera.
Mi síntesis de tres al cuarto, igualmente poco original:
ResponderEliminar1) de cada cinco electores, uno aún ha tenido el estómago de votar al partido que se ha arrodillado babeando ante “los mercados”, ha negado la debacle económica obcecándose contra la evidencia, ha mejorado el Concordato con la ic (desde el punto de vista vaticano, obvio), ha desmontado derechos sociales y privatizado servicios públicos, ha contemplado impertérrito el crecimiento de la desigualdad, ha persistido en la más bochornosa politización de la justicia, ha sostenido una ley electoral de vergüenza, se ha empantanado en la guerra de Afganistán y ha entrado en la de Libia, ha bendecido la leysinde, ha votado para apuntalar al Barroso como presidente de la Comisión, ha prorrogado los estertores de las nucleares desvencijadas, ha garantizado que las SICAV siguieran tributando al 1%, y ha concurrido a las elecciones con no sé cuántos cientos de bellacos corruptos en sus listas. Me maravillo cordialmente de que aún haya gente así.
2) de cada cuatro electores, uno ha votado a los ‘otros’. Aquí me maravillo un poquito menos. De entre este 25% del electorado, creo que el 5% que en tal angelical contexto se ha hecho incluso más rico del que ya lo fuera… es lógico y coherente al votar a los suyos. Imagino que los verdaderamente coherentes de entre ellos, que no deben faltar, habrán bendecido –silenciosamente, faltaría– al actual presidente del gobierno. Un puñado de fascistas, en el sentido técnico del término, habrán también ga-votado con plena coherencia. Por el resto de gaviotantes, qué penita me dan, una vez les pase el explicable deseo y la esperanza implausible. Describía una vez Baudrillard la atracción de las clases medias por los objetos suntuarios con una anécdota que daba que pensar: contaba cómo había visto que ciertos indígenas de Nueva Guinea, admirados por los aviones que veían volar inalcanzables por el ancho cielo, habían construido en un claro de la selva una réplica de un improbable avión, con cañas, hojas y lianas, llevados por la esperanza –totalmente lógica desde el punto de vista de una tribu cazadora– de que los objetos voladores deseados, llevados por la curiosidad, bajaran a posarse junto al reclamo, para así hacerlos suyos. Pienso que ‘el otro’ 20% –las clases medias en acelerada proletarización, segura para sus hijos– votan a la gaviota campsiana, fabriana, mayororejiana por parecido mecanismo ritual. A lo mejor las prebendas y las influencias y los duros a peseta se posan en su claro del bosque de ellos, quién sabe. ¿Sueno escéptico si lo dudo?
3) de cada tres electores, uno hemos pasado. Qué sensación de limpieza, qué alegría, niñas y niños míos.
Y el cuarto: coincido en que cualquier gobernante con mínima perspicacia, y con los datos que sin duda sobran en Moncloa, se apresuraría en convocar primarias y elecciones, le tiraría en el regazo al barbas inane la casi inevitable debacle financiera que se nos echa encima, las guerras imperiales patéticamente perdidas, la vorágine energética, territorial, ambiental, el tribunal constitucional, el estado de las autonomías y el rosario de su madre, y escaparía por piernas a gozar del acomodado ocio que le espera. Me sorprendería mucho que ocurriera, qué quieren.
Gran semana, y mejor domingo. Oigo un runrún lejano, como de estampida, y no sé que me da, pero creo que la realidad, peluda, polvorienta, cornuda, llega al galope. Va a ser divertido. Baudrillard hubiera dado un huevo y la yema del otro por ver un espectáculo así, desde primera fila. Y a nosotros ¡nos han regalado las entradas!
Salud,
En el último párrafo dice : "...reivindicaciones muy poco propicias para grandes acuerdos", ¿puede decir alguna y cuales serían los acuerdos básicos aceptables por todo bicho viviente?
ResponderEliminarY por qué no cerrar con un "Yo vote a UPyD y me siento orgulloso de su resultado"
ResponderEliminarAh, sin problema, estimado anónimo. Yo no voté, por la razón que he contado aquí, por la faena de Correos. Pero habría votado a UPyD y estoy orgulloso de su resultado.Además, en mi ayuntamiento UPyD ha sacado un concejal.
ResponderEliminarEn mi caso no me alegro por el que ha ganado, pero me alegro infinitamente de que haya perdido el que ha perdido en términos generales.
ResponderEliminarYa en cada caso concreto no le arriendo la ganancia al que haya ganado, la realidad es tozuda y o se corta la diarrea o te vas por la taza abajo, de forma que sólo queda atinar en la rama que decides podar, que bien puede darse el caso que se poden, con el desatino habitual, las pocas ramas que dan algún fruto.
Es preciso dar con cauces que permitan la participación real de los ciudadanos en la cosa pública, que al pulso de la sociedad se le aplique eso de la evaluación continuada y que el interés general se sitúe en el lugar que le corresponde y al que todavía no ha accedido.
Bueno, por fin, se nos ve el plumero.....
ResponderEliminarSimpatizante de Rosa Diaz, hay pillín, pillìn, eso lo explica todo....
Llegarán, abrirán los cajones y volverán a cerrarlos. Llegarán, levantarán la alfombra, verán el polvo y la mierda debajo, la acaldarán un poco para dejar la suya propia, y volverán a dejar la alfombra en su sitio.
ResponderEliminarEs lo que siempre ocurre. Es lo que hay. Cambiarlo todo para no cambiar nada. El Gatopardo.