Miren esta noticia que nos mandaba el otro día un amigo del blog en su comentario. En acto solemne de la Universidad de Almería se invitó como conferenciante ilustre a un impostor, a un tipo que se presenta y fue presentado como profesor y doctor sin que fuera ninguna de las dos cosas y cuyos títulos académicos, además, eran falsos, pues se decían expedidos por universidades que no existen. Uno de tantos de los que hoy en día pululan por los pasillos académicos. Yo, modestamente, conozco a más de cuatro.
Pasó en Almería y pudo ocurrir en otros cuarenta lugares. En otras ocasiones los títulos son auténticos, pero lo que el profesor invitado o de la casa expone son patrañas científicas o supercherías manifiestas. Bien, en cualquier lugar se puede colar un timador y a cualquiera se la pueden dar con queso alguna vez. Lo terrible no es eso. LO TERRIBLE ES QUE NUNCA PASA NADA. Se descubre la maturranga, sale en los periódicos, se hacen unas risas a la hora del café y NO PASA NADA. Es decir, nadie responde: no sufre inconveniente alguno el que dio el nombre del engañabobos, que posiblemente era amiguete o de su secta o pariente, ni responde la autoridad académica de quien dependa el acto o curso en cuestión, ni se le exigirá la devolución de honorarios o remuneración al falso experto, ni habrá petición de excusas por ninguna autoridad. NADA DE NADA DE NADA.
Miento, sí sucederá alguna cosa. Será objeto de crítica y vilipendio el que destapó el engaño o denunció el abuso. A ese lo pondrán de chupa de dómine desde el rector hasta el más moderno conserje, pues habrá vulnerado la consigna sacrosanta de que los trapos sucios se lavan en casa y de que la sociedad no debe tener noticia de las porquerías, las mafias y los manejos de dentro.
La universidad española no tendrá arreglo mientras cada autoridad y cada profesor de la misma no responda efectiva y contundentemente de sus actos, mientras no le cuesten algo bien tangible sus corruptelas, sus ilegalidades y sus errores culposos. Y aquí, queridos amigos, no responde nadie de nada, salvo, a veces, el honesto de su honestidad y con el correspondiente calvario.
Y no hay ni la más mínima perspectiva ni esperanza ninguna de que esto pueda cambiar. Más bien al contrario.
¿Se acuerdan de aquel FENÓMENO que sacamos a pasear por aquí hace años, el NeuroDoctor Alicea?
ResponderEliminarHOYGAN NO OLVIDEN VERTICALIZAR SU CEREBRO, SU CORASÓN Y SU GENITALIDAD, Y ALTERAR SU ADN CON EL HABLA. GRACIAS DE HANTEBRASO.
Si solo fuera en la universidad...
ResponderEliminarQue no cunda el pánico. Ya tenemos a Wert trabajando en ello.
ResponderEliminarApocalipsis Wert:
ResponderEliminarhttp://tinyurl.com/apocalipsiswert
Pues tengo la intuición (¿esperanza?) de que la "Comisión Wert" va a funcionar muy bien. La intuición se convierte en seguridad cuando considero una de las décimas parte de ella.
ResponderEliminarhttp://www.uv.es/~azcarrag/articulos.htm
"La universidad española no tendrá arreglo mientras cada autoridad y cada profesor de la misma no responda efectiva y contundentemente de sus actos, mientras no le cuesten algo bien tangible sus corruptelas, sus ilegalidades y sus errores culposos."
ResponderEliminarAñádanse sus mentiras o distorsiones de la realidad, calumnias, difamaciones, presiones a todos los presionables, etc., etc., etc. Y de manera especial el "bienquedismo" de algunos, el arte de quedar bien con todos a coste de enfangar a otros. Manifestación frecuente, por otra parte, en aquellos que menos coraje tienen.