Se llama Prisciliano Rebollo, es padre de dos hijos, tiene cuarenta y ocho años y vive en Aranda de Duero. Al caer de la tarde de ayer, fue detenido como presunto alborotador y por incitación al desprecio multicultural y trasladado en un furgón blindado a las dependencias policiales, donde ha pasado la noche, a la espera de comparecer hoy ante el juez de instrucción, aunque ya se está discutiendo si el caso habrá de instruirlo la Audiencia Nacional.
Según la reconstrucción de los hechos que circula por las redes sociales en medio de densa polémica, las cosas sucedieron así. Prisciliano siempre se había definido como apolítico y en el bar era de los que afirmaban que todos los políticos son una pandilla de chorizos y que con él no cuenten para nada. Probablemente andaba esta temporada algo desesperado porque lleva más de un año sin empleo y ha tenido que trasladarse, junto con su mujer y sus descendientes, a casa de los padres de ella. El caso es que hace días oyó en el telediario de las nueve que Artur Mas instaba a los catalanes a comprar más que nada productos de Cataluña. Ahí fue donde el bueno del señor Rebollo perdió los nervios y se puso a gritar que entonces él, en cuanto tuviera cuatro perras, iba a adquirir nada más que alimentos de fuera de Cataluña y que “ni butifarra ni hostias” (esas, tan soeces, fueron sus palabras) y en adelante (o cuando la fortuna vuelva a sonreír) en su casa no se iba a tomar más que cordero de Valladolid y ternera de Ávila con blanco de Rueda o rosado de Cigales. Así estuvo voceando lo menos diez minutos, aunque su esposa trataba de tranquilizarlo y su suegro se fue a la cama para no discutir.
No está claro si los gritos llegaron a algún vecino o si había escuchas en ese hogar, pues se dice que hace tiempo que el hombre era sospechoso de blasfemar y hasta de decirle a su hijo de ocho años que los Reyes son los padres, pero a los tres o cuatro días se ha producido la detención. Al parecer, se trató de una operación llevada en colaboración entre los Mossos d´Esquadra y la Policía Nacional, bajo la supervisión de una comisión mixta catalano-española creada para situaciones de emergencia. Una alta autoridad ministerial que no ha querido identificarse ha declarado a algunos medios que era lo que faltaba, primero lo de Wert y ahora lo de Rebollo.
Se está investigando en los archivos, pues hay indicios de que un tío abuelo del detenido jugaba a la brisca en los años cuarenta con un coronel de Intendencia del ejército franquista y, lo que es aún más preocupante, que el tal Rebollo obligaba a sus hijos a hacer ejercicios de caligrafía en viejos cuadernos de Rubio.
El asunto ya ha tenido su repercusión en la campaña electoral catalana. La Consellera de Justicia ha convocado una rueda de prensa para quejarse del atroz nacionalismo español y ha tildado de demagógicas y reaccionarias esas llamadas caseras al consumo de productos meramente locales, mientras que, en una reunión con empresarios de cortinajes y cretonas, Duran i Lleida ha manifestado que vaya por Dios y que Ave María Santísima. El líder de Iniciativa per Catalunya en Girona ha recordado los últimos arbitrajes sufridos por el equipo local en Ponferrada y Lugo y ha exigido que la elección de los árbitros se haga por referéndum antes de cada partido.
Hasta la Casa Real ha sacado un comunicado de urgencia haciendo votos por una alimentación equilibrada de los españoles y las españolas y recordando que la Corona está por la integración vitamínica dentro del rico mosaico de los pueblos y tierras del Estado español, si bien algunos comentaristas avezados al lenguaje real han entendido que se trata de una velada alusión a la delgadez de doña Letizia.
No se esperan declaraciones de Rajoy y probablemente será la Vicepresidenta quien responda a la interpelación que ha presentado el portavoz de Esquerra, quien exige que se realice una declaración parlamentaria de la dieta de todos y cada uno de los ministros. No sería de extrañar que en los próximos días algún alto cargo de Presidencia del Gobierno se hiciera retratar comiendo unos escargots con pan tumaca, para aplacar los ánimos y no perder la senda del diálogo. No se espera, en cambio, que Mas se avenga a comer una fabada asturiana, al menos mientras no se llegue a un acuerdo sobre el pacto fiscal y el horario de misas en el monasterio de Monserrat.
Vivimos momentos políticos interesantes y de altísimo nivel, eso no se puede negar.
Jajajaja, Sr. García Amado ¿se encuentra usted bien?, yo llevo unos días leyéndole y desencajándome(por decirlo educadamente) de la risa, pero noto cierta crispación en su aura, jajaja
ResponderEliminarEstamos en un momento en el que o nos lo tomamos a cachondeo o vamos a reventar...
Gracias por ponerle gracia a la actualidad española....ay, perdón, he dicho española, uff, miedito me da, jajaja
Neonacionalismos: del totalitarismo al tontalitarismo.
ResponderEliminarPor ahora he dejado de comprar, in saecula saeculorum, en las tiendas de los chinos, más adelante y en función de como discurran los acontecimientos quizás deje de adquirir productos y/o en comercios de otras nacionalidades.
ResponderEliminarComo decía Pepe Navarro: "la audiencia manda" y es de las pocas decisiones que todavía soy capaz de manejar con cierta libertad.