Lo más grotesco, impensable, sorprendente y abracadabrante ocurre día sí y día también en España y de cuenta de cualquier institución. La caída no acaba nunca, es como un fatal maleficio. Acabo de leer, y no doy crédito, que por un error del juez Andreu, de la Audiencia Nacional, que no decretó la prisión provisional dentro del plazo legal de setenta y dos horas, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Sección 3ª, ha dictado Auto por el que se considera nula esa prisión privisional de veinte de los integrantes de la mafia china, incluido su máximo cabecilla. Contra el Auto no cabe recurso.
Errores de ese tamaño no se comprenden, sean cuales sean las circunstancias. Ocurrirán, pero no se entienden. ¿Funcionará algún mecanismo para que quien sea responsable de semejante catástrofe cargue con alguna consecuencia? ¿Habrá tales responsibilidades si mañana huyen Gao Ping y sus colegas y regrasan a su país a jugar a los chinos?
Serán quizá tendenciosas algunas informaciones que están apareciendo, pero el asombro crece cuando se lee que el Ministerio Público "ha visto cómo durante cuatro años sus investigaciones no eran admitidas
por varios jueces, que rechazaron encargarse de la investigación". Y ahora pasa esto y mete la pata el juez Andreu. Luego nos extraña que la gente ande con las más extremas sospechas y que las redes sociales ardan de indignación y se den los usuarios a imaginar conspiraciones, apaños y corrupciones.
Estoy a favor de todas las garantías y de su estricta aplicación, incluida esta de las setenta y dos horas. Pero un Estado de Derecho garantista como es debido necesita dos elementos: normas que establezcan dichas garantías e instituciones que, al cumplir su cometido, aseguren el buen y eficaz funcionamiento del sistema. Si uno de esos dos requisitos falla, el desequilibrio tiene consecuencias catastróficas, catastróficas para los ciudadanos tanto en uno caso como en el otro. Por eso es ineludible la exigencia de responsabilidades bien claras y contundentes a quienes desde las instituciones metan la pata de manera tan grave. No podemos permitirnos este Estado que tenemos y que cada día se parezca más a la más bananera de las repúblicas (o monarquías).
El Auto de la Audiencia Nacional puede leerse aquí.
Y que me dices del Ministro llamando para informarse de la investigación sobre CIU en donde ni abronca a nadie ni manda que se abra de inmediato una investigación para ver de donde ha salido la filtración ni na de ná ?
ResponderEliminar¿Y no será que en este país, tan de picaresca y chichinabo para todo, la profesionalidad brilla por su ausencia a todos los niveles y en todos los estamentos?, porque si, el fallo es de órdago, pero fallos de órdago se ven a diario en prácticamente todos los ámbitos profesionales, desde el que pinta paredes hasta el que maneja maquinaria peligrosa pasando por el administrativo de turno o el director de servicio o el rector de Universidad.
ResponderEliminarO es que, tal vez, el hundimiento de este país en el mar es la única solución, todos ahogados y a rezar para que los futuros españolitos se parezcan más a los europeos del norte y menos a los africanos o a los latinos.
No pasa un día sin que corrobore el buen estado de mi "patata", nada mejor como prueba de esfuerzo que leer con interés y espíritu crítico la prensa o algún maravilloso espacio abierto de autodefensa ciudadana como éste.
ResponderEliminarAhora que la sanidad está haciendo dibujos animados para reducir el gasto podían mandar al almacén los holters, los ergómetros, los ecógrafos cardiacos, etc y enseñarle a los sufridos pacientes una patita de la realidad.
Si sobreviven tienen el corazón a prueba de bomba o directamente no tienen corazón.
Y qué me cuenta de la prerrogativa regia del indulto, que no encuentra acomodo alguno en un ordenamiento jurídico que se considere moderno y que trate por igual a sus ciudadanos (que no súbditos).
ResponderEliminarA mí me da que los políticos no se enteran de que a cada paso que dan están estrechando más la soga que llevan al cuello...
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/11/23/catalunya/1353685762_721715.html
Anónimo
ResponderEliminarLa profesionalidad ha brillado, pero no por su ausencia sino por el trabajo del abogado que se dió cuenta de que se había vulnerado el derecho a la libertad de su cliente.
Cuestión distinta es, si a espaldas del juez instructor se tramó algún ardid entre "profesionales" de la abogacía, fiscalís y policía o incluso algún secretario, en el sentido de que dijesen, vamos a hacer que los detenidos tarden en pasar por el juez a base de interrogatorios largos, necesidad de ampliar el atestado, etc... y todos contentos, nosotros porque en principio les enchironamos y la abogacía contenta porque en un mes escaso salen en provisional y todos contentos porque nosotros nos llevamos 100 millones de euros a escote , que esta gente los tiene y la abogacía más contenta que se llevarán algo más todavía.
Pero este segundo párrafo es una simple conjetura, por favor,que no se de por aludido nadie que es que veo muchas películas.
ResponderEliminarAsí somos, así estamos, así nos va...
Merece la pena escuchar este coloquio.
http://www.youtube.com/watch?v=jEjI6kWFPNk&list=UUzfMouvyhb7Gspcoe7U0QbQ&index=22&feature=plcp
Un cordial saludo.
¿Ha retirado usted un post polémico?
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