Hace
una temporada los periódicos españoles informaron de un caso de probable o
posible plagio en una publicación científica internacional y por obra de un
grupo de investigadores en la Universidad de Vigo. Hasta alguna prensa
extranjera se hizo eco del asunto y por extenso. También en
este blog se habló del tema.
En
la Universidad de Vigo sucedió lo más habitual entre nosotros: se echó tierra
sobre el asunto y se fingieron investigaciones para concluir que había sido un
despiste, que todo había ocurrido sin querer y por culpa de un corta y pega mal
llevado por algún amanuense. Aquí paz y después gloria y que todo siga igual.
Creo que no se conocen casos de profesores sancionados por plagiar, ya lo hayan
hecho por culpa o con discutible y muy inverosímil negligencia. ¿Cómo se plagia por descuido?
Misterios de nuestra vida académica. No, no se dimite en este país nuestro, y
tampoco lo hizo el rector del mismo lugar pese a estar imputado
en un asunto de corrupción.
Resiste y vencerás, ya escampará y, entretanto, bastará buscarse apoyos y
acallar a los críticos. Hoy por ti y mañana por mí.
Pues
bien, si mis informaciones no son erróneas, hoy mismo, 28 de enero, la
Universidad de Vigo celebraba la festividad de Santo Tomás de Aquino y concedía
dos doctorados honoris causa. En uno de ellos el homenajeado era don Julio
Casado Linarejos, catedrático emérito de Química Física. Como padrino actuaba
el responsable del grupo que plagió aquel trabajo. Tengo
copia de la invitación oficial para el acto y pueden examinarla pulsando en la imagen de más abajo.
La
universidad española es profundamente discriminatoria, puesto que no discrimina,
no diferencia donde hay que diferenciar. Los profesores españoles somos
marcadamente pasivos y complacientes, cómplices por tolerantes, nos hacemos los
locos y no nos perdemos por nada del mundo un ágape o una ocasión para que nos
vean de tiros largos y bien modositos, sumisos e inimputables. A un acto como ese que comentamos sencillamente no se
debe asistir, ya sea por las certezas o incluso por las dudas. Para que no se
confunda el grano con la paja, para que no se nos eche a todos en el mismo
saco. Ahora bien, cada uno sabrá por qué se mete en el saco y qué razones tiene
para seguir tan a gustito en él. Habrá quien responda que no está bien mezclar las
instituciones con las personas y que los actos institucionales son una cosa y
los individuos y sus acciones son cuestión al margen. No es cierto. La
Universidad de Vigo, en este caso (otras veces o en otras tesituras similares
serán otras), no es un ser arbóreo ni un ente abstracto e incontaminado, es lo
que hacen sus profesores, es lo que se hace con sus profesores y es lo que con
los silencios y la participación en todo tipo de ceremonias da cada uno por
bueno a sus profesores y dirigentes. Paro cada cual verá lo que se hace, con
quién se lo hace y por qué.
Por favor, donen sangre. Ya comenté que hace unos días en el Hospital Universitario de Móstoles hacía falta sangre de los tipos 0+ y 0-. Mañana hay partido de fútbol de alto riesgo en Madrid. Esto hace aún más necesario que se done sangre. También en Castellón, por favor.
ResponderEliminarGracias, profesor, por su blog.
David.
la universidad publica española no estimula el talento individual, ofrece un jarabe de mediocridad lineal para todos los pobres gilipollas que se matriculan en ella. De la privada no opino pues no la conozco.
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