Los nuevos "nacionales" andan excitados con los nombres y calificativos que les inventa Diablín a fin de mantenerlos en ese punto inestable y sutil en que están que se vienen pero, como no acaban de venirse, pues tampoco se van y siguen dale que dale. Les aplica el pucelano-leonés la vieja estrategia de la puntita nada más, ni para ti ni para mí, partamos la diferencia, no creas que yo no sufro, si fuera libre de hacer lo que deseo te lo daría tó, etc., etc. Y cada día una miaja más. Ya se sabe cómo acaba eso. Que lo disfruten. Y que no nos despierten.
Uno de los últimos hallazgos verbales de semejante paripé de metesaca es lo de "realidad nacional". Es como nación, pero en oral. Un sucedáneo, sí, pero que bien administrado tiene también su cosa. Y la multiplicación de los entes sigue su imparable curso. Nuestra organización territorial es tan prolífera que ya tenemos nación a palo seco, nación de naciones, naciones de la nación, naciones contra la nación, realidades nacionales, nacionalidades, regiones... Y resignación. Y lo que te rondaré, morena. Quién da más. Tonto el último, el provinciano con aire meramente regional. España noción de nociones. España, nación de naciones con realidades nacionales nacionalizadas nacionalmente. A la infanta reciente la deberían haber llamado Encarnación, para que tuviera pito que tocar el día de mañana como reina de la nación de nacientes naciones reales. Aquí alguien ha puesto la semillita una noche oscura del alma y ahora las naciones nacen donde los listillos pacen. A la cosa de España alguien se la llevó al río creyendo que era mocita, y ahora mira que lío. Se nos puso viciosita, ya no le basta marío.
¿Qué será exactamente una realidad nacional? Lo mismo que nación no puede ser, pues ya se sabe que los padrastros de esta patria promiscua tienen los conceptos claros y afilados los términos. A qué tanto mohín y semejante trajín semántico si se tratara de la misma cosa. Si fueran el mismo ente sería mayor la entente. Tengo para mí que realidad nacional es como nación virgen –con perdón-, no poseída aún, pero ya con ganillas –todo con muchos pendones, digo, perdones-. Es protonación para cortejar, doncella que añora esponsales de autogobierno y Estado que la merezca. Realidad nacional es como vestal que sueña quedar en Estado, mal que les pese a los dioses. Y ahí andan todos, estatutos en ristre, mirando a ver quién se la beneficia, en horrísono gatuperio.
La realidad nacional tiene la tornadiza psicología que es propia de la adolescencia. Cambia a cada rato, nunca es igual a sí misma. Muta a destajo y evoluciona a calzón quitado, y de tanto que no para nunca es lo que es, pues sólo es siendo y de tanto ser se desasea y se despeina. Uff, ahora sí he estado fino y al fin le toqué la ontología a semejante ser en sí que es ser para otros. En su voluble existir, hoy le sale un derecho histérico, mañana se le infecta un fuerúnculo, al día siguiente le surge en erupción un himno y a la próxima la prueba de ADN pinta de naranja gaseoso los ancestros de algún prócer que se tenía por descendiente del Adán nacional. Es un sinvivir lo de las realidades nacionales, de sobresalto en sobresalto y de sobresueldo en simple sobre.
Entiéndaseme y no se crea que no acierto a captar la especificidad del tema. Buena cuenta me doy de que una realidad nacional no es cosa igual que una nación, por la misma razón que una realidad municipal no es lo mismo que un municipio, una realidad arbórea lo mismo que un árbol, una realidad anual lo mismo que un año o una realidad anal lo mismo que un ano. Así que ya sabe usted, amigo lector, cuando algún desaprensivo le mande a tomar por la realidad anual, no se ofenda, que no es por donde usted, so simplón, estaba pensando.
Uno de los últimos hallazgos verbales de semejante paripé de metesaca es lo de "realidad nacional". Es como nación, pero en oral. Un sucedáneo, sí, pero que bien administrado tiene también su cosa. Y la multiplicación de los entes sigue su imparable curso. Nuestra organización territorial es tan prolífera que ya tenemos nación a palo seco, nación de naciones, naciones de la nación, naciones contra la nación, realidades nacionales, nacionalidades, regiones... Y resignación. Y lo que te rondaré, morena. Quién da más. Tonto el último, el provinciano con aire meramente regional. España noción de nociones. España, nación de naciones con realidades nacionales nacionalizadas nacionalmente. A la infanta reciente la deberían haber llamado Encarnación, para que tuviera pito que tocar el día de mañana como reina de la nación de nacientes naciones reales. Aquí alguien ha puesto la semillita una noche oscura del alma y ahora las naciones nacen donde los listillos pacen. A la cosa de España alguien se la llevó al río creyendo que era mocita, y ahora mira que lío. Se nos puso viciosita, ya no le basta marío.
¿Qué será exactamente una realidad nacional? Lo mismo que nación no puede ser, pues ya se sabe que los padrastros de esta patria promiscua tienen los conceptos claros y afilados los términos. A qué tanto mohín y semejante trajín semántico si se tratara de la misma cosa. Si fueran el mismo ente sería mayor la entente. Tengo para mí que realidad nacional es como nación virgen –con perdón-, no poseída aún, pero ya con ganillas –todo con muchos pendones, digo, perdones-. Es protonación para cortejar, doncella que añora esponsales de autogobierno y Estado que la merezca. Realidad nacional es como vestal que sueña quedar en Estado, mal que les pese a los dioses. Y ahí andan todos, estatutos en ristre, mirando a ver quién se la beneficia, en horrísono gatuperio.
La realidad nacional tiene la tornadiza psicología que es propia de la adolescencia. Cambia a cada rato, nunca es igual a sí misma. Muta a destajo y evoluciona a calzón quitado, y de tanto que no para nunca es lo que es, pues sólo es siendo y de tanto ser se desasea y se despeina. Uff, ahora sí he estado fino y al fin le toqué la ontología a semejante ser en sí que es ser para otros. En su voluble existir, hoy le sale un derecho histérico, mañana se le infecta un fuerúnculo, al día siguiente le surge en erupción un himno y a la próxima la prueba de ADN pinta de naranja gaseoso los ancestros de algún prócer que se tenía por descendiente del Adán nacional. Es un sinvivir lo de las realidades nacionales, de sobresalto en sobresalto y de sobresueldo en simple sobre.
Entiéndaseme y no se crea que no acierto a captar la especificidad del tema. Buena cuenta me doy de que una realidad nacional no es cosa igual que una nación, por la misma razón que una realidad municipal no es lo mismo que un municipio, una realidad arbórea lo mismo que un árbol, una realidad anual lo mismo que un año o una realidad anal lo mismo que un ano. Así que ya sabe usted, amigo lector, cuando algún desaprensivo le mande a tomar por la realidad anual, no se ofenda, que no es por donde usted, so simplón, estaba pensando.
¡¡¡¡coñe!!!! La cuadratura del círculo. He tenido un sueño zapateresco. Uff. Menudo viaje: he soñado con una realidad anal castallano-leonesa en la que existiran a su vez dos autonomias regionales, la castellana y la leonesa. Por fin León fomará parte de la anatomía anal.
ResponderEliminarPD: pero solamente fue un mal sueño, aunque excitante.
Insuperable profesor, pero también cabe el barrio-nación, en el de Santa Marina lo tenemos fácil para independizarnos , tenemos suficiencia financiera puesto que sólo con las visitas a san Isidoro generaría una renta per cápita que rianse los de Noruega, más los derechos de peaje en dirección a la catedral, la sede judicial ya la tenemos con la Audiencia y policía no hace falta que nos conocemos de toda la vida.
ResponderEliminarJosemari sí sabía. El rollo estaba claro: apretar y apretar. Y mira que les dolía a los jodíos: cómo rabiaban. Ibarretxe presentó un plan e iba a montar un referendum, pero decidimos mandarle a la cárcel si tenía huevos de convocarlo (antes los "referenda", que dicen los finos, no molaban: ahora, sí). Es que la cárcel, quieras que no, rinde muchísimo como instrumento de gestión política de la estructura territorial del país.
ResponderEliminar"Encaje en España"... No te digo... Chorradas de catalufos y vascos, ya te digo. Y gallegos, algunos gallegos también.
La política sobre la estructura territorial de España la arreglaba yo en dos días. Con mano dura y firmeza: el tacto, para los prostáticos. Qué tacto ni qué hostias. Bandera rojigualda pa desayunar, pa comer y pa cenar. Y de mantel, el Banderón de la Plaza de Colón. Sólo va a haber que buscar mesa que lo aguante (mira: ando igual Ibarretxe, buscando una mesa que aguante). Lo que pasa, y hay que decirlo bien alto, joder, es que en dos siglos y pico no ha habido nadie con huevos y cabeza para dirigir España. Y Gibraltar Español, que voy a tener que decirlo yo todo.
Me siento en este punto muy hermanado con el forero ese que decía que si no había ningun íntegro en España, él se ofrecía para regir los destinos de la nación. Un solo justo en Gomorra, bastaría. No digo Sodoma, por no ofender.
Me despido porque llego tarde a mi antirrábica. Saludos.
Socorro, socorro, ¡socorro!, no tiene que ver con el post pero que alguien solidariamente me ayude, por favor.
ResponderEliminarEn el libro del profesor Atienza : El Derecho como argumentación. Ariel Derecho 2006 me encuentro en nota a pie de la página 252 lo siguiente : " Aristóteles ... admite que los oradores pueden proceder en sus demostraciones mediante silogismos más estrictos o más laxos y relajados, lo que suele entenderse actualmente como una admisión no sólo de premisas endoxásticas, sino de inferencias probables o plausibles- por ejemplo, en la línea de Burnyeat, que se refiere a una probabilitas consequentiae, en los entinemas versus la necesidad consecutiva del silogismo característico de la lógica o incluso la dialéctica. Por otro lado, Aristóteles también reconoce signos refutables- aparte de los signos necesarios y concluyentes -, reconocimiento que, unido al de las inferencias relativas a lo que se da en la mayoría de los casos o por lo regular, parece sugerir que los entinemas típicos descansan en inferencias no sólo plausibles, sino rebatibles."
No me extraña que Dalí dijese más o menos : unicamente leo libros de Química porque como no tengo ni idea de lo que estoy leyendo mi imaginación vuela a plasmar en el lienzo lo que me da la real gana.
Muy estimado ATMC: con el aprecio de siempre, me permito indicarle que cabe que no sea partidario de la COPE ni simpatizante de Jose Mari un ciudadano que se descojone de la risa al ver las pajas semánticas que se traen los nuevos "nacionales", que considere ciertas reinvindicaciones de ese cariz con un retorno al caciquismo más rancio y casposo, que desconfíe de las élites que pretenden monopolizar esencias patrias y que opine que en este tiempo de la cosa mundial tienen más sentido los estados grandes, compactos y bien estructurados. Y, aunque yerre en todas esas apreciaciones, no me negará usted que el magreo terminológico de esta temporada on es para troncharse. Tildar del pepero al que piense así es tan precipitado y frívolo como pensar que todos los nacionalistas "periféricos" son tan ceporros y fachas como Sabino Arana, una simplificación interesada. Dicho esto, permítame repetirle que emotivamente a mí España me dice poco y que sólo me importa una abstracta idea de Estado que garantice libertades, igualdad y competitividad en la cosa global. Y que mi descojone, por tanto, no es por pena de ninguna España imperial venida a menos, sino hartazgo de tener que aguantar todo el puto día a los vecinos listillos que montan bronca y se cagan en la escalera del edificio. Lo mismo dirán ellos de los de Zamora o Palencia o León. Por eso llevo tiempo demandando aquí que se vayan todos los que no estén a gusto y que les demos los ciudadanos sin más patria quela humanidad puerta para que se abran en buena hora. No es que servidor quiera mantener incólume ninguna frontera "nacional" actual, es que quiere que dejen de darle la tabarra como pretexto para meterle todo el día la mano en la bolsa o marcar mejor paquete genético, cultural o lingüístico. Mi posible agresividad no es política, es personal, la misma que me produce cualquier discurso plañidero y mistificador, lo haga Jose Mari o lo haga Carod. Que tanto montan, meiner Meinung nach.
ResponderEliminarY que lo que haya de hacerse se haga a las claras y sin subterfugios ni pamplinas zapateriles, llamando a las cosas por su nombre y sin metérsela doblada a nadie.
Le aseguro, nuevamente, que si yo pudiera votar (cosa que no estaría mal, dicho sea de paso), votaría que sí sin dudarlo en todo referendum de autodeterminación de catalanes y vascos. Y hasta me lo pensaría con los gallegos. Menos bulto, más claridad, que dicen en mi pueblo.
Saludos afectuosos.
Vamos a ver, buen hombre anónimo, la cosa no es para tanto, pese al innecesario enrevesamiento atienzano. Tal vez con dos aclaraciones simples se aclare algo el panorama. Un silogismo puede tener premisas rigurosamente ciertas y probadas o meramente probables u opinables. Ejemplo de lo primero sería éste:
ResponderEliminar(1)El agua se compone de oxígeno e hidrógeno
(2) Esto es agua
(3. Conclusión) Esto se compone de oxígeno e hidrógeno.
Ejemplo de lo segundo:
(1)AnteTodoMuchaCalma identifica con el PP a la gente no nacionalista.
(2) Yo soy no nacionalista
(3 Conclusión) AnteTodoMuchaCalma me identifica con el PP.
Compare las dos premisas primeras (1) y verá que mientras que la segunda es (en el estado actual de la ciencia) verdadera sin discusión, la segunda es una opinión (doxa) o valoración mía, o una inferencia probabilística y seguramente bastante arriesgada, construida a partir de unas pocas afirmaciones de ATMC que me han merecido esa interpretación, tal vez errónea, etc. Sea como sea, formalmente el segundo siligismo es correcto, aunque la verdad material de su conclusión es problemática (no falsa ni verdadera: discutible, necesitada de ulterior argumentación, etc.), por serlo su premisa primera. Ya ve que la forma siligística no excluye en tales casos (los más frecuentes fuera de la pura ciencia y la matemática), sino que la exige. Es lo propio de los razonamientos endoxáxticos u opinables, por contraste con los apodícticos o irrefutables, basados en verdades ciertas.
Un entimema es un razonamiento silogístico en el que no se explicita una de las premisas, que juega su papel tácitamente. Ejemplo:
ATMC aprecia a sus contradictores.
Por tanto, ATMC me aprecia.
¿Qué premisa ha quedado oculta, pero debe ser presupuesta para que la conclusión (por tanto...) sea formalmente correcta? La siguiente:
Yo soy contradictor de ATMC.
En este caso estamos ante un silogísmo cuya(s) premisa(s) son opinables, cuya forma es entimemática y cuya conclusión formalmente es verdadera y materialmente depende: depende de la medida en que seamos capaces de fundamentar o argumentar, en caso de exigírsenos, la verdad de la primera premisa (que ATMC aprecia a sus contradictores) y de la segunda (que yo soy contradictor de ATMC. Esto último será asunto de valoración de indicios, interpretación de significados, etc.
En términos formales y en la lógica ordinaira, binaria (lógica monotónica) no hay más que verdad y falsedad, y una afirmación es o lo uno o lo otro. En términos materiales, entre lo verdadero y falso hay toda una escala de "grises": probable, plausible, verosímil, improbable, infrecuente, raro, inusitado, inverosímil, absurdo..., etc., etc. De ahí el asunto: la corrección formal de un razonamiento no es garantía de verdad total de su conclusión, salvo cuando es indiscutible la verdad de las premisas. Mire este siligosmo:
- Si usted coincide en un bar con un asturiano, él le invitará a una copa.
- Yo soy asturiano.
- Si coincide en un bar conmigo le invitaré a una copa.
Es un razonamiento formalmente correcto, de base probabilística (o eso pretende, pues encierra la afirmación de que estadísticamente los asturianos pagan o suelen pagar las copas), pero que para nada le asegura que yo lo invite a la copa cuando nos veamos. Usted puede discutirme la verdad de la premisa mayor y para acreditarla yo tendría que mostrarle estadísticas o una muestra suficiente de experiencias. Pero, aún acreditado eso así, la conclusión no indica una verdad que necesariamente tenga que acontecer cuando usted coincida en el bar conmigo, aun cuando yo sea astiriano verdaderamente
Etc. Me detengo aquí, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad.
A mi modo de ver,realidad nacional, según el momento puede sonar pelín escatológico.Yo también me troncho, y no soy nada...ni nacionalista, ni españolista, ni de arriba o abajo.
ResponderEliminarYo tampoco soy nada.
ResponderEliminarMuchas gracias por la aclaración profesor. En cuánto a su opinióm de que votaría sí a cualquier referendum de autodeterminación que desean algunos vascos y algunos catalanes mi respuesta es que no me parece aceptable porque y si sólo uno de los habitantes de cualquiera de esas autonomías hubiese que quisiese seguir siendo español ¿no le íbamos a defender? pues yo creo que sí, que al menos yo y 8.000 patriotas más nos dejaríamos primero la voz y después el pellejo porque a esa persona se le mantuviesen sus derechos constitucionales actuales.
ResponderEliminarHola, gente,
ResponderEliminarHoy aparece un artículo interesante de un tal López Burniol en El Periódico ; no carece de puntos criticables, faltaría más, pero deja dos cosas claras, a mi juicio:
1) que en la presente rebatiña no hay posibilidades de volver a la pasada, nostálgica (y para mí mendaz) "unidad nacional"; nos toca caminar hacia delante y buscar una salida (si la hubiera),
2) que hay que dejarse de tabúes y llamar al pan pan, y al vino vino, sin miedo a ningún término ni posición.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=6&idioma=CAS&idnoticia_PK=297337&idseccio_PK=472&h=060420
Querido Garciamado:
ResponderEliminarQuien habla en mi post no dice ser PPePPero: sólo dice ser nacionalista español, y estar de acuerdo con cómo gestionó la cuestión de la "Unidad Nacional" Josemari.
Tan lejos de mi intención identificar con el PP y la COPE al nacionalismo español y sus compañeros circunstanciales de viaje, como de la suya identificar a ZP ("Diablín") con El Señor De Las Tinieblas (A Man of Wealth and Fame). En mi caso, es una sinécdoque, y en el suyo una hipérbole (en el colmo: ¿un eufemismo?): en ambos casos, elementos que en la sátira política se pueden encontrar a patadas.
Y si satirizaba usted esta salida de Fireman-Bullfighter que ha tenido el PSOE Andaluz que busca su unidad de destino en lo Universal, yo satirizaba cierta tendencia a ignorar que llevamos tres siglos a vueltas con lo mismo. Y que intentar copiar el estado francés no sale. No sale y no va a salir esta vez. No salió en 1812, no salió en todo el endiablado s. XIX, pasamos por dos guerras carlistas, y llevamos desde la primera constitución agarrando los jirones de Una España Una tan mítica como la Euskadi sabiniana o el Reino de losssuevos (así, todo junto).
Y en fin... qué le voy a decir yo a usted, que me ha visto responder incómodo a muchas de sus sátiras políticas. La sátira siempre pica, insinúa pero no llama, es anfibológica, incómoda al lector y, después, si es decente, también un poco al satírico (¿al sátiro? ¿al satiriásico?). Y caballero, por favor, no me confunda: yo soy un sátiro decente.
Un abrazo,
ATMC
Y ahora permítaseme salirme del ferpléi con una comparación no ya odiosa, sino grosera. Pido perdón por adelantado.
ResponderEliminarEn la COPE ponen en voz de Zapatauer: "Arnaldo, desnúdame. Juega conmigo a ser la perdición que todo hombre quisiera ser. Y olvídate de todo lo que fui, quiéreme por lo que pueda llegar a ser en tu vida".
(al final de esta página: www.libertaddigital.es/opiniones/opi_desa_31009.html).
por si se corta la dirección: el final es opi_desa_31009.html
Por cierto: en esa misma página, al principio, puede leerse a Fede (en gallego, "hiede") decir "Hay una cosa peor que los pobres, que son los nuevos ricos; eso es lo peor de lo peor. Y encima satisfechos". Voy a hacer mis enjuagues con agua de cenicero, para quitarme el mal sabor de boca.
¿entonces que hay que hacer antetodomuchacalma? o hay que pedirle permiso a Vd para reirse de ZP y opìnará como quiera Federico Jiménez no como quiera Vd.
ResponderEliminarUn amigo no se debe concebir a ESPAÑA como una entidad física, como un conjunto de atributos nativos (tierra, lengua, raza), no se burla uno de la lengua catalana ni se ofende los movimientos sentimentales de algunos catalanes porque a mí tampoco me gusta que me toquen las narices con respecto a mi barrio (futuro barrio-nación), me encanta estar en el barrio (antes más que ahora)saludar a la gente de siempre y ver a los nuevos chavales/as y a nuestros mayores y contemplar las manazas que tenemos todos (de tamaño)como símbolo ancestral propio y tenemos nuestro himno y todo : "somos de Santa Marina la gente más fina que rula en León, lo mismo robamos sardinas que sacos de harina o sacos de carbón", es decir, que somos choros por naturaleza.
ResponderEliminarESPAÑA es una entidad histórica no es una individualidad física individualizada por accidentes orográficos, étnicos o lingüísticos que ya ve que eso cualquier barrio lo puede reunir, aparte del mío pues en muchas ciudades están el China Town y los barrios hispanos o negros y turcos y moros.
Cuando por medio de la Historia se arrejuntó ESPAÑA se hizo una nación de unos pueblos al igual que una molécula es un conjunto de átomos y no es átomo de átomos sino una molécula y la elección de la extranjería no está contemplada en nuestro ordenamiento lo quieran los catalanes o los suecos.
Yo resulta ser que he conocido desde que nací a ESPAÑA como es y es un objeto patrimonial del que no es dueño ningún político catalán ni vasco ni gallego ni del barrio mío y ya sabe lo del desarrollo sostenible, las generaciones futuras tienen derecho a recibir el pasado.
Estamos dando mucha audiencia a los separatistas, menos mal que en la red también tenemos cabida los patriotas.
Vaya hemos dado un paso más, ahora ya se puede hablar de españa sin que te tilden de facha. Algo ha hecho ZP, algo bueno. Algo que no le podemos rebatir a ZP es que antes de ZP pronunciar la palabra españa quedaba mal. Y ahora digo:"ESPAÑA" y ya suena distinto, oye.
ResponderEliminarNo me pongo la bandera de españa en mi jardin indigena porque no me va llevar banderas. Ni la de león siquiera, no se me siento como que no soy yo si lo hago.
Correcto, correcto, Iurisprudent, pero los que queramos llevar la bandera de ESPAÑA por todo el territorio nacional ¿podremos?. Yo creo que hasta que sí.
ResponderEliminarOiga, estimado ATMC, me estuvo bien contestado eso de que el que hace sátiras tiene también que saber aguantarlas, y que la sátira es lo que es y no lenguaje científico. Vale y chóquela.
ResponderEliminarSí me preocupa la desmedida afición que le muestra usted a la cope, una afición del copón. Intuyo ribetes masoquistas en semejante hábito, o preocupante desdoblamiento de personalidad. Cuídese, hombre, que esas cosas nunca se sabe como acaban.
Salud y saludos.
(Supongo que también me está bien contestado a mí, con efecto retroactivo)
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