02 septiembre, 2007

La lengua de los clones

Aparecen de tanto en tanto noticias que lo reconfortan a uno. Bueno, en realidad todos los días surge alguna información estimulante. La de hoy es que en Galicia comienzan a funcionar unas escuelas con enseñanza exclusivamente en gallego. Las llaman las galescolas. Esto hay que explicarlo: no es que en Gales se hayan formado colas, es que el gallego es galego y las escuelas son escolas. Ah, amigo, para que luego digan que no le dan bien al cacumen los políticos, mira qué juego de palabras tan churri. Por lo visto, esa galleguización de las almas comienza por las guarderías, que, como es sabido, son los centros educativos con estudiantes más resistentes y con mayores defensas frente a los abusos. En pocos años llegarán hasta lo geriátricos y dormirá al relente el vejete o la vejeta que no se sepan la alineación del Celta de Vigo: Smith, Kaufmann, Kolakowski, Togliatti, Burunga, Evo, Chernikov, Confetti, Olalá, Cachicachi y López.
El objetivo de tan progresista iniciativa lo ha enunciado un tal Anxo Quintana, que creo que es un político muy importante en Galicia, aunque no sé qué le enseñaron en la guardería y desconozco si manda a sus hijos a algún colegio inglés. Ha dicho que los niños de diez años saldrán cantando el himno gallego. Y se queda el tío tan ancho en su quintana, sin darse cuenta de qué gran cosa está haciendo por los infantes de la tierra de cuyo presupuesto pacen él y varios más de su tribu.
Uno mismo tiene experiencia en lo de cantar el himno en la escuela. En la de mi pueblo lo cantábamos cada día, al menos en el tiempo que yo pasé en ella, entre los cinco y los diez años. Era muy emocionante. En aquella época el himno nacional español (ojo, era español, lo cual es malo, pero era nacional, lo cual digo yo que a don Ancho le parecerá bueno; ¿o me he liado?) tenía letra y todo. “Viva España, alzad los brazos hijos del pueblo español, que vuelve a resurgir”. Nos decían en el mismísimo himno que resurgía el pueblo español, ya ves. Ahora a los peques gallegos más indefensos, los hijos de la gente humilde que no tiene con qué enviarlos a Suiza y que le den por lo estrecho a Anxo, les contarán que el que resurge es el pueblo gallego y que manos arriba y tal.
Todos los himnos son iguales y más mentirosos que ministra de vivienda. En realidad, usted coge la letra que se ponía al himno nacional en tiempos de Franco y donde dice España sólo hace falta sustituir esa palabra horrible por el nombre de la nación alternativa y queda perfecto. Viva Galiza, brazos arriba hijos del pueblo galego y tal y cual. Lo mismito, y no hay que andar devanándose los sesos. Y, así, si cambia el régimen, basta modificar cuatro cosas de la letra y se puede seguir tan ancho cantando con la mano en alto y la palma bien estirada, igual que ahora.
Tengo entendido que el himno gallego hace homenaje a la resistencia de los celtas frente a los romanos. Bien es verdad que el gallego tiene raíz latina, pero eso son menudencias. Seguro segurísimo que el tataratatarabuelo de Ancho era un celta que te cagas, de los Quintana de toda la vida. Un tipo dispuesto a dar la vida por Galicia y que estaba hasta el casco de la puta España. Esto de la puta España, ahora que recuerdo, lo dijo otro gallego que flipa de emoción cuando va a Cataluña y le cuentan que allí son todos segadores.
Volviendo a lo de las giliscolas, debemos reconocer que a esos niños les hacen un gran favor al procurar que sólo sepan gallego. Porque, vamos a ver, hoy en día sin hablar gallego no puedes ir a ningún lado: ni a Betanzos ni a Porriño ni al mismísimo Lugo, ciudad ésta que, como se sabe, tiene unas murallas que son celtas hasta por la parte del filtro. Pues eso, que tú llegas por esas tierras todo ancho -pero decente- con tus habilidades lingüísticas, que si castellano, que si inglés, que si alemán, que si un poco de francés los viernes por la noche y tal, y no te entiende ni Panoramix Quintana. Y entonces piensas: cómo seré yo tan corto, con lo anchos que son éstos, tu fíjate, Maruxa (y Maruxa que no pilla lo que le quieres decir). Uno por ahí todo desarraigado, que si estudia en Londres, que si trabaja en Berlín, que si liga en París, que si veranea en Sicilia, que si tapita de jamón de Guijuelo, y éstos aquí más felices que el pupas, sin enterarse de nada, pletóricos, incontaminados, sin globalizar ni un pimiento y cada día más celtas. Eso sí, mira que espectáculo inusual, qué maravilla atávica: van haciendo cola de tres en fondo y cantando el himno con los brazos en alto. Es el día de las elecciones y van a votar. Está todo lleno de carteles con la foto de Ancho subtitulada en gaélico, perdón, en galego. Luego, creo que seguirán andando y con sus cánticos hasta la Costa da Morte y que van a realizar unos sacrificios humanos sobre los acantilados. Jo, qué bien y cuánto gozo. Prístinas criaturillas. Animalitos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Están locos estos gallaecios.

Anónimo dijo...

Manda carallo. Lo de los romanos sí que me ha dejado helado. ¿Se lo inventó Quintana o El Mundo? Terei que rele-lo himno ata que o atope...

Anónimo dijo...

Y hoy "sacan" en la Crónica El Mundo de León , el "afoto" de los 4 primeros/a profesores/a de llionés. Dentro de nada académicos habremus de llionés de ese.
Tomado a risa, se parte uno el pecho con estos nacionalismos ibéricos, es que además, cuanto más inventan más ideas me dan para el barrio-Estado de la República libre de Santa Marina "ex la Real"; y es que es verdad cojones, en mi barrio si que realmente podemos llegara tener el PIB más alto del universo.

Anónimo dijo...

Lo mejor de todo es que, según recientes investigaciones (que no me he molestado en comprobar, pero que seguro que son la hostia de serias) los celtas nunca estuvieron en lo que ahora es Galicia, ni siquiera pasaron por allí ni por el forro. ¿Qué te parece, "Ancho"?

Anónimo dijo...

Anónimo:

Más de uno se llevaría una sorpresa si leyese las más recientes investigaciones.

Pero una sorpresa bien gorda.

Una sorpresa de caerse de culo.

Daquela vai ser que o de Breogán foi ó revés...

Llamativamente, los amigos de los himnos y sus letras (Bloqueiros, PePPeros, CoPPeros todos) no le han sacado suficiente jugo al tema. Pero sé que, antes o después, no nos defraudarán.