Leo en La Razón el titular que dice “Zapatero, reacio a la implantación de la cadena perpetua” y me pica tanto la curiosidad, que vuelvo a meterme en noticias que me resultan vomitivas. Lo que viene en el periódico es toda una retahíla de declaraciones del señor Antonio del Castillo, padre de la muchacha asesinada en Sevilla, así como de un tío que actúa de portavoz de la familia. Le han pegado un buen repaso al Código Penal y han planteado al Presidente del Gobierno lo que un periodista pedante llamaría toda una batería de propuestas: referéndum sobre la cadena perpetua, aumento de las penas por encubrimiento, la modificación del protocolo a seguir en caso de desaparición, el cumplimiento íntegro de las penas, etc., etc. Lo estupendo es que en tales declaraciones de estos hombres Zapatero queda exactamente como lo que es, un chiquilicuatre de chichinabo. Vean si no estas dos perlas salidas de la boca del señor Del Castillo: «Las penas se están cumpliendo ya íntegras, esta es la frase de Zapatero con la que me quedo» y «Él mismo [por Zapatero] se sorprendió de que los encubridores sólo tengan que pagar entre tres meses y dos años de cárcel».
Así estamos, exactamente así: las víctimas de los delitos acudiendo a La Moncloa para poner al Presidente del Gobierno al tanto de cómo anda el Código Penal y a cuanto sale este mes el kilo de reo, y éste informándoles, a su vez, de que ya casi está todo arreglado. Un gobierno de imbéciles y un modo imbécil de gobernar sólo puede -en democracia y estando garantizadas las libertades más básicas- ser indicio de una cosa: de una sociedad perfectamente imbécil.
Y por qué todo este ruido ahora. Como muy bien apuntaba Rosa Montero ayer o anteayer en su columna de El País, el homicidio o asesinato -eso aún hay que verlo- de Marta del Castillo es uno más de los que en este país y en cualquier país ocurren cada año. Lamentabilísimo como toda muerte violenta e injusta, tristísimo para sus allegados, merecedor de todos los esfuerzos investigadores de la policía y de un juicio justo para los culpables y una pena proporcionada..., pero uno más de los homicidios o asesinatos que ocurren cada día inevitablemente. Ni siquiera están presentes esos elementos que enardecen a la opinión pública o tocan más nuestra sensibilidad: no era un niño, no parece que existiera abuso sexual, no consta ensañamiento... Y, con todo, los periódicos le sacan un partido bárbaro al suceso y la familia aprovecha para presentarle al Presidente del Gobierno en La Moncloa toda una lista de reformas jurídico-penales urgentes, y el Presidente o calla o les dice que hay que ver cómo está todo y que, en efecto, que poca pena para tanto malón. Y a lo de la cadena perpetua les responde que no, porque la Constitución no lo permite, pero que para el caso da igual, pues con lo de cumplir íntegramente treinta o cuarenta años viene a ser lo mismo y ahí se pudran y que los resocialice su puta madre, como supongo que dirá también la Constitución, al menos en la interpretación del egregio jurista que nos preside, don Forrest Gump Garofalo.
Oye, y lo curioso es que uno escribe aquí o por ahí estas cosas y vienen los amigos progresistas de tres en fondo a manifestar su acuerdo y a insistir en que no puede ser y en que Zapatero mu mal, mu mal, parece mentira. Y en cuanto llega convocatoria electoral, desfilan en idéntica formación a votar a Zapatero porque si ganan otros puede ser entoavía pior, virgen santa que me quede como estoy porque aún puede llegar a mandar aquí uno más idiota, que ya es decir. El progresismo patrio tiene una fe en el progreso que corta el hipo.
Me apuesto una cena -no de las más caras, pero decente- a que antes de que acabe esta legislatura y si vuelve a haber un par de crímenes bien mediáticos y con padres sedientos de cámara y de tomarse unos vinos con el ZP, el inefable Presidente encuentra la manera de proponer la cadena perpetua para un mogollón de delitos y contándonos que es constitucional a más no poder y que sólo los fachas dicen que no porque quieren que sigan muriendo los pobres y los más inocentes, que mira cómo se mosquean si es un banquero la víctima. Ya me imagino sus argumentos, respaldados por la comitiva habitual de penalistas progres a mesa puesta: que si la Constitución dice que el castigo penal tiene que resocializar, pero que algunos sólo se mantienen resocializados mientras están en la cárcel; que, si dura una vida entera la pena de los deudos, por qué va a durar menos la de los criminales que se la provocan; que hoy en día la esperanza de vida de la gente ha subido mucho y si salen de la cárcel con setenta años aún pueden estar en contra del consenso como si fueran del PP mismamente; que en la cárcel viven como Dios y que de qué se quejan con el paro que hay fuera, aunque el Gobierno no va a dejar en la estacada a ningún parado y va a arrancar la estacada; que, si bien se mira, terrorismo es todo, pues a quién no lo aterroriza que le quiten el bolso y le den un par de leches... Y así sucesivamente, y los medios de comunicación de la derechona diciendo que pase por esta vez, pero que llega demasiado tarde, y los medios progres dicendo que, bien mirado todo, las cosas son como son y esto es lo que hay y Zapatero no puede hacer otra cosa en este momento histórico en que los mercados se hunden, y veinte profesores de Derecho penal firmando un manifiesto de protesta y doscientos mil profesores de Derecho penal firmando un contramanifiesto y tildándolos de reaccionarios que no tienen corazón y que su amor no vale nada, y la reforma legislativa saliendo adelante en el Congreso por unanimidad, y el Tribunal Constitucional que, cuando un juez plantee la cuestión de inconstitucionalidad, dirá que sí, pero no, pero sí y al final sí es constitucional la cadena perpetua porque ha ponderado los principios y valores enfrentados y le ha salido un gramo más para el lado de que a por ellos, oé, y citará muchos párrafos de otras sentencias ejemplares suyas de esta temporada otoño-invierno, como la de la violencia de género con discriminación por razón de género y así.
Lo dicho, va una cena. Pero sin alcohol ni excesos, no vayamos a pisarle un juanete a alguien y nos la carguemos de por vida mientras las televisiones entrevistan a aquella novia primera que nos vio el pito en la guardería.
Puto país deprimente.
Y por qué todo este ruido ahora. Como muy bien apuntaba Rosa Montero ayer o anteayer en su columna de El País, el homicidio o asesinato -eso aún hay que verlo- de Marta del Castillo es uno más de los que en este país y en cualquier país ocurren cada año. Lamentabilísimo como toda muerte violenta e injusta, tristísimo para sus allegados, merecedor de todos los esfuerzos investigadores de la policía y de un juicio justo para los culpables y una pena proporcionada..., pero uno más de los homicidios o asesinatos que ocurren cada día inevitablemente. Ni siquiera están presentes esos elementos que enardecen a la opinión pública o tocan más nuestra sensibilidad: no era un niño, no parece que existiera abuso sexual, no consta ensañamiento... Y, con todo, los periódicos le sacan un partido bárbaro al suceso y la familia aprovecha para presentarle al Presidente del Gobierno en La Moncloa toda una lista de reformas jurídico-penales urgentes, y el Presidente o calla o les dice que hay que ver cómo está todo y que, en efecto, que poca pena para tanto malón. Y a lo de la cadena perpetua les responde que no, porque la Constitución no lo permite, pero que para el caso da igual, pues con lo de cumplir íntegramente treinta o cuarenta años viene a ser lo mismo y ahí se pudran y que los resocialice su puta madre, como supongo que dirá también la Constitución, al menos en la interpretación del egregio jurista que nos preside, don Forrest Gump Garofalo.
Oye, y lo curioso es que uno escribe aquí o por ahí estas cosas y vienen los amigos progresistas de tres en fondo a manifestar su acuerdo y a insistir en que no puede ser y en que Zapatero mu mal, mu mal, parece mentira. Y en cuanto llega convocatoria electoral, desfilan en idéntica formación a votar a Zapatero porque si ganan otros puede ser entoavía pior, virgen santa que me quede como estoy porque aún puede llegar a mandar aquí uno más idiota, que ya es decir. El progresismo patrio tiene una fe en el progreso que corta el hipo.
Me apuesto una cena -no de las más caras, pero decente- a que antes de que acabe esta legislatura y si vuelve a haber un par de crímenes bien mediáticos y con padres sedientos de cámara y de tomarse unos vinos con el ZP, el inefable Presidente encuentra la manera de proponer la cadena perpetua para un mogollón de delitos y contándonos que es constitucional a más no poder y que sólo los fachas dicen que no porque quieren que sigan muriendo los pobres y los más inocentes, que mira cómo se mosquean si es un banquero la víctima. Ya me imagino sus argumentos, respaldados por la comitiva habitual de penalistas progres a mesa puesta: que si la Constitución dice que el castigo penal tiene que resocializar, pero que algunos sólo se mantienen resocializados mientras están en la cárcel; que, si dura una vida entera la pena de los deudos, por qué va a durar menos la de los criminales que se la provocan; que hoy en día la esperanza de vida de la gente ha subido mucho y si salen de la cárcel con setenta años aún pueden estar en contra del consenso como si fueran del PP mismamente; que en la cárcel viven como Dios y que de qué se quejan con el paro que hay fuera, aunque el Gobierno no va a dejar en la estacada a ningún parado y va a arrancar la estacada; que, si bien se mira, terrorismo es todo, pues a quién no lo aterroriza que le quiten el bolso y le den un par de leches... Y así sucesivamente, y los medios de comunicación de la derechona diciendo que pase por esta vez, pero que llega demasiado tarde, y los medios progres dicendo que, bien mirado todo, las cosas son como son y esto es lo que hay y Zapatero no puede hacer otra cosa en este momento histórico en que los mercados se hunden, y veinte profesores de Derecho penal firmando un manifiesto de protesta y doscientos mil profesores de Derecho penal firmando un contramanifiesto y tildándolos de reaccionarios que no tienen corazón y que su amor no vale nada, y la reforma legislativa saliendo adelante en el Congreso por unanimidad, y el Tribunal Constitucional que, cuando un juez plantee la cuestión de inconstitucionalidad, dirá que sí, pero no, pero sí y al final sí es constitucional la cadena perpetua porque ha ponderado los principios y valores enfrentados y le ha salido un gramo más para el lado de que a por ellos, oé, y citará muchos párrafos de otras sentencias ejemplares suyas de esta temporada otoño-invierno, como la de la violencia de género con discriminación por razón de género y así.
Lo dicho, va una cena. Pero sin alcohol ni excesos, no vayamos a pisarle un juanete a alguien y nos la carguemos de por vida mientras las televisiones entrevistan a aquella novia primera que nos vio el pito en la guardería.
Puto país deprimente.
8 comentarios:
"que si la Constitución dice que el castigo penal tiene que resocializar, pero que algunos sólo se mantienen resocializados mientras están en la cárcel; que, si dura una vida entera la pena de los deudos, por qué va a durar menos la de los criminales que se la provocan; que hoy en día la esperanza de vida de la gente ha subido mucho y si salen de la cárcel con setenta años aún pueden estar en contra del consenso como si fueran del PP mismamente; que en la cárcel viven como Dios y que de qué se quejan con el paro que hay fuera, aunque el Gobierno no va a dejar en la estacada a ningún parado y va a arrancar la estacada; que, si bien se mira, terrorismo es todo, pues a quién no lo aterroriza que le quiten el bolso y le den un par de leches..." jojojojo usted vaya dando ideas montado en el absurdo que al final se va a sorprender...
Nos vamos de la gran secada a la gran remojada.
Sin duda la petición de cadena perpetua por robar una bolsa de pipas es excesiva, pero tan irracional e injusta como la imposición de 3 Padres Nuestros y un Ave María al que pasa por la picadora de carne a 10 miembros de una familia de 11.
Reinsertar no es soltar antes de que el juez dé con el mazo en la mesa, ni proporcionar alojamiento, comida y gimnasio, tampoco prevenir consiste en permitir que un hijo de puta como la copa del padre de todos los pinos reincida 700 veces.
Ya salió en otra ocasión, pero creo que también viene al hilo del tema de hoy: ¿ es menos democrática, justa y libre Suecia que España ?, a mi modo de ver justo al contrario. En cambio nadie dice ni Pamplona cuando al asesino de la Primera Ministro lo cogen, lo encierran y tiran la llave al mar.
Huy, Don Rogelio, se le ve a usted un auténtico connaisseur de los sistemas penales español y sueco...
Le cito los datos que publica el diario El Mundo en su edición del 22 de enero pasado.
SUECIA
Delitos:10'8--- Encarcelados: 68
ESPAÑA
Delitos: 2'5--- Encarcelados:138
(Delitos = Delitos violentos por cada 100.000 habitantes en 2007).
(Encarcelados = Presos por ca7da 100.000 habitantes en 2003).
A las cifras tampoco les haga mucho caso. Quien los cita es un mindundi de Catedrático de D. Penal, Dr. Honoris Causa multiplex, miembro del Consejo Editorial de El Mundo y acérrimo antisociata, pero seguro que está intentando hacerle el juego a... a... ¡bueno, a alguien! ¿A quién? ¡Queremos saber!
Don AnteTodoMuchaCalma, se equivoca, no tengo ni buta idea del español y menos del sueco.
Soy muy poco viajao, compré un bonobús de 10 viajes hace 3 años y creo que todavía me quedan 6 y cada día que pasa soy más consciente de mis ilimitadas limitaciones y de mi ignorancia sin fronteras, pero esas carencias procuro compensarlas con un creciente y consciente antisistemismo de aparición tardía, pero intensa.
No digo que sea el caso, pero he conocido a Catedráticos que estaban a 20 cuerpos por detrás del eslabón perdido, por tanto, a falta de prueba en contra y como en la mili el valor se le supone.
El tema daría para varias monografías, no obstante se me ponen unos dientes muy largos viendo como son las cosas en ciertos paises, como Suecia, cuando las comparo con mi querida España.
Por cierto el enlace que ha puesto creo que no es el que pretendía.
Un saludo.
Discretamente adorado Don Rogelio:
El enlace es el correcto. Lo comprobará en cuanto lea las dos primeras líneas.
Yosque nado en otras aguas, mirusté. Tengo esa cosita conservadora, ya ve, de rechazar el irracionalismo en la gestión de asuntos públicos. Así que frente a los gritos de rigor, aún creo que valen algo los datos objetivos. Y aunque las estadísticas pueden decir lo que quiera quien las lee, siguen estando a millas de distancia de cositas como "la picadora de carne" o "la llave al mar".
Es cierto que hay catedráticos muy burros, pero también hay foreros muy burros y no por ello puedo emplear esa sospecha contra sus comentarios. La salida del camino de la charla de taxi y la doxa tabernaria viene por el acceso al dato objetivo. Le recomiendo que lea el texto que le indiqué y que usted sospecha escrito por una acémila con el mero dato de que disiente de su opinión (o CUALQUIERA de los escasos trabajos de contraste entre las cifras penitenciarias y las de criminalidad en España).
Y hombre: no dudo que antes de hacer las rotundas afirmaciones que usted hace, seguro que ha hojeado estadísticas, datos objetivos, y no se ha fiado de la hedionda basura para iletrados que publican al respecto los diarios españoles. ¡Si su espíritu crítico ni siquiera se fía de un texto firmado por el padre de la Ciencia Penal española! Pero más contraste nunca daña, y casi no engorda.
Rogelio
en mi modesta opinión y reconociendo por delante el magisterio del profesor Gimbernat y del profesor Ante como mucho más sólido y meditado que el que podamos tener nosotros. Tiene Vd razón.
El commente de Anónimo pone de manifiesto un entrecomillado de Garciamado que pretende reducir al absurdo el sentimiento de una jauría.
Pero ya que se trata de usar el Derecho, no se preocupe y si le pasa a Vd algo parecido al de estas pobres familias (librele Dios, que el mal que yo le pueda desear a alguien honrado me caiga a mi primero)use la venganza privada más contundente (exterminio de la rata), que ya verá como se le van a aplicar alguna eximente incompleta y alguna atenuante que provocará que se le suspenda la pena (si no es Vd un viejo conocido de la madera, en cuyo caso no le caerá mucho tampoco), que ya ve como se han ofrecido a defender al del PSOE ese que se lió a hostias en la herriko taberna abogados de todo pelaje político.
Don AnteTodoMuchaCalma, quizás no me he expresado bien: en ningún caso he querido decir que el Profesor Gimbernat sea uno de esos Catedráticos de escasas entendederas.
He querido decir que el hecho de haber accedido a una profesión de prestigio no es una garantía urbi et orbe casi de nada, además como no puedo contrargumentar los datos expuestos y no tengo consciencia de que Don Enrique sea uno de esos aficionados al cacahuete con cáscara doy por buena la información y no pongo en duda la altura del Profesor.
Respecto al vínculo, disculpe pero sigo sin ver los datos descritos, pero tampoco es decir mucho pues veo menos que un San José de escayola.
Decir sólo que Eurostat ha manifestado la necesidad de normalizar los datos de todos sus miembros en materia de delitos, pues existe una dispersión conceptual que impide la elaboración de datos estadísticos homologables.
Muchas gracias Don Roland Freisler, espero no hacer uso de su consejo, pero si llegase el caso no dudaría en hacerlo, por eso de "la justicia emana del pueblo" y yo soy más de pueblo que el Agamenón aquel de los tebeos.
Apreciado profesor: lo verdaderamente escalofriante de su post de hoy es que sus irónicas predicciones resultan plausibles por completo, tal como se defiende por unos y otros la deriva a un derecho penal del antiguo régimen. Ayer Javier Arenas se sumaba ya a la campaña a favor de la cadena perpétua, así en caliente y sin otros matices, en un ejercicio de populismo indecente y obsceno. En este contexto, resultan imprescindibles posturas como la suya, y la de algunos otros pocos, que comparto en su integridad.
Saludos cordiales
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