Estoy indignadísimo. El machismo nos acorrala por doquier. Tenemos la lengua contaminada y no hay frase que no sepa a varón, con perdón. Puaj. Fíjense en esta noticia, que he dejado enfriar varios días para intentar calmarme, pero que no deja de ponerme de los nervios. Venía en El Mundo del pasado jueves, 9 de abril, con el siguiente titular: “Las chimpancés ofrecen sexo a los machos a cambio de carne”. Y miren la explicación que sigue: “Las chimpancés hembra tienen relaciones sexuales más frecuentemente y durante mayor tiempo con machos que comparten con ellas su comida. Ésta es la llamativa conclusión de una investigación publicada ayer en la edición digital de la revista PLoSONE”. Y añaden: de las investigaciones resulta que “las hembras -de chimpancé, claro- copulan con mayor frecuencia con machos que comparten la carne fresca con ellas”.
No me digan que no es para cabrearse. Para empezar, noticias así son las que hacen que las monas queden etiquetadas como casquivanas y frívolas y jamás logren en los zoos la paridad con los machos. ¿Acaso alguno de esos investigadores se ha puesto a mirar si un macho de chimpancé con bastante hambre no le permitiría a su colega del mismo género unos toqueteos o vaya usted a saber qué achuchones a cambio de unas raciones de algo? Pero, claro, seguro que los autodenominados investigadores son todos unos varones falócratas y prejuiciosos, de ésos que cuando ven, por ejemplo, al presidente de cualquier equipo de fútbol andaluz de primera división de la mano con una modelo jovencita y del copón se piensan que no hay amor, sino puro interés de la dama por la carne que con ella comparte el vejestorio. Con ese modo de pensar estamos destruyendo el romanticismo, la familia cristiana y la capa de ozono, no me digan que no.
Y luego está la forma de dar la noticia. No les vale explicarlo según los patrones románticos, tal que así: “entre los monos y las monas el amor puede surgir por un trozo de carne”. Tampoco, por supuesto, están dispuestos a hacer una lectura feminista, mucho más equilibrada y fiel a los hechos: “los machos ofrecen carne a las monas a cambio de sexo”. No, tienen que exponer el caso dejando bien claro que las tarascas son ellas, que sólo se fijan en los monos con visa oro y traje de Armani. Cosa que, sin duda, es mentira y que, además, aunque así ocurriera, seguiría siendo mentira y no debería decirse.
¡Paridad en las noticias ya!
No me digan que no es para cabrearse. Para empezar, noticias así son las que hacen que las monas queden etiquetadas como casquivanas y frívolas y jamás logren en los zoos la paridad con los machos. ¿Acaso alguno de esos investigadores se ha puesto a mirar si un macho de chimpancé con bastante hambre no le permitiría a su colega del mismo género unos toqueteos o vaya usted a saber qué achuchones a cambio de unas raciones de algo? Pero, claro, seguro que los autodenominados investigadores son todos unos varones falócratas y prejuiciosos, de ésos que cuando ven, por ejemplo, al presidente de cualquier equipo de fútbol andaluz de primera división de la mano con una modelo jovencita y del copón se piensan que no hay amor, sino puro interés de la dama por la carne que con ella comparte el vejestorio. Con ese modo de pensar estamos destruyendo el romanticismo, la familia cristiana y la capa de ozono, no me digan que no.
Y luego está la forma de dar la noticia. No les vale explicarlo según los patrones románticos, tal que así: “entre los monos y las monas el amor puede surgir por un trozo de carne”. Tampoco, por supuesto, están dispuestos a hacer una lectura feminista, mucho más equilibrada y fiel a los hechos: “los machos ofrecen carne a las monas a cambio de sexo”. No, tienen que exponer el caso dejando bien claro que las tarascas son ellas, que sólo se fijan en los monos con visa oro y traje de Armani. Cosa que, sin duda, es mentira y que, además, aunque así ocurriera, seguiría siendo mentira y no debería decirse.
¡Paridad en las noticias ya!
3 comentarios:
¿ También ha llegado la crisis a la sociedad simia ?.
¡ Que no hariamos todos nosotros en un caso de necesidad !
A mí también me parece que hay un sesgo sexista en la noticia. Fijémonos en que el tema se presenta desde la perspectiva femenina. Igualmente podría darse de la siguiente forma: los chimpaces (machos) ofrecen comida a las hembras a cambio de sexo. Los chimpaces que comparten su comida con las hembras tienen más probabilidades de mantener relaciones sexuales con éstas que aquéllos otros que no lo hacen.
Presentada de esta forma la noticia ganaría, creo; puesto que se podría añadir -especulando, claro-; de esta forma se produce una selección natural que favorece la actitud de compartir, lo que, seguramente, es beneficioso para el grupo en su conjunto, ya que aquellos machos que tuvieran menos predisposición a entregar parte de su comida a las hembras tienen menos probabilidades de perpetuar sus genes.
Compartir es amar. Los chimpancés se enamoran y comparten la comida con su chica, está claro.
¡Menuda caca de investigación!
Un cordial saludo.
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