No, no es lo que ustedes están pensando. Tampoco pretendo llamar paquetes a los progres. Sólo quiero formular una pregunta para que me la responda quien tenga más luces que las mías. Concreto la cuestión: ¿por qué la ideología -si así se puede llamar- del progre abraza -nunca mejor dicho, abraza apretadamente- contenidos tan variopintos y hasta difícilmente conciliables?
A continuación voy a enumerar algunos de ellos, pero déjenme antes formular algo sobre la definición de progre. “Progre” no es aquí empleado como sinónimo de persona de pensamiento avanzado en temas sociales y económicos, ni de anticonservador ni, menos, de sujeto con ideas que según la tradición corresponderían a partidos o movimientos políticos de izquierda. Si tengo que definir concretamente qué entiendo por “progre”, diría que es aquel individuo (o individua y tal) que asume como componentes esenciales de su credo vital y de su posición política todas o la gran mayoría de las ideas heterogéneas y hasta contradictorias que voy a ir mencionando a continuación. El progre es el que se apunta a todo eso de una tacada y sin pararse a pensar que todo no cabe así como así en el mismo cesto y que algunos de esos elementos son incluso difícilmente compatibles con lo que toda la vida se ha considerado izquierdista, progresista o simplemente democrático. Progre es el que toma ese paquete entero, porque sí, sin mayor discernimiento y porque todo eso es lo progre según los progres con los que se relaciona. A esa indefinida definición ideológica añade luego -aunque no es asunto que vayamos a tocar aquí en este momento- algunos rasgos peculiares en la manera de vestirse, de arreglarse, de colocarse delante de una barra y de hablar sobre vinos, sobre cine o sobre tipos de soja. Pero en esta ocasión sólo tomaremos en cuenta sus peculiares ideas características.
Allá va todo ese cúmulo de ideas y eslóganes que caracterizan el pensamiento más bien acrítico del “progre”:
1. Ecologismo. Suele ser urbanita a tope, pues en las aldeas no abundan los progres y sobre ecologismo en ellas se lee poco, para qué. Le gusta vincular lo ecológico con lo saludable y considera acto de muy relevante militancia el comer tomates o calabacines de agricultura ecológica. Aparte de todos esos detalles domésticos, tiene muy buena disposición para defender los animales en general y una debilidad especial por las focas y las ballenas.
2. Feminismo. El progre bajo ningún concepto formularía crítica u objeción a ninguna de las variantes o corrientes de ese muy plural movimiento llamado feminismo. Es más, tuerce el gesto cuando alguien que no sea mujer objeta a esta o a aquella autora feminista, cualquiera. Sin embargo, raramente se ve al varón progre casado o duraderamente emparejado con una feminista de estricta observancia, suponiendo que las haya. Él sabrá por qué, yo en esas cuestiones íntimas no me meto.
3. Pacifismo. Está contra la guerra. Simplemente. Otra cosa es a qué llamamos guerra. La de guerrillas, por ejemplo, la considera más bien insurgencia y ahí a lo mejor caben matices. Pero la guerra de toda la vida la ve fatal, al margen de contra quién sea o por qué. Cuando le preguntan qué le parece la guerra de ingleses, rusos o norteamericanos contra las huestes de Hitler se va a otra mesa o pasa al punto siguiente.
4. Antiamericanismo. Se opone con uñas y dientes a la dominante y abusona cultura yanqui y al predominio económico, político y militar de los estadounidenses. Él los conoce mejor que nadie, pues, por lo común, presume de su buen nivel de inglés, asegura que se ha leído todo Faulker y bastante de Hemingway (últimamente y por lo de la paridad, también cita a Carson McCullers y Sylvia Plath), si tiene hijos los manda a un colegio inglés o al menos bilingüe, es fanático de las películas de Oliver Stone y Tim Robbins y no se pierde concierto o disco recopilatorio de Dylan o Bruce Springsteen.
5. Muticulturalismo y defensa de la inmigración. Que nadie critique en su presencia a un extranjero, salvo que sea estadounidense, ni insinúe que a lo mejor las del Islam son una religión y una cultura tan retrógradas como nuestro catolicismo medieval o el de cuando Franco. Esas comparaciones le resultan sumamente odiosas. Si un día tuviera hijas, no le importaría nada que se casaran con musulmanes. Menos mal que está vasectomizado.
6. Contra la educación autoritaria. En materia educativa es carne de cañón para pedagogos y autores de libros de autoayuda. Si es profesor, al reunirse en círculo con sus estudiantes y ponerlos a ellos a elaborar los temas y exponerlos, se le olvida con gesto feliz su oficio docente; al cobrar la nómina, no. Cree que los conocimientos sólo deben adquirirse cuando a cada uno se lo pide el cuerpo, con libertad, y así se lo aplica también a sí mismo, del modo más congruente.
7. Contra el cambio climático. Huy, casi se me olvida esto tan fundamental. Ahí no hay concesiones. En lo del clima vamos hacia el desastre y no hay más que ver cómo está el tiempo. Si hace calor es el calentamiento y si hace frío es un efecto de feed-back del calentamiento. De momento no va a vender el todoterreno, pero cree que los granjeros deberían sacrificar unos millones de vacas.
8. Comunitarismo. En materia de filosofía política, el que llega ahí simpatiza mucho con el comunitarismo, con el derecho de cada cultura a seguir siendo como es y con la consiguiente prevalencia de los derechos colectivos, los derechos de la cultura como tal, sobre los derechos individuales. Bien está que cada uno haga lo que quiera, pero que rotule en la lengua de su comunidad. Afortunadamente, él o no tiene comunidad o no tiene una tienda.
9. Tradicionalismo. Se emociona con las tradiciones populares. Las tradiciones de todo tipo son el meollo de una nación y el reflejo mejor del espíritu de un pueblo. Y tan emocionantes, además. Le encanta leer sobre las tradiciones de los esquimales, los aymara o los bosquimanos, pero detesta las tradiciones españolas, con tanto cura, tanta procesión y tanto rito absurdo.
10. Carril-bici. Algunos progres usan de vez en cuando la bicicleta (no me refiero a la estática, que esa sí la utilizan casi todos) y otros nunca, pero todos coinciden en dos detalles: uno, el estar contra los coches y defender que en las ciudades se dé más lugar a las bicicletas y menos a los automóviles; otro, que si se enteran de que tú te vas a Madrid mañana en tu coche, ya no sacan billete de tren, sino que van contigo, pero no pagan ni en la gasolinera ni en el peaje, tal vez para no contribuir al abuso de los vehículos de motor.
Bueno, podríamos buscar más caracteres, pero así, con diez, queda muy redonda la descripción. Ahora un breve comentario.
Dado que ese tipo de progre es real y abunda, más allá de que mis descripciones son caricatura, a mí me quedan dos preguntas, que dejo para ustedes. Una: dónde queda la lucha por la igualdad de oportunidades y un Estado verdaderamente social. Dos, y sobre todo: por qué a ellos les parece que son de izquierda y por qué los partidos de izquierda les hacen la pelota a ellos. Opino que el progre es un personaje más bien lamentable que opera como un auténtico impostor y que ha conseguido suplantar a los que durante siglos han luchado de verdad por la liberación e igualación de los oprimidos: contra la opresión económica.
¿Un ejemplo de progre? Je, no sea usted mala, mujer. Seguro que estamos pensando en el mismo. Lo peor de la crisis ya pasó y tal. Ése. Pero hay más, infinidad de ellos. Son una puñetera peste y urge una fumigación.
PD.- No me quedo tranquilo sin aclarar algo, por las dudas. Cualquiera de esas diez opiniones las puede sustentar quien quiera con toda legitimidad y buenas razones. Yo mismo simpatizo con alguna de ellas (pocas, la verdad). Lo que a mí no me encaja es que se puedan defender las diez a la vez y en plan guay más que nada y como quien recita los diez mandamientos y se siente un elegido. No sé si me entiendes.
A continuación voy a enumerar algunos de ellos, pero déjenme antes formular algo sobre la definición de progre. “Progre” no es aquí empleado como sinónimo de persona de pensamiento avanzado en temas sociales y económicos, ni de anticonservador ni, menos, de sujeto con ideas que según la tradición corresponderían a partidos o movimientos políticos de izquierda. Si tengo que definir concretamente qué entiendo por “progre”, diría que es aquel individuo (o individua y tal) que asume como componentes esenciales de su credo vital y de su posición política todas o la gran mayoría de las ideas heterogéneas y hasta contradictorias que voy a ir mencionando a continuación. El progre es el que se apunta a todo eso de una tacada y sin pararse a pensar que todo no cabe así como así en el mismo cesto y que algunos de esos elementos son incluso difícilmente compatibles con lo que toda la vida se ha considerado izquierdista, progresista o simplemente democrático. Progre es el que toma ese paquete entero, porque sí, sin mayor discernimiento y porque todo eso es lo progre según los progres con los que se relaciona. A esa indefinida definición ideológica añade luego -aunque no es asunto que vayamos a tocar aquí en este momento- algunos rasgos peculiares en la manera de vestirse, de arreglarse, de colocarse delante de una barra y de hablar sobre vinos, sobre cine o sobre tipos de soja. Pero en esta ocasión sólo tomaremos en cuenta sus peculiares ideas características.
Allá va todo ese cúmulo de ideas y eslóganes que caracterizan el pensamiento más bien acrítico del “progre”:
1. Ecologismo. Suele ser urbanita a tope, pues en las aldeas no abundan los progres y sobre ecologismo en ellas se lee poco, para qué. Le gusta vincular lo ecológico con lo saludable y considera acto de muy relevante militancia el comer tomates o calabacines de agricultura ecológica. Aparte de todos esos detalles domésticos, tiene muy buena disposición para defender los animales en general y una debilidad especial por las focas y las ballenas.
2. Feminismo. El progre bajo ningún concepto formularía crítica u objeción a ninguna de las variantes o corrientes de ese muy plural movimiento llamado feminismo. Es más, tuerce el gesto cuando alguien que no sea mujer objeta a esta o a aquella autora feminista, cualquiera. Sin embargo, raramente se ve al varón progre casado o duraderamente emparejado con una feminista de estricta observancia, suponiendo que las haya. Él sabrá por qué, yo en esas cuestiones íntimas no me meto.
3. Pacifismo. Está contra la guerra. Simplemente. Otra cosa es a qué llamamos guerra. La de guerrillas, por ejemplo, la considera más bien insurgencia y ahí a lo mejor caben matices. Pero la guerra de toda la vida la ve fatal, al margen de contra quién sea o por qué. Cuando le preguntan qué le parece la guerra de ingleses, rusos o norteamericanos contra las huestes de Hitler se va a otra mesa o pasa al punto siguiente.
4. Antiamericanismo. Se opone con uñas y dientes a la dominante y abusona cultura yanqui y al predominio económico, político y militar de los estadounidenses. Él los conoce mejor que nadie, pues, por lo común, presume de su buen nivel de inglés, asegura que se ha leído todo Faulker y bastante de Hemingway (últimamente y por lo de la paridad, también cita a Carson McCullers y Sylvia Plath), si tiene hijos los manda a un colegio inglés o al menos bilingüe, es fanático de las películas de Oliver Stone y Tim Robbins y no se pierde concierto o disco recopilatorio de Dylan o Bruce Springsteen.
5. Muticulturalismo y defensa de la inmigración. Que nadie critique en su presencia a un extranjero, salvo que sea estadounidense, ni insinúe que a lo mejor las del Islam son una religión y una cultura tan retrógradas como nuestro catolicismo medieval o el de cuando Franco. Esas comparaciones le resultan sumamente odiosas. Si un día tuviera hijas, no le importaría nada que se casaran con musulmanes. Menos mal que está vasectomizado.
6. Contra la educación autoritaria. En materia educativa es carne de cañón para pedagogos y autores de libros de autoayuda. Si es profesor, al reunirse en círculo con sus estudiantes y ponerlos a ellos a elaborar los temas y exponerlos, se le olvida con gesto feliz su oficio docente; al cobrar la nómina, no. Cree que los conocimientos sólo deben adquirirse cuando a cada uno se lo pide el cuerpo, con libertad, y así se lo aplica también a sí mismo, del modo más congruente.
7. Contra el cambio climático. Huy, casi se me olvida esto tan fundamental. Ahí no hay concesiones. En lo del clima vamos hacia el desastre y no hay más que ver cómo está el tiempo. Si hace calor es el calentamiento y si hace frío es un efecto de feed-back del calentamiento. De momento no va a vender el todoterreno, pero cree que los granjeros deberían sacrificar unos millones de vacas.
8. Comunitarismo. En materia de filosofía política, el que llega ahí simpatiza mucho con el comunitarismo, con el derecho de cada cultura a seguir siendo como es y con la consiguiente prevalencia de los derechos colectivos, los derechos de la cultura como tal, sobre los derechos individuales. Bien está que cada uno haga lo que quiera, pero que rotule en la lengua de su comunidad. Afortunadamente, él o no tiene comunidad o no tiene una tienda.
9. Tradicionalismo. Se emociona con las tradiciones populares. Las tradiciones de todo tipo son el meollo de una nación y el reflejo mejor del espíritu de un pueblo. Y tan emocionantes, además. Le encanta leer sobre las tradiciones de los esquimales, los aymara o los bosquimanos, pero detesta las tradiciones españolas, con tanto cura, tanta procesión y tanto rito absurdo.
10. Carril-bici. Algunos progres usan de vez en cuando la bicicleta (no me refiero a la estática, que esa sí la utilizan casi todos) y otros nunca, pero todos coinciden en dos detalles: uno, el estar contra los coches y defender que en las ciudades se dé más lugar a las bicicletas y menos a los automóviles; otro, que si se enteran de que tú te vas a Madrid mañana en tu coche, ya no sacan billete de tren, sino que van contigo, pero no pagan ni en la gasolinera ni en el peaje, tal vez para no contribuir al abuso de los vehículos de motor.
Bueno, podríamos buscar más caracteres, pero así, con diez, queda muy redonda la descripción. Ahora un breve comentario.
Dado que ese tipo de progre es real y abunda, más allá de que mis descripciones son caricatura, a mí me quedan dos preguntas, que dejo para ustedes. Una: dónde queda la lucha por la igualdad de oportunidades y un Estado verdaderamente social. Dos, y sobre todo: por qué a ellos les parece que son de izquierda y por qué los partidos de izquierda les hacen la pelota a ellos. Opino que el progre es un personaje más bien lamentable que opera como un auténtico impostor y que ha conseguido suplantar a los que durante siglos han luchado de verdad por la liberación e igualación de los oprimidos: contra la opresión económica.
¿Un ejemplo de progre? Je, no sea usted mala, mujer. Seguro que estamos pensando en el mismo. Lo peor de la crisis ya pasó y tal. Ése. Pero hay más, infinidad de ellos. Son una puñetera peste y urge una fumigación.
PD.- No me quedo tranquilo sin aclarar algo, por las dudas. Cualquiera de esas diez opiniones las puede sustentar quien quiera con toda legitimidad y buenas razones. Yo mismo simpatizo con alguna de ellas (pocas, la verdad). Lo que a mí no me encaja es que se puedan defender las diez a la vez y en plan guay más que nada y como quien recita los diez mandamientos y se siente un elegido. No sé si me entiendes.
25 comentarios:
El "progre" es una masa importante de votantes indecisos en España. Diría que un porcentaje importantísimo de la población española es "progre" o "muy progre", y solo una minoría es "de izquierdas/socialista de verdad", "conservador/democristinano" o "liberal/libertario" (por hacer tres "sacos").
Por ello, PP y PSOE se pelean por intentar ser más "progres" que el otro, para conseguir el voto "progre". El otron voto ya se lo consideran "preasignado" por falta de opción alternativa para cada grupo.
Para que se vaya entreteniendo en el viaje de vuelta si le puede dar alguna vuelta a esta STS de 5-11-2009 ponente García Pérez "Norma Penal en blanco y normas complementarias" sobre neoconstitucionalismo y tal.
Delito contra el medio ambiente por contaminación acústica y delitos de lesiones : Interpone recurso de casación la dueña de un pub condenada por un delito contra el medio ambiente en concurso con 3 delitos de lesiones. Alega en el recurso, entre otros motivos, que el art 325 CP 95, contiene una norma penal en blanco que ha de ser completada con otra de caracter general,lo que, según la recurrente, no ocurre con las ordenanzas municipales de Barcelona,que no son leyes,ni siquiera tienen caracter reglamentario.
El TS no acoge el motivo al entender que no se puede desconectar el art 325CP de los arts 43 y 45 de la CE que, al proteger la salud y el medio ambiente, incluyen en su ámbito de control a la contaminación acústica, e incluso del art 15 CE que puede quedar vulnerado cuando la contaminación acústica encierrre un grave riesgo contra la salud de las personas.
Además, continúa la Sala, no cabe duda que el elemento normativo del tipo queda integrado con normas de caracter general, pues tal condición merecen merecen tanto la ley 16/2002 de 28 de junio de la Generalitat de Cataluña sobre contaminación acústica, como la ordenanza general del medio ambiente urbano del Ayto de Barcelona.
Cualquiera que sean las diversas aceociones, señala el TS, atribuidas doctrinalmente a la denominación "norma general", lo que aquí interesa, respecto a la igualdad y a la seguridad jurídicas, es que la la ley y la ordenanza aunque de vigencia territorial, contienen mandatos o prohibiciones sin discriminación alguna por razón de las personas y,en ese sentido, deben reputarse como normas generales no particulares,complementadoras del elemento normativo a que se refiere el art 325 CP.
Buen compendio de los usos típicos de la progresía. Yo destacaría ese afán por aparentar lo que no son: solidarios, dialogantes, coherentes, comprensivos, tolerantes...
El progre se considera moral y éticamente superior, pero ninguno de ellos sabría definir el código ético o moral al que se refieren. Si se les inquiere balbucirán algo sobre los Derechos Humanos y algún eslogan sobre la igualdad radical de todo individuo... pese a que creen fervientemente en la mal llamada "discriminación positiva".
También hay que indicar que el progre inventa un "neolenguaje" para adaptar a las palabras su peculiar incoherencia ante la realidad. Por ejemplo, a los golpes de estado de ideología ajena los llama golpes de estado, a los de ideología propia los llama "revoluciones" (la de octubre en Rusia, la de "Asturias" en 1934, la cubana de Castro...). Incluso alguno ha llegado a denominar "accidentes" a algún atentado terrorista...
En mi humilde opinión, la característica fundamental del progre es su hipocresía ("hipogresía") y su tendencia congénita a fingir saber de lo que habla al opinar de todo (climatología, geopolítica, historia, psicología, economía...).
Otra cuestión relevante es el cómo se creen la vanguardia de las ideas pero siguen aplicando soluciones rancias y demostradamente fracasadas desde el siglo XIX a los problemas del siglo XXI. Ser progre está muy lejos de tener un pensamiento moderno, al contrario, es un pensamiento anclado, vetusto y anacrónico.
====
Sobre el comentario de Roland Freisler y pese a mis limitaciones para opinar sobre la materia, considero bastante deprimente una sentencia de ese orden, aunque probablemente haya sido inevitable. Primero, es bastante preocupante que el Código Penal acoja en su seno una "norma en blanco", teniendo en cuenta el carácter de "última ratio" del Derecho Penal y la necesidad de que el mismo sea singularmente concreto en sus normas al afectar a los derechos y libertades más relevantes del individuo. Pero del CP que perpetró Belloch junto a "la banda de interior" aprisa y corriendo para sacar pecho en las elecciones ya conocemos muchas chapuzas.
Luego, el hecho de que ordenanzas municipales puedan mediante un proceso algo arbitrario de heterointegración de las normas, "rellenar" nada menos que un artículo del CP 95 resulta aceptar de hecho que hasta un ayuntamiento pueda sentar sus reales sobre el CP y complementarlo a su medida, provocando una disparidad de criterios penales de una a otra localidad que se pasa por la piedra ese principio rancio y liberal de la seguridad jurídica.
Cojonudo. Pues que nos pillen confesados.
Idiota es una palabra derivada del griego idiōtēs,el termino empezo usandose para definir a (persona que carece de capacidad profesional, un ciudadano privado y egoísta que no se preocupaba de los asuntos públicos), de ἴδιος, idios (privado, uno mismo). En latín la palabra idiota (una persona normal y corriente) precedió al término del latín tardío que significa persona sin educación o ignorante. Su significado y la forma moderna data de alrededor del año 1300, del francés antiguo idiote (sin educación o Persona ignorante). En 1487 la palabra idiotez pudo haber sido el modelo de analogía de las palabras profeta y de la profecía.
En término de medicina la idiotez, idiotismo o idiocia, es una enfermedad mental caracterizada por una deficiencia casi total de facultades psíquicas de las personas, cuya detección es muy temprana, los individuos poseen una edad mental inferior a los tres años y su cociente intelectual de 0 a 24 (adulto con 2 años mentales).
La idiotez es el retardo mental más agudo. Los síntomas de los afectados suelen ser la inmovilidad, adolecen incontinencia de los esfínteres, babean, suelen ser mudos o sólo emiten sonidos sin sentido, son en general asociales y no tiene noción del mundo exterior.
La retentiva memorística es inexistente, la respuesta a estímulos está disminuida en alto grado, y es frecuente el enanismo.
Según el autor Krapelin en su libro Lehrbuch d. Psychiatrie de 1920, se distinguen varios tipos:
* simple
o absoluto o completo. Estado vegetativo.
o profundo. Existen funciones rudimentarias
o leve o atraso mental. Se disponen de leves aptitudes
o moral. Perversión de los instintos
* compuesto
o polisárcico. Característico por su obesidad extrema
o hemipléjica
o dipléjica
o epiléptica
o amaurótica
o mongólica
Se clasifican en dos agrupaciones:
Idiocia amaurótica familiar: agrupación de enfermedades hereditarias.
Idiocia amaurótica de Bielschowsky: una forma infantil de la idiocia amaurótica familiar. Suelen comenzar los síntomas entre los 4 y 8 años comenzando por la pérdida de visión y continuando con multitud de síntomas variados. También es conocida como síndrome de Bernheimer-Seitelberger.
En gran parte de los casos es una enfermedad de nacimiento, bien por causas hereditarias, o por trastornos durante la gestación.
Los otros casos son provocados por accidentes cerebrales: golpes, ausencia de oxígeno en el cerebro, lobotomía.
Considerada incurable, sus efectos resultan difíciles de amortiguar.
El franquismo es el término empleado para referirse a la ideología política y movimiento social que sirvió de apoyo y sustento al régimen dictatorial surgido en España durante la Guerra Civil entre 1936 y 1939, y que liderado por el general Francisco Franco, prevaleció hasta su muerte en 1975.
También, y a partir del periodo conocido como posfranquismo o tardofranquismo coincidente con la Transición Española, se califica de franquista a aquellos planteamientos y posiciones políticas que se consideran afines o que recuerdan sus posturas características de corte nacionalista, conservador, antidemocrático, autárquico y católico, frecuentemente con una intención de descalificación.
Las bases del régimen fueron entre otras el nacionalismo español, el catolicismo y el anticomunismo, que sirvieron de apoyo de un régimen de dictadura militar autoritaria que se autoproclamó como «democracia orgánica» en oposición a la democracia parlamentaria.
A partir de las derrotas de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, el régimen se va deshaciendo de su carácter pro-fascista, aunque sigue utilizando su simbología. El franquismo tuvo que buscar nuevas alianzas internacionales, y fue disminuyendo el papel de la Falange en favor de otros grupos políticos. En la década de los años 60 apareció una generación de políticos tecnócratas formados en el Opus Dei y se rompió el aislamiento internacional.
Falange
Yugo y Flechas para camisa. Años 1940.
Artículo principal: Falange Española
Sus miembros eran conocidos como "nacionalsindicalistas", "azules" o sencillamente "falangistas". Los llamados "camisas viejas" de la Falange original de José Antonio Primo de Rivera muy pronto empezaron a recelar de los "camisas nuevas" incorporados tras las elecciones de febrero de 1936 y sobre todo en la Guerra Civil, cuando el decreto de unificación suprimió todos los partidos reuniendo a todos los que apoyaron el Alzamiento Nacional en el partido único FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), que constituía la cúspide del Movimiento Nacional al servicio del liderazgo absoluto de Franco.[2] El partido único aspiraba a controlar la vida social y económica a través del resto de las instituciones del Movimiento: Frente de Juventudes, Sección Femenina, Sindicato Vertical, Auxilio Social, etc.
La presencia de los personajes más identificados con la Falange (como es el caso de su presidente, Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco y llamado popularmente el Cuñadísimo) fue importante hasta que la derrota de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial los llevó a un papel más secundario. Dentro del gobierno, desempeñaron las carteras sociales, como el Ministerio de Trabajo, el de Vivienda y el de Agricultura, además del Ministro-Secretario General del Movimiento (miembro nato del gobierno, aunque sujeto también a la designación por parte del Caudillo). En el primer franquismo alcanzaron un 37,9% de los ministerios y un 30,3% de los altos cargos de la administración. Un ejemplo notable fue José Antonio Girón de Velasco, el ministro más joven (30 años) y uno de los que duró más en el gobierno (1941-1957). Otro nombre destacable fue José Luis Arrese.[3] También hubo "aperturistas" procedentes de la familia azul, como el que finalmente llevó a cabo la transición democrática, Adolfo Suárez. Esa pluralidad se podía observar en las publicaciones afines: el diario El Alcázar (que tras distintas orientaciones, desde 1968 expresó las opiniones de lo que se denominó el "búnker", la derecha más extrema), el oficialista Diario Arriba y el más aperturista Diario Pueblo (cercano a los sindicatos verticales y dirigido por Emilio Romero).
Nacionalcatolicismo
Artículo principal: Nacionalcatolicismo
Valle de los Caídos, monumento franquista de carácter religioso en el cual yacen Franco y Primo de Rivera.
Desde el comienzo del franquismo, la Asociación Católica Nacional de Propagandistas demostró mucha actividad, dirigida por los obispos y especialmente por la figura de Ángel Herrera Oria, que controlaba también la prensa católica (Diario Ya). Esta "familia" tenía una especial relación con el exterior, por su vinculación con el Vaticano y las democracias cristianas europeas. Controlaban el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Educación. Un buen ejemplo fue Joaquín Ruiz-Giménez.
A partir de 1957 accedieron al gobierno los ministros económicos (denominados tecnócratas) procedentes del Opus Dei (congregación religiosa fundada por José María Escrivá de Balaguer), y protegidos por Luis Carrero Blanco: Mariano Navarro Rubio y Alberto Ullastres, responsables del Plan de Estabilización de 1959 y el desarrollismo posterior.
La renovación de la Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II propició un distanciamiento con el régimen español de una parte de la jerarquía eclesiástica, dirigida por el cardenal Vicente Enrique y Tarancón. Llegó a ser muy evidente en el conflicto con Antonio Añoveros Ataún, obispo de Bilbao.
Juanismo y juancarlismo
Los monárquicos, identificables con "derechas", y procedentes de la CEDA, el partido de José María Gil-Robles, que había contemporizado con la Segunda República. Su órgano de expresión era el periódico ABC, de la familia Luca de Tena. Sus relaciones con el régimen pasaron sucesivamente por acercamientos y distanciamientos (en contadas ocasiones, llegando a algún tipo de represión, como alguna censura periodística -llegando a ser secuestrada la edición en 1966- o el destierro de los que acudieron al llamado Contubernio de Múnich -1962-), al igual que la relación ambigua que mantuvieron el general Franco y el pretendiente a la corona, Juan de Borbón, que se mantuvo exiliado en Estoril, desde donde mantenía un consejo privado en el que se incluían personajes destacados de la dictadura, como José María Pemán o Pedro Sainz Rodríguez.[5]
España se definió en las Leyes Fundamentales como un reino pero Franco se negó a ceder la jefatura del Estado o designar sucesor como preveía la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (votada en referéndum en 1947, en un acto de legitimación de masas del franquismo), y mucho menos a un personaje en quien no confiaba, el conde de Barcelona (título medieval de soberanía, vinculado a la corona de España que usaba Juan de Borbón), a pesar de ser el heredero del rey anterior (Alfonso XIII).
Mientras tanto, su hijo (el rey actual, Juan Carlos I) estaba siendo educado en España separado de su padre. Finalmente quien obtuvo la designación fue Juan Carlos, en 1969 y tras una prolongada espera, no sin signos inquietantes de que podía optarse por cualquier otro «príncipe de sangre real» (como Alfonso de Borbón Dampierre, que acabó casándose con la nieta de Franco y reclamando sus derechos al trono de Francia). En la enfermedad final de Franco, Juan Carlos, titulado "Príncipe de España", llegó a ocupar interinamente la jefatura del Estado 1974, que le fue retirada como consecuencia de una transitoria mejoría del Caudillo. Fue coronado rey de España en 1975, tras la muerte de éste.
Pervivencia del franquismo
En la España democrática se ha hecho cada vez más reducida la proporción de personas que se declaran abiertamente franquistas. La mayoría de la población española y los partidos políticos más importantes están a favor de la democracia y apoyan el régimen actual, la monarquía parlamentaria.
En la actualidad, el franquismo se manifiesta en interpretaciones de la Historia de España desde su Segunda República hasta la actualidad. Además, escritores como Fernando Vizcaíno Casas han reivindicado determinados aspectos del régimen franquista en sus obras.
El franquismo ha sido condenado en las Cortes Españolas y en el Parlamento Europeo. En el año 2006, el Parlamento Europeo condenó el franquismo concluyendo que existen evidencias suficientes para probar la violación de los derechos humanos durante el franquismo. Además, recomendó que el reconocimiento de la condena de la dictadura no debe limitarse a un mero reconocimiento histórico, sino a la eliminación de los símbolos de la dictadura [2].
No obstante, la simbología franquista ha pervivido en la sociedad española tras la muerte de Franco, especialmente durante la Transición, hasta la actualidad[3].
Hasta el año 2006, los más nostálgicos del régimen franquista, se concentraban el 20 de noviembre (Día de la muerte de Franco) en el Valle de los Caídos. Ahora, la ley de Memoria Histórica lo prohíbe expresamente
profesor, ¿no puede Vd. cortar a este pelmazo que está aquí copiando artículos de la wikipedia?
A ver, caramba. No me gusta borrar comentarios, salvo en casos de insultos intolerables u ofensas graves a otros o a mí mismo. De hecho, casi nunca he borrado nada y esto va muy bien. Pero, Anónimo, no se dedique a soltarnos esas voces de enciclopedia o, al menos, indíquenos el sutil porqué o la conexión con el post.
RF, miraré ese caso en cuando tenga un ratillo y a ver si se nos ocurre algo.
Saludos para todos.
pelmazo,za
1. m. y f. Persona excesivamente lenta: es un pelmazo trabajando. También adj.
2. Persona pesada y molesta
atenció!!progre aludido a las 3!!!
y usted no es progre? que es entonces? de su discurso se infiere que el progre es un personaje urbano bien situado. Yo soy personaje rural perdido en el espacio urbano intentando al menos estudiar, algo que no estan dejando hacer como quisiera. no conocia ese perfil de progre...pero como se perfilaria usted?no es progre, que es? facha? sociata? no conozco mas palabrejas? ando aprendiendo...cosas que pasan...intento aprender ..para eso ando por las aulas...
Sin embargo, el Pack "antiprogre" contiene ideas que EN SU TOTALIDAD son rechazables. Ninguna puede ser compartida.
- ANALFABETISMO MEDIÁTICO. Lectura de medios que insten al odio al progre. Creencia durante meses y meses de que el 11-M lo habían cometido terroristas vascos, sociatas, espías franceses, el demonio y la carne. Búsqueda de medios de OPINIÓN antes que de medios de INFORMACIÓN, con intención de que CONFIRMEN los propios prejuicios. Quien los cuestione es un "sectario" (modalidad alternativa: "sectáreo").
- ANALFABETISMO CIENTÍFICO. Creencia en que lo que diga sobre cambio climático Losantos o un blog de un economista es oponible a un Comité Internacional de Científicos, ganador del premio nobel. Estar dispuesto a poner cualquier bazofia informativa al mismo nivel que la información científica. Pío Moa vale tanto como Vicens Vives, Ramón Carande o Miguel Artola.
- ANTI-"BUENISMO". El "buenismo" es la excusa para oponerse a causas de la razón. El ecologismo es "buenista". La resistencia a la guerra es "buenista". La redistribución de la riqueza es "buenista".
- XENOFOBIA. EN ESPECIAL, ODIO AL MORO. Huy, el moro. Ahora se le llama "musulmán". Por supuesto, las religiones son horribles siempre que no sea esa de los curas que se follan a los niños. Subespecies de la xenofobia: obligación del extranjero "de adaptarse a nuestras costumbres" (no "a nuestras leyes"). Férrea defensa de la libertad de expresión de las burlas al Islam (bueno, hasta un reloj parado da bien la hora dos veces) pero condena a quienes se burlan del Cristianismo, ya sea porque "pretenden hacer daño" o porque son "provocadores cutres": Leo Bassi, el tío ese de la exposición del Cristo gay, etc.
- HOMOFOBIA. Cuando el antiprogre sabe comer con cuchillo y tenedor, sabe que se queda sin argumentos contra el matrimonio homosexual. Pero intenta denodadamente buscar argumentos paralelos para desacreditar la lucha por la igualdad. Uno de ellos es afirmar que las personas homosexuales disfrutan de una posición DE PRIVILEGIO respecto de los heterosexuales. Repítanlo veinte veces y dejará de sonar a sandez.
- NACIONALISMO RADICAL. Ejjpañol. La unidad de la nación. No hay más nación que España y Espe y Rosa son sus profetas.
- PSEUDOLIBERALISMO QUE ENCUBRE EL COMUNITARISMO MÁS ODIOSO.
De "liberal" sólo tienen el nombre. En realidad, su pensamiento está inspirado en comunitarismos que limitan la individualidad. Comunidades como la NACIÓN, el CRISTIANISMO CULTURAL.
- La libertad del individuo sobre su propio destino es INEXISTENTE. No puede decidir sobre el fin de su propia vida, ni siquiera entre terribles dolores, porque LA VIDA se le impone en nombre de intereses superiores a los del individuo.
- Una mujer será obligada a gestar un embrión, llevando un embarazo durante meses hasta buen fin, independientemente de su voluntad. Su cuerpo será puesto al servicio del interés de la comunidad en el embrión. El deseo de ser dueña de su cuerpo la equipara a una ASESINA.
- Los niños deben recibir adoctrinamiento CRISTIANO en el colegio (¡¡nunca musulmán!!).
- La NACIÓN, la NACIÓN, la NACIÓN. ESPAÑA como obsesión. En ese sentido, ver la viga en el ojo del nacionalista catalán o vasco, pero no ver el camión de vigas en el ojo propio.
¿Se me habrá olvidado algo?
¿Qué es, pues, el "antiprogre"? Es el disfraz que adoptan los antiliberales más rancios y arcaicos en estos días, en que ya no podrían sostener el Sylabus Errorum en público. Por ello, se encargan sólo de odiar la idea ajena. Un día en que estén de buen humor, prueben a abrir un medio antiprogre y leer cinco páginas seguidas. Si no están ya odiando, es que tienen ustedes un buen fondo envidiable.
Querido amigo:
"Lo que a mí no me encaja..."
¿Por qué no te encaja? ¿Podrías desarrollar eso? De verdad, que no lo pillo.
"No sé si me entiendes".
¡O no te entiendo, o te entiendo demasiado! ¿Significa que si se sostiene ese ideario es que se ha adquirido un pack?
¿Y si uno rechaza el feminismo, al ecologismo, el sindicalismo... eso no es un pack? ¿No es una oposición como la tuya muy extendida y no está "estandarizada" en no pocos medios de comunicación? Uno de los nombres comerciales de ese pack es "sincomplejismo".
Atención: ni se me ocurre decir que "no me encaja" que alguien sostenga esas ideas, todas juntas. Ni que la conjunción de todas ellas sea prueba de nada: de asunción acrítica, etc.
Un abrazo,
JD
AnteTodoMuchoProgre: veo que la entrada del profesor Amado ha puesto el dedo en la llaga y el 'progre' se pone a la defensiva/ofensiva...
de todas formas, de todo lo que dice, una cosa sí que es llamativa: el analfabetismos mediático que al parecer atribuye Vd. al 'anti-progre', entiendo que en contraste con el 'progre'...
Vd. que es persona leída, ¿cree realmente que medios como la SER o Público son medios que informan en lugar de dar básicamente una opinión bien machacadita y digeridita?
Estimado Anónimo:
Creo que SER y Público son medios tendenciosos.
Pero ya que lo pregunta, creo que aún hay diferencia entre una mosca en la sopa y comerse una sopa de moscas.
Por cierto, y sobre los antiprogres / antiliberales y sus espumarajos rabiosos: échenle un ojo a este artículo y, sobre todo, a los comentarios.
Al llegar a los ciento y pico espumarajos, perdí la cuenta.
Las opiniones están divididas: unos le llaman asesino y otros terrorista.
Ramplones lugares comunes, los de unos y otros. Unidos, eso sí, por la pulsión cainita.
¡Porca miseria!
Saludos.
Creo que SER y Público son medios tendenciosos...
¡¡qué benévolo es Vd., AnteTodoMuchoProgre!! ¿O será que son de su cuerda y le cuesta ver la viga...?
por cierto: ¿leyó Vd. los comentarios de los lectores de Público ante el asesinato de Zapata, la agresión a R.Díez, etc. etc. etc.?
¡no me sea ingenuo, hombre! si quiere Vd. militar en la progresía, adelante, pero aquí ya tenemos todos unos cuantos añitos para creernos sandeces adolescentoides. Por cierto, sandeces de unos y de otros.
Vaya, último anónimo, lamento que se haya dado usted por aludido con lo que he expuesto sobre el antiliberalismo y el analfabetismo mediático y científico. Quiero hacer constar que no me refería a nadie en concreto, y menos a ninguno de los comentaristas aquí presentes.
Para ilustrar el apartado 4, apunto la doctrina del conocido intelectual progre D. Güili Toledo. Los ejemplares como él viven por, en y del capitalismo, pero su cobardía y mala conciencia les conduce a predicar las dictadura castrista para los demás, ya que ellos, señoritos pijos casi todos, no aguantarían allí ni un semana.
En un pastoso y pésimamente escrito artículo en rebelion.org, se explaya así el nene:
denuncia la manipulación "de todo lo que tenga que ver con Cuba y su derecho irrenunciable a la determinación frente a la apisonadora del sistema financiero demócrata-fundamentalista del capital; y además les comunica que, a pesar de su voluntariosa y bienintencionada pero equivocada información, la persona por la que le preguntan no es un preso político, sino que estaba en la cárcel por delitos comunes".
Desde el punto de vista del régimen cubano, claro que Zapata era un preso común. Lo inquietante, es que el progre justifica la tortura. Lo que da miedo es que un tío metido hasta las cejas en una industria capitalista a tope como es la del espectáculo, necesite sacrificar la vida de otros para soportarse a sí mismo. Lo peligroso es que estos nuevos inquisidores quieren que vivamos como ellos quieren, no como ellos viven.
Qué asco.
El Toledo este es genial. Y Bosé no se quedó muy atrás. Dijo: "Es que yo no sé quién es Zapata". He ahí un habitante del Equidistán.
Pues muchacho, tienes dos versiones:
a) La que te da el grupo resistente del propio Zapata, que coincide con la de Amnistía Internacional, con grupos de apoyo y con la del propio Zapata. Tiene pinta de ser poco interesada, porque se MATÓ por ella.
b) La que da la Administración Cubana, que era... ¿cómo es? AH, UNA DICTADURA.
Pa matarlos.
Habiendo sido progre hasta zapatero, cuando empezó a trabajar por la paz( negocia con ETA) y se acabaron la lista de suspensos a la puerta de las clases en los exámenes, empecé a considerar la posibilidad de apearme de mi inane progresia.
A posteriori tuve una bonita agarrada con Javier Goma filósofo, que entro en éxtasis en 2016 con las pompas de jabón de las primaveras árabes, y progresivamente, por una larga convivencia de 10 años con niveles superiores de PSOE y de comunistas, y de presenciar las celadas de los sindicatos y de las jefaturas del ministerio de educación, tomado este por clanes LG comunistas, dispuestos a todo lo que siempre que no sea la defensa de la excelencia y la calidad, ( capaces de defenestrar a un excelente profesor si sabían que un pariente tenía título ) hoy con una convicción total y para anular toda permisividad con estupidez alguna, como la
globalista o la cambio climática y negandome en absoluto a llamar matrimonio ( termino impuesto por el divino Cerolo a las indigentes entendederas zapaterinas) a lo que más ajustadamente se puede denominar coyunda, ahora me declaro solemnemente antiprogre y Orco anticomunista.
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