Sé que soy un pelmazo, siempre a vueltas con mis obsesiones. Sé también que soy un exagerado y que incurro a menudo en generalizaciones más que problemáticas. Pero lo siento mucho, hoy voy a caer en los mismos vicios y errores.
¿Que qué me ha puesto así? Pues la noticia que viene en los periódicos, hermosa y ejemplar. Hay dos o tres profesores de la Facultad de Derecho de Sevilla (digo dos o tres porque no sé si la esposa de uno, también acusada y que trabaja en su mismo Departamento, es profesora también o qué hace allí) que han sido procesados por esta cosita tan simpática: consiguen un proyecto de investigación europeo y que debe de ser bien sustancioso en dineros, por lo que vamos a ver. Fichan a ocho becarios con cargo a ese proyecto, becarios cuyos emolumentos están tasados según las condiciones de sus becas y de su Universidad, y se dedican a quitarles la pasta a los tales becarios y a fundírsela ellos a su bola. De los aproximadamente 1500 euros mensuales que debía percibir cada becario, sólo cobraba cada uno 300. El resto para el jefe, la jefa y el otro. ¿Que cómo lo hacían? Pues obligando a los becarios a tener en su cuenta a los jefes, de modo que cuando la Universidad ingresaba su nómina a los becarios sus maestros iban sacando para sus cosas, dicen que para viajes y dietas y tal. Y hasta hay una factura de la peluquería, según el periódico. I+D+I, Investigación, Desarrollo e Innovación, ya saben. Lo de la pelu es de la parte de Innovación, está clarísimo. Para más detalles véase la información completa.
Bien, apliquemos, como siempre se debe, la presunción de inocencia. Puede ser todo una gran confusión o a lo mejor los penalistas descubren ahí un error de tipo o de peinado, vaya usted a saber. Cabe que esos acusados, a los que, por supuesto, no conozco personalmente y de los que no sé mayor cosa, estén libres de polvo y paja y que sobre ellos resplandezca mañana la justicia que los exonere de sus cargos. Pero a lo que quiero ir, para seguir en mi línea y que me vuelvan a llamar cafre los amigos, es a lo siguiente, que pienso completamente en serio, aun a riesgo de estar radicalmente equivocado: el día que alguien se ponga a controlar en serio qué cosas se pagan con y qué uso se hace del dinero de los proyectos de investigación en las universidades va a arder Troya, y no sólo por la parte de El Palmar. Y el día que se llegue a saber –que no se sabrá, tranquilos, aquí hay una omertà de p.m./p.p.- a qué tipo de explotación se somete a algunos becarios de investigación y cuántos de los trabajos que firman los cátedros como propios han sido escritos de pe a pa por los becarios o por otro personal al servicio del patriarca-ocupadísimo-importantísimo-que se pasa el día en el bar, se van a caer los palos de unos cuantos sombrajos y se van a quedar unos pocos prestigios a la altura que propiamente merecen. Pero que no cunda el pánico, de momento la situación está controlada y aquí no canta ni el canario.
¿Qué les pasó a los de Sevilla, si es verdad lo que dicen los periódicos y el fiscal? Pues que se confiaron, que fue tal su convencimiento de que el monte universitario ya es todo orégano, que se lanzaron a pastar en él por las buenas y sin ponerse protección.
Dolerá mucho reconocerlo, pero es lo que hay. Lo que hay al lado de un puñado de gente honesta que lo tiene cada día más crudo para conseguir proyectos, sexenios, contratos, habilitaciones. Es que si no estás en la pomada y si no te pringas... Y si vas con ese peinado....
Puaj. A ver cuándo cierran todo esto de una maldita vez. Que ya somos más de cuarenta y Alí B. está que no cabe en sí.
1 comentario:
Ilmo sr catedrático
le diré que respecto a lo que VI comenta en su post, habría que empezar por el Rectorado con una vigilancia muy exhaustiva a ver donde van a parar los fondos económicos que se dan a las universidades ya que a los becarios no les llega ni para comprar una punta de lápiz.
No quiero decir que todo el Consejo de la administración rectoral de las universidades sean delincuentes, pero si hay muchos que lo son de guante blanco y camuflan los trabajos que puedan hacer los becarios como si fueran de ellos para gloria de sus intereses personales para que se pierda el dinero por el camino y no rindan cuentas a un buen consejo de administración a ver donde va ese dinero a pagar y que se reconozcan los trabajos de los becarios, ya que esto es como una películka de políticos rastreros unos son los buenos y otros los malos.
Por lo tanto, habría que hacer un seguimiento respecto a su comentario nada halagueño para las universidades que llegue a darse un tufo podrido de la corrupción que pueda haber dentro de las universidades. Esto es como en los partidos políticos, el que se mueve no sale en la foto y tiene que callarse la boca por disciplina de partido porque si no le dan una patada en el culo que seguramente será el mismo caso que se da en las universidades.
Esto es como el caso de dos alumnos universitarios muy conocidos en nuestra ciudad gloriosa de León y a la vez nefasta ya que la universidad de León tuvo al sr Rodriguez Zapatero y al sr Mario Amilivia dando clases en la facultad de Derecho cuando la verdad es que jamás ejercieron como letrados y se ponen a dar clases de Derecho en la universidad cuando no saben de la media ni la mitad ya que los dos personajes en vez de dar Derecho lo que andan son torcidos uno se parece a un camello andando y el sr Amilivia un dromedario. Y después que salgan en las elecciones presumiendo de abogados simplemente porque tienen el título de letrado que les queda un poco grande pero no me extraña nada ya que son dos personas retrogradas y sin cabeza para ostentar dichos títulos y aún menos para dar clase en cualquier universidad de España, a la prueba me remito si no me equivoco, creo que sus carreras por llamarlas algo, las hicieron con becas del Frente de juventudes o bien con el erario público del Ayuntamiento de León, ya que el padre de uno de los mozos que comento, con todo su golpe de republicano sirvió como letrado 40 años en el Ayuntamiento de León. Y el futuro ex-alcalde vive del apellido de su difunto abuelo ya que creo que también fue el que hizo el famoso campo Amilivia cerca de Puente Castro y cuando se marchó de la Cultural y deportiva leonesa dejó al erario arruinado y a los ciudadanos limpiándose los mocos.
Como profesores no se como ha tenido el Consejo de administración de la universidad la osadía de dejarles dar clases en la universidad de Derecho cuando el último Código penal que leyeron fue en el año 1970 a ver si VI me lo quiere explicar.
Sin más.
Publicar un comentario