Hagan juego, señores. Ya tenemos nueva/vieja diversión mediática. Hoy vienen los periódicos con el tema de la entrevista de Ibarretxe en el Diario Vasco y su afirmación de que hará una consulta popular durante esta legislatura, sumado esto a la afirmación de Eguíbar de que hay que “unir fuerzas para plantar cara a los Estados español y francés”. Qué aburrimiento. Nos vamos a morir de hastío.
Ya lo he dicho más veces aquí, por mí que hagan el referéndum que quieran y como si se van a tomar las aguas. Pero, más allá del destino de Euskadi como nación, que ya ves tú qué angustia, con los problemas que hay en el mundo, todo esto es significativo a otros efectos políticos. Para empezar, me parece que supone el adiós al tan traído y llevado proceso de paz. Esta temporada el PNV estaba modosito, confiando en que lo del referéndum y tal saliera de la negociación con ETA, como precio político-no político (ya conocemos la reversibilidad de los conceptos en estos tiempos) de la dichosa paz. Echada ETA de nuevo al monte, salen al campo los suplentes a jugar el segundo tiempo del mismo partido. Que no cese la matraca, viva el ruido.
Y a ver cómo la juega ZP (iba a decir el PSOE, pero ¿existe todavía el PSOE?). Porque la otra cosa que bien sabe Ibarretxe es que por una alianza para seguir gobernando después de las próximas elecciones generales el pucelano de León vende su alma al diablo y el Estado a cualquier chamarilero con cinco diputados. Si ahora –o cuando el referéndum se aproxime más- ZP saltara al campo diciendo que sí o que no –tanto me da, si se me apura-, pero fundamentando su postura con un discurso claro sobre el modelo de Estado que tiene en la cabeza (¡?) y explicando claramente sus porqués, me parecería de perlas. Pero eso, bien lo sabemos, es pedir peras –o perlas- al olmo. Lo suyo, mientras no se demuestre lo contrario, ya conocemos cómo es: izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás, un, dos, tres. Y vuelta a empezar. Es el Georgie Dann –que no cantaba eso, pero eran del mismo estilo sus piezas pegadizas- de la política. Para el tema de las relaciones de Zapatero con los nacionalismos llamados periféricos viene muy bien y es muy clara aquella de "Cachete, pechito y ombligo". Y supongo que en los ratos libres nuestro ilustre Presidente seguirá entonando contra el PP aquello de “has sido tú, te crees que no te he visto, has sido tú, la que me dio el mordisco”. Creo que era de Hombres G (¡qué punto!) y se titula “El ataque de las chicas cocodrilo”. Y no lo digo por nadie.
Ya lo he dicho más veces aquí, por mí que hagan el referéndum que quieran y como si se van a tomar las aguas. Pero, más allá del destino de Euskadi como nación, que ya ves tú qué angustia, con los problemas que hay en el mundo, todo esto es significativo a otros efectos políticos. Para empezar, me parece que supone el adiós al tan traído y llevado proceso de paz. Esta temporada el PNV estaba modosito, confiando en que lo del referéndum y tal saliera de la negociación con ETA, como precio político-no político (ya conocemos la reversibilidad de los conceptos en estos tiempos) de la dichosa paz. Echada ETA de nuevo al monte, salen al campo los suplentes a jugar el segundo tiempo del mismo partido. Que no cese la matraca, viva el ruido.
Y a ver cómo la juega ZP (iba a decir el PSOE, pero ¿existe todavía el PSOE?). Porque la otra cosa que bien sabe Ibarretxe es que por una alianza para seguir gobernando después de las próximas elecciones generales el pucelano de León vende su alma al diablo y el Estado a cualquier chamarilero con cinco diputados. Si ahora –o cuando el referéndum se aproxime más- ZP saltara al campo diciendo que sí o que no –tanto me da, si se me apura-, pero fundamentando su postura con un discurso claro sobre el modelo de Estado que tiene en la cabeza (¡?) y explicando claramente sus porqués, me parecería de perlas. Pero eso, bien lo sabemos, es pedir peras –o perlas- al olmo. Lo suyo, mientras no se demuestre lo contrario, ya conocemos cómo es: izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás, un, dos, tres. Y vuelta a empezar. Es el Georgie Dann –que no cantaba eso, pero eran del mismo estilo sus piezas pegadizas- de la política. Para el tema de las relaciones de Zapatero con los nacionalismos llamados periféricos viene muy bien y es muy clara aquella de "Cachete, pechito y ombligo". Y supongo que en los ratos libres nuestro ilustre Presidente seguirá entonando contra el PP aquello de “has sido tú, te crees que no te he visto, has sido tú, la que me dio el mordisco”. Creo que era de Hombres G (¡qué punto!) y se titula “El ataque de las chicas cocodrilo”. Y no lo digo por nadie.
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