Mi querido y admirado Paco Sosa ha publicado el pasado sábado un artículo de primera en la tercera de ABC, titulado "Federalismo alemán: un enfermo con ganas de vivir" Toda una lección para los que gustan de hablar sobre territorios, poderes, autonomías y federalismos. Y más todavía para los que no tienen gran hábito de documentarse antes de abrir la boca.
El autor prosigue de este modo la senda que hace poco abrió con la traducción y presentación del libro de Th. Darnstädt, Las trampas del consenso (ed. Trotta). Ay, si la gente leyera, otros gallos cantarían, y no los que en este tiempo promiscuo se fingen pavos por el corral.
Enhorabuena.
El autor prosigue de este modo la senda que hace poco abrió con la traducción y presentación del libro de Th. Darnstädt, Las trampas del consenso (ed. Trotta). Ay, si la gente leyera, otros gallos cantarían, y no los que en este tiempo promiscuo se fingen pavos por el corral.
Enhorabuena.
2 comentarios:
Leer a Sosa Wagner es apasionante y se le debe escuchar tanto como leer.
Un buen artículo, gracias por el vínculo y por el aviso –no compro el ABC-. Un buen análisis sobre el federalismo alemán y los problemas que afronta. Pero, ¿de verdad es la relación de los alemanes con su historia tan dulce y pacífica como el profesor Sosa Wagner nos presenta? “Los alemanes actuales no encuentran emoción alguna en remover vestigios históricos (...). Viven los alemanes, en este sentido, tan felices”, dice Sosa Wagner. Creo que la relación de los alemanes con su historia, al menos con su historia reciente, no es tan pacífica; presiento que después del episodio nazi –en que también creyeron en el todo y, entre todos, trataron de alcanzarlo-, no debe ser tan fácil, tan políticamente correcto, invocar en Alemania un argumento histórico. Basta ver el revuelo que se causan allí películas como La vida es bella, o recientemente El Hundimiento, o declaraciones como la de Walser cuando recibió el premio de la paz –creo recordar-.
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