I.
A.- Hola, B, qué es de tu vida.
B.- Ahí vamos, tirando.
A.- ¿Sigues destinado en el País Vasco?
B.- Por allí sigo.
A.- Andarás buscándote problemas.
B.- ¿Por qué?
A.- Hombre, un activista de los derechos humanos como tú tendrá bastante de qué ocuparse por allí.
B.- Hay mucho mito con eso. En Euskadi se vive tranquilo y la gente está contenta. Tengo buen ambientillo, no creas.
A.- No digo que se viva mal, si uno pasa de todo. Pero hay gente amenazada y con escolta.
B.- Ellos eligen y se han puesto de parte de España y del PP. Que apechuguen.
A.- Pero tendrán derecho a expresarse libremente y a no tener que temer por su vida por defender una cosa u otra.
B.- Ya me vas a salir con España una, grande y libre. Lo que has cambiado desde que tienes coche lujoso.
A.- Mi coche es igual que el tuyo, te recuerdo.
B.- Pues muchos de los que allí se quejan lo tienen aún mejor que el nuestro.
A.- Bueno, dejemos los coches. Pero que a uno le puedan pegar un tiro por sus opiniones tampoco parece muy compatible con los derechos humanos en cuya defensa tú militas tan fervientemente.
B.- Cada uno es responsable de sus actos y yo sólo te digo que al que no provoca no lo molesta nadie.
A.- Ya, pero que unos puedan decir lo que quieran y que los que discrepan tengan que callar para que no los amenacen con un tiro en la nuca o una bomba en el coche no parece muy equitativo.
B.- Lo dicho, que me parece que tú andas oyendo la COPE.
A.- No la oigo, no. Pero tengo en aquellas tierras algunos amigos que viven acoquinados y con el miedo en el cuerpo.
B.- A lo mejor tienen excesivo afán de protagonismo o buscan chollo con el PP.
A.- Entonces, ¿te has pasado a la vida privada y has abandonado tu lucha por los derechos básicos de la gente?
B.- Para nada. ¿No has visto la campaña que hemos organizado contra Guantánamo? Espero que firmes.
A.- Ya he firmado. Ahora a ver si tú y los de tu organización hacéis algo para que no haya compañeros amenazados ahí donde trabajas.
B.- Son cómplices de la derechona. Ésos que no cuenten conmigo.
A.- Aunque sea la derecha, que no creo, digo yo que también tendrán derecho a decir lo que quieran sin que los maten.
B.- También a los otros los matan y los torturan.
A.- ¿Quién los mata y los tortura?
B.- Esa derecha que tanto se queja y que tan simpática te cae.
A.- O sea, que tú sólo te esmeras por los derechos cuando no te cuesta nada y no te supone riesgo.
B.- Mis buenas horas le meto a esa militancia, no como tú. Lo que pasa es que te crees la propaganda conservadora.
A.- Vale, hermoso. Así me gustan a mí los luchadores.
B.- Bueno, te dejo con tus comeduras de tarro, que tengo una reunión en Madrid sobre lo de Nigeria.
A.- Pues vete por la sombra, valeroso, vanguardia de los oprimidos, cuerpo serrano.
II.
A.- Tengo varias llamadas perdidas tuyas de ayer.
C.- Te andaba buscando. ¿Dónde andabas?
A.- Me invitaron a un acto de un nuevo grupo de defensa de la libertad y los derechos humanos en el País Vasco.
C.- Uf, ésos acaban todos en brazos del PP.
A.- No es el caso de éstos, pero, si lo fuera, ¿no merecería apoyo su causa de todos modos?
C.- Tal vez. Pero yo de esa gente desconfío muchísimo, bien lo sabes.
A.- Ya, pero se juegan la vida. Además te digo yo que éstos no son del PP.
C.- No, si a mí me parece bien que hagan y digan lo que quieran. Pero cada palo aguanta su vela.
A.- Si te demuestro que no son peperos ¿te animas a venir a su próximo acto?
C.- A mí la política partidista no me va, yo no creo en todas esas zarandajas.
A.- Pero digo yo que habrá que echar una mano a la gente que pelea limpiamente por expresar sus opiniones, las que sean.
C.- Sólo sirven para hacerle el juego al PP y, si me apuras, hasta a ETA.
A.- Entonces, ¿deberían callar y estarse quietos o ir pensando en vivir en otra parte?
C.- Yo no soy quien para decir qué debe hacer nadie. Sólo sé que yo desconfío de los que van de héroes y acaban favoreciendo a la reacción.
A.- Si mataran mañana a un par de concejales vascos del PP ¿acudirías al menos a una manifestación de protesta?
C.- Si la convocan todos los partidos, por supuesto que sí.
A.- ¿Y si sólo la convocara el PP?
C.- No. Ellos van a lo suyo.
A.- Ya. Y, además, qué lío si alguien nos ve con esa gente, ¿verdad?
C.- Pues claro. Yo no creo en la política ni en los partidos. El que quiera peces, que se moje el culo.
A.- Pues nada, nada, me parece muy bien. Recuérdame que no me indigne el día que le peguen dos tiros a tu tía porque la confundieron con María San Gil.
C.- Tranquilo, te aseguro que mi tía no se mete en líos.
A.- De tal palo...
A.- Hola, B, qué es de tu vida.
B.- Ahí vamos, tirando.
A.- ¿Sigues destinado en el País Vasco?
B.- Por allí sigo.
A.- Andarás buscándote problemas.
B.- ¿Por qué?
A.- Hombre, un activista de los derechos humanos como tú tendrá bastante de qué ocuparse por allí.
B.- Hay mucho mito con eso. En Euskadi se vive tranquilo y la gente está contenta. Tengo buen ambientillo, no creas.
A.- No digo que se viva mal, si uno pasa de todo. Pero hay gente amenazada y con escolta.
B.- Ellos eligen y se han puesto de parte de España y del PP. Que apechuguen.
A.- Pero tendrán derecho a expresarse libremente y a no tener que temer por su vida por defender una cosa u otra.
B.- Ya me vas a salir con España una, grande y libre. Lo que has cambiado desde que tienes coche lujoso.
A.- Mi coche es igual que el tuyo, te recuerdo.
B.- Pues muchos de los que allí se quejan lo tienen aún mejor que el nuestro.
A.- Bueno, dejemos los coches. Pero que a uno le puedan pegar un tiro por sus opiniones tampoco parece muy compatible con los derechos humanos en cuya defensa tú militas tan fervientemente.
B.- Cada uno es responsable de sus actos y yo sólo te digo que al que no provoca no lo molesta nadie.
A.- Ya, pero que unos puedan decir lo que quieran y que los que discrepan tengan que callar para que no los amenacen con un tiro en la nuca o una bomba en el coche no parece muy equitativo.
B.- Lo dicho, que me parece que tú andas oyendo la COPE.
A.- No la oigo, no. Pero tengo en aquellas tierras algunos amigos que viven acoquinados y con el miedo en el cuerpo.
B.- A lo mejor tienen excesivo afán de protagonismo o buscan chollo con el PP.
A.- Entonces, ¿te has pasado a la vida privada y has abandonado tu lucha por los derechos básicos de la gente?
B.- Para nada. ¿No has visto la campaña que hemos organizado contra Guantánamo? Espero que firmes.
A.- Ya he firmado. Ahora a ver si tú y los de tu organización hacéis algo para que no haya compañeros amenazados ahí donde trabajas.
B.- Son cómplices de la derechona. Ésos que no cuenten conmigo.
A.- Aunque sea la derecha, que no creo, digo yo que también tendrán derecho a decir lo que quieran sin que los maten.
B.- También a los otros los matan y los torturan.
A.- ¿Quién los mata y los tortura?
B.- Esa derecha que tanto se queja y que tan simpática te cae.
A.- O sea, que tú sólo te esmeras por los derechos cuando no te cuesta nada y no te supone riesgo.
B.- Mis buenas horas le meto a esa militancia, no como tú. Lo que pasa es que te crees la propaganda conservadora.
A.- Vale, hermoso. Así me gustan a mí los luchadores.
B.- Bueno, te dejo con tus comeduras de tarro, que tengo una reunión en Madrid sobre lo de Nigeria.
A.- Pues vete por la sombra, valeroso, vanguardia de los oprimidos, cuerpo serrano.
II.
A.- Tengo varias llamadas perdidas tuyas de ayer.
C.- Te andaba buscando. ¿Dónde andabas?
A.- Me invitaron a un acto de un nuevo grupo de defensa de la libertad y los derechos humanos en el País Vasco.
C.- Uf, ésos acaban todos en brazos del PP.
A.- No es el caso de éstos, pero, si lo fuera, ¿no merecería apoyo su causa de todos modos?
C.- Tal vez. Pero yo de esa gente desconfío muchísimo, bien lo sabes.
A.- Ya, pero se juegan la vida. Además te digo yo que éstos no son del PP.
C.- No, si a mí me parece bien que hagan y digan lo que quieran. Pero cada palo aguanta su vela.
A.- Si te demuestro que no son peperos ¿te animas a venir a su próximo acto?
C.- A mí la política partidista no me va, yo no creo en todas esas zarandajas.
A.- Pero digo yo que habrá que echar una mano a la gente que pelea limpiamente por expresar sus opiniones, las que sean.
C.- Sólo sirven para hacerle el juego al PP y, si me apuras, hasta a ETA.
A.- Entonces, ¿deberían callar y estarse quietos o ir pensando en vivir en otra parte?
C.- Yo no soy quien para decir qué debe hacer nadie. Sólo sé que yo desconfío de los que van de héroes y acaban favoreciendo a la reacción.
A.- Si mataran mañana a un par de concejales vascos del PP ¿acudirías al menos a una manifestación de protesta?
C.- Si la convocan todos los partidos, por supuesto que sí.
A.- ¿Y si sólo la convocara el PP?
C.- No. Ellos van a lo suyo.
A.- Ya. Y, además, qué lío si alguien nos ve con esa gente, ¿verdad?
C.- Pues claro. Yo no creo en la política ni en los partidos. El que quiera peces, que se moje el culo.
A.- Pues nada, nada, me parece muy bien. Recuérdame que no me indigne el día que le peguen dos tiros a tu tía porque la confundieron con María San Gil.
C.- Tranquilo, te aseguro que mi tía no se mete en líos.
A.- De tal palo...
4 comentarios:
Paco Ibáñez cantaba en los 70 el tema La poesía es un arma cargada de futuro, basado en un poema (creo) del vasco Gabriel Celaya, que decía lo siguiente:
"Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
más se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
que golpea las tinieblas.
Cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades;
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades,
amorosas crueldades.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos, dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo,
cultural por los neutrales, que lavándose las manos
se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido,
partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren.
Y canto respirando. Canto y canto y cantando
más allá de mis penas,
de mis penas personales, me ensancho,
me ensancho.
Quiero daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso, con técnica, que puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España,
a España en sus aceros.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo.".
Vaya si lo estamos tocando.
¿Por qué A en sus diálogos con B y C no argumenta más energicamente? por ejemplo ¿pero tú (a B o a C) estás a favor de que cualquier persona sea de la opinión política que sea pueda expresarse libremente? , porque si no , no le cierras las puertas.
1. (De rigor, por como anda el patio) B y C, vaya hijos de puta.
2. Mi querido personaje electrónico don GA:
Con sincero afecto me permito sugerirle que revise su agenda de contactos con tíos mierda como los de este post (imaginarios y reales). Si incluye usted en su agenda, cuando menos, el mismo número de hijos de puta de otras tendencias, quizá el carácter del personaje bloggero Don GA varíe hacia una más ecuánime misantropía. A mí esto de unir en menos de 24 horas dos posts, uno con los poemas frentepopulistas a EsPÁña y otro con los de los asesinados por los que le hacen poemas a Uskalerría (o Uskalerriese) me dá un mirusté, un lapsuslázuli, que diría el Doktor Froiz.
Pero va, que a lo peor soy yo, que tengo el día total y absolutamente, ¿eh?
Huna herratiya de ná.
Donde dice: "y otro con los de los asesinados" debe decir "y otro con los asesinados".
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