11 febrero, 2008

Última moda en catedráticos

Hace unos días recibí de un amigo la carta que copio a continuación, escrita por un compañero de la Universidad de Granada. Creo que merece difusión la iniciativa y que es encomiable que se planteen abiertamente problemas sobre los que se está guardando demasiado silencio o de los que sólo hablamos en la barra de las cafeterías.
A lo que en la carta bien se dice cabría añadir bastantes cosas. Por ejemplo, la fuerte injusticia que supone lo que será la aplicación retroactiva de estos criterios, pues muchos de los que se han estado labrando durante largos años su curriculum propiamente científico ignoraban que en este "juicio final" se valorarían estas cosas que ahora sorprendentemente se toman tan en cuenta. Más de uno se arrepentirá de no haber sido Secretario de Departamento o Vicedecano o de no haberse inscrito en cursitos de motivación estudiantil mediante masaje tailandés, en lugar de dedicar todo el tiempo a experimentos, lecturas y escritura de artículos y monografías. Parece que el lema de los nuevos tiempos podría ser "más gestión y menos investigación" o "más cuento y menos experimento".
Esta es la carta:
Queridos amigos:

Me permito traer a este foro mi preocupación al conocer el documento "Principios y orientaciones para la aplicación de los criterios de evaluación" (V.1.0 9/01/2008) de la ANECA (en www.aneca.es/ingles/docs/pep_nuevo_principios_07020120.pdf). Entre otras cosas, este documento fija directrices para poder ser acreditado como catedrático lo que, si entiendo bien, será condición necesaria para llegar a ser catedrático en España.

Resulta que se valora (sólo cito lo que me resulta más llamativo): desempeño de cargos unipersonales de responsabilidad en gestión universitaria; desempeño de puestos en el entorno educativo, científico o tecnológico dentro de la administración general del estado o de las Comunidades Autónomas; otros méritos relacionados con la experiencia en Gestión y Administración; Calidad y dedicación a actividades profesionales en empresas, instituciones, organismos públicos de investigación u hospitales, distintas a las docentes o investigadoras; patentes y productos con registro de propiedad intelectual; participación en congresos orientados a la formación docente universitaria; proyectos de innovación docente; etc.

Partiendo del reconocimiento de que estas circunstancias deben considerarse y de que, de hecho, forman parte de la actividad de catedráticos excelentes, el problema es que el baremo establece un perverso sistema de puntuación, con máximos y mínimos (Tablas 1.1 y 1.2), de modo que reciben un peso importante que puede decidir o condicionar esencialmente el perfil exigible para un catedrático.

Conociendo el carácter medio o mayoritario de los científicos, me parece claro que este baremo hará que muchos se autoexcluyan del proceso. Aun suprimiendo las puntuaciones, el simple listado de méritos que hace ese documento ya puede producir este mismo efecto. Es más, creo que, en la práctica, muchos de los mejores científicos en los que puedo pensar (por ejemplo, premios Nobel) nunca podrían ser catedráticos en España con este baremo. En el mejor de los casos, competirían en desventaja con otros que, teniendo un perfil científico medio, hubiesen decidido dedicar sus esfuerzos y talento preferentemente a tareas políticas y de gestión. Puesto que la ciencia requiere concentración y dedicación, de modo que muchos tienen una natural y quizás sana aversión hacia esas tareas, resulta que el método puede tender a impedir el acceso de los mejores al puesto más alto al que podrían aspirar y a favorecer su supeditación a colegas menos dedicados a la investigación.

En fin, me parece que se intenta consagrar una modificación importante de los valores que siempre nos ha parecido que han de prevalecer en esta carrera. Es más, el documento dice explícitamente que ha de verse como una "hoja de ruta" a seguir por los aspirantes, y es claro que "principios y orientaciones" tan detallados podrían prevalecer en recursos judiciales y administrativos sobre los criterios de una comisión especializada. Por otra parte, tampoco conozco otro país con un sistema de investigación eficiente en el que se haya hecho o se piense hacer algo semejante.

Si estáis de acuerdo, propongo dos cosas. Una, que hagáis esta preocupación vuestra, incluso adaptando esta carta a vuestro gusto, y la propaguéis tanto como podáis a otros colegas y comunidades científicas. Otra, que traslademos la preocupación al MEC con urgencia. Para articular esta segunda propuesta, sugiero que me mandéis vuestra dirección electrónica a cphys@ugr.es , quizás con sugerencias. A continuación, con esa información, si hay respuesta suficiente, prepararé una carta ("abierta" o a la Ministra) que haré llegar a todos los que mostraron interés, por si quieren poner su firma en ella.

Muy cordialmente,
J.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Con estos criterios los mejor valorados serán los rectores y vicerrectores que no han escrito nunca un libro.

Anónimo dijo...

Me alegra ver que por fin alguien se moviliza en contra de lo que las Agencias de Evaluación tanto nacionales como autonómicas vienen exigiendo a los investigadores más jóvenes para acceder a los puestos de contratado desde hace ya varios años: mucha paja y poca materia.

En nuestro caso la perversión es doble, ya que si bien se han exigido esas naderías para las acreditaciones, los tribunales de habilitación han seguido aplicando hasta ahora los viejos y sanos criterios de la excelencia investigadora, por lo que como joven investigadora (o no tan joven) que soy, me siento abocada a una esquizofrenia sin fin. El día no da de sí para atender a tanta nadería, cursitos, papelitos y, simultáneamente, investigación, lecturas, escritura, etc.

Lástima que nuestras quejas no hayan tenido tanta repercusión y bienvenidos a la rebelión a esos titulares que ven peligrar su acceso a Cátedra por la aplicación de criterios muy similares si bien, lógicamente, a un nivel de gestión y "nadería" superior.

Anónimo dijo...

Yo, la verdad, no he visto movilización ninguna cuando esos mismos criterios chorras se estaban exigiendo para acreditarse o para habilitarse para titular. He visto protestar a García Amado en este foro y en la prensa, y a muy pocos más. Sí veo que mi universidad se lanza sin denuedo a organizar cursos de esos a los que no nos queda más remedio que asistir; no he visto ninguna carta abierta a la firma de nadie, ni ninguna movilización.
Me da un poco de pena que la carta abierta esté circulando ahora, que es cuando los mismos criterios chorras han llegado a los catedráticos. Lástima que no se hayan puesto a ello cuando ellos, que no tenían nada que perder, veían lo que estaba pasando con el acceso a titulares -habilitados, acreditados, etc.-. Lástima que de titulares y catedráticos no haya partido entonces una carta abierta para denunciar el tipo de mercado en que se estaba convirtiendo la universidad. Lo que ahora causa escándalo a los catedráticos y a los titulares que quieren serlo, causaba escándalo a quienes rellenaban absurdas aplicaciones informáticas, agobiados con los criterios y los baremos, y absolutamente desamparados. Las rellenaban para cobrar doscientos euros más, o para conseguir un contrato laboral fijo, para perpetuar la inestabilidad laboral hasta que uno llegue a la edad de jubilarse y, ahora, para conseguir un papelín que les permita presentarse a otro concurso para ser, por fin, titular. No eran funcionarios que las tenían que rellenar para ser catedráticos: eran pringados que las rellenaban para serlo un poco menos. Bien está que ahora los catedráticos y titulares se estén dando cuenta de que se está cambiando el modelo de universidad y el perfil del investigador, y que esos cambios, probablemente, son para mal. Nunca es tarde para caer del guindo; nunca es tarde si la dicha es buena. A ver si hay suerte y es dicha para todos.

Anónimo dijo...

Sólo un par de lagrimitas más:

En titularidades de Derecho:

La puntuación máxima en Investigación son 50 puntos. De ellos, 7 puntos (un 14%) se pueden perder si no tienes “Patentes y productos con registro de propiedad intelectual, transferencia de conocimientos al sector productivo u otros méritos relativos a la transferencia de resultados”. Vamos: ¿qué profesor titular de Derecho no tiene de esto? ¡Y dos, si son pequeñas!

Docencia son 40 puntos. De esos puntos, lo máximo que puedes obtener IMPARTIENDO DOCENCIA son 21(habiendo dado licenciatura, máster y doctorado). ¿Y la otra mitad? ¿Alguien que haya dado clase los últimos 15 años como un descosido sólo alcanza la mitad de la puntuación en docencia?
Del resto: 8 puntos se van en Materiales docentes publicados, proyectos de innovación docente, etc.

3 puntos, en cursitos de pedagogos à gogo.

Y (pásmense): 3 puntos del apartado de DOCENCIA (i.e. un 7’5 %) se otorgan por Calidad y dedicación (?) a actividades profesionales en empresas, instituciones, organismos públicos de investigación u hospitales, DISTINTAS DE LAS DOCENTES O INVESTIGADORAS. O sea: que si toda tu vida has estado dedicado a la DOCENCIA Y LA INVESTIGACIÓN, no puedes obtener EL MÁXIMO EN DOCENCIA si no has estado haciendo además cosas distintas de la docencia y la investigación. ¿Qué cojoño es esto?

La Universidad era exto.

Anónimo dijo...

Querido antetodomuchacalma,
¿y si, aprovechando la buena disposición del dueño de este chiringuito, lanzamos también nosotros (los no funcionarios) una carta abierta? Con un poco de suerte llegamos a hacer ruído, y si no, nos habrá quedado el desahogo de patalear. Mejor aún: ¿qué tal si, como sugiere el que está quemado, en la carta de los cátedros se incluyen también las peticiones de los no funcionarios? ¿Qué tal si desde TODOS los sectores de la universidad se DENUNCIA el absurdo de unos criterios que parecen diseñados por y para pedagogos variados, vendedores de manuales y láminas en powerpoint y cargos y carguchos múltiples de la universidad?
Yo, la verdad, estoy harta de ver llorar a mi alrededor. Y con lágrimas en los ojos, la aplicación informática se ve muy borrosa.
Un saludo afectuoso,
A.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todos, por fin veo que existe vida no funcionarial igualmente estresada, indignada y quemada que yo. Ya no me siento en el abandono más absoluto... aunque sigamos viendo el ordenador borroso a base de lágrimas y horas delante de la pantalla.

Anónimo dijo...

Estimada Ariadna:

Count on me! ("¡Un conde encima de mí!", para los que no sepan la lengua de Homero) (Homero Simpson, naturá).

Apropó, que casi nos conocemos el otro día, ¿no?

Anónimo dijo...

Querido atmc,
sí, casi nos conocemos; bueno, realmente casi nos reconocemos, porque conocernos, lo que se dice conocernos, ya nos hemos conocido, con intercambio de dos besos, y dos banalidades. Quedó pendiente la copa, pero seguro que este año cae más de una.
Buen día a todos

Lopera in the nest dijo...

¿Se puede ligar en este blog?. Lo digo por lo de "ariadna" y "antetodo...".

Pregunta para "rebelde": ¿Leyó Vd. el post donde denunciaba la DISCRIMINACIÓN a los contratados "Ramón y Cajal?. Por cierto muchas gracias Prof. García Amado por la repetición de mi comentario.

Ah! y sigue sin llover, el New Flame con levante en el Estrecho, y los "Albertos" sin entrar en la cárcel (?).

Anónimo dijo...

Sí, sí, querido Lopera (por continuar con el tono ligón del blog), de ahí que diga "muchas gracias por hacer que la soledad sea más compartida"...

Entre tanta aplicación informática Aneca, tanto papelito, tanta acreditación, certificación, mérito pijo, cursito de pedagogía... a veces da la sensación de que estamos perdidos en un desierto o sepultados por una montaña de papeles sin ninguna importancia real (pobres arbolitos, tanta tala indecente para cuatro chorradas indecentes).

Anónimo dijo...

¡Cáspita! ¿En aquella de León del año uno? A ver, a ver, deme más pistas...

Anónimo dijo...

Estimado atmc,
fue en León año cero, hace muchíiiiiiiisimos años. Le recuerdo en compañía catalana y leonesa, en la barra de un bar -si es que era usted-. Todos de su gremio, creo. Lo dicho: a ver si este año se anima, y nos resaludamos.
Querido Lopera, hombreeee ¡esto no es ligar!
Buena tarde a todos

Anónimo dijo...

¿Y si proponemos privatizar, o a lo mejor no es esa la palabra, pero hacer que las universidades funcionen como Princeton, Harvard, Oxford o Cambdrige, u otras cuatro parecidas? ¿Cómo se eligen allí los profesores? ¿Cómo podrán haber llegado hasta hoy sin una ANECA que les resuelva la papeleta de elegir a los mejores...?

Juan Antonio García Amado dijo...

Mire, estimado Lohevistodesdedentro, le contesto a toda prisa y otro día escribimos con más calma. Ha dado usted en un buen clavo.
En teoría la solución es facilísima. Pongámonos utópicos soñando con algo realmente posible. Suponga que a las universidades se las evalúa por la combinación de dos cosas: dos tercios de los puntos por los resultados investigadores de su profesorado, calificados por evaluadores independientes; es decir, extranjeros, apátridas y "libres" y seleccionados con tremendo cuidado y con un sistema bien complejo que evite "desviaciones". Un tercio de los puntos por el éxito profesional de sus titulados, también establecido con un baremo que habría que sentar con muchísimo cuidado. Tal vez en otra ocasión podemos desarrollar esto del baremo y la selección de evaluadores, procurando no hacer nada de lo que vienen haciendo Anecacas y nuevos comisionistas.
A la Universidad pública que no alcance un mínimo, se la clausura y punto. A timar en otra cosa. La financiación para las que superen los mínimos que vaya en proporción a su lugar en ese ranking. Vería usted como en lugar de buscarse trucos para hacer funcionarios a inútiles y parientes se espabilaban y seleccionaban a los mejores y como en lugar de jubilar a los más capaces les daban el oro y el moro para que se quedasen.
Ah, y libre competencia de las universidades para seleccionar su personal y pagarles sueldos: como en el mercado, mire. Si usted quiere al mejor, páguele. Si usted quiere cobrar como los mejores, trabaje y déjese de hacer el chorras en carguetes y cursillitos.
Ya sé que esto de evaluar y baremar las universidades se propone ahora como la gran panacea. Sólo que no lo quieren hacer como nosotros proponemos aquí, sino con anequitameallaesaspajas y muchos pedagogos analfabetos. Y así, naturalmente, va a salir que es muy bueno lo que hay, esta porqueriíta pretenciosa y casquivana.

Anónimo dijo...

Qué razón llevan ustedes dos: "lohevistodesdedentro" (qué querrá decir con ese acrónimo) y el jefe del cotarro. Nada más sencillo que imitar lo que hacen los que lo hacen mejor que nadie. Pero eso cuesta "sangre electoral", votos, gente en las calles, rectores en manifestación, sindicatos encabritados, pedagogos desaforados (les quitan el aforamiento), jóvenes progres postmodernos pidiendo más madera, universidad gratuita (como si esta no lo fuera), igualdad en todo, solidaridad con los suspensos, no al elitismo ni al clasismo (a las clases, me refiero...), etc., etc., etc.
Una propuesta salvaje (la que me va a caer...).
Imaginemos por un momento que la matrícula se sube a 4000 euros como media (algo menos del 50% del coste real), y el incremento (todo o parte, a discutir) desde la actual se reserva a becas para quienes no tengan medios económicos que avalen su valía personal, de manera finalista y clara (tantos millones de incremento, tantos de becas hasta que se acaben...). Muchos dejarían de ir a la universidad a zanganear porque sí. Otros no, pero al menos que se lo paguen que dinero tienen sus papis. Pero, además, los que fueran como han pagado una pasta por ir empezarían a exigir que la cosa no fuera tan chunga como ahora y que su título tuviera pedigree. Se reduciría el número de alumnos (podrían ir a una enseñanza profesional superior seria y eficaz y orientada al mercado de trabajo). Sobrarían profesores y los peores quedarían con el culo al aire por las nuevas reglas del juego.
Ya vale, que es muy tarde.
Salud para todos.

Anónimo dijo...

Estimada Ariadna:
Puf, pues en esa compañía y en León año uno, si mal no recuerdo, debían ser ya las treinta menos cuarto, hora a la que en el Húmedo uno ya va pelín perfundido... ¡¡A ver si en la prochaine, y que sea pronto!!

Anónimo dijo...

Para AnteTodoPretexto: a lo que tú llamas DOCENCIA es, en realidad, ACTIVIDAD DOCENTE O PROFESIONAL. El problema de este baremo es que, en lugar sumar puntos por méritos, se restan puntos por (discutibles) carencias. A mí me han contestado con: no has dirigido tesis, no has dirigido proyectos, no has ocupado cargos... te quedas sin acreditación, a pesar de todo lo demás.