Leo en El País ahora mismo lo que ayer declaró Zapatero sobre el sistema venidero de financiación autonómica y sobre los dineros que recibirá Cataluña. Y me asombro primero por dos razones: una, porque parece que ya se va sabiendo de qué va la cosa y que, después de una adolescencia política loca, frivolón como si nos hubiera presidido Paris Hilton, ahora el de la ceja en pompa descubre que no puede uno ir por ahí encamándose a tontas y a locas con el primer barón territorial que te pille con las hormonas políticas alteradas. Va a ser verdad, entonces, que España no se rompe, pero será porque al fin ZP se pone a hacer lo que le gritaban ésos que decían que la ruptura de España estaba al caer.
Y ahí viene la segunda perplejidad de uno: oigan, si estas cosas que ayer dijo ZP parafraseando a Rajoy % Cia, las cascan éstos desde el Gobierno porque hubieran ganado las pasadas eleccines, arde Troya y arden hasta Las Ramblas. Así no. Enésima prueba de que las políticas conservadoras en este país tienen que hacerlas los gobiernos dizque de izquierdas. Pasa lo mismo con lo de la inmigración, las bajadas de impuestos -estos días el Gobierno ha suprimido por decimoquinta vez en un año el impuesto sobre el patrimonio, que en verdad no sé si ya va a quedar ciertamente eliminado o si lo dejarán para volver a suprimirlo de nuevo cuando convenga-, las reformas laborales -ay, antes de que acabe esta legislatura habrá liberalización del mercado laboral, aunque llamándola de otra manera, claro, y al Sagaz Leonés alimentador de ratoncitos no le van a montar la general como a González en tiempos-, y tantas cosas. Es lo que llaman el colchón social de la izquierda.
Hasta ahí, todo bastante normal, y hasta previsible, pues es guión sabido, juego repetido. Lo que saca a uno de sus casillas es ver las gran coherencia discursiva de los líderes de un bando y de otro. Según cuenta El País, "Zapatero aprovechó su rueda de prensa para criticar al PP por pedir ahora el cumplimiento de un Estatuto que llevó al Tribunal Constitucional". Desde luego, cierto es que pedirle coherencia al PP es como buscar un concejal de urbanismo ingenuo y pobretón. No es ésa su mayor inconsecuencia en esta materia de organización territorial y estatutos de autonomía. Aunque también pueden decir que el cumplimiento de las normas debe exigirse mientras no sean derogadas o anuladas por quien corresponda, en este caso el TC. Que, por cierto, hay que ver qué prisa se da con este asunto, ¿verdad? Pero, por mí, al PP que le den también.
De lo que seguramente Zapatero sí se da cuenta, pero no su entusiasmada grey, es de que su actitud es como la imagen invertida de la que reprocha a Rajoy e igual de zopenca y descarada: ¿acaso es congruente que él no cumpla -y está diciendo bien a las claras que no va a cumplir- ese Estatuto Catalán que su partido aprobó como un hito histórico y cuya impugnación ante el TC por los de Rajoy tanto criticaron él y sus mantenidos?
El uno lo recurre y pide al tiempo que se cumpla, amagando su delegación catalana con aliarse hasta con ERC para reclamar las correspondientes pelas. El otro dice que está muy bien ese Estatuto, sí, que es constitucional y guapo de cara, pero que no le va a hacer ni puto caso. Pero, ¿qué clase de cretinos son estos tipos? ¿Nos toman definitivamente por tontos? ¿Que sí? Pues tendrán razón, no digo que no. Basta ver los votos que suman. Algo tendrá la mierda si tantas moscas...
P.D.- Por cierto, empieza a parecer más que posible lo que hasta hace poco sonaba muy improbable: que el TC le haga un buen recorte al Estatuto de Cataluña. Concretamente, en el dobladillo y por la parte de la sisa. Es que ahora le conviene a ZP, ¿sabe uzté? Y ya se sabe que aquí la Constitución es prêt-à-porter y el TC una panda de modistillas y modestillos.
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