01 enero, 2010

Una cita para empezar el año

Pero no todos nuestros contemporáneos dan el mismo uso a las herramientas que les brindan. No todos pretenden hacerse una opinión ponderada. Es con frecuencia el obstáculo de la lengua lo que les impide interesarse por medios diversos; pero hay también una disposición de ánimo, muy extendida en todas las naciones, que hace que sólo una minoría muy reducida sienta deseos de daber lo que dicen "los demás"; mucha gente se limita a escuchar las opiniones que dicen lo que ellos quieren oír.
Por cada persona que navega atentamente de un universo cultural a otro, por cada persona que pasa como si tal cosa de la página web de Al-Yazira a la de Haaretz y del Washington Post a la agencia de prensa iraní, hay miles que sólo "visitan" las de sus compatriotas o las de sus correligionarios, que sólo beben de las fuentes que ya conocen, que lo único que buscan en sus pantallas es reafirmar sus certidumbres y justificar sus resentimientos
”.
Me permito un comentario. A escala de un país, por ejemplo éste, ocurre otro tanto: cuántos ojean sólo un periódico, el de su orientación política preferida, o escuchan sólo una emisora de radio, por idéntico motivo. Sólo para leer u oír a los suyos. Penosas ortodoxias, dictadura de del credo acrítico, miedo.

2 comentarios:

un amigo dijo...

Buena cita.

Pienso, con muchos otros, que el único camino posible para la paz sea precisamente ése. A saber, que el homo sapiens sapiens se dé cuenta de que vive (vivimos) en pequeñas islas locales, y que extraiga (extraigamos) consecuencias inmediatas de esa observación: (a) que cualquier 'verdad' puede aspirar, como mucho, a ser insular y local, (b) que es vital visitar otras islas y dar acceso a la nuestra.

Ahora bien, creo que para que se produzca hace falta nada más y nada menos que una mutación afortunada. Y me intriga (no sin esperanza, pero esto último entra en la lista de mis muchas debilidades), como a un tal de admirada memoria, lo que pueda haber más allá de lo que hoy llamamos hombre.

Salud,

Carmen dijo...

Fantástica.
No creo que sea miedo a pensar, es desidia, mejor que piensen otros por mí que eso debe ser muy cansado. Es falta de criterio, vacuidad.
Luego está el que te tachen de rojo por estar de acuerdo con fulano o de facha por coincidir en un tema con zutano.

Un cordial saludo con estornudos a discreción.