07 julio, 2012

Por qué, pase lo que pase, estamos jodidos si no engañamos a alguien


Esta tesis de hoy se puede expresar en pocas líneas, oh milagro. Hay que aclarar, lo primero, que el nosotros alude a los que ni tenemos gran patrimonio ni contamos con dineros legales o ilegales para sacar del país o para poner en una sicav con un buen asesor y unos cuantos testaferros. O sea, hablo de asalariados del montón, funcionarios, pensionistas y similares.

                La situación se describe con suma facilidad: ayer volvió a subir por las nubes la prima de riesgo y a caer la bolsa, camino del suelo vil. Esto es como cuando, en aquella adolescencia de fines del franquismo, las chavalas te decían que esta tarde tal vez y que mañana seguro, pero pasaban los días y nadie te aliviaba, mientras que ellas se reían y te reiteraban sus dolosas promesas a plazo fijo e interés variable. Pues con la economía de ahora, igual. Que el rescate bankario va a traer la paz financiera; y no. Que el haberle metido un gol fantasma a la Merkel el otro día iba a satisfacer a los cobradores y a agradar a los mercados porque ya no sería la UE acreedor prioritario; pues tampoco. Que a ver si con lo del BCE y la bajada de tipos; idem de lienzo.

                La prima está que se sale y salida va a seguir, lo cual no deja más que dos vías: o nos vamos solitos fuera del euro, y nos empobrecemos hasta las cachas los susodichos parroquianos, o nos empobrecemos los parroquianos hasta las cachas para no salir del euro. Podemos debatir cómo estaremos a medio plazo más fastidiados, pero a plazo corto no hay más que un camino, que sobre nosotros van a transitar los que tienen poder para andarlo: dentro de nada, o nos bajan los sueldos y todo tipo de prestaciones o nos vamos a la prostituta calle a mendigar unos mendrugos o algún céntimo. O lo uno primero y después lo otro.

                Salvo que sean unos hachas nuestros gobernantes, los mejores tahúres y los reyes del tocomocho, y logren convencer a alemanes, finlandeses y demás rostros pálidos de que se hagan cargo ellos de nuestras deudas actuales y futuras, a fin de que yo pueda seguir trabajando donde trabajo y cobrando lo que cobro, e igual más de cuatro que yo me sé y que no dan puto palo al agua, aunque de vez en cuando se dejen ver en alguna manifa porque no hay derecho y tal y OTAN no, bases fuera; o lo que sea. Con lo que no quiero decir que todos los movilizados sean unos vagos, sino que casi todos los vagos andan esta temporada de manifestación y movilizándose, pero solo en la calle.

                Pero lo del timo a lapones y teutones lo veo difícil, la verdad. Están escamados y ya notan cierto escozor por culpa del griego. En una de estas tendremos que ponernos a currar en serio para comer, y no sé qué va a ser de  nosotros, francamente. Con lo que molaba el maná y tener por la cara derecho a cualquier cosa, caprichitos incluidos. Estado del bienestar lo llamaban, ¿se acuerdan?, y lo dejamos en los puros huesos, tan pirañas nosotros, tan majos y tan contentos. lo más chic de la era, lo más in y cool de la dehesa. Oh, belleza de los tiempos idos, fugacidad de la humana dicha, país de cretinos, nación de naciones, caquilla nuestra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

joer, profe; jodidos si que estamos pero se arreglará aunque sea dentro de unos años o no lo ve en el horizonte??
El caso, que ya han anunciado nuevos recortes.
se privatizará o semiprivatizará todo y a apoquinar por todo, y que no tenga pasta pues se morira, digo yo.
Me da más pena, que ya parece todo cosa del pasado, porque lo recortan ya se queda recortado para siempre. Para atrás como los cangrejos.

Rafa Escudero dijo...

Querido José Antonio: No puedo estar más de acuerdo contigo! Y mientras, los políticos a lo suyo: hoy publica el BOE el nombramiento de David Ortega como catedrático de Derecho constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos. Link: http://www.boe.es/boe/dias/2012/07/09/pdfs/BOE-A-2012-9158.pdf

David Ortega es concejal en el Ayuntamiento de Madrid por UPyD, y además es el portavoz de su grupo municipal. Vamos, un cargo para el que se requiere algo de dedicación. Mientras, el sujeto en cuestión tiene tiempo para ganar un concurso de catedrático. En fin, qué país!

Un fuerte abrazo. Rafa Escudero.