11 abril, 2009

Julio Camba, psicólogo infantil

Repaso páginas marcadas de "Haciendo de República", de Julio Camba, libro del que tantísimo se aprende aún sobre política, políticos y otros padecimientos sociales, y me encuentro con esta maravilla que copio y que debería obligatoriamente colgarse en las puertas de las actuales facultades de Educación Flojita de la Puntita Nada Más. Es un fragmento del artículo "Libros para niños", que Camba publicó en 1935. Dice así:
"Decididamente, los hombres no sabemos una palabra acerca de los niños. Los niños, encanto de la vida, nos sugieren las ideas más tiernas y delicadas, pero si nosotros les interesamos algo a ellos, no es por nuestra ternura ni por nuestra delicadeza, sino más bien por nuestra fuerza y nuestra brutalidad. De ahí el que los niños se aburran tanto cuando, creyendo ponernos al nivel de su sensibilidad, les hablamos de pájaros y de mariposas en vez de hacerlo de ballenas, tigres, hipopótamos y elefantes, o les contamos un cuento de hadas en lugar de describirles la Revolución de octubre. Es inútil que pretendamos engañar a los niños. Los niños son mucho más listos que nosotros y, si ellos nos admiran por algo, no es por nuestra bondad, en la que probablemente no creen, sino por nuestra maldad que seguramente adivinan. Nos admiran porque hacemos negocios y guerras, porque andamos a tiros, porque vamos al café, porque tomamos licores fuertes, porque fumamos, porque tenemos barbas y bigotes y porque hemos inventado una serie de instrumentos para correr, volar y atropellarnos unos a otros; pero, lo que es por la ternura y delicadeza de nuestros sentimientos, no nos hagamos ilusiones, por eso no nos admiran ni mucho ni nada".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los niños varones quieren crecer a la altura del padre. No admiran, envidian la posibilidad de otear desde arriba. Los valores y poderes de los que desde allí miran seran, al principio, los que hagan propios.
Si lo que Camba quiere manifestar es que los adultos nunca llegamos a madurar y seguimos con moral de primates...no seré yo quien le contradiga.

Gabriel Roitman dijo...

Los invito a visitar mi sitio que facilita el encuentro entre el psicólogo infantil y pacientes en busca de uno en www.psicologoinfantil.me