22 agosto, 2011

Hablemos de VALORES con los papistas y los papanatas

Llevo todos estos días aguantándome las ganas de soltar con cuatro juramentos lo que pienso de las palabras del Papa de la Iglesia Católica y de hacer algunas bromas sobre ciertos orgásmicos gestos de peregrinos y peregrinas. Pero he conseguido aguantarme. No es mi gente y no es mi problema, y por mí como si se machacan las gónadas con unas piedras o se ponen un cilicio alrededor del sebo ventral. Que los pueden zurcir, vamos, y que un servidor no perderá tiempo en ver cómo braman de dicha en hedor de santidad.

Uy, dirán algunos, respira odio. No, majetones, transpiro asquillo, que es diferente. A cada uno lo suyo.

Están en su derecho de pensar lo que quieran y decir lo que les dé la gana, claro que sí. Dentro del mismo orden que todos los demás. Más digo, si quiromantes, echadores de cartas y variadísimos embaucadores salen hasta en la tele y montan su negocio con la complicidad de autoridades públicas y empresarios privados, por qué no va a venir un señor de Roma, cuya supuesta legitimidad la aporta un tal Espíritu Santo que se posa sobre quien eligen unos cardenales con aquella pinta y que se dedica a repetir a su rebaño las cantilenas que ya pergeñaron sus antecesores en el cargo: que el ser humano viene a este mundo con un pecado original, que Dios quiso darle una oportunidad mandando a su propio hijo a que lo mataran y que si uno se lo cree y toma una hostia consagrada, se come la carne del hijo y se bebe su sangre y se queda puro y bendito a tope. Hay que joderse. Ah, y que nada de darse placer con las partes, que eso sí que es lo peor y que qué horror el sexo por libre y sin morirse de miedo, niños.

Pero no era eso lo que iba a comentar aquí. Sorry. Que celebren en cualquier capital su Día del Orgullo Católico. Que sobre su fe y para los de su fe digan lo que quieran y se entreguen a los cuentos de hadas y a los relatos de vírgenes y sátiros, claro, pero que hablen con propiedad cuando se dirigen a todo el mundo. Y, a propósito de lo de dirigirse a todo el mundo, no sé por qué diantre tengo yo que estar condenado a escuchar los mensajes del Papa en todos los noticiarios y sintonice la cadena de radio o de televisión que sintonice. Reconozco y reivindico su derecho a hablarle a su grey, con la misma contundencia que exijo el derecho mío a no oírlo, ¿vale?, sin que para ello tenga que irme a la montaña y desconectarme del mundo. ¿Cómo podría ser? Muy fácil, que las emisoras anuncien por anticipado si van a contar o no las milongas papales y que una al menos, una de las públicas, se comprometa a no decir ni pío del pío sucesor de Pedro. O eso, o prohibimos Radio María, para empezar, por el daño que puede hacer a la infancia y la juventud. Y bien justa y generosa me parece mi propuesta, vaya.

Al grano de una vez. Tengo entendido que el Papa inmóvil este ha vuelto a soltar aquello de que la sociedad no debe vivir sin valores y que la falta de valores conduce al totalitarismo. El muy felón lo dice así, valores, a secas. No dice valores cristianos o valores católicos, no, dice nada más que valores. Porque sutilmente (bueno, no tan sutil, con la ordinariez que es propia de ese personal) pretende indicar que los otros, los de los demás, no son valores.

Todo dios tiene valores, los creyentes y los no creyentes, los demócratas y los totalitarios, los de Guadalajara y los de Tegucigalpa. Un valor es una pauta abstracta que se emplea para calificar moralmente acciones, normas o estados de cosas. Así, valores son, por ejemplo y entre muchísimos, la libertad, la igualdad, la justicia, la tolerancia, la santidad, la castidad, la obediencia, la honestidad…

Miren esa breve enumeración que al buen tuntún acabo de dejar en el párrafo anterior y ya nos podemos hacer una idea de cuáles son las dificultades teóricas y prácticas con los valores. La primera consiste en que hay valores positivos y valores negativos. Vuelvan a repasar esa pequeña lista y piensen si todos les suenan bien, como referencias positivas para la conducta humana y la organización del mundo. Hay dos que a mí no me gustan ni un pelo: la santidad y la castidad. De otros tengo serias dudas, como la obediencia. Para usted serán otros los discutibles, los que o no son valores o lo son para mal, valores negativos. Pero lo que importa ahora no es debatir el detalle, sino reparar en que distintas personas y distintos grupos propondrán diferentes listas de valores, de valores positivos, de tales pautas o referencias que deben valer de guía para orientar nuestra vida y la organización de las sociedades.

La dificultad siguiente está en que tampoco habrá coincidencia sobre cuál sea el contenido de los valores que unos y otros estimemos tales. De acuerdo, usted y yo consideramos como uno de los supremos valores morales el de la libertad, pero ¿con qué alcance? Para usted, respetable persona conservadora, tradicionalista o católico a carta cabal, que dos personas perfectamente adultas y con plena capacidad de consentimiento se entreguen en común al placer sexual, del modo que la imaginación y el deseo les permita y sin reparar en cuáles oquedades están toleradas y cuáles son pecado, no forma parte de la libertad, sino de su negación o caricatura bajo la forma de libertinaje. En cambio, a mí lo que me parece atentatorio contra la libertad es lavar el cerebro a la gente, y en especial a los adolescentes, para que no se atrevan a hacer con su cuerpo lo que les dé la real gana, sin traumas ni remordimientos cuando a ningún otro dañan con ello. Y lo mismo que, juguetonamente, decimos para la libertad, lo podríamos establecer para cualquier otro valor.

Lo que los valores morales tienen de valores comunes suelen tenerlo así por razón de la apertura de su contenido, precisamente. Esa apertura o indefinición, más allá de un cierto núcleo básico, es lo que permite en nuestras sociedades los acuerdos constitucionales en torno a los “valores superiores” de nuestras constituciones. Por eso un católico y yo podemos vivir bajo la misma Constitución y el mismo sistema de reglas jurídico-políticas, aunque yo a él le parezca un monstruo perverso y yo lo considere a él un soplagaitas: porque fiamos el contenido de las leyes, sean penales o civiles, sean de derecho público o de derecho privado, a las decisiones de las coyunturales y mudables mayorías electorales o a los acuerdos entre grupos que mantienen creencias morales y políticas bien distintas. Yo, por mi escepticismo, lo hago con gusto y convencido de que otra forma civilizada no cabe. Un Ratzinger lo hará de mala hostia, ciscándose en los muertos de la mayoría y pensando que maldita la hora en que los estados dejaron de ser confesionales. ¿O no?

Así que, primero, valores tiene todo quisque, repito, y si caemos en totalitarismos, torturas o masacres, no va a ser porque a media humanidad se los hayan amputado. Segundo, no perdamos la memoria, Herr Benedicto. Porque me acuerdo yo de unos cuantos totalitarismos del siglo XX de los que la jodida Iglesia, la iglesia institución que usted gobierna ahora, no dijo una sola palabra critica mientras oprimían, torturaban o mataban. ¿O habrá que traer a colación a Franco, Videla, Pinochet y tantos otros mierdas con sable que eran agasajados por obispos y cardenales, recibidos con honores en catedrales e iglesias y tenidos por defensores de los supremos valores del Occidente cristiano? ¿Relación entre el totalitarismo y ciertos valores? Sobre eso podría usted mismo escribir unos libros bien gordos, don Joseph, cuerpo mí(s)tico.

Pero no, tontos no son. Cuando dicen que vamos a pique por falta de valores, no es que ignoren las obviedades de ética para párvulos que acabo de recordar. Es que van a la suya y a su estilo. Desprecian y ofenden, pero no a calzón quitado y a cara descubierta, sino a sotana puesta y con vocecita aflautada. Afirman, con ese estilito suyo, que los de los demás, los de los no creyentes, no son valores ni cosa que se les parezca. Que ellos tienen el monopolio de la moral y la verdad y que o les hacemos caso o nos vamos a la mierda, por las malas o por las malas. Primero desean que algún generalote nos meta en vereda. Si no quedan de esos, confían en que, al menos, nos parta un rayo. Pues ellos, que son los llamados, tienen que dar sentido a sus miedos y sus mezquindades y a haber decidido ser como son. Porque la fe no es un don, no fastidien; la fe es una decisión. No les tolero que me digan, con la mano sobre la tripa y la sonrisa meliflua, que ellos tienen un don que a mí no se me ha dado, chincha, rabia.

Para ellos es un valor de los más valiosos el que la gente no se toque por gusto los genitales si no ha habido cura de por medio. Yo voy a probar estos días, a ver si le pillo a semejantes chuminadas el sentido que se me escapa. Les doy mi palabra de que durante el próximo trimestre no me voy a tocar el talón izquierdo ni me lo voy a rascar aunque me pique. A lo mejor me aficiono y sigo y encuentro así, a lo tonto, el sentido de mi vida o se me convierte en un don, dindón. Por qué voy a ser menos que otros, vamos a ver. Tal vez dentro de una temporada ya lleve detrás de mí legiones que griten aquello de “santo subito” o queremos tu talón, tolón, tolón.

Ultimísimo que digo: que sea la última vez que se me meten aquí los lamesotanas a colocar enlaces sobre papas y popes. Nunca jamás borro un comentario, pero en el futuro los de esas sectas –que sí, que son los de la pútrida secta, lo sé; no me refiero a los católicos en general, sino a los fanáticos de la secta- no los voy a tolerar y, de propina, me voy a cagar en sus santos aquí mismo. Dicho queda. Cada uno en sus blogs y Dios en los de ello y en sus obras.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

libertad, igualdad y fraternidad.

libertad, igualdad y fraternidad.

libertad, igualdad y fraternidad.

son valores crísticos en lo íntimo.

salud.

ACONTECIMIENTO SALUDABLE dijo...

e

Anónimo dijo...

mis valores son los del anarcocristianismo, la democracia cristiana horizontal, la iglesia joven, el distributismo, la doctrina social cristiana, el socialcristianismo, la teología de la liberación moderada y centrada.

En la iglesia católica no hay sólo papolatría, papismo. Que no aparece por cierto en ningún pasaje bíblico, salvo cuando dice " eres pedro y sólo esta piedra edificarás mi iglesia ".

JESUS SUPONE LA UNIDAD DE DIOS Y EL MUNDO EN EL AMOR, POR LO TANTO, NO PUEDE HABER UNA CONDENA DE LO QUE ES NATURAL Y HUMANO.

Anónimo dijo...

ANARCOCRISTIANISMO, DEMOCRACIA CRISTIANA HORIZONTAL, IGLESIA JOVEN, DISTRIBUTISMO, DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA, SOCIALCRISTIANISMO, SOCIALISMO CRISTIANO, TEOLOGIA DE LA LIBERACIÓN MODERADA Y CENTRADA, TAMBIÉN SON VALORES EVANGÉLICOS DE UNA IGLESIA CATÓLICA DE COMUNIDADES DE BASE, QUE NO ES LA IGLESIA JERÁRQUICA VATICANISTA Y SANEDRÍNICA.

la represión sexual y la obsesión por la " pureza, la castidad, el libertinaje, la homosexualidad" forma parte de una deformación del mensaje de Jesús, que siempre comprendió y perdonó a libertinos, adúlteros, prostitutas y posesos. Todo éso es una caricatura de la iglesia vaticanista y sanedrínica. HAY MUCHAS FORMAS DE SER CATÓLICO UNIVERSALISTA Y COMPROMETIDO. GRACIAS, GARCIA AMADO POR DARNOS LA OPORTUNIDAD DE ENTRAR EN TU BLOG COMO CRISTIANOS DE COMUNIDADES DE BASE, CRISTIANOS DE A PIE.

Anónimo dijo...

el origen de las universidades, los hospitales, los asilos, las instituciones de asistencia y albergue de ancianos, pobres y marginados, es la iglesia católica. La educación católica es ampliamente representativa en todo el mundo, a través de colegios y universidades, abiertos a personas de todos los estamentos sociales. Los primeros que llegan en caso de catástrofe o crisis humanitaria, son los cristianos católicos, así en Haití o en el Cuerno de África. La labor social que desempeña la iglesia católica, difícilmente sería asumible por el " estado social " en el caso de España, a través de comedores sociales, instituciones de atención a discapacitados severos, ayuda a toxicómanos, educadores de calle, etc

Honestidad, lealtad, identidad cultural universalista, respeto, equidad, solidaridad, tolerancia, fé, esperanza y caridad, son valores cristianos. Es tan larga la lista de valores cristianos, que se me hace imposible ponerlos todos aquí.

El cristianismo no es imposición, es una proposición, un hallazgo, un descubrimiento de un tesoro personal e intransferible, para vivir en comunidad.
La vivencia de la sexualidad atañe a la totalidad de la persona humana, no sólo a su búsqueda, a menudo inestable, de placer erógeno o venéreo. Es una entrega total de amor y afecto dentro de una unión de cuerpo y alma, que pasa por el respeto y dignidad de las personas, en contra de abusos.
los abusos que se han podido suscitar dentro de la iglesia católica merecen la más rotunda condena, por quebrar relaciones de confianza sagradas y el propio espíritu cristiano de entrega desinteresada. Se han de considerar crímenes viles siempre denunciables.

El cristianismo que conocemos es la helenización del judeocristianismo primitivo, realizado a través de religiones mistéricas y del gnosticismo. Lo que cuenta es el CRISTO DE LA FE, que hace posible el acontecimiento saludable del anuncio del Reino de Diós siempre cercanísimo
(heilsgescheben).

LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD.

PRINCIPIOS DE ESPERANZA Y AMOR PARA
TODA LA HUMANIDAD

Tu Obispo Ateo © dijo...

El Vaticano se niega a firmar la Declaración Universal de los derechos Humanos. Son los Derechos Humanos los valores compartidos por todos, no otros. Las leyes Mosaicas quedaron en el pasado, herederas a su vez de Hammurabi. Y los DDHH son norma y ley en occidente, donde la única teocracia que persiste es el Vaticano, regalo de Mussolini a un papa.
Es doctrina católica la de que su dios gobierne sobre este mundo. Ese es el empuje de sus creyentes y el de el resto de las sectas.
Jesús el Cristo no es un personaje histórico. Basarse en tal mito es tan lícito como hacerlo en Harry Potter o cualquier otro personaje de ficción.
A ver si nos vamos aclarando.
Y si, cualquiera tiene derecho a ser o no creyente. Y ninguno, a imponerle su creencia a los demás.
Tenemos la ciencia como forma de certeza y prueba y los DDHH de la DH como normas comunes de valores, ética y moral. ¿es tan difícil de entender? .... si, para los que han vivido y muy bien del cuento, es inaceptable. Por eso son un peligro y una lacra social. Por eso son amorales y carentes de valores, no personas de bien.
Si no eres anticlerical... no eres demócrata pues si no eres laicista... eres totalitario.

Anónimo dijo...

en la iglesia no hay sólo cesaropapismo, papismo, papolatría, hierofantes disfrazados de oro y púrpura, engaño y manipulación; mecanismos de poder y control alrededor del cristianismo. Hay en abundancia alegría de vivir y mensaje de liberación, espíritu constructivo crítico y hermandad. La destrucción de la iglesia católica supone un mundo desolador, sin el gran paraguas protector de una institución madre, que no es sólo moralina sexual, sino muchísimo más: denuncia de desigualdades, miserias e injusticias con espíritu profético, protección de los débiles y sin recursos, dignificación del ser humano a través del amor desinteresado, estructuración de vidas en el amor fraterno, progreso social y cultura de grandísimo legado histórico, todavía bien vivo y futuro.

Hay muchísimos " cristianos progresistas", por más que aparezcan el papa y los cardenales dando parabienes teológicos legitimadores del capitalismo actual Emilio Botín, Rodrigo Rato, Esther Koplowitz, Villar Mir, Ron ( neoliberalismo con moral sexual tridentina y ética del trabajo opusdeísta con salarios miserables para "auxiliares" y " cooperantes", etc)
la iglesia actual parece sólo vaticanista, pero no lo es, repito, hay intercambio de ideas, muchos proyectos, ilusiones, apertura, comunidades, proyectos humanizantes y llenos de sentido de libertad, igualdad y fraternidad.

Anónimo dijo...

valores que imperan ahora en el mundo occidental son producto más bien de la reforma protestante: liberalismo, individualismo, constitucionalismo, derechos humanos, comercio global, tolerancia, etc

La iglesia católica vaticana es el representante del "antiguo régimen", a la cabeza un emperador o rey absoluto total, príncipes y alto clero, cardenales, príncipes de la iglesia, lujo y boato; luego los guerreros o soldados distinguidos en batallas de saqueo, cruzadas, violaciones masivas y botines, y finalmente, los campesinos o trabajadores varios manuales, sin acceso a la cultura o a una condiciones de vida dignas: EMPERADOR, ORATORES, BELLATORES Y LABORATORES. Son valores antiilustración, antiprogreso, anti avance social desde el humanismo secular, que también existe y mucho, son como todos sabemos los restos feudales de los estados pontificios, donde todo éra nepotismo, desenfreno, riquezas acumuladas, hijos de cardenales y rameras bellas, engaños y mantenimiento del " tercer estado " en el alejamiento de la toma de decisiones; explotación, oscurantismo y violencia política de los Borgia.
el vaticano no representa a Jesús, un personaje histórico, falsamente elegido como mesías por los judíos, que después, decepcionados, le colgaron crucificándole al modo romano. VER LA " VIDA DE BRIAN " , película irreverente donde las haya.

Anónimo dijo...

la iglesia actual es plural y diversa y no puede identificarse así como así sólo con las jerarquías vaticanas. Es una gran labor humanista la que realiza, y cualquier teología para serlo de verdad, tiene que ser de LIBERACIÓN, NO DE OPRESIÓN.

Anónimo dijo...

soy una chica sencilla y he ido a un colegio de monjas, donde he aprendido el valor de la amistad, de la convivencia, de la humildad, de la paciencia.

El valor de las cosas pequeñas. El valor del perdón y el valor del trabajo.

Sus trazos gruesos y esquemáticos, me resultan ofensivos y crueles.

Anónimo dijo...

" TU SIMON PEDRO, SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA "

AD MULTOS ANNOS.

Fabian Pozo dijo...

El debate y polémica generado por esta entrada me resulta interesantísimo, demuestra la pluralidad de pensamiento que existe y que debe existir siempre.. pues los valores de creyentes y los valores de no creyentes en una sociedad libre tienen exactamente el mismo "valor". Es por eso que no se puede utilizar las leyes, el Estado o los Códigos para imponer uno u otro sistema.

Profesor Garcia Amado, deberìa crearse una cuenta de twitter para difundir sus siempre interesantes comentarios.

Saludos desde Ecuador.

fabian

www.fabianpozo.blogspot.com

Amaya dijo...

Yo también estudié con las "monjitas", y aprendí lo que es el miedo, la mentira, la represión sexual, y la dulce función de la mujer en la sociedad: matrimonio, maternidad y sacrificio. Nunca se lo agradeceré bastante.

Anónimo dijo...

JESÚS no es más que la realización perfecta del amor de DIOS. Jesús se ha "despojado" según la expresión de San Pablo, enteramente, no de su divinidad, sino de sí mismo, de todo deseo de " llamar la atención " sobre sí mismo, de toda pretensión de estar en pie de igualdad con Dios. Con su aniquilarse y rendirse a los demás en el amor, Jesús ha desvelado y puesto de manifiesto que el Fundamento del hombre es el AMOR. Y SE HA REVELADO DIOS EN SU DESPOJAMIENTO ABSOLUTO,...

Anónimo dijo...

SANTA INTRANSIGENCIA

SANTA COACCIÓN

SANTA DESVERGÜENZA

OREMUS.

Anónimo dijo...

esto de identificar la religión con "malos rollos " psicológicos, es muy cansino. Cómo si sólo hubiera dolorismo, sacrificios inútiles, pedarastía, represión sexual, violencia psicológica, entre las huestes de la iglesia católica.

La religión sigue estando bastante imbricada en nuestras vidas cotidianas, y hay que verlo como normal. Es verano, y son miles las romerías y fiestas que se celebran en toda España en honor del Santo Patrón.
Vivimos en una sociedad aconfesional, gracias a Dios, hay pluralismo ( recuerdo que el libro que estudié de religión en el bachillerato se llamaba " cristianos en una sociedad pluralista" ), libertades civiles y derechos fundamentales. La religión en un mundo tan deshumanizado, por tántas causas que aquí no enumeraré, da un toque de fraternidad, humanidad y civismo, frente a la anomia galopante, la indiferencia, el cinismo amargado, el egoísmo no sé si moral, el gamberrismo, y el pasar de todo, ante la suerte de los demás.
Habrá muchísima gente que no necesite de la espiritualidad, pero hay otra mucha que la necesita más que nunca, prueba de ello, es el auge de sectas, yogas, sectas orientalistas, métodos pseudoespirituales de perfeccionamiento personal, etc.
La iglesia católica es plural y asociarla con " malos rollos " como única experiencia de su paso por ella, está muy visto y es muy popular, en un clima de hostilidad creciente, incluso persecución.
Todos sabemos que el anticlericalismo más virulento se dió en la " España Roja" y en la dictadura stalinista:
miles de sacerdotes murieron sólo por creer y profesar devoción.

Anónimo dijo...

En el brillante ensayo " Cómo la iglesia construyó la civilización occidental " ( Thomas E. Woods, Jr.), se afirma sin complejo alguno que la IGLESIA CATÓLICA ES LA FUENTE DE LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL, y se desmiente, desmonta, refuta magnificamente lo que el Pensamiento único de Think Tanks masónicos dicen de la IGLESIA CATÓLICA haciendo un refrito de todo tipo de opiniones hostiles: que ésta es enemiga del progreso,de la libertad, los derechos humanos, de la ciencia, y de prácticamente todo lo mejor de la humanidad. MENTIRAS HOSTILES

Anónimo dijo...

todo con moderación

Que no haya inquina, odio; ni cólera

ni groserías

vive y deja vivir.


me gusta vivir sencillamente

Anónimo dijo...

Llego con un poco de retraso, no he podido reprimirme. Otro valor que para su desgracia la iglesia no me supo transmitir... Sinceramente, en mi opinión, la Iglesia está acabada o más bien por acabar, que es como tiene que estar. Que sólo se dé fe de ella en los museos y en los libros de historia. Que alguien me diga la diferencia de la iglesia de Roma con cualquier otra religion, son todas el mismo residuo, manipulación, manipulación y manipulación, a parte de eso y dudándolo mucho, algo bueno digo yo que tendrán... Hacer del ser humano un automata (re-)productivo, aterrorizado y sin mente por miedo a lo que vendrá... esos son sus valores!!. Si es que parece hasta una coña.... Yo tengo muchos motivos, según Roma, para que me juzgue su Dios. Si algún dia hay juicio, cosa para mi del todo indiferente, que me juzguen, y al infierno directo, según dicen como pena, pero por la puerta grande. O qué le va a tocar en su opinión a un xico que vive con su pareja, otro xico, que además es de origen musulmán aunque tan religisoso como yo... que le/nos puede esperar?? pues me importa un rabano!!! Trato de vivir en la libertad más pacífica y absoluta que protejo como doctor... Asi que espero el juicio ese y mientras llega y no, ya saben como duermo y sin arrepentimiento de ningun tipo, todo lo contrario! FELIZ!

Desde la caverna de Platón dijo...

Negar el hecho de una Iglesia Corrupta, Católica, Apostólica y Romana, liderada por un señor que truncó las últimas expectativas de “liberación” en su seno (véase el caso Hans Küng), arguyendo un “espiritualismo” personal que bien choca con el “mercantilismo” soez del que ha dado muestra la tal Iglesia Corrupta arriba mencionada de manera bárbara estos días en mi ciudad, me parece una felonía que pone de manifiesto un valor digno de unirse al resto de los valores señalados: la hipocresía.

PAZ Y BIEN dijo...

es lo más fácil criticar al cristianismo hoy día, pero me siguen pareciendo valores bellísimos: valentía en el mundo, hermandad, audacia, perdón a todo el mundo, incluso a quienen nos hacen mal, ayuda solidaria a quienes más lo necesitan, libertad interior frente a presiones materialistas, consumistas o que atentan contra la conciencia; SACRALIZACIÓN DE LA VIDA HUMANA Y DE LA DIGNIDAD HUMANA, principio fundador del resto de los derechos a disfrutar, libertad, igualdad, fraternidad, solidaridad, corazón recto leal y no traicionero falso.

HAY MILES DE VALORES EN EL CRISTIANISMO COMO BÚSQUEDA ESPIRITUAL, COMO MISTICA, COMO ESTAR EN EL MUNDO, COMO ANHELO DE ETERNIDAD, COMO FRATERNIDAD DE PENSAR EN LOS DEMÁS, COMO AFIRMACIÓN DE LO VERDADERAMENTE VALIOSO, BELLO Y HUMANO: EL AMOR, LA VIDA, LA ESPERANZA, LA FAMILIA, LOS VALORES DE SABIDURÍA FRENTE A LO TÉCNICO DE MODA O FRENTE A ÓRDENES RECIBIDAS A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, TAN HOSTILES A LA PAZ INTERIOR, EL GOZO VERDADERO QUE ALABA LA VIDA, EL AMOR FRATERNO, EL EJERCICIO DE LA VOLUNTAD HASTA EXTREMOS ENORMES DE SACRIFICO, DONACIÓN, ENTREGA, LOGROS DE AUTOSUPERACIÓN, PAZ Y BIEN.

Anónimo dijo...

habrá que aceptar también " la sombra " de que los cristianos también somos malos, hipócritas; nuestra historia es plural, con legitimadores de órdenes injustos, explotadores y guerras de religión, obstáculos a los avances sociales, científicos, técnicos, obstáculos al avance de la mujer ( aunque siempre ha habido monjas " feministas " ) y de minorías, etc.

Es muy difícil autodefinirse como cristiano sincero, lo hacemos por el contexto social, por la costumbre, por moral interesada, por hipocresía, etc, NADIE ES PERFECTO, HAY QUE BUSCAR EL YING Y EL YANG, EL EQUILIBRIO CÓSMICO INTERIOR.

redescristianas.net dijo...

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