(Publicado hoy en El Mundo de León. La noticia aludida puede verse aquí)
O son unos idiotas o son unos malnacidos. O ambas cosas. Y son legión, una barbaridad de cretinos así, desde las altísimas esferas hasta los oscuros villorrios. Asusta tal cantidad de trincones con rostro de pedernal. Estos que decimos son de dos tipos. Uno es el de los que montan un chiringuito jurídico para promover y organizar eventos deportivos, actos culturales y hasta obras de beneficencia. Según lo vean, le dan la forma de sociedad mercantil, de fundación o de otra entidad cualquiera sin ánimo de lucro. El objetivo declarado puede ser el de fomentar el mus, conseguir carreras de coches, impulsar los torneos medievales, montar una exhibición tenística o rascar la espalda a los mancos, da igual. Da igual con tal de pescar un pastón a base de fingimientos. Los otros son gentes de partido con mando en plaza: alcaldes, presidentes autonómicos, consejeros...
Esas dos clases de pícaros tienden a encontrarse, están hechos los unos para los otros. El de la sociedad tal o el instituto sin ánimo de lucro cual va a ver al pillo con autoridad y le hace su ofrecimiento, mientras le guiña un ojo y cruza las piernas dejando ver un liguero tejido con billetes. Que mira, corazón, pichoncito mío, cuerpo serrano, que te ofrezco montar aquí mismo una competición de tiro con arco a la que te voy a traer los mejores arqueros para que te vean y te admiren y que te lo hago todo por medio millón de euros y no te vas a arrepentir. Y el pájaro con despacho oficial dice que sí y que firmamos ahora mismo porque me resultas irresistible, pongamos tres años, añadamos un certamen de dardos y un festival de canción ligera de cascos y redondeemos en un milloncejo. Luego ni hay dardos ni aparecen los arqueros ni se canta por lo ligero, pero la pasta gansa sale de las arcas públicas por las buenas o por las malas y nos quedamos sin saber cómo se reparte entre los buscones.
Al mismo tiempo, se nos informa de que se acabó el dinero para ayudas sociales, que la ley de dependencia no se puede aplicar apenas y que tal vez haya que rebajar las nóminas de los curritos que no tienen culpa. El Ayuntamiento de León, por cierto, ha de pagar setecientos mil euros por un apaño de esos para hacer un máster de tenis. Y no pasa nada.
2 comentarios:
Empezar a colgar a más de uno por sus partes, eso es lo que había que hacer...
menos mal que lo que ha escrito el Anónimo no lo he escrito yo, si no ufffffffffffffff
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