08 febrero, 2006

BLOGS

A día de hoy este blog lleva 18.600 visitas, en seis meses de actividad. Cuando lleguen, pronto, a veintemil, haré alguna fiestecilla de celebración conmigo mismo y con quien tenga a mano. Si alguno se apunta, yo invito. Si alguien quiere venir con antifaz para mantener el anonimato, encantado, más divertido aún.
No pretendo colgarme medallas ni oso creer –pese a mi acreditada soberbia- que es por la calidad de mis posts ni por ninguna cualidad especial de un servidor. Yo soy el primer sorprendido y me hace pensar bastante este relativo “éxito”. Cada vez que algún amigo me pregunta por qué le meto tiempo a esto respondo, con sinceridad, que es una pura terapia personal. Pero me parece que es hora de reflexionar un poco más y ver qué hay detrás de todo esto.
Muchos comentarios me han hecho meditar mucho. Muchos posts ya no los escribiría como lo hice en su momento, pues me han servido los comentarios críticos para ver excesos y manías que me salen por ahí y de los que no era lo bastante consciente. Algunos amigos y compañeros con los que he convivido durante años me hacen caer en la cuenta de que ahora me conocen mucho mejor. Y de ahí viene la perplejidad, de que sea esta vía tan indirecta, u oblicua, la que nos lleve a conocernos y entendernos, más y mejor que las conversaciones ocasionales o frecuentes. Quizá tenga todo esto una explicación, y sobre eso quiero compartir ahora, brevemente (cuando digo tal cosa aquí ya ningún lector habitual me cree, con razón) alguna idea.
En este mundo en que vivimos es cada vez más difícil conversar. Nos pueden los condicionamientos de todo tipo, y hasta los malos hábitos. Feliz el que tiene una buena tertulia. Pero la mayoría vamos todo el tiempo corriendo de la ceca a la meca (no sé si esta expresión aún se puede usar o si ya habrá que suprimirla). Con mis compañeros y colegas me veo siempre a las carreras por los pasillos, en reuniones, comisiones, consejos, juntas, convenciones y asambleas. En los ratos libres nos puede casi siempre la consideración de lo más inmediato, el homenaje a las urgencias. A lo que se añade algo que ya se ha tocado aquí, la pérdida de la capacidad para dialogar. A veces es posible, o con algunas personas muy concretas. Pero lo más común cuando hoy dos personas hablan es pisarse la palabra, evitar que el otro te coloque una idea suya, y no digamos si se trata de que el otro nos endilgue una experiencia o una reflexión personal. Surge la impaciencia, el afán por interrumpir, la competición por ver quién vence en la pugna por usar más a discreción la oreja ajena, sólo la oreja. Muchas veces que hablamos juntos hablamos solos, son monólogos superpuestos. Y cada uno lucha por parecer más listo, más ocurrente, más experto, más viajado, más apabullante. Y no digamos el uso indiscriminado del interlocutor a modo de psicoanalista en el que descargar los miasmas espirituales; o matrimoniales; o de cama. Puff. Por si todo esto fuera poco, los convencionalismos y las etiquetas también nos coartan la comunicación: esto no se lo digo a fulano, no vaya a pensar que soy del PP o del PSOE, o un desalmado, o un timorato; esta expresión no la uso, no se vaya a ofender mi interlocutor, porque es de este o aquel partido, o porque es hombre, o mujer, o católico, o ateo, o heterosexual, u homosexual. Y así siempre. Al final, lo más barato y cómodo, callar y darse el piro. Y yo, por supuesto, en todo esto como la mayoría; o peor, para qué negarlo.
Así que para mí el blog es un sucedáneo de las conversaciones casi siempre imposibles. Pero un sucedáneo que acaba resultando muy ventajoso, mejor que el producto original muchas veces. Siempre que uno escribe algo aquí piensa que a ver si lo van a leer fulano y mengano, y que, uff, qué pensarán. Pero así, en soledad y silencio, es fácil hacer abstracción de todos esos reparos, pues predomina la impresión de que se habla para el lector genérico, anónimo, el ser humano a secas, igual que uno, ni más ni menos, y con la misma disposición a intercambiar ideas y ponderar argumentos, pero sin echarse el aliento en la oreja. Por eso entiendo muy bien el papel importantísimo que juega en este juego el anonimato, la filosofía justificadora de los nicks. Son maneras de hablar desnudos, de liberarse de los temores sociales, de construir razón sólo con las razones, al margen de intereses, temores y cálculos. Más lo divertido que resulta pensar quién será este cabronazo que me conoce tanto, que me habla con tal confianza y seguridad y que no enseña la patita. Que siga así.
Vuelvo al principio e insisto en que comencé en esto para no tragarme día a día las ocurrencias, por no quedarme para mí solo tantas cosas con las que tampoco se puede ir aturrando a la gente que uno se tropieza en los aparcamientos o los bares. Me parecía poco más que un diario en el que verter las impresiones y algunos pensamientos. Y la sorpresa, fantástica, es constatar que al otro lado hay gentes iguales, con parecida necesidad e idénticas inquietudes. Y que a uno le hablan también, le discuten y hasta lo regañan cuando la ocasión lo merece. Y ya, en el colmo del disfrute, cuando se ponen los comentaristas a debatir entre ellos uno se siente conseguidor de relaciones, vehículo de intercambios muchas veces bien interesantes y sentidos.
Puede que este medio, los blogs, tan impersonal, acabe siendo un modo de humanizarnos, paradójicamente. Un canal por el que fluye la comunicación entre individuos enjaulados, encerrados en su vida, su trabajo, sus dependencias, sus temores. Un cauce para que se expresen los descontentos, se manifiesten los tímidos, se agrupen los solitarios. Un cauce independiente, además, un río sin dueño ni empresa que lo explote.
Hace días le planteaba yo a un amigo que sigo sin entender muy bien cómo, por qué y de dónde aterrizan los lectores de este blog (o de los blogs de este tipo en general) y, sobre todo, qué mueve a los que con frecuencia comentan –y muy bien- los posts. Me respondió que seguramente son personas con ganas de hablar conmigo y entre ellos. Confieso que me puse nervioso y me costó escribir post siguiente. Así que, amigos, gracias, pero permitidme que siga escribiendo como si estuviera solo, aunque sea, en el fondo, para hablar con vosotros, y para escucharos.
En fin, me ha salido una cosa personal y un tanto blanda. Notodo va a ser despotricar. Pero cuidado, que de esto a perpetrar un manual de autoayuda no va más que un paso. Sería una buena forma de hacernos ricos, pero perdería autenticidad la cosa.
Salud.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito su post de hoy.
Yo escribo en un blog por la misma razón por la que hablo con la televisión o me cabreo con la radio o despotrico en voz alta cuando leo los periódicos: porque, para bien o para mal, (casi) todo me suscita algún comentario (es lo que tiene llevar todo el día las orejas puestas). Y porque no me gusta estar callada, y bastante tengo que callar ya habitualmente. Escribo en su blog (bueno, y en otro en el que me prodigo muchísimo menos) porque, como dice su amigo, me gusta el interlocutor, y buena parte del público asistente. Me gusta cómo escribe usted, los temas que elige y cómo los enfoca; algunas veces discrepo de sus planteamientos, pero eso es lo de menos. Y también me suelen interesar los comentarios de sus contertulios.
Así que le animo a seguir con esto mientras le dure el humor y las ganas, en mi opinión su blog es muy saludable.
Ah! Y lo de la fiesta con antifaz cuando cumpla usted 20.000 visitas es una idea estupenda. Y carnaval está al caer...
Un saludo

IuRiSPRuDeNT dijo...

Este sistema de 0 y 1 ya muy difundido se torna en planta piloto de lo real.

No se por que al escribir esto me vienen recuerdos de la infancia: un abuelete lanzando en la era paja menuda envuelta con grano, lanzaba aquello el aire se llevaba la paja y caia el grano: ¡¡¡qué simplicidad!!!

(jejeje, no me resisto) bueno ese abuelete era el último mohicano, pues esa operacion la hacia mientras todos sus vecinos estaban modernizados y obtenían el grano directamente. ( a nadie le importaba quizás el cómo solo utilizar la maquinaria y obtener el grano)

Bueno, al grano; en estos mundos de Dios todo ocurre más de prisa, el grano cae por si solo, solamente hay que lanzar y el sabroso aire de los ceros y unos se encarga de separar la paja: y ¡¡¡Voilá¡¡¡¡ esto es lo que hay majo.

Muchos se enredan entre los 1 y 0 cuando todo es muy sencillo, yo creo que es la vida real pero a mas velocidad.

y otros obtienen el grano sin saber cómo.

Son sí, Monólogos con uno mismo esa es la vida, la transmision lakaniana es la magia, debo estar borracho hoy por dios que cosas digo.

Cateto de Pacifistán dijo...

Apreciado Dr.

¿Podría explicarme como se pueden comprobar el número de visitas?

Saludos

Juan Antonio García Amado dijo...

Hombre, le voy a contestar a Professor lo que me pregunta, por lo de que parecemos colegas, con ese nick.
Hay diferentes programas o servidores que proporcionan contador. El mío está en www.statcounter.com Para poder ver el número de visitas de una página o blog es necesario introducir un nombre y una clave, las que elija el dueño de la página. Si el motivo de su pregnta es que no cree las cifras que le doy, mándeme un correo personal con su dirección personal de correo y le doy mis claves, con toda confianza. Faltaría plus.
Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Yo he llegado hace poco a este blogs y un poco por casualidad, pero he de reconocer que me ha enganchado.Tengo por costumbre repasar algún diario y luego entrar aquí.Leo lo que me quiere cuentar la prensa que ha pasado en el mundo ,y después llegó aquí a disfrutar de la verdadera actualidad.Me gustan las personas tienen ideas para compartir,los que piensan en voz alta,gente que le preocupa lo que está pasando a su alrededor que reniega ,se enfada, grita y patalea cuando algo no le gusta, como hacen ustedes aquí.En definitiva me ha enganchado este blog porque en el hay gente viva.
A seguir dando guerra compañeros

Cateto de Pacifistán dijo...

Apreciado García Amado

Sí que me lo creo, sólo era para poder comprobar las entradas al mío (el cual lo tengo enlazado al suyo y le invito a visitar)

Por cierto, le felicito por su blog, se lo recomiendo a otros colegas suyos y míos.

Un saludo

Anónimo dijo...

Me llamo AnteTodo, soy alcohólico y llevo cuatro meses sin beber.

Llegué aquí porque necesitaba completar unos datos bibliográficos de un artículo de aquí el Anfitrión. Entré en gúguel para buscar su página "académica" y busqué "jagamado". De ahí me topé con un blog, de ese salté al suyo y ¡oh! Ahí estaba, como cuando era niño, desayunando con duralex.
Came for the duralex, stayed for the hostias. Me quedé por lo del cambio de tema y de registro respecto a lo que le he leído en el mundo analógico. Me gusta leerle sobre otras cosas que no sean FdD. Pero me gusta más cómo habla de FdD.
De verdad, de verdad: muchas felicidades por el pograma. Me gusta entrar para ver qué se le (o qué nos) ofrece de nuevo. Me pilla lejos lo de ir por Lyon para tomarme unas cañas, pero intentaré pagar via web una ronda para quien se apunte. En cualquier caso, muchas gracias por la invitación.

P.S. ¿Por qué leches si mete uno "García Amado" en gúguel salen esos libros en inglés?

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena por su éxito!, al que contribuyen muchos de los comentarios que realizan tantos ocurrentes y simpáticos lectores.

Quizá ese desenfado sea uno de los sabrosos ingredientes de su blog. ¡Viva Demócrito!

Y una curiosidad: ¿no cree que su sorpresa tiene algo que ver con Luhmann?

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Juan Antonio, y desde ya me apunto -sin antifaz- a la futura fiesta de las 99.999 visitas.

Se podrían añadir muchos comentarios doctos sobre el por qué tiene lugar la comunicación en este contexto y no en otros, pero tú ya has dicho lo más importante. Así que lo dejamos tal como está; me adhiero y digo amén.

Un abrazo,

Juan Antonio García Amado dijo...

Oiga, Professor, escríbanos por aquí la dirección de su blog, hombre, así lo divulgamos un poco más y mejoramos nuestra comunicación.
AnteTodoMuchaCalma, no sé por qué salen esos libros metiendo mis sonoros apellidos en el google -acabo de comprobarlo- En algún caso debe de ser porque se me cita en ellos. En otros, vaya usted a saber. Debe de ser el aura especial de este blog, no en vano usted ve todo el rato crípticos mensajes en las letras de verificación de palabras y Iurisprudent ve muertos, que es más tela aún. Con cuatro cositas más montamos entre todos un consultorio del más allá, y a vivir.
Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

JURO por lo más odargaS que en la casilla de verificación me aparece ahora mismo "tnieg". O sea: "te niego". Como San Pedro a Cristo. ¿Qué significará? ¿Será algo importante? Oh, QUÉ ESTRÉS MÁS TRASCENDENTE.

Anónimo dijo...

profesor, tiene toda la razón. Aunque yo en vez de escribir, "espio" los comentarios que aquí se apuntan. Cuantos habrá como yo?
Le felicito por el blog y por la dedicación y pasión que le presta (a pesar que como bien dice, esa una manera de autoayudarse, pero también cumple una función de multiayuda a muchos de los blogeros).