17 enero, 2008

Una recomendación rápida

Ay, el tiempo, el tiempo. Se avecina amenazador el fin de semana en que tengo que dejar listo artículo gordo para publicación. Para colmo, mañana ceremonia de honoris causa en Oviedo y he de asistir, gustoso además. Y ahora mismo estoy de papá en solitario. Acabo de incrustarle a Elsa una papilla de frutas de no te menees, con lo que llevo en el cuerpo esquirlas de pera y metralla de plátano. La tarde transcurre plácida, con Pocoyó sonando en la pantalla, Elsa en una mano y en la otra un libraco que subrayo mentalmente. También son ganas, ya sé. Podría estar por ahí de cañas o escaparates, tan contento y quejándome de que no le queda a una tiempo para nada y de lo mal que está el servicio. En fin. Dicen en mi tierra que "ca un ye ca un y k-2 una piragua".
Luego voy a ver si escribo aquí algo más largo, entre parrafada y parrafada de lo otro y cuando mi añorada esposa haya regresado a rescatarme un poco de esta plenitud paterno-filial. Entretanto, quería aprovechar esta pausa pequeña para hacer a los amigos lectores una ferviente recomendación.
Algunos amigos, de cuyos gustos me fío mucho, se pasaron meses comiéndome la cabeza para que comenzara a ver Los Soprano, esa serie de la que hablan tanto últimamente los periódicos y que ha dado lugar a muchos sesudos libros. Creo que en su momento la emitían en el Plus, pero en esta humilde casa de estudiosos no tenemos de eso que creo que sirve para ver mucho fútbol so pretexto de que ponen muy buen cine.
Así que un día me compré en El Corte Inglés los deuvedés de la primera temporada de Los Soprano y, por supuesto, me enganchó y nos enganchó en casa. Elsa está a punto, y más con su afición al trasnoche y el comentario intempestivo. La serie es de una sutileza, de una ironía tan fina, de una crítica social tan ágil y demoledora, que me parece imposible no caer rendido y maravillado desde el primer episodio.
Pues bien, ayer por la noche vi el capítulo que me ha parecido más absolutamente memorable. Lo mejor que he visto en una pantalla en mucho tiempo -descontadas algunas fotos que han aparecido como así en la pantalla del ordenador-, un derroche de ingenio y guasa inteligentísima. Se titulaba ese episodio "Productora ejecutiva" y está en el cuarto disco de la segunda temporada. Vean, vean y luego me cuentan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El K-2 tamién ye una cume...

(Woke up this morning / Got yourself a gun... ).

Anónimo dijo...

Excelente noticia , los accidentes mortales laborales han descendido más de un 12%. Una cosa buena que ha conseguido ZP.