04 marzo, 2009

En la universidad aún hay clases

(Publicado esta semana en Gaceta Universitaria).
La Universidad Carlos III de Madrid pretende poner en marcha un sistema revolucionario en las universidades públicas españolas: el cultivo esmerado de élites y la organización de una enseñanza de dos velocidades, una normalita, para estudiantes del montón, y otra puntera y guapa, para chicos y chicas con mejores notas y que se puedan pagar más créditos. Suponemos que la noticia se comentará con entusiasmo en las asambleas de estudiantes anti-Bolonia, aunque, al parecer, en dicha Universidad no hay tales. Y pensar que en tiempos se rumoreaba que era la universidad del PSOE...
Para los estudiantes que comiencen la carrera o acaben el primer curso con las calificaciones más altas habrá un “Programa de Honores”, si bien sólo para aquellos que, además, lo soliciten y paguen los correspondientes créditos. El documento de presentación explica que se trata de seguir el modelo de muchas universidades públicas norteamericanas. A ver si a continuación también seleccionan a los profesores y les pagan como en ellas. Esos estudiantes de primera cursarán cierto número de créditos “de nivel de honores”, con mayor exigencia e impartidos por profesores especialmente escogidos. El resto de sus clases serán de nivel “normal”, es decir, las mismas que reciben los estudiantes que ni fu ni fa y con menos relumbrón. Fuera de las clases de la titulación de cada uno, los megaestudiantes recibirán enseñanzas de segundo idioma y de “temas relacionados con la comunicación, liderazgo, edición de ensayos en inglés, negociación, gestión del tiempo, etc.”. Qué materias tan significativas. Ya se los imagina uno. Como dice el documento, “a los alumnos del programa se les da la oportunidad de completar su formación curricular dotándoles de habilidades de liderazgo y dirección”. Nacidos para mandar. ¿Les regalarán también la gomina?
En cuanto al precio, se dice que “El programa de honores será completamente gratuito para los estudiantes becarios. Los restantes estudiantes tendrán que abonar la matrícula de los créditos adicionales que componen el programa, incluyendo los complementos formativos y los cursos de idiomas”. No habrá problema, a la mayoría ya les habrán pagado colegios bien caros previamente.
Esto de dividir al estudiantado en una pequeña minoría selecta y una masa de “normales” ¿será moderno y progresista o será una discriminación como la copa de un pino? ¿Servirá para parecerse a las universidades públicas del país de Obama o a las privadas cutres de por aquí mismo? Menos mal que en la Carlos III tienen un Instituto de Derechos Humanos que seguro que hace un dictamen fetén y lo aclara todo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

aquí pongo esto
Como entrar en un zarzal, lleno de ortigas, si entras te picas y acabas mal. Lo dijo mi abuelo, hombre de refranes y más aún de sopas con panes, que como todo lo pillo al vuelo , y dijo esto, porque atrapo a las aves, que con miedo, de los terribles perros, no quieren posar en el suelo, sus mensajes.
Hoy iba a ser un día muy grande, parecía incluso notarse en el aire, tal era la intensidad, que temía que volando me llevase, como en una gran tempestad.
Aquí empieza mi historia, sin pena ni boda, ya que no encuentro más glooria, que vivir para siempre con una persona. Soy delgado, el más del pueblo, lo soy tanto, que me llaman "el escueto", también cuento cuentos, que yo mismo invento, y me dicen por tanto, que soy un portento.
Por aquí todos somos analfabetos, por ejemplo, no conozco las esdrujulas (nota : por eso no las acentuo)suciedad injusta, unos más y otros menos. Como iba diciendo, yo delgado, de pueblo, desdichado y analfabeto. Tomé por bastón un palo y me dirigí a nuestro convento, con vento fresco. Contento me esperaba, el cura, con cara de bruja, que tal era su astucia, que casi era locura, en la cara me besó, con ternura, me dió un sermón de que había que morir por Dios y matar a los infieles y herejes. Que gracias a él, estaba libre de pecado, que tuviese fe, que no tomase nada prestado ni nada material ya que ahí no se encontraba la felicidad.
Creo que aprendí mucho, quizás sea injusto, ya que el es el culto y yo el analfabeto, pero no entiendo, entonces ¿por qué por aquello me había pedido al marchar dinero?
De regreso a mi querido pueblo, pasé por la plaza, que lindo encuentro, que linda muchacha, que iba con la cantara y quién cantara, a su oido una tarara, que bellas montañas, ni grandes ni pequeñas, un velo dorado, casi incluso inmaculado, cae sobre su cara más bella, que lindas sus laderas, donde se aventura una cueva, quién pudiera penetrarla, encontrando excitación y placer y todo lo que pueda acaecer, más abajo caen cascadas, azules largas, firmes y claras, pero bueno, volvamos a la muchacha y dejemos el pueblo.

Anónimo dijo...

O sea que los estudiantes de las universidades españolas "cutres" (por la etiqueta social que asi se les pone,no por que realmente lo sean...) ¿¿seremos la carne de cañon de esos suprehombres/mujeres?? Yo creo que temas como el liderazgo son naturales,el tio que es lider es lider por naturaleza y punto... otras cosas es que eso se pueda potenciar, pero que "te enseñen a ser líder" no me lo creo que lo puedan lograr,pero bueno; aun así,¡¡que lo intenten!!

Para que hacer comentarios de lo de "las enseñanzas de gestión del tiempo",eso deberían ser cuestiones "personales" y no "académicas"... ¿no??


Dios nos pille confesaos a los cutres, ¡Viva la Eugenesia academicaaa!

Anónimo dijo...

Hostitú, de lo que se entera una por aquí...