24 octubre, 2005

Los subsaharianos ricos también lloran

(Para Paco Sosa, que me brindó el tema)
Ni debo ni quiero hacer ningún género de humor, tampoco negro, con la muerte de nadie. Ha muerto Stella Obasanjo, esposa del Presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo. Descanse en paz y ojalá está ya en el paraíso, sector correspondiente a la que haya sido su fe, si alguna tenía. Con la muerte, seriedad y nada de bromas.
Ahora bien, las circunstancias de tal desgracia y las del personaje sí que invitan a alguna reflexión, cuando menos amarga. Porque la tal señora, de 59 años, murió con ocasión de una visita a una clínica marbellí, concretamente de Puerto Banús, en la que se estaba haciendo o acababan de hacerle una operación de cirugía estética, probablemente de reducción de peso. La noticia está hoy en varios periódicos.
Como tenemos presentes, en la retina y en el alma, las imágnes de los africanos, hombres, mujeres y niños, que se juegan la vida para cruzar el Estrecho en patera o lanzándose contra las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, es inevitable ponerse a pensar.
¿Así que la señora presidenta de alguno de esos pobres países pobres puede pagarse y se paga una operación de cirugía estética en una clínica de la jet? ¿Estaba la señora tan rellena y bien alimentada que sentía la imperiosa necesidad de aligerarse de redondeces? ¿Tal vez fue puro despiste u ocasional lapsus el que ni ella ni su poderoso marido se parasen a pensar cuántos de sus compatriotas podrían comer unos años con lo que vale semejante rascado de sebo en Pijo Banús?
Puede que la señora tuviera posibles por sí o por su parentela. Alguna noticia turbia apareció en ciertos medios hace un año y pico, en la que se hablaba de manejos de la familia de la finada en materia de venta de más de doscientas casas en Lagos pertenecientes al Estado.
De lo que pasa con los más que corruptos gobiernos de la mayoría de los países de África sabe todo el mundo más que de sobra. Pero a veces se olvida cuando se insiste en que hay que meter dinero del llamado primer mundo allá, a fin de aliviar la sangrante pobreza de aquellas gentes. Pocos objetivos más nobles que ese de acabar con la miseria de tantos millones. Pero, ¿cómo hacer menos pobres a los pobres sin hacer más ricos a los ya indecentemente ricos?, ¿no deberíamos al mismo tiempo que echamos una mano preguntarnos cómo acabar con la panda de cleptómanos sin escrúpulos, cuando no de viles asesinos, que por aquellos pagos mandan? ¿No habría que rebajar un poco el timorato respeto al principio de soberanía nacional y meter mano de alguna manera, ONU de por medio, en semejantes cuevas de ladrones? Acaso, mientras los mismos manden, ¿no equivale el envío de medios a arrojarlos por un sucio sumidero? Viaje de ida y vuelta entre mundos, al fin, el que hace ese dinero, pues acaba regresando a Suiza, a las sabrosas cuentas de tales dictadorzuelos, de sus señoras y de las respectivas familias. Apuesto a que la cirugía de Puerto Banús se pagaba con algún cheque girado contra un banco de Zúrich o Ginebra.
El pasado verano estuve en Ginebra y puedo asegurar que en la zona de los grandes bancos y las tiendas de superlujo se ven más chilabas que en Melilla y más negros (no me da la gana escribir ciudadanos de color o pamplinas por el estilo; los negros son negros igual que yo soy blanco, y ni ellos ni yo somos ni más ni menos por razón del color) que en los invernaderos de Almería. Y no estaban haciendo cola para solicitar papeles o buscar trabajo precisamente.
El caso es que los países del llamado Club de París acaban de condonar a Nigeria el 60% de su deuda externa, lo cual fue considerado como un gran éxito político y diplomático del presidente Obasanjo, marido de la difunta. A lo mejor lo que querían era celebrarlo con un nueva operación, esta vez no financiera. Nada raro en estos tiempos. Cuentan en Latinoamérica, otro buen lugar para comprobar que la corrupción florece más lozana justamente allí donde el pueblo llano muere de hambre, que está de moda en las familias bien el que las muchachas pidan como regalo de puesta de largo una cirugía, que si un poco de silicona en el labio, que si un aligeramiento de panza, que si un redondeo de las posaderas, anda mami, porfa, porfa. Volviendo a lo de la deuda externa, bien está, sin la más mínima duda, pero no basta. En poco aliviará a los desfavorecidos mientras tenga las llaves de la caja quien las tiene y las use para lo que se suele.
¿Cómo habrá pasado la frontera la buena señora que en paz esté? Saltaría por Melilla? ¿Navegaría en frágil patera hasta Fuerteventura, consiguiendo allí que amables guardias civiles la metieran en un bus a Málaga y búscate la vida? Me parece recordar que hace unos meses saltó el escándalo de que a muchos recien llegados sin papeles los metían en buses para Málaga. ¿Sería para que les costara menos llegar a Marbella a operarse?
Y uno, ingenuo, que pensaba que en Marbella eran unos malditos racistas que no querían a los negros. ¿No decían que Jesús Gil -otro que descansará en paz si se confirma que no hay dios- había conseguido "limpiar" aquello de todo tipo de gente allí indeseada? Al menos Jesús Gil era un fascistoiode declarado, no como el actual alcalde de Bogotá, que es una de las esperanzas de la izquierda colombiana. En mi reciente viaje por allá obervé que se veían muy pocos vagabundos por las calles bogotanas, al menos en comparación con lo que antes sucedía. Pregunté a un amigo y me dijo que eso lo había solucionado el alcalde en un periquete y con gran habilidad. ¿Cómo?, le inqurí. Y me contestó tal que así: metiendo en un bus a todos los desechables -así es como llaman allá a los vagabundos, palabra- y mandándolos para Cali. Ni más ni menos. ¿Y cómo es posible que se tolere tal cosa?, volví a preguntar. Hombre, no hay problema -me respondió-, ten en cuenta que en Cali los desechables están mucho mejor, pues el clima es excelente.
Así estamos. A los africanos les financiamos la rebaja de papada en nombre de la ayuda al tercer mundo y a los americanos les reímos las gracias cuando es un progre el que las hace. Pero de ayuda a los necesitados, de verdadera ayuda y verdadero interés en salvarlos de la injusticia, poquito, muy poquito. Porque si de verdad fuera ese el objetivo primero, ningún político decente de los nuestros le daría la mano a un sátrapa de aquellos y devolveríamos en la frontera con una patada en el trasero a los que vinieran a Marbella a gastarse los cuartos robados . Lo demás, zarandajas.
Muertos, sí, ya todos iguales. Descanse Stella Obasanjo en paz y en compañía de sus compatriotas caídos en la lucha por el pan y la libertad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto hay que comentarlo por partes:
1º el maestro Sosa Wagner fijo que está meditando sobre como es posible que Nigeria una nación tan fragmentada en 22 estados 6 religiones de fuerte implantación, 122 tribus esté tan coexionada a pesar de cacicadas semejantes.
2º los españoles, como somos tan hijodeputas y lo hemos sido más aún, tenemos alma de verdulero/a criticones de lo de los demás y no miramos o lo hacemos con benevolencia en lo referente a nuestra mierda, en ESPAÑA garciamado no todo el mundo supera los 3000 euros mensuales de ingresos, es más lo raro es poder llegar a fin de mes para la mitad de los españoles y los negros y las negritas de Nigeria no tienen la mayoría, pues ya vemos que en las capas sociales de poder sí, un conjunto de bienes materiales como los ricos de izquierdas de ESPAÑA pero yo tengo cuatro amigas nigerianas (con unos cuerpos de escándalo)que han llegado en patera pero que ya tienen sus "papeles" y me han enseñado películas grabaciones en DVD de sus familias allí y hacen unas fiestas que te cagas y no tendrán discotecas ni hoteles de 5 estrellas para congresos por la libertad y la igualdad del mundo, pero tampoco tienen el problema de las drogas como en occidente, sí tienen mercados de miembros humanos para su vudú en la misma capital Abduja y tienen corrupción como aquí, pues anda que aquí no se lleva eso de : bueno, voy a hablar con mi amigo tal que está en Hacienda ... y demás corruptelas y enchufes.
3º No presumamos, ni nos fijemos en el detalle tonto de una cirugía legítima de reducción de peso, en último caso el médico encargado de la operación se negaría si fuese una barbaridad, pero como a la cola o en la operación anterior habrá sido intervenida una española/ol de izquierdas de toda la vida , nieto/a de un paseado por Franco, defensor/a de la libertad y de la igualdad (menos a la hora de repartir la nómina)pues el médico no mira quién es el cliente sino mira la necesidad objetiva o no de la cirugía.
4º Primero solucionemos nuestros problemas y asegurémonos de que los que ganan más de 3000 euros al mes en ESPAÑA repartan mejor (sobre todo si son de izquierdas, para dar ejemplo ¿sábes?)Y LUEGO HAGAMOS JUSTICIA MUNDIAL con nuestro ejemplo.
5º VIVA ESPAÑA VIVA NIGERIA.

Anónimo dijo...

A mayor abundamiento, he estado comiendo en casa de dos de mis amigas nigerianas (arroz picantísimo con costillas de cerdo y de beber fanta de naranja, ni comparación con lo que habrán comido ZP y Carod y Carrillo y sus familias respectivas, pero de puta madre), estaban muy abatidas por la muerte de una de las mujeres del presidente de su patria, repetían : morir en España, como si fuese un delito no morir en su amada Nigeria.
No escuché ni un comentario desagradable, ni una protesta de que ella viviese economicamente mejor que ellas, ni un mal comentario de si ellas tuvieron que llegar en patera y la difunta en jet, ni un brindis por la muerte de una corrupta no como haría yo si me entero de la muerte del genocida Carrillo cualquier día de estos.
No se debe generalizar y el hecho de que mis amigas sintieran la muerte de ésta dama no quiere decir que haya alguien que se haya alegrado por distintos motivos, pero como aquí el muerto al hoyo y el vivo a vivir de la política que son dos días.

Anónimo dijo...

Perdonad pero hoy estoy parlanchín (lo justo), quiero que alguien me de razones para que yo pierda mi tiempo pensando en el hambre del mundo, en la guerra de Irak y en los catorce tifones que asolan la tierra y en la gripe de pollos ; a mí que me importa, lo que si me importa y parece que aparte de Amnistía internacional no le importa a nadie es en los más de 10.000 muertos en las comisarías de ESPAÑA desde la llegada de la democracia. Malditos sean los torturadores.