Esto ya no lo entiende ni el que asó la manteca, como dicen en mi pueblo.
Comienzo por declarar, y no es la primera vez, que soy socio de Amnistía Internacional y que cotizo regularmente. Bien, dicho esto, añado que muchas veces tampoco comprendo a dicha ONG –o lo que sea-, cosa poco sorprendente, porque cada vez entiendo menos de nada.
Comienzo por declarar, y no es la primera vez, que soy socio de Amnistía Internacional y que cotizo regularmente. Bien, dicho esto, añado que muchas veces tampoco comprendo a dicha ONG –o lo que sea-, cosa poco sorprendente, porque cada vez entiendo menos de nada.
Hace unas horas escuché en la radio unas furibundas declaraciones del Presidente de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, a propósito de un Informe que la organización presentaba sobre la Ley de Memoria Histórica. Je, no están de acuerdo y les parece una patraña y un engañabobos, hasta el punto de que afirman que mejor sería que no hubiera tal ley, en lugar de esta tomadura de pelo. No sé de qué se extraña nadie, hasta los ciegos ven que es una maniobra propagandística de ZP para pescar unos votos mientras nosotros, ciudadanitos españoles -o lo que leches seamos- hijos de Caín y Caína, volvemos a abrirnos la crisma utilizando los esqueletos de nuestros abuelos –y hasta el suyo, de él- como cachiporra. Y ya se hace completa la felicidad de nuestro bondadoso Presidente si, encima, el PP se echa al monte, como suele, y enseña el colmillo preconstitucional.
Lo que ya no entiendo tan bien son los demás argumentos de Amnistía, en la versión radiofónica de su Presidente. Pues dice que, bien mirada, esta Ley de la Memoria Histórica supone una amnistía para los criminales franquistas, que equivale a una intolerable ley de punto final. Y, claro, a un servidor se le tambalea la poca ciencia jurídica, poquísima, que le va quedando en la chola. Pues siempre creí que aquí la amnistía de marras ya había recaído, incluso para franquistas, cuando aquella Ley 46/1977, de 15 de octubre, llamada, precisamente, “Ley de amnistía”. El asunto tiene su aquel: a Amnistía Internacional no le gustan las amnistías; o al menos las nacionales. A lo mejor debería cambiarse el nombre y pasar a llamarse “Caña Mundial” o algo así.
Decía el artículo 1 de dicha Ley del 77 que “quedan amnistiados… Todos los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos o faltas realizados con anterioridad al día 15 de diciembre de 1976”, y el artículo 2 especifica en su apartado a) que “En todo caso quedan comprendidos en la amnistía… Los delitos de rebelión y sedición, así como los delitos y faltas cometidos con ocasión o motivo de ello, tipificados en el Código de Justicia Militar”.
Pues ahora don Esteban Beltrán afirma que la ley es impresentable porque no permite juzgar aquellos crímenes horribles –y es verdad que muchos lo fueron, sin duda-, a los que califica el señor Beltrán como crímenes contra la humanidad y declara, en consecuencia, imprescriptibles. El argumento tiene su guasa, ciertamente, pues sostiene el buen hombre que le parece sangrante –vaya, feo adjetivo en este marco- que los tribunales españoles se hayan declarado competentes –TC dixit- para juzgar los crímenes contra la humanidad o los genocidios de chinos o guatemaltecos en su país y no lo sean para los asesinatos perpetrados en el nuestro cuando la guerra y la postguerra. Pues sí, pero ¿qué hacemos con aquella amnistía? ¿Nos la pasamos por la parte del forro de la chaqueta? No entiendo nada. Y no me gustaría, la verdad, que tuviéramos que vérnoslas por estos lares con disquisiciones sobre si se puede derogar o no y dejar sin sus efectos una amnistía previa.
Lo que ya no entiendo tan bien son los demás argumentos de Amnistía, en la versión radiofónica de su Presidente. Pues dice que, bien mirada, esta Ley de la Memoria Histórica supone una amnistía para los criminales franquistas, que equivale a una intolerable ley de punto final. Y, claro, a un servidor se le tambalea la poca ciencia jurídica, poquísima, que le va quedando en la chola. Pues siempre creí que aquí la amnistía de marras ya había recaído, incluso para franquistas, cuando aquella Ley 46/1977, de 15 de octubre, llamada, precisamente, “Ley de amnistía”. El asunto tiene su aquel: a Amnistía Internacional no le gustan las amnistías; o al menos las nacionales. A lo mejor debería cambiarse el nombre y pasar a llamarse “Caña Mundial” o algo así.
Decía el artículo 1 de dicha Ley del 77 que “quedan amnistiados… Todos los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos o faltas realizados con anterioridad al día 15 de diciembre de 1976”, y el artículo 2 especifica en su apartado a) que “En todo caso quedan comprendidos en la amnistía… Los delitos de rebelión y sedición, así como los delitos y faltas cometidos con ocasión o motivo de ello, tipificados en el Código de Justicia Militar”.
Pues ahora don Esteban Beltrán afirma que la ley es impresentable porque no permite juzgar aquellos crímenes horribles –y es verdad que muchos lo fueron, sin duda-, a los que califica el señor Beltrán como crímenes contra la humanidad y declara, en consecuencia, imprescriptibles. El argumento tiene su guasa, ciertamente, pues sostiene el buen hombre que le parece sangrante –vaya, feo adjetivo en este marco- que los tribunales españoles se hayan declarado competentes –TC dixit- para juzgar los crímenes contra la humanidad o los genocidios de chinos o guatemaltecos en su país y no lo sean para los asesinatos perpetrados en el nuestro cuando la guerra y la postguerra. Pues sí, pero ¿qué hacemos con aquella amnistía? ¿Nos la pasamos por la parte del forro de la chaqueta? No entiendo nada. Y no me gustaría, la verdad, que tuviéramos que vérnoslas por estos lares con disquisiciones sobre si se puede derogar o no y dejar sin sus efectos una amnistía previa.
Por cierto, ¿y con qué alcance maniobramos en esa marcha atrás? Los de ETA deben de estar acojonadillos con esta virulencia antiamnistiadora de Amnistía. Y no sólo porque puedan tener que regresar a chirona los etarras que mataron o secuestraron antes del 77, si es que al final la Ley de amnistía nos la cargamos por la brava; no, sobre todo porque pueden imaginarse trampas saduceas a la vuelta de la esquina: en pleno “proceso de paaazzz” el Gobierno comienza a hacer la vista gorda, a gestionar absoluciones y a conceder indultos, pongamos por caso; ellos van, todos ingenuos y amorosos, entregan las armas y luego…, ¡zas!, viene Amnistía Internacional, invoca el sagrado derecho de las víctimas a obtener justicia y reparación y donde dije digo digo Diego, los meten entre rejas a todos. Estaría simpático, menuda jugada. Y don Esteban Beltrán de ministro de justicia del cuarto gobierno de ZP, muertos de risa los dos y dando conferencias por medio mundo sobre derechos humanos y garantismo.
Ah, y lo de las víctimas. Pues el señor Beltrán ha declarado que no es admisible que con tanta ley de despiste, tanta amnistía encubierta y tanta cosa se deje a las víctimas de los espantosos crímenes sin su derecho a que paguen por sus culpas los verdugos. Lo dicho, ya verás como lo están haciendo todo para cargarse el proceso de paz y a los etarras. ¿O será Amnistía una organización de esquizofrénicos y andaré yo cofinanciando con mi modesto óbolo a una panda de cantamañanas? Preocupado me quedo, francamente.
Ah, y lo de las víctimas. Pues el señor Beltrán ha declarado que no es admisible que con tanta ley de despiste, tanta amnistía encubierta y tanta cosa se deje a las víctimas de los espantosos crímenes sin su derecho a que paguen por sus culpas los verdugos. Lo dicho, ya verás como lo están haciendo todo para cargarse el proceso de paz y a los etarras. ¿O será Amnistía una organización de esquizofrénicos y andaré yo cofinanciando con mi modesto óbolo a una panda de cantamañanas? Preocupado me quedo, francamente.
6 comentarios:
Estimado G.A.; creo que se confunde ud. Los crímenes de ETA no son genocidios, ni crimenes de guerra, ni atentan contra el derecho internacional, ni nada de nada, por lo que los amigos de A.I. no se referían a ellos, sino solo a los abominables crímenes del franquismo, es decir, a los cometidos por los franquistas, y solo por ellos, desde el 36 hasta la promulgación de la Constitución del 78.
Pero resulta que los autores y responsables de los crimenes de la guerra civil, salvo excepciones, están ya criando malvas, o séase, muertos de solemnidad, y de que los represores anteriores al 78 , junto con los pocos maquis sobrevivientes, los etarras y algunos más, fueron anmistiados en el 77, como muy bien nos recuerda Ud., por lo que verdaderamente lo de A.I. carece de explicación racional.
En mi opinión,lo que sucede es otra cosa. Resulta que a una buena parte de los autodenominados izquierdistas que no vivieron la transición (y a algunos de los que la vivieron), les parece muy mal que se haya hecho borrón y cuenta nueva de la guerra civil y de las atrocidades de la posguerra franquista, pues hubieran preferido que Franco y todos los responsables de la represión franquista hubieran sido detenidos, sometidos a un proceso público y ejecutados o, al menos,encarcelados de por vida.
Pues claro, hombre. A mí también me hubiera gustado. El problema es que no fué posible, pues ni se dejaron, ni pudimos. Al contrario, tanto el eximio Partido Comunista Español, como el PSOE, como casi todos los demás, optaron por la reconciliación nacional como única forma para conseguir una transición pacífica y zanjar de una vez el guerracivilismo. ¿Había otra manera, dadas las circunstancias? Creo que no, lamentablemente. En consecuencia, carece de sentido pretender ahora revisar la transición, o ignorarla, por muy en desacuerdo que estemos con ella.
Cosa diferente es la utilización partidista, por parte de la izquierda (y de los nacionalistas) de las emociones, frustraciones, penalidades, dolor y miseria que sufrieron los vencidos en los tremendos años de posguerra -en la guerra las atrocidades las cometieron y las sufrieron en ambos bandos- para sacar réditos políticos intentando burdamente que el personal identifique al PP de hoy con la extrema derecha y, en definitiva, con el franquismo. Identificación que, no por ser burda y completamente falsa, deja de ser eficaz, entre otras cosas porque asombrosamente el PP, lleno de complejos y con una ideología poco definida, parece haberla interiorizado, como una especie de leyenda negra.
Creo que unos y otros se equivocan, y que sin liquidar el victimisno de la guerra civil resulta imposible construir cualquier proyecto común. Y si esto no es lo que se pretende, sino eliminar al adversario político, pues que lo pongan en el programa electoral, para que sepamos a qué atenernos a la hora del voto.
Pues me lo explique; porque hace unos meses aparecía Don Otegui en una de sus muchas entradas y salidas de la carcel, posando para la tele con el pancartel de Amnistía Intenacional de destacado fondo en negro sobre blanco...
Puntualizo que lo de "Don" va con muchas segundas...
A éste matón aún ZP no le ha hecho una oferta que no pueda rechazar...
Eeeeh... Antón L., lo de que los crímenes de ETA no tengan nada que ver con el Derecho Penal Internacional es una afirmación un poco apresurada...
En una acepción amplia: desde hace años, existe una extraterritorialidad cada vez mayor en relación con la persecución del terrorismo, por más que la definición internacional de terrorismo vaya a tardar mucho.
Seguimos lato sensu: en el Derecho Europeo (que no es "nacional"; si como dicen los de D.I.P. no es "internacional", entonces no sé qué hacen impartiéndolo) existen diversas normas (directivas, Acciones Comunes, Decisiones Marco) respecto del terrorismo.
Ya stricto sensu: debe saber que hay no poca gente moviendo lo de ETA y Crímenes de lesa Humanidad. La integración de todos los conceptos indeterminados es discutibilísima, pero recordemos.
1. El "ataque sistemático contra la población civil" del art. 7 del ER no debe interpretarse como un ataque a la población civil (sería un crimen de guerra, art. 8)durante un conflicto bélico.
2. El art. 7.2 ER dice: "Por 'ataque contra una población civil' se entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer esos actos o para promover esa política".
3. Con las formas típicas no hay tanto lío: asesinato (7.1.a), traslado forzoso (7.1.d) por actos coactivos (7.2.d), privación grave de la libertad física (7.1.c), tortura (7.1.4; acreditada en casos como el de Ortega Lara, Don Siro en la AN dixit... y con razón), persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos (7.1.f).
No digo más. Pues a barajar...
Por lo demás:
¿Por qué tanto lío con la memoria y con exponer hechos? De verdad, comienzo a pensar que estamos todos locos, que la ira nos nubla. Si Petazeta dice que dos y dos son cuatro, habrá que construir una nueva aritmética.
Los actos criminales realizados por aparatos del Estado deben ser recordados en cuanto sea posible, tras volver éstos a manos legítimas. No son crímenes que realizaran los nazis o la Kommintern. No se trata de que unos falangistas enloquecidos paseasen a no sé quiénes o que unos milicianos descontrolados matasen a no sé qué otros. Hablamos de los más horribles críminenes que pueden cometer unos militares, unos que alzaron sus armas contra el legítimo gobierno democrático, iniciando una guerra brutal para hacerse con el poder e impedir ciertas decisiones. Decisiones que serían mejores o peores, alocadas o asesadas, pero democráticamente adoptadas y democráticamente revocables (esencialmente: laicización, toma de control del ejército, reforma agraria, etc.). Desde que no pesan en nuestras instituciones, ya no hay pausa, paréntesis ni perdón para ese estigma de Caín. Hagamos como Yahvé, que en su profundo conocimiento de la prevención situacional, hace que Caín nomadee y porte consigo el estigma como alerta a aquél que se cruce con él. Ese estigma está para algo.
"Pero ¿no habíamos quedado en que...?"
No. Habíamos quedado en que no os tocábamos un pelo a los terroristas de ambos bandos (los de Estado y los de la "iniciativa privada"). Pero la ignorancia no se pacta. De acuerdo: se optó por reforma, poco ruido y de la ley a la ley, y dejar que la inexorable biología purgue ciertas magistraturas. Pues ya está. Ya no hay traba.
¿En serio pensamos que nuestra minidemocracia se basa en una especie de mafiosa "omertá" que obliga a callar? ¿Quieren callar a quienes abominamos de los chusqueros corruptos del 36, a modo de nueva "Auschwitzluge"? Vaya. Esperaría oír eso de quienes gritan histéricamente que Mortadelo no caricaturice a los curas (*)... o de los ya tristemente famosos Imanes radicales, etc. Me debo haber perdido algo.
+++++++++++ ATENCIÓN ++++++++++++
Los párrafos que siguen pueden herir retinas sensibles. Ya lo siento. Si hay que banearlo, se banea, pero banear por banear, etc.
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El otro día oí una entrevista con el patético lameculos Carlos Dávila (un triste pesebrero, que llora y llora para que vuelva su patrón y le contrate... un fulano que en un país serio sería objeto de escarnio a todas horas, por indecente) (*) (os adjunto el enlace al final, a audio y a texto). Decía este insensato que Petazeta era malo-malo porque quería vengarse de los que ganaron la guerra civil. Luego, en la misma entrevista, dice que ya no existen los que ganaron la guerra civil. Y que urdió un plan de revancha histórica desde que llegó al Congreso (apunto: en 1989): "Zapatero concibe ... este plan cuando llega al Congreso de los Diputados. No hizo nada durante todo ese tiempo (...) concibió un plan para ir apoderándose del poder, llegó el momento de un vacío del PSOE, se apoderó del poder y desde entonces lo único que está haciendo es poner piedra sobre piedra día tras día".
Creo que el patio está tan polvoriento que la gente ya no distingue, ni se escandaliza de las memeces que puede llegar a oír.
(*) Lo de lameculos y demás lo digo para asumir su estilo, para que se sienta como en casa si algún día se pasa por el blog. Este sábado dijo de un showman homosexual que era "un abreculos (...) un personaje abyecto que en cualquier otro país del mundo estaría en estos momentos sencillamente en la clandestinidad": http://www.escolar.net/MT/archives/2006/11/carlos_davila_y.html).
Al loro: "a la clandestinidad. Supongo que habrá que avisarle de que la legítima defensa (propia y de tercero) sigue vigente. No sea que se lleve una sorpresa en toda la jeta al intentar "mandar a la clandestinidad" a alguien.
Espero que no sea pariente de nadie de los presentes, que haya tenido que enterarse aquí de cómo es este fulano.
(**) Desde HazteOír.org se ha dado un ultimátum para que Mortadelo no haga befa de los curas.
Enlaces sobre esta Mortadelofobia Fanático-Religiosa:
http://www.hazteoir.org/foro/viewtopic.php?t=12564&postdays=0&postorder=asc&&start=60
http://ejemplosliberales.blogspot.com/2006/11/carta-tipo-contra-mortadelo-y-filemn.html
Por cierto: me traigo en marzo a un amigo del Externado a hablar de la Ley de Justicia y Paz y las amnistías desde el punto de vista del D. Penal Internacional...
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