10 diciembre, 2007

Fórmula €

Leo esta mañana lo que probablemente cobrará Fernando Alonso por año en su nuevo equipo, que se rumorea que será Ranault. He tenido que echar mano de calculadora, pues a mí me dicen lo de 35 millones de euros, que es la cifra de marras, y, como no estoy acostumbrado, me quedo tan ancho y ni me pongo de mala leche ni nada. Así que lo pasé a pesetas con ayuda de la calculadora y pensé que me había equivocado y se me había ido la mano con los ceros. Nada, nada, lápiz y papel, la punta de lengua entre los dientes y a multiplicar. Y me sale lo mismo, casi seis mil millones de pesetas de las de cuando éramos jóvenes y tomábamos las cañas mucho más baratas. Y eso sin contar lo que ingresará por publicidad y no sé qué mas. Ya puestos, divido entre trescientos sesenta y cinco días del año para ver lo que pilla la criatura por jornada, trabajada o no, y resulta que son quince millones de pesetas diarios. Mas de seiscienta mil por hora. Algo más de dos mil duretes por minuto. Casi doscientas pesetas por segundo. Es decir, en los tres segundos que tarda en pedirse una caña en un bar, ya ganó para pagarse tres. Como yo, mira. O como usted, so capullo, que encima llora y se caga en el padre de Hamilton cuando nuestro Fernandito nacional pierde ante uno más joven, inexperto y, encima, medio negro. Qué falta de respeto.

Mientras escribía el párrafo anterior, Alonsito se acaba de embolsar trescientos y pico euros. Y eso que lo redacté de prisa, para joderlo.

¿Se imagina usted, querido amigo/a, lo que debe de ser despertarse por la mañana, a eso de las diez o las once, después de haber pasado buena parte de la noche haciendo lo que uno quiera, tal que quemando unos billetitos de mil euros y tiznando con los restos las posaderas de una señora de alguien –o de uno, incluso-, levantarse, tirarse unas ventosidades a la salud de Bernie Ecclestone –que estará en ese momento haciendo lo mismo, después de haberse trajinado a tres mises anoche y de jugar con ellas al tres en raya-, mirarse en el espejo y preguntarse qué güevos haré con los jodidos quince millones de pesetas que me van a entrar hoy en la cuenta por mi cara bonita y amplia? Al cabo de menos de una semana ya puede comprarse a tocateja un piso superguapo, de ésos que usted paga durante treinta años y a base de renunciar a casi todo lo que le gusta. Y así.

Claro, se entiende que mi coterráneo Alonso se mosquee con los periodistas a cada rato, se queje de las servidumbres de la fama y se vaya a vivir a la Conchinchina para que no le toquen esos cataplines de Banco Central que se le han puesto. Normal. Con esos quebraderos de cabeza yo también andaría con un carácter insufrible. Si ya tiene uno problemas para organizar los cuatro cuartos de la hucha, cómo serán las angustias financieras de alguien a quien le endilgan día tras día un puñado así de pasta. Una putada.

Así que, por lo que sufre entre unas cosas y otras, tenemos que seguir fieles en nuestra afición a la Fórmula 1 y en nuestro apoyo a Fernando I de Asturias y de Suiza. Al principio cuesta, pues no hay deporte más aburrido. Hasta el golf parece puro dinamismo cuando te apalancas en el sofá para ver el automovilismo de los domingos y escuchar los comentarios, siempre imparciales y sosegados, del personal de Tele5. Yo suelo acompañar esas emociones con una cerveza grande y unas aceitunas y, así, cuando llegan los ferraris al primer repostaje ya les saco tres décimas de ventaja. Porque a ver, qué hace uno si no se toma unos tragos y no se suelta unos regüeldos ad hoc, ¿acaso cronometrar lo que dura un cambio de neumáticos para seco por unos para agua? ¿Desquiciarse con el tremendo dilema de si los McLaren irán a dos o a tres paradas? Yo este año, cuando vea una carrera, voy a pensar en cuánta guita le cae a Alonso durante los segundos que dura una carga de combustible, por ejemplo. Oye, es una manera como otra cualquiera de encontrarle sentido a uno de los deportes menos deporte y más bobalicones del mundo.

Digo yo que cuando el próximo año el asturiano carapán gane algo y en Oviedo se reúnan unos miles de enfebrecidos paisanos para celebrar tamaño éxito de la nación asturiana y de un guaje humilde, el jodido piloto mandará unos euros para unas sidras y unos bollos preñaos. Porque, si no, ye como pa matalu, FÍA.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

35 millones de euros, si no me equivoco, son cerca de 6.000 millones de pesetas. O sea, más todavía.

Juan Antonio García Amado dijo...

Gracias, anónimo. Ya he corregido las cifras. En efecto, hasta la calculadora se me atoraba con esas cantidades.

Lopera in the nest dijo...

¿Cuanto tiempo necesitaría un Catedrático de Universidad a tiempo completo para ganar lo que este Sr. Alonso en un año?. No se corte e incluya los sexenios. Y si quiere incluya la posible dirección del Departamento o del Decanato.

Anónimo dijo...

Yo aún sigo buscando la cámara oculta.

¿Cómo es posible que personas de mi entorno cultas, formadas y -por lo demás- razonables, se amorren a la tele a horas indecentes de los domingos (i.e. ante meridiem) a ver coches, como los borrachillos del banco de la calle?

Un elemento clave: que en los corazones vibre ÉJ-PÁ-ÑÁ (rarrarrá).

Uy...

Pueees...

¡Ole! Ya he encontrado el debate político para el 2008: ¡REPRESENTACIÓN AUTONÓMICA EN F-1!

¡Que junto al nombre de Fernandito Alonso aparezca AST junto a la bandera azul con la cruz de Covadonga!

¡Que en el pódium suene el Asturias, Patria Querida!

¡Que no sacuda una botella de champán, sino una de sidra achampañada!

(Mira: un buen uso para la achampañada. Ya doy por bien empleado el comentario).

Anónimo dijo...

También yo me cabreo cuando pongo las noticias y sale un futbolista explicando que ya se le ha pasado el dolor de tripa que tenía por la mañana y que le impidió acercarse a entrenar... O cuando un jugador llama negrero al entrenador y se plantea un conflicto internacional de dimensiones galácticas por si se han violado los derechos humanos...

Lopera in the nest dijo...

Me parece necesario escribir aquí sobre un magnífico artículo publicado hoy en El Mundo (Andalucía) en el que se cita a un colaborador de este blog, el Prof. Sosa. El citado artículo aparece publicado en el blog de su autor Javier Caraballo. Desde hace ya bastante tiempo este columnista escribe con brillantez, independencia y libertad. Quizás por eso esté siendo perseguido por el Virrey de Andalucía.

Anónimo dijo...

Que alguien cobre 35 millones no debería suscitar especiales consideraciones...
A mí lo que me empieza perturbar es que sospecho que me intentarán robar más de 35 millones de momentos bombardeándome con anuncios de las firmas que se dan codazos en el traje de F.A.; que las primeras noticias de portada sean sobre F.A.; que los muchachos imiten a F.A. y que las niñas admiren la velocidad de F.A. y así... hasta que en uno de mis blogs favoritos (sin olvidar otro bien interesante "Apuntes Rull") hablemos de F.A...
En fin, probablemente esté muy equivocada y deba elogiarse este espectáculo. Si me paro a pensar encuentro varias razones, porque: 1) nuestros políticos ya no hablarán sólo de fútbol sino también de fórmula uno; 2) mientras haya carreras de coches no enredarán con mítines ni vacuas propuestas...y más. Otro día las cuento. Salud.