03 febrero, 2009

Carta de un fiscal

Mi buen amigo Avelino Fierro, fiscal leonés, me enseñó el otro día esta carta que acababa de enviar a la sección de Cartas al Director de El País. Él y yo y cualquiera que eche un vistazo sabemos que no se la van a publicar. Así que le dije: "Avelino, déjame que te la copie en el blog. Son algunos lectores menos, pero puede que más selectos y, desde luego, más variados". Me dijo que sí, que vale, y aquí está su texto:
Sr. Director, soy fiscal; déjeme que les eche una mano a los compañeros. El corporativismo de los jueces es mentira y, además, sería la enfermedad infantil de un descafeinado asociacionismo y un sucedáneo de la rigurosa disciplina de voto de los políticos. Las comparaciones son odiosas, pero veamos. Si hablamos de dinero, sabemos lo que nos cuestan, sabemos que hasta el último político provinciano tiene coche oficial, le paga los cafés el constructor de turno o viaja por esos mundos. ¿Qué hace el sr.Carod en Nueva York poniendo a parir al Estado español con el dinero de todos o colocando a amigos y familiares? (leo, espantado, la noticia al respecto en su periódico del día 26) ¿Sus funciones no eran procurar el bien común? ¿O aferrarse a la política como medio de vida?

¿Qué horario tienen? Ya hemos visto que por el Parlamento no aparece ni dios. ¿Qué cualificación tienen? Al menos los jueces, después de esforzarse en la carrera –coincide que el buen opositor ha sido buen alumno- se pasan cuatro o cinco años empollando y otros dos de prácticas –esto lo olvida todo quisque- para que no se cuele ningún reaccionario que desconozca la realidad social.

Y ya está bien lo del control al controlador. El artículo de Millás del día 16 es una porquería (me permito este adjetivo, leve al lado de los suyos), pero el del día 20 de Vicent –al que suponíamos mejor informado sólo porque a su tertulia del Gijón va algún magistrado y fiscal-, en el que dice tener miedo de los jueces, es de tonto. Los jueces son su garantía y la de cualquier hijo de vecino ante los posibles desmanes de los demás (de su editor, del inquilino de arriba, del mecánico de su barquito) y, sobre todo, de los políticos.

Hay mucho escrito sobre garantías y control del poder judicial y está claro que éste, desde luego, no pasa por las urnas (que vaya control que ejercen: si pongo ahora en fila a unos cuantos políticos próximos, de mi pueblo, para no gastar en dietas, y les hago un examen de cultura general, sé que las respuestas se acercarán mucho a esos chistes de “errores del bachillerato”; bueno, ya sé que lo del gobierno de los mejores se quedó en una inquietud aristotélica), pero no vamos a pedirle a un columnista (que ha escrito cosas hermosas sobre el Mediterráneo y el aceite de oliva) ni a un político, que estudien algo de constitucionalismo o teoría jurídica.

Van a lo fácil y ramplón –cosa que un juez no puede permitirse- y juegan la baza de la insidia y el populismo. Y lo hacen a través de de “sus” periódicos que cada vez son menos de los periodistas y de todos.
Avelino Fierro.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No quiero molestar en exceso a Dn Avelino, porque parte de los conocimientos que tengo como aprendiz de jurista me los ha proporcionado él, de forma muy amena, pero es que lo de los jueces (las juezas molan todas)manda cojones también :
1º de dinero, cualquier ciudadano firmaría por cobrar la mitad qué ellos.
2º los jueces ¿no colocan a amigos y familiares? el ex ministro Alonso de aquí de la tierra y de la facul(presunto hijo del facha del barrio del Crucero "Pepe el puta")¿no tuvo nada qué ver con la contratación de su ex-mujer en los juzgados de León? Si uno es amigo de un juez ¿no se ve su pleito antes en el juzgado? ¿no hacen favores los jueces?
3º que más da que tengan horario , si llevan un retraso de la ostia en los asuntos ¿qué no hay medios? entonces ¿por qué aceptan el cargo?
El buen opositor ha sido un buen alumno ¿por sí mismo? o no será ¿por el cerebro qué le dió Dios o la naturaleza? y en los dos años de prácticas ¿cuántos ghettos visitan? ¿cuántos "monos" se comen? ¿cuántos días se levantan viéndolo todo muy negro y teniendo qué ir a la cocina a buscar el cuchillo más grande qué encuentren para tirarse a la calle?
4º los jueces no son garantía de nada, en ningún momento lo fueron, sí lo son los abogados, ante los desmanes de los demás. Nuestra Audiencia Universal garantiza la persecución del genocidio ¡jua,jua...! y a los que hay que pedir que repasen el constitucionalismo es a los jueces, sobre todo esa lección que habla de la presunción de inocencia y qué hace que sea el Fiscal el que tenga que probar el delito.
5º Son una panda de feos o deformes o ambas cosas a la vez que hacen lo que quieren, condenan sin piedad, son frios como piedras , no tienen humanidad y van a los actos de la mano de los políticos y como en la Rebelión en la Granja no se distinguiría quién es quién a no ser porque en caso de duda el feo es el juez.

Anónimo dijo...

En fin, no seré yo tan agresivo como Herr Freiser. Digamos que donde cruje lo de Don Avelino, básicamente, es en lo de la poetica evocación del 'buen opositor'. Se le luce la funcionariez, al Don.
La oposición es una perfecta aberración per se, más que nada porque permite la perpetuación de la incompetencia con un pequeño esfuerzo al final de la carrera (cinco años para Judicaturas? Amos, anda). Cierto es, empero, que es un proceso objetivo de selección... pero debería existir un sistema de exclusión posterior en casos de manifiesta incompetencia o elusión de responsabilidades. Para TODOS los funcionarios, sin excepción. No sé yo por qué he de pagar (a precio de osmio) tanta gente sin pegar un palo al agua o pegándolo sin conocimiento, estudio o destreza.

Anónimo dijo...

Sin pecar de ingenuo, yo tengo una relativa confianza en la clase judicial, y me parece que D. Avelino no anda desatinado. Hay de todo, claro que sí. Pero no tengo yo a los jueces por frívolos tomadores de café a los que preocupa poco o nada el asunto que tienen que decidir. Y, efectivamente, han pasado una oposición que no es tan sencilla, en la que muchas buenas mentes han fracasado, y han sido estudiantes de los buenos. A mi todo eso no me parece poca cosa, vistos los tiempos que corren. La patochada de si es buen alumno por sí mismo o porque el cerebro se lo dio Dios o la naturaleza, viene de un abogado. ¡Así que cómo para encomendarnos a éstos! Amos anda.

Antón Lagunilla dijo...

1. Las oposiciones a judicatura son un puro (y duro, claro) alarde de memoria, nada mas. ¿suficiente para ser juez? Ni de coña.

2. Hay jueces (un tercio del total, oiga), que no lo son por oposición, sino por la vía de los llamados tercero y cuarto turno, por completo discreccional y politizada.

3. Los años de prácticas, tras la oposición, para conocer la realidad social: risa me dá. ¿sabe D. Avelino de algun juez que, tras aprobar la oposición, haya sido suspendido las práctias y expulsado por ello de la carrera?.

4. Hay jueces magníficos, con una estupenda formación jurídica, realmente independientes del poder político y con los pies en el suelo, claro que si. Pero son una minoría minoritaria, que evidencian aún más si cabe el ínfimo nivel del resto.

5. Coincido plenamente con Hans: ¿para cuando un procedimiento rápido y eficaz (y con todas las garantías, solo faltaba) para la exclusión del funcionario incompentente ? ¿Hay alguna propuesta de UPyD sobre el particular?.

6. Hombre, Venator, sea riguroso y critique usted los argumentos o la opinión de Her Roland por sí mismos, y no, sin más, porque vengan de un abogado. ¿O es usted juez?
Saludos.

Anónimo dijo...

En primer lugar quería felicitar a Avelino Fierro; fundamentalmente, por su valentía.
Y en segundo lugar, rebatir algunos de los argumentos de los comentaristas. Respecto a que cualquier ciudadano querría cobrar lo que cobra un Juez, habría que preguntárselo a un Notario o a un Registrador de la Propiedad; oposiciones éstas que se sitúan en un nivel de dificultad similar -al menos en número de temas- a la de Judicaturas. Y la responsabilidad que un Juez tiene a la hora de decidir no se tiene en cuenta. Siempre se dice que el Juez es frío a la hora de decidir, pero quizá sea la ley que aplica la que es fría y al Juez simplemente no le queda más remedio que aplicarla.
Respecto a la comparación con los abogados, supongo que sea una broma. Porque es evidente la frialdad -o mejor, el acaloramiento- del abogado para defender a toda costa los intereses de su cliente, incluso a sabiendas de que no tiene razón. Y sí, es su trabajo, pero no me vengas entonces con la "frialdad de los jueces". Además un abogado no ha pasado por cinco años de preparación tras la carrera (sí, la media de preparación es cinco años; hay algunos que tardan menos, pero hay otros -los más- que tardan más).
Y la oposición no es sólo un ejercicio de memoria. Sí es criticable el sistema actual en muchos aspectos, pero hay que pasar por una oposición para saber lo que es. Porque también exige una continua capacidad de síntesis, de fuerza de voluntad y de disciplina quasiascética.
Roland freisler, lo siento mucho pero no sabes nada de lo que es una oposición, como yo tampoco sé nada de la Escuela de Práctica Jurídica...aunque puedo imaginármelo.

elmio dijo...

En referencia a lo que nos comenta el amigo anónimo de los abogados, decir que la preparación de los mismos después de la carrera, no consiste sólo en estudiar sino en la práctica del día a día que muchas veces no tiene nada que ver con lo que se ve en la carrera y supone un aprendizaje a lo largo de su vida. Abogado o Juez ambos para ser buenos profesionales necesitan la preparación adecuada a su profesión. Y amigos... no hagamos de la carta de D. Avelino un instrumento para sacar las armas en favor de abogados o en favor de jueces.

Anónimo dijo...

He publicado su post en Meneame, espero que no le importe.

Anónimo dijo...

Nivelón-nivelón, ¿eh?

- "Y ya está bien lo del control al controlador", dice el angelito. No comment.

- "Hay mucho escrito sobre garantías y control del poder judicial y está claro que éste, desde luego, no pasa por las urnas (...), pero no vamos a pedirle a un columnista ... que estudie algo de constitucionalismo o teoría jurídica". Claro que no, don Avelino. Igual que nadie le exige a usted que estudie periodismo antes de rajar lo suyo. Pero el periodista tiene aún un poquito más de razón. Porque el periodista es 1/44.000.000 de jefe del juez y paga su salario.

- Lo de que en la judicatura no se cuela "ningún reaccionario que desconozca la realidad social", lo dejamos para otro día, ¿eh?

- "El corporativismo de los jueces es mentira y, además, sería la enfermedad infantil de un descafeinado asociacionismo y un sucedáneo de la rigurosa disciplina de voto de los políticos." Ah, coño. Eso es argumentar, sí señor. "El asociacionismo judicial es mentira; y, además, es menos malo que el político".

Ya les digo: ¡NI-VE-LÓN!